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“Más allá del Mediterráneo. Además
de la ya dramática ruta del Mediterráneo, otras regiones del continente europeo también vieron crecer
el número de inmigrantes fallecidos durante 2021
en relación a años anteriores Tal como ocurre con la frontera terrestre entre Turquía y Grecia (126
muertes documentadas) y la de los Balcanes Occidentales
(69); el cruce del Canal de la Mancha (53) y
la frontera entre Bielorrusia y la Unión Europea (UE)
(23). A ello se añade la muerte de ucranianos que huyen de la guerra en
su país (17).
“Pero eso no es todo, pues diversos testimonios de
supervivientes transmitidos a la Organización Internacional para las Migraciones indican que al menos 252 personas han muerto durante supuestas expulsiones
forzadas por las autoridades europeas. Tanto en el Mediterráneo Central (97 muertes desde 2021) como en el Oriental (70); en la frontera terrestre entre Turquía
y Grecia (58); en el Mediterráneo Occidental (23) y en la frontera entre Bielorrusia y Polonia (4). La OIM reconoce
que estos casos son casi imposibles de verificar en su totalidad debido a
la falta de transparencia, la imposibilidad de acceder a la información y la
naturaleza altamente politizada de tales eventos
Algo no menos alarmante, según el Proyecto, es el hecho de que “el
índice de identificación de las personas fallecidas en las rutas migratorias
hacia Europa y dentro de ella es más bajo que en
otras regiones del mundo”. Más de 17.000 personas fallecidas en esas rutas entre 2014 y
2021 figuran en los registros sin ninguna información sobre su país de origen,
lo cual explica la desesperación de innumerables familias
que buscan, sin resultado, a parientes
desaparecidos en esos trayectos migratorios hacia Europa.
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LA TUMBA MEDITERRÁNEA.
Miles de Migrantes Indocumentados
mueren cada Año.
*****
Por Sergio Ferrari |07/11/2022| Europa.
Fuente Rebelión lunes 7 de noviembre del
2022.
En todo el
mundo se levantan muros cada vez más altos. Uno
de ellos, natural pero militarizado, el del Mediterráneo,
está entre los más mortíferos. Europa, en crisis
profunda, reprime en sus fronteras.
En solo
siete años, desde 2014 hasta fines de 2021, se calcula que 29.000 inmigrantes
indocumentados murieron en su intento de entrar en el acorazado europeo. Cifras que podrían ser mucho más altas, ya que
centenares (incluso miles) de todas las edades perecen en embarcaciones
improvisadas sin que nadie los contabilice. Y muchos otros tampoco aparecen en
los cálculos oficiales debido a que sus muertes se relacionan con deportaciones
obligadas, en general forzadas y, muy a menudo violentas.
La Organización Internacional para las Migraciones, OIM (https://www.iom.int/es), logró documentar 5.684 muertes en las rutas migratorias hacia Europa y dentro del continente en el último año.
Documentar la barbarie
con dignidad.
***
Julia Black, una de las autoras de un informe
elaborado por el Proyecto Migrantes Desaparecidos (https://missingmigrants.iom.int/es) de
dicha organización, publicado la
última semana de octubre, señala que
«esta continuidad de muertes
constituye otro sombrío recordatorio de que se necesitan, desesperadamente, más
vías legales y seguras para la migración».
Según
dicho informe, en ese mismo período se registraron 2.836 muertes y desapariciones en la ruta del
Mediterráneo Central, un aumento
significativo en comparación con los 2.262 casos entre 2019 y 2020. Son particularmente alarmantes las 1.532 muertes
en la ruta desde África Occidental hacia
las Islas Canarias (España): el
número más alto desde 2014,
cuando la OIM inició el registro.
Los investigadores que elaboraron el
informe señalan que, muy probablemente, los datos sobre estas rutas mediterráneas son incompletos debido a las complicaciones para
verificar los denominados «naufragios invisibles», es
decir, de embarcaciones que se pierden
en el mar sin que nadie se entere y,
en consecuencia, sin ninguna búsqueda ni rescate.
El Proyecto Migrantes Desaparecidos
documenta casos de personas –incluso refugiados y solicitantes de
asilo–, que han fallecido en zonas de frontera o en su trayecto hacia un destino fuera de sus
respectivos países de origen. Este
proyecto se puso en marcha para dar respuesta a conteos discrepantes sobre
el número de fallecidos (o
desaparecidos) en las más variadas rutas migratorias de todo el mundo, y particularmente, después del naufragio ocurrido en octubre de 2013, cuando 368 personas perecieron cerca de la isla italiana de Lampedusa.
Año 2013. El Naufragio en la Isla Italiana de Lampedusa.
***
El Proyecto es, actualmente, autoridad
indiscutida en su género ya que cuenta con la única base de datos de libre acceso
sobre personas fallecidas a nivel
internacional en trayectos migratorios. Además,
publica reportes, resúmenes e
infografías que analizan en cada región
geográfica los riesgos en las rutas de migración irregular, cuestiones vinculadas a la identificación de migrantes desaparecidos, información sobre los mecanismos de
asistencia para las familias de los migrantes desaparecidos y la
metodología para la recopilación de
datos. Se propone convertirse en un punto de referencia y consulta en aquellos casos en que se busca a migrantes de los que no se tiene ninguna
información actualizada.
