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“Klelia Guerrero, economista
de la Red
Latinoamericana por la Justicia Económica y Social (Latindadd), que colaboró en la
investigación del informe de la FTC, señaló que
el mero hecho de realizar un trabajo de recopilación de datos sobre la
distribución de los fondos de recuperación puso de manifiesto la escasa
atención que se había prestado a las mujeres en las
políticas de respuesta a la covid. Solo en un puñado de países
encuestados (Guatemala, Honduras, Bangladesh, Brasil y Costa Rica) se disponía
de datos parciales desglosados por género sobre las subvenciones
por la covid, para poder analizar el tema dentro de las ayudas pandémicas. “La
mayoría de los países no disponían de datos
desglosados por género; sólo eran parciales. Esto en sí mismo debería ser una
señal de alarma, ya que muestra que las personas que estaban implementando
estos planes de apoyo no pensaban en las mujeres
como una prioridad”, dijo Guerrero a IPS desde
Quito, la capital de Ecuador.
El informe muestra que las mujeres recibieron la mayoría de los fondos de protección social en los países encuestados, pero
incluso algunos de esos programas tenían aspectos discriminatorios para ellas. “Por
ejemplo, aquí en Ecuador, teníamos un esquema en
el que la gente tenía que registrarse en línea y luego ir en ciertos horarios
para recibir sus productos de ayuda. Esto era difícil para muchas mujeres que tenían que estar en casa a esas horas, o
no había transporte público para llegar a los lugares para recibir la ayuda.
Por lo tanto, las mujeres se veían perjudicadas”, dijo. Y añadió: “Algunos
grupos de población sí se beneficiaron de las
medidas de ayuda de covid, pero los más vulnerables no tanto. Para ellos era
difícil acceder a la ayuda. Los criterios con los que
se reparte la ayuda deberían incluir una perspectiva de género».
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GRANDES
EMPRESAS Y NO COMUNIDADES, LAS BENEFICIADAS DE AYUDAS POSPANDEMIA.
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Por Ed
Holt | 27/10/2022 | Economía.
Fuente.
Rebelión jueves 27 de octubre del 2022.
El sector informal solo recibió 4 % de los fondos desembolsados para paliar los
efectos de la pandemia de covid, a pesar de que el sector cuenta con más de 2000 millones de trabajadores, muchos de los cuales
son mujeres.
BRATISLAVA - Los
gobiernos y las instituciones financieras multilaterales deben adoptar nuevas
formas de proporcionar apoyo en la pospandemia.
Esa demanda del activismo mundial se produce después de que un informe
descubrió que, en muchos de los países más pobres, las grandes empresas fueron
las que más se beneficiaron de los fondos
de recuperación de la covid-19, mientras que las comunidades vulnerables
quedaron postergadas.
Los activistas
afirman que el nivel y la distribución del apoyo de estos fondos covid ha sido deficiente, y que los más vulnerables de la sociedad, como los trabajadores
informales y las mujeres, entre otros, han sido especialmente perjudicados por
la gestión de los programas de ayuda.
Y advierten que, en realidad, las medidas no han hecho más que profundizar las desigualdades, justo cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha advertido que hasta 95 millones de personas más podrían caer pronto en la pobreza extrema en comparación con los niveles anteriores a la crisis pandémica, estallada en marzo de 2020 y aún no cerrada.
La Coalición para
la Transparencia Financiera (FTC, en inglés) lanzó a fines de
septiembre en Washington el
informe “Recuperación
en una encrucijada: cómo los países gastaron los fondos covid-19 de rescate”, que
analiza en profundidad el tema.
Matti Kohonen,
director de la FTC dijo a IPS:
“La élite
ha estado protegida de los peores efectos de la pandemia. Casi 40 % de los fondos de recuperación de covid-19 fueron
a parar a las grandes empresas, a través de medidas como préstamos y recortes
fiscales”.
“Esto significa que la protección social para, en particular, las mujeres y
los trabajadores informales, ha sido inadecuada”, añadió desde Washington.
La FTC conforma una red mundial de más
de 150 organizaciones de la sociedad civil, 14 gobiernos y docenas de los más
destacados expertos mundiales en flujos financieros ilícitos, según sus
datos.
