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"Segunda pregunta ¿Cuáles son
los retos y desafíos respecto al combate y mitigación al cambio climático y los
Derechos de la Naturaleza?
Combatir la mentira, el engaño, la simulación de los gobiernos frente a la mitigación del desastre climático y ecológico. Combatir las falsas soluciones que imponen los gobiernos poderosos frente al colapso del clima, como los parques eólicos y solares y otras tecnologías como el Cero Neto o el Hidrógeno Azul o los autos eléctricos. Combatir las campañas de Relaciones Públicas de los grandes inversionistas, para introducir la incertidumbre social frente al colapso del clima y de esta forma debilitar el combate y los esfuerzos de mitigación. Combatir los megaproyectos, la publicidad omnipresente y la pésima educación ambiental que se da en México en la escuela primaria. Combatir las ideas de desarrollo, modernización, empleo, productividad y crecimiento económico. Descolonizar el imaginario social de las ideas económicas, economistas, economicistas. Combatir la religión de la economía y el culto a la ciencia y la tecnología. Reencantar el mundo. Una nueva espiritualidad. Otra visión del mundo. Cambiar el Sistema No el Clima. ¡Descrecimiento o colapso!
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EL COMBATE Y LA MITIGACIÓN DEL
CAMBIO CLIMÁTICO COMO MANIFESTACIÓN DEL RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS DE LA
NATURALEZA.
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Por Miguel Valencia Mulkay |04/11/2022|
Ecología Social.
FUENTE Rebelión viernes 4 de noviembre
del 2022.
Presentación
de Miguel Valencia Mulkay en el panel 4 de la Cumbre de la Madre Tierra de la
Ibero Santa Fe 26-28 de octubre de 2022
Hay que
reconocer que el combate o la lucha, contra la negación, la subestimación o
desatención o la mercantilización del cambio climático ha sido hasta el momento producto de las acciones
realizadas por un muy pequeño número de personas
de muchos países: indígenas,
campesinos, trabajadores, vecinos de pueblos, ejidos o barrios, profesionistas,
pequeños y medianos empresarios, investigadores científicos, académicos,
políticos de alto nivel, funcionarios
nacionales o internacionales que a lo largo de casi un siglo han tenido la conciencia de la calamidad inédita
que entraña este fenómeno, y sobre todo, han tenido el valor de denunciar públicamente las terribles consecuencias
que podría acarrear esta radical alteración del clima.
Estas
personas tuvieron o han tenido esta valentía porque amaron o aman la belleza
natural de los territorios y los mares
del mundo que tuvieron o han tenido la posibilidad de conocer; porque amaron o aman los árboles, los bosques, las
selvas, los ríos, las mares, los
glaciares, las mariposas, los peces, las ranas, las tortugas, las aves y los
mamíferos. Y amaron o aman la tierra y sus bellezas porque desde su infancia,
con sus manos han cultivado sus
alimentos o cazado o pescado lo
que han comido, o porque han tenido una inclinación
natural o cultural por gozar y respetar la vida silvestre y en general, las
plantas y los animales, y también, por compadecerse del sufrimiento de los seres humanos más débiles y gozar y respetar la belleza producida por el ser humano. Gracias a estas personas, los gobiernos y los partidos políticos han
realizado muy tímidas acciones para
tratar de mitigar el colapso del clima y la devastación
de la ecología y el medio ambiente.
El combate o
la lucha contra la depredación del equilibrio climático se ha inspirado mucho
en las acciones en defensa de la naturaleza realizadas por las culturas vernáculas del mundo y las acciones realizadas, por los movimientos indígenas
y campesinos de todos los continentes, en los últimos tres siglos; por el viejo movimiento
naturalista nacido en el norte
de Europa y de Estados Unidos,
hace unos tres siglos; por el movimiento
ecologista, nacido en los países ricos y poderosos a principios de
los años 70, y también, por los movimientos
pacifistas, antinucleares, contra el crecimiento económico sin límite (descrecimiento) y de los derechos humanos,
nacidos en el siglo XX. Estos movimientos tienen mucho terreno en
común, concurren en muchos puntos.