Desde 2014, casi
50.000 personas han muerto durante viajes migratorios inseguros. Como señala su sitio web,
“los datos recopilados por
el Proyecto son testimonio de uno de los fracasos políticos más estrepitosos de
los tiempos actuales. La OIM reclama que inmediatamente se provean rutas para
la migración seguras, humanas y legales”. Los responsables del Proyecto sostienen
que, de contarse con mejores datos,
sería posible formular políticas que pongan fin a esta tragedia.
Más allá del
Mediterráneo
Además de la ya dramática ruta del Mediterráneo, otras regiones del continente europeo también vieron crecer el número de inmigrantes
fallecidos durante 2021 en relación a años anteriores
Tal
como ocurre con la frontera terrestre
entre Turquía y Grecia (126 muertes documentadas) y la de los Balcanes
Occidentales (69); el cruce del Canal de la Mancha
(53) y la frontera entre Bielorrusia y la Unión Europea (UE) (23). A ello se añade la muerte de ucranianos que
huyen de la guerra en su país (17).
Pero
eso no es todo, pues diversos
testimonios de supervivientes transmitidos a la Organización Internacional
para las Migraciones
indican que al menos 252 personas han muerto durante supuestas expulsiones forzadas por las autoridades europeas. Tanto en el Mediterráneo Central (97 muertes desde 2021) como en el Oriental (70); en la frontera
terrestre entre Turquía y Grecia (58); en el Mediterráneo
Occidental (23) y
en la frontera entre Bielorrusia y Polonia (4). La OIM reconoce
que estos casos son casi imposibles
de verificar en su totalidad debido a la falta de transparencia, la imposibilidad de acceder a la información y la naturaleza altamente politizada de tales eventos
Algo no menos alarmante, según el
Proyecto, es el hecho de que
“el índice de identificación de las personas fallecidas en las rutas migratorias hacia Europa y dentro de ella es más bajo que en otras regiones del mundo”.
Vuelve el drama de los migrantes en el Mar Mediterráneo. Un Naufragio en la Costa de Libia. Año 2020. Noviembre.
***
Más de 17.000 personas
fallecidas en esas rutas
entre 2014 y 2021 figuran en los registros sin ninguna información sobre su país
de origen, lo cual explica la desesperación de innumerables familias que buscan, sin resultado, a parientes desaparecidos en esos trayectos migratorios hacia Europa.
La magnitud de este problema,
así como su impacto en las familias
y las comunidades
que lidian con pérdidas significa
que no hay solución de fondo a esta problemática sin una activa participación de los Estados,
reflexiona Julia Black.
Drama mundial
Pero esta tragedia no se limita a las
rutas migratorias hacia Europa. En efecto, según
el Portal de Datos sobre Inmigración (https://www.migrationdataportal.org/es/themes/muertes-y-desapariciones-de-migrantes),
durante 2014
y hasta junio de este año se han
registrado más de 4.000 muertes anuales
en rutas migratorias en todo el mundo.
Al igual que el estudio de la OIM, el Portal subraya
que todos estos números representan solamente una estimación mínima y precisa que desde 1996 hasta la fecha, se han
registrado más de 75.000 muertes de migrantes a nivel mundial.
En busca del chivo
emisario
El debate global se intensifica: aun
cuando en su gran mayoría actores de la sociedad civil apoyan la
recomendación de la OIM de asegurar urgentemente las rutas migratorias –y otros las critican por tibias y condescendientes–
las fuerzas políticas de derecha y ultraderecha no se cansan de diabolizar a los inmigrantes
indocumentados.
Ejemplo de esta demonización es la reacción en Francia ante el brutal asesinato de Lola, una adolescente de 12 años, a mediados de octubre. Las autoridades le atribuyeron el crimen a una joven de origen argelino de 24 años con problemas mentales y una visa vencida. En agosto le habían notificado que debía abandonar el país.
Macabro ritual. El brutal asesinato de la Niña Lola. La asesina, una migrante argelina, declara que la violó y la torturó con un cuchillo, la asfixió y al final bebió su sangre.
***
Montándose en este caso, la Agrupación
Nacional (ex Frente Nacional de Le Pen) promovió debates parlamentarios con
el único fin de desacreditar a los
inmigrantes ilegales, responsabilizándoles de todos los males que atraviesa el país.
“Francia se quedó helada de dolor y horror ante
la noticia del calvario de la pequeña Lola. Una
vez más, la sospechosa de este acto de barbarie no debería haber estado en
Francia. ¿Qué esperan para actuar para que se detenga de una vez esta
inmigración ilegal descontrolada?”, se preguntaba el 18 de octubre Marine Le Pen, principal dirigente de esa agrupación,
en un tuit dirigido al gobierno.
Las fuerzas xenofóbicas europeas,
cada vez más consolidadas y con más espacios de poder en muchos países,
hacen del discurso anti migratorio uno de sus ejes rectores de la lucha política y de
su retórica
ideológica.
Con un trasfondo tan preocupante como la
agudización de la crisis
económica interna, este discurso
reaccionario identifica al “otro-diferente” como
el chivo
expiatorio. Aún más: logra
convocar electoralmente a sectores sociales populares, los
cuales, debido a la gran crisis, coinciden en identificar a ese “otro” como competidor potencial de sus puestos de trabajo y sus subsidios
sociales.
El Mediterráneo, inmensa tumba continental de la migración ilegal hacia Europa,
cuenta con sus propios funebreros. Son muchos, cada vez
más, y destilan xenofobia.
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