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¿QUE ES LA DEMOCRACIA DIRECTA? Es la Democracia en la que el pueblo ejerce su soberanía
directamente sin la intermediación de órganos representativos. "la
democracia ateniense era una democracia directa en
la que se convocaba a todos los ciudadanos en la plaza
pública, el ágora, y una vez reunidos
tomaban las decisiones"(pero había ESCLAVOS)
La democracia directa significa
que la ciudadanía vota directamente las políticas y las leyes,
en lugar de elegir a representantes que lo hagan en su nombre. Por eso a veces
se denomina "democracia pura". La democracia directa puede adoptar distintas formas, desde un sistema en
el que todas las decisiones ejecutivas y legislativas se toman por votación
directa de la población, o uno en el que solo
ciertas políticas o leyes se someten a votación general.
La democracia
directa, llamada también democracia pura es
una forma de democracia,
en la cual el electorado decide las políticas e iniciativas que
le conciernen sin representantes de por medio.
Se diferencia de la mayoría de las democracias establecidas actualmente, que se
desarrollan en un sistema representativo. En la democracia directa, la ciudadanía
decide sobre las iniciativas a aplicar sin la intermediación de un representante, mientras que en la
democracia representativa la ciudadanía elige a representantes que posteriormente
aplican las iniciativas.
Este último ha sido la forma más común de democracia directa a lo largo de la historia moderna, y se considera democracia semidirecta. Se trata de una forma híbrida de gobernar que combina los principios de la democracia directa y de la democracia representativa. La ciudadanía elige a sus representantes para que gestionen el gobierno diario, pero mantiene el poder de votar directamente sobre cuestiones importantes mediante un referéndum vinculante, la iniciativa popular, la revocación del mandato y las consultas públicas.
¿Qué
es la democracia directa con ejemplos? Actualmente un ejemplo de democracia
directa se vive en Suiza, en dos de sus cantones o provincias, organizados sociopolíticamente
en torno a asambleas populares. En estas
poblaciones, una vez al año las ciudadanas y los ciudadanos
de dichos cantones se reúnen para votar leyes, presupuestos y reformas constitucionales.
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ACERCA DE LA DEMOCRACIA
DIRECTA EN CUBA SOCIALISTA.
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La Habana
(Prensa Latina) Ernesto Che Guevara reflejó parte trascendente de su concepción sobre la democracia popular revolucionaria en su ensayo “El socialismo y el hombre en Cuba”, publicado en el
semanario Marcha, Montevideo, el 12 de marzo de 1965. Defendiendo
su criterio que el instrumento de movilización
de las masas debe ser de índole moral fundamentalmente,
destacó:
“Lo
importante es que los hombres van adquiriendo
cada día más conciencia de la necesidad de su
incorporación a la sociedad y, al mismo tiempo,
de su importancia como motores de la misma”.
En pos de este objetivo, las instituciones revolucionarias, decía, deben huir “al máximo de los lugares comunes de la democracia burguesa, trasplantados a la sociedad en formación…”.
Fidel Vascós González*, colaborador de Prensa Latina.
Prensa Latina, sábado 24 de junio del
2023.
Apoyándome en estas ideas del Che abordo aquí una breve historia de las
formas adoptadas por las instituciones democráticas y mi concepto que al socialismo le corresponde una nueva forma de democracia en la cual se alcance plenamente el
carácter popular de su contenido.
Al respecto empiezo por decir que no existe la democracia absoluta y para todos los
tiempos. A través de la
historia se reconocen varios tipos
de democracia. La “democracia representativa” fue implantada por las revoluciones burguesas de finales del siglo XVIII que sustituyeron a las monarquías feudales, donde el soberano
era el Rey designado por inspiración divina y perpetuado en el poder por herencia de
padres a hijos. La principal
característica de la nueva democracia,
revolucionaria para su época, era la
declaración de que el soberano ya no era
el Rey, sino
el pueblo, y que éste ejerce
sus poderes mediante representantes electos.
En poco tiempo dichos “representantes”, en general, se fueron transformando
en burócratas vinculados a partidos políticos específicos,
los que también surgieron al calor de la “democracia representativa”.
En la realidad, el pueblo dejó de ser el
soberano y los “representantes”
se convirtieron en los nuevos soberanos.
Sobre la base de la experiencia
histórica acumulada, las fuerzas políticas y sociales progresistas han
promovido variantes institucionales para alcanzar la democracia para toda la ciudadanía. En rechazo a la democracia representativa,
se formulan nuevos conceptos, entre
ellos, la “democracia
participativa” y la “democracia deliberativa”.
En la “democracia participativa” los ciudadanos no solo ejercen el voto electoral delegando en los representantes las decisiones estatales, sino también se considera la voz de los afectados por esas decisiones, antes de hacerlas firmes. La “democracia deliberativa” da un paso más a favor del interés popular y no solo plantea que se oigan a los afectados, sino que se delibere con ellos los asuntos que van a ser aprobados por los órganos estatales. Su forma más desarrollada la constituye un debate nacional, incluyendo los medios masivos, en el que participan funcionarios estatales, expertos y la ciudadanía, de manera que permita difundir los distintos criterios sobre el tema en discusión, antes de la toma final de decisiones.