El combate o las luchas contra la investigación científica para el desarrollo de la guerra biológica, nuclear, aeroespacial, química, electrónica y otras; contra las residuos nucleares; centrales nucleoeléctricas y los confinamientos de contra la extracción de gas, carbón o petróleo; contra la minería a tajo abierto; contra la construcción de parques eólicos y solares; contra la construcción o ampliación de aeropuertos, trenes rápidos, supercarreteras, presas; contra el uso excesivo del avión, el auto y el tren de alta velocidad; contra el uso de los plásticos, agroquímicos, como el glifosato o los neonicotinoides o las semillas transgénicas; contra los campos de golf y los desarrollos turísticos; contra las presas, los trasvases de agua y los grandes drenajes; contra los segundos pisos, distribuidores viales y otras vías rápidas; contra el uso excesivo de bombas y tubos y el excusado con agua potable; contra la pavimentación del territorio y la desaparición de los bosques periurbanos y áreas verdes de las ciudades; contra la 5G y el internet de las cosas, el smartphone, los drones, las baterías; contra la industrialización de los alimentos; contra la urbanización del territorio; contra la publicidad omnipresente y la obsolescencia programada; contra el productivismo, el consumismo, el desarrollismo, el progresismo, el economicismo y el culto a la ciencia y la tecnología, han sido, entre otras luchas ecologistas o ambientalistas, muy cercanas al combate y mitigación del cambio climático y a las luchas por el reconocimiento de los derechos de la Naturaleza, los derechos de los pueblos originarios y los derechos humanos.
En fondo de
todas estas luchas, está la lucha por la liberación de la Naturaleza en su sentido
más amplio, incluyendo a los seres
humanos que viven en el desamparo
más grande, ya sea por la violencia tecnológica, económica y política o por el desquiciamiento
que provoca en el ser humano el exceso
de poder y dinero. El ecologismo considera al ser
humano, a la sociedad humana, como parte de la Naturaleza
o de la Ecología del territorio.
No los separa, los defiende por igual.
El ser humano es también un
animal, como las lombrices o las
abejas o los pulpos o los tlacuaches. Y entiende que las mismas fuerzas que han hecho posible
que una parte entera de la riqueza
biológica se encuentre en vías de
desmoronarse y que colapse el
mismo equilibrio térmico de la Tierra, han creado por otra parte, los grandes desequilibrios mundiales, como
el exceso de
población, el hambre endémica, la destrucción del hábitat, la miseria en
la que vive una gran parte de los seres
humanos y la excesiva concentración
de poder y riqueza económica en manos de una muy pequeña minoría de seres
humanos.
Una manifestación
muy relevante del reconocimiento de los derechos de la Naturaleza, es la lucha social para
exigir la aprobación gubernamental
de las medidas políticas
extraordinarias coherentes con la Emergencia Climática, una situación que ha reconocido ya el Panel
Intergubernamental de Expertos en
el Cambio Climático de las Naciones
Unidas, el IPCC,
en sus reportes de 2018, 19 y 21 –un
reconocimiento que ha cambiado
radicalmente la situación política
y económica del mundo- Para que los gobiernos adopten medidas políticas,
como las siguientes: decir la verdad
sobre la situación del clima, con base en la ciencia climática;
/ consultar
a la población sobre los cambios de gran calado que se requieren
en la forma de producir y consumir
alimentos
/ o para reducir
radicalmente el uso excesivo del transporte urbano y
/ el
desmedido transporte de mercancías o
/ para la
eliminación de los agroquímicos en la agricultura o por otra parte,
/ dejar de promover
tecnologías que no sirven realmente
para hacer frente al colapso del clima
y
/ dejar de
defender el crecimiento económico y la tecnología, como solución a todos
nuestros males,
/ incluyendo las contaminaciones y la devastación climática y ambiental.
Urge
reconocer los límites físicos de la Naturaleza. Urge Cambiar el Sistema No el Clima. Bienvenida la iniciativa para impulsar
en México
el reconocimiento de los derechos de
la Naturaleza.
Preguntas en el Panel 4 de la Cumbre
Madre Tierra
Primera pregunta ¿Cómo
contribuye la Emergencia Climática a la aceptación social y política de
los Derechos de la Naturaleza?
La
multiplicación de eventos climáticos extremos, tales como: los incendios forestales, las olas
de calor, las sequías, las tormentas, los huracanes o las nevadas
nunca vistas o récord, o los registros de temperatura mayores a 50°C, y la alteración radical de los eventos climáticos estacionales, como
las lluvias
veraniegas o las nevadas invernales fuera de tiempo, son signos de alarma que ponen a pensar
a mucha gente sensible e ilustrada
en muchas cosas.
Las
imágenes y los documentales sobre las nuevas catástrofes climáticas
en marcha, como:
/ la pérdida
casi total del hielo más antiguo y grueso del Ártico
y los osos blancos enjutos, muriendo,
extinguiéndose por la destrucción de
su hábitat;
/ Los
grandes incendios forestales de los últimos años en el Amazonas, Australia, Canadá y Siberia; el
blanqueamiento de la mayor parte de los corales
del mundo;
/ el rápido
aumento de la sequía en las
últimas décadas- hasta un 200%- en la mayor
parte de África, el sur de Europa, el este de Asia y de Australia, el Noreste de Canadá, el Sur de Brasil;
/ Las
temperaturas superiores a 50°C seguidas de inundaciones en 2022 que afectaron a 33 millones de personas en Pakistán;
/ Las
temperaturas de 41°C en el sur de Inglaterra y la falta de agua para navegar en el río Rin, en 2022;
/ La sequía
extrema de California desde hace dos décadas; en Groenlandia,
la perdida de hielo siete veces
mayor en las últimas dos décadas y
la extraña lluvia de agosto de 2022;
/ Los
cientos de miles de récords de temperatura registrados
en este siglo por los meteorólogos;
éstos son signos de la Emergencia Climática cuyo registro y la descripción grafica de sus consecuencias crean conciencia
climática y movilización en muchas
personas.
