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Lo cierto es que, con el nombramiento de Hunt, tras la renuncia de Truss seguida por la asunción de Sunak, los mercados se tranquilizaron. Los bonistas están nuevamente dispuestos a seguir adquiriendo bonos del tesoro. Pero los conservadores, sabedores de que perderán las elecciones con la ventaja laborismo superando los 20 puntos porcentuales en varias encuestas, se aferrarán a sus bancas. De aquí a enero del 2023 cuando debe llamarse a elecciones quien sabe qué ocurrirá en un país que, según el semanario The Economist, se asemeja cada vez más a Italia por su estancamiento económico e inestabilidad política.
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GRAN
BRETAÑA: HUNT Y SUNAK AL RESCATE. La Inflación y la Crisis.
Cuidado con el Separatismo.
¿Y Ahora con que el Pagan al Rey?
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Por
Guillermo Makin.
Desde
Londres
Página /12 sábado 19
de noviembre del 2022.
Jeremy
Hunt presentó
el jueves 17 su presupuesto retocado con recortes en las
partidas y aumentos impositivos por 55 mil millones de
libras (U$S 59 mil millones). Así, el nivel de vida de los
británicos enfrenta una inédita caída de un 7,1 por
ciento.
Con estas medidas que
reparten casi por igual recortes
presupuestarios con aumentos impositivos que los conservadores abominan, el ministro de Economía busca
rescatar la alicaída reputación
financiera del cada vez más desunido reino
de la que fuere Gran Bretaña.
Hunt,
apoyado por el primer ministro
recién estrenado, Rishi Sunak (foto), buscó cargar la responsabilidad por el descalabro en circunstancias globales y la guerra en Ucrania. Del presupuesto –hoy en el cesto de papeles—que presentó la ex primera ministra Liz Truss (duró
menos de lo que perdura una lechuga
en el supermercado) el 23 de septiembre, no dijo más que “se cometieron errores” pero aseveró temerariamente que buscar crecimiento económico era lo
correcto. El problema es que
los recortes de Truss no tenían financiación, engrosaban la deuda pública y los mercados entraron en pánico
Contracción económica
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (sigla en inglés OBR)
un organismo independiente, publicó el
17 de noviembre que la contracción
económica británica, que llega al 1,4% del PIB, será la peor de
Europa.
Buscando mantener la adhesión de los votantes conservadores, en su mayoría mayores de 60, anunció un costoso aumento del 10% de las jubilaciones, siguiendo el ritmo de la inflación anual, que alcanza el 11%.
Salió uno (Johson) entró Sunak, pero la Crisis Económica los devora. Nubarrones de Separatismo de Escocia, Gales e Irlanda del Norte. ¿Sobrevivirá el Reino Unido?
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El nivel
impositivo lo llevó Hunt al nivel más alto de la
posguerra: 36% del PIB. La llamada consolidación
fiscal de 55 mil millones de libras se
reparte en recortes presupuestarios
por 30
mil millones y aumentos impositivos
por 25 mil millones. El resultado, altamente motivado por el estancamiento económico británico post Brexit, hace
que anualmente se pague más en intereses que en partidas dirigidas
al servicio nacional de salud, o educación o la policía.
Rebelión en la granja. (Cuidado con el Independentismo)
La premier escocesa, Nicola
Sturgeon, que representa al Partido Nacionalista Escocés,
responsabilizó a Hunt por el retorno a la austeridad.
Sostuvo que la independencia era la alternativa mientras se espera para la semana que viene el veredicto de la Corte
Suprema sobre la posibilidad de
que el parlamento
escocés llame a un referendo pese al veto inglés. En Gales también hay inquietud separatista y en Irlanda del Norte los unionistas protestantes hace tres años no permiten que se forme gobierno. Por todo ello, ¿sobrevivirá el Reino Unido?
Las medidas de Hunt se han
macheteado sin pudor alguno de las que aconseja el laborismo. Pidieron un impuesto
extraordinario a las compañías extractoras de energía. Hunt se lo concedió. Se recaudarán 5,6 mil millones de libras de acá a 2027/8. Agregaron
la sugerencia que se bajara el
nivel de sueldo anual que lleva a pagar un 45% en
impuestos. También Hunt lo concedió. También requirieron los laboristas se cambiarán los impuestos a las ganancias
y a los dividendos para embolsar 1,4 mil
millones.
En gastos Hunt también se copió de los laboristas. Le dará 6,6 mil millones de libras al servicio nacional de salud. Además, anunció un inesperado aumento para la educación de 4,6 mil millones.
También se fue Liz Truss. No duró ni 2 meses, la crisis lo devoró y Renunció. Sunak queda y el Reino Unido, "camino al separatismo"
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Vientos de cambio
Es así como el ajuste no
hace que la caída en la actividad económica se agudice. El secreto está en
que la mayoría de los recortes
presupuestarios de Hunt y Sunak los postergan
para 2024, cuando puede bien haber un gobierno laborista.
Según el profesor Sir John
Curtice, de la Universidad de Strathclyde, que suele acertar con sus predicciones basadas en encuestas,
“los británicos nunca perdonan a un
partido que maneja mal la economía”. Difícilmente los conservadores lograrán sacarse de encima esta impresión que prima en el electorado. También clama en un
65% por
elecciones anticipadas, vista la velocidad
con que cambian los primeros ministros.
El laborismo acusa al gobierno de un espectacular fracaso económico
con alzas en la tasa de interés que
encareció en un 40% las hipotecas que pagan los británicos. Argumentan con razón que el
alza del costo de la energía no es
tanto por la guerra en Ucrania, sino
porque por decisión de los conservadores
el país
carece de capacidad de almacenamiento.
Queda así expuesto a las alzas que
digita Putin. La ministra
de Economía en la sombra de los laboristas, Rachel
Reece, acusó al gobierno
de haber metido la mano en el bolsillo
de los británicos. Reece sentenció al finalizar su discurso: “esto no es una ensoñación, es la pesadilla
de un gobierno tory”.
Lo cierto es que, con el nombramiento de Hunt, tras la renuncia de Truss seguida por la asunción
de Sunak, los mercados se tranquilizaron. Los bonistas están nuevamente dispuestos a seguir adquiriendo
bonos del tesoro.
Pero los
conservadores, sabedores de que perderán las
elecciones con la ventaja laborismo superando los 20 puntos
porcentuales en varias
encuestas, se aferrarán a sus bancas. De aquí a enero del 2023 cuando debe llamarse a elecciones quien sabe qué ocurrirá en un país que, según el semanario The Economist, se
asemeja cada vez más a Italia por su estancamiento
económico e inestabilidad política.
Doctorado en Cambridge,
especialista en política británica y argentina
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