La investigación de la FTC reveló que, en 21 países del Sur global, las grandes corporaciones recibieron 38 % de los fondos de recuperación, mientras que las pequeñas y medianas empresas (Pymes) obtuvieron 20 %. A las medidas de protección social se canalizó 38 %.
Mientras tanto, los trabajadores
informales solo recibieron 4 % de los fondos en los países
encuestados, y la investigación mostró que, en muchos de esos Estados,
en realidad no recibieron nada en
absoluto.
Los estudios han demostrado que
los trabajadores
informales, y especialmente las mujeres, fueron los más afectados a nivel mundial
por la pandemia, y que las medidas de política económica adoptadas
como respuesta han sido en gran medida
ciegas al género, exacerbando la desigualdad
de género existente y la precariedad económica de las mujeres.
Según
la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), de los 2000 millones de trabajadores informales que hay en el
mundo, más de 740 millones son mujeres.
Sin embargo, en
muchas de las regiones más pobres del
mundo la proporción de mujeres en el empleo informal es mayor que la de hombres: en más de 90
% de los países del África subsahariana,
en 89 %
de los países del sur de Asia y en casi 75 % de los países de América Latina.
Además, estas mujeres
suelen tener puestos de trabajo asociados a condiciones precarias, derechos
laborales y protección social limitados o inexistentes, y salarios bajos.
El informe de la FTC señala que, la
pandemia de covid ha tenido un enorme impacto en el empleo de las mujeres, en las horas de trabajo y en el aumento de las tareas
domésticas y de cuidado no remuneradas.
Pero pese a ello, el estudio descubrió
que las mujeres recibieron la mitad de los fondos que los hombres, ya
que la mayor parte del dinero
proporcionado a las grandes empresas y también a las pequeñas y medianas fue a parar a los hombres, a los que fue más de 59 % de los fondos.
Klelia Guerrero, economista de la Red Latinoamericana por la Justicia Económica
y Social (Latindadd), que colaboró en la investigación
del informe de la FTC, señaló que el mero hecho de realizar un trabajo de recopilación de datos sobre
la distribución de los fondos de
recuperación puso de manifiesto la escasa atención que se había prestado a
las mujeres en
las políticas de respuesta a la covid.
Solo en un puñado de países encuestados
(Guatemala, Honduras, Bangladesh, Brasil y Costa Rica) se
disponía de datos parciales desglosados
por género sobre las subvenciones por la covid, para poder analizar
el tema dentro de las ayudas pandémicas.
“La mayoría de los países no disponían de datos desglosados por género; sólo eran parciales. Esto en sí mismo debería ser una señal de alarma, ya que muestra que las personas que estaban implementando estos planes de apoyo no pensaban en las mujeres como una prioridad”, dijo Guerrero a IPS desde Quito, la capital de Ecuador.
La pandemia aumenta la Desigualdad entre géneros. el 2022 solo el 43% tendrá trabajo.
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El informe muestra que las mujeres recibieron la mayoría de los fondos de protección social en
los países encuestados, pero incluso algunos de esos programas tenían aspectos
discriminatorios para ellas.
“Por ejemplo, aquí en Ecuador, teníamos un esquema en el que la gente tenía
que registrarse en línea y luego ir en ciertos horarios para recibir sus
productos de ayuda. Esto era difícil para muchas mujeres
que tenían que estar en casa a esas horas, o no había transporte público para
llegar a los lugares para recibir la ayuda. Por lo tanto, las mujeres se veían
perjudicadas”, dijo.
Y añadió:
“Algunos grupos de población sí se beneficiaron de las medidas de ayuda de
covid, pero los más vulnerables no tanto. Para ellos era difícil acceder a la
ayuda. Los criterios con los que se reparte la ayuda deberían incluir una
perspectiva de género».
Otros defensores de la igualdad de género están de acuerdo.
“Numerosas investigaciones
han demostrado cómo, especialmente en África,
las mujeres constituyen la mayor parte del
sector informal. Una de las grandes conclusiones del informe es la escasa
orientación de las mujeres en la respuesta de ayuda”, dijo Ishmael Zulu,
responsable de impuestos y políticas de la Red de Justicia Fiscal de África
(TJNA, en inglés).