La conciencia climática y ecológica, unida a la discusión pública sobre estos hechos, despierta preguntas ¿qué está detrás de estos eventos climáticos extremos? ¿por qué después de ciertos años se hacen más destructivos estos eventos climáticos? ¿hasta dónde vamos a llegar con el clima? ¿qué relación tienen estos hechos con las actividades humanas? Así, se refuerza la inconformidad y la movilización. Se dice que el 86% de la población mexicana le preocupa ya el cambio climático y un 37% piensa que debido al cambio climático tendría que abandonar el lugar donde vive. En México, hoy día sólo el Estado mexicano y las grandes universidades virtualmente ignoran el tema climático.
La aparición
de grandes movimientos internacionales en los
últimos años, contra la extinción de
especies, incluyendo la especie
humana- Extinction Rebellion; Scientific Rebellion; Fridays for Future, Climate
Justice Now en los que cada vez participan
más científicos y sus activistas recurren cada día más a la desobediencia
civil, confirman la creciente inconformidad social contra
el fingimiento, la marrullería, la
mentira y el engaño al que han recurrido los gobiernos más poderosos del mundo,
para evitar la aplicación de las medidas
políticas extraordinarias que se requieren , para eliminar la mayor parte del
consumo de gas, carbón y petróleo y eliminar el colosal despilfarro
energético de las actividades económicas modernas. Estas
rebeliones en marcha concurren también con la defensa de los derechos de la Naturaleza.
La
emergencia climática es subversiva porque cuestiona el imaginario
desarrollista-progresista dominante en el mundo. Ella destruye el motivo central según el cual nuestro destino de los seres humanos es el de
aumentar sin cesar la producción y el consumo. Ella muestra el impacto catastrófico de la lógica económica sobre
la riqueza
natural y cultural del mundo y sobre
la vida de los seres humanos.
Sabemos bien
que las catástrofes modernas han sido
creadas en su mayor parte por los gobiernos poderosos y
sus empresas transnacionales, con la
complicidad de muchos gobiernos débiles y vulnerables, sin embargo, las catástrofes,
sin son suficientemente grandes, pueden
hacer cambiar profundamente las posiciones fundamentales de las sociedades modernas,
pueden lograr que se acepten medidas que hoy
día son impensables de aplicar; pueden facilitar la aceptación de los derechos de la Naturaleza, pero, también pueden
llevarnos a tiranías nunca vistas.
La pedagogía de la catástrofe conmueve a tal punto a las personas que desde hace algunos años se fortalecen en el mundo las exigencias para que los gobiernos adopten medidas inéditas, extraordinarias para proteger la riqueza natural y cultural del mundo y eliminar las actividades económicas que están conduciendo a la Humanidad a su extinción en este siglo.
Segunda pregunta ¿Cuáles son
los retos y desafíos respecto al combate y mitigación al cambio climático y los
Derechos de la Naturaleza?
Combatir la
mentira, el engaño, la simulación de los gobiernos frente a la mitigación del
desastre climático y ecológico. Combatir
las falsas
soluciones que imponen los gobiernos poderosos frente al colapso del
clima, como los parques eólicos y solares y otras tecnologías como el Cero
Neto o el Hidrógeno
Azul o los autos eléctricos. Combatir
las campañas de Relaciones Públicas de los grandes inversionistas, para introducir la incertidumbre social frente al colapso
del clima y de esta forma debilitar
el combate y los esfuerzos de mitigación. Combatir los megaproyectos,
la publicidad omnipresente y la pésima educación ambiental que se da en México en
la escuela primaria. Combatir las ideas
de desarrollo, modernización, empleo, productividad y crecimiento
económico. Descolonizar el imaginario social de las ideas económicas, economistas, economicistas. Combatir
la religión de la economía y el culto a la ciencia y la tecnología.
Reencantar
el mundo. Una nueva espiritualidad. Otra visión del mundo. Cambiar el Sistema No el Clima. ¡Descrecimiento o colapso!
Miguel
Valencia Mulkay. ECOMUNIDADES. Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México.
Blog: http://red-ecomunidades.blogspot.com/
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