Zulu añadió a IPS que
“los programas futuros deben tener en
cuenta la dimensión de género de cualquier
política”.
Grupos como la FTC y sus miembros, entre
ellos la TJNA, afirman que las conclusiones del informe son importantes no solo en lo que respecta
a la recuperación
tras la pandemia, sino para poner de relieve la necesidad de cambiar
la forma de prestar apoyo a las comunidades
más vulnerables de los países en desarrollo en el futuro a largo plazo.
Zulu señaló que, en un plan de Zambia, su
país, el gobierno introdujo estímulos
para ayudar a las pymes y a los trabajadores informales, pero el dinero
se canalizó a través de bancos comerciales que establecieron requisitos específicos para acceder a
ese dinero,
entre ellos la necesidad de presentar
extractos bancarios.
“Por supuesto, eso es muy difícil para muchos trabajadores informales. No podían presentar esos documentos. Así que, al final, incluso el dinero destinado a los grupos vulnerables acabó en manos de las grandes empresas, que son las que pueden proporcionar esos documentos”, explicó.
Perú. al finalizar el 2021 con la pandemia, más del 76% de la Población Ocupada es Informal. Con la tendencia al aumento por razones de la prolongada Crisis Política y la Corrupción.
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“Esto habla de la debilidad
del sistema» y la discriminación para los que más necesitan las ayudas,
adujo.
El informe de la FTC también ha advertido de que las políticas aplicadas por las
instituciones financieras multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), de presionar
a los países para que introduzcan medidas
de austeridad y recorten la financiación
de los servicios públicos básicos a cambio
de la reestructuración de la deuda están
empeorando las cosas.
Cita el ejemplo de los recortes en el
gasto público y las subidas del impuesto sobre el valor
añadido (IVA) que se están imponiendo como parte de un programa de
préstamos del FMI en Zambia, diciendo que
esto tendrá el mayor impacto en los pobres.
Zulu dijo:
“Nuestras estructuras financieras actuales han perpetuado la desigualdad en la forma en que, por ejemplo, las
instituciones financieras conceden los préstamos”.
Destacó que
“varios países han tenido
que reformar sus sistemas fiscales y estas
instituciones financieras dicen que las
subvenciones y el gasto deben canalizarse hacia algunas áreas y no hacia otras,
y se acaba destinando el dinero a las grandes
corporaciones, y las comunidades vulnerables se
quedan atrás”.
«Vimos cómo crecía la desigualdad [antes de la pandemia], y por eso, cuando
llegó la covid-19, vimos cómo estas comunidades
vulnerables se quedaban sin redes de seguridad”, añadió.
A su juicio,
“los gobiernos deben poner
en marcha sistemas de protección social sostenibles que
proporcionen redes de seguridad para ayudar a sacar a la gente de la pobreza y que no solo respondan a una
pandemia o a una emergencia, sino que respondan a la lucha
contra la pobreza y la desigualdad”.
La FTC tiene
previsto presentar sus conclusiones en las reuniones anuales de otoño del FMI y el Banco Mundial a finales de este mes, que se
realizarán en Washington, donde tienen su sede.
El informe de la FTC pide a todos los
países e instituciones internacionales, incluidos el FMI
y el Banco Mundial, que apliquen lo que describe como “políticas
alternativas” para lograr una recuperación centrada en las personas
en lugar de la austeridad.
Estas incluyen, entre otras,
la imposición de los beneficios
empresariales extraordinarios,
la introducción de niveles progresivos
de impuestos sobre la renta y el patrimonio,
y el aumento de las contribuciones y la
cobertura de la seguridad social.
Kohonen, el director de la FTC, afirmó
que los trabajadores del sector informal y las mujeres deben estar en el centro de cualquier política de este tipo.
“Los trabajadores
del sector informal y
las mujeres fueron los que nos ayudaron a
superar la pandemia, y es un error imponerles ahora la austeridad.
Hay que apoyar a los trabajadores del sector informal y a las mujeres,
personas que ya estaban en primera línea, antes
de la pandemia, para poder ampliar el apoyo si es necesario, en forma de préstamos, subvenciones u otras ayudas”,
remarcó.
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