Mi criterio es que el socialismo está llamado a crear
una nueva forma de democracia superior a
la “democracia representativa”, a la “democracia
participativa” y a la “democracia
deliberativa”. Me refiero a la “democracia
directa” donde se reconozca
definitivamente y en la práctica que el pueblo es el
soberano y que no lo son sus
representantes electos. No basta
que la ciudadanía
sea consultada por sus representantes
para que luego sean éstos los que tomen las
decisiones finales. La nueva democracia socialista debe caracterizarse
porque sea el pueblo quien decida directamente los asuntos públicos sobre temas
de la política interna y externa, así como de la
administración nacional y local, y que sus
acuerdos sean vinculantes para toda la sociedad,
incluyendo a sus representantes, quienes
deben rendir cuenta individual y transparente de
su actuación ante los ciudadanos.
También opino que la democracia socialista debe
eliminar la independencia
de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y establecer el poder supremo
y único del Estado en el parlamento,
al que se le subordinen los demás.
Estos llamados “poderes
independientes” son “funciones del
Estado socialista” subordinados, aunque con cierta autonomía, a la Asamblea Nacional.
De esta forma, la
Asamblea Nacional asumiría el poder supremo del Estado y ante decisiones controversiales del gobierno,
la fiscalía o los tribunales, actuaría como órgano de última instancia con decisiones inapelables en materia legislativa,
ejecutiva y judicial.
La teoría y la práctica de la Democracia Directa aún están en ciernes. No hay
consenso entre las diferentes legislaciones y autores acerca del contenido y
las formas que puede adoptar. En apretada síntesis, entre sus modalidades pueden identificarse las siguientes:
el referendo, el plebiscito, la consulta popular, la
revocatoria de mandatos, la rendición de cuentas;
la iniciativa legislativa, popular o ciudadana; el derecho de petición; la
consulta previa; la asamblea de vecinos; el cabildo abierto; la audiencia pública; la auditoría
ciudadana; el consejo deliberante; la gobernanza;
la planificación participativa; el consejo de seguridad
ciudadano; la entrevista individual o grupal “cara
a cara”; el contacto telefónico; el Defensor del
Pueblo; la democracia directa electoral; el veto, y las acciones
pacíficas de calle permitidas por las autoridades competentes. Las modernas
tecnologías de información facilitan la realización de estas modalidades.
La característica principal de la Democracia Directa consiste en que las decisiones
adoptadas por los votantes son vinculantes, o
sea, de obligatorio cumplimiento por el Estado y la
sociedad.
Ya en Cuba
se aplican varias modalidades de la Democracia Directa. Se destaca el Referendo
popular mediante el cual el pueblo aprobó las Constituciones de 1976 y de 2019, así como el Código de las Familias. También es un aporte cubano la Democracia Directa Electoral el caso de los delegados municipales del
Poder Popular, donde los propios electores postulan directamente los candidatos a incluir en la boleta de votación, sin interferencia de otras
instancias.
Al respecto, en el IV Congreso del PCC realizado en octubre de 1991, Fidel Castro se refirió a la Democracia Directa Electoral con las palabras
siguientes:
“En nuestro concepto el Partido no debe postular a nadie…”
“Nuestro sistema electoral es el más democrático de los existentes… porque es el pueblo el que postula”.
“Ningún país del
mundo tiene aquello de que el pueblo postula.
En el capitalismo postulan las maquinarias políticas de los partidos,
le imponen sus candidatos al pueblo, les imponen
sus diputados.”
Y refiriéndose a Cuba, expresó:
“…va a quedar como el único
sistema del mundo donde el pueblo es el que postula.
Volvemos a las elecciones directas de la democracia griega, pero sin
esclavos, sin gente privada de derechos.”
En mi opinión, lo que hoy corresponde hacer en nuestro país es perfeccionar todas las modalidades de la Democracia Directa que ya se aplican, pues no todas cumplen plenamente sus objetivos ni son expeditas en sus procedimientos, así como avanzar en la aplicación de otras modalidades a nivel nacional y local mediante un proceso paulatino a mediano y largo plazo con decisiones parciales por etapas.
Hay quienes formulan argumentos para rechazar la Democracia Directa. Mencionan la incompetencia y la falta de responsabilidad cívica de los
electores, que no superan
los conocimientos y responsabilidades
de sus representantes; la influencia de demagogos y populistas
que pueden desviar
negativamente la acción
electoral de los votantes; la compra
del voto mediante dinero; sobrecarga y fatiga de los electores
por la cantidad de veces que deben
acudir a las urnas; la redacción de las preguntas
puede ser manipulada y engañosa. Estas y otras desviaciones pueden ser evitadas
con una estricta vigilancia sobre
ellas y una labor de preparación y formación política para
elevar la conducta
cívica de la ciudadanía, especialmente con la acción práctica de los propios votantes
en el proceso de aplicación de la
Democracia Directa.
Hay que ir observando los resultados de
su aplicación para rectificar los problemas que
surjan, pero defiendo
que es un camino
para empoderar a la sociedad civil en
los asuntos públicos, objetivo aun no
alcanzado plenamente en el socialismo.
Los métodos de la Democracia Directa no pueden limitarse al ámbito del
Estado y tienen que abarcar también a los partidos políticos y a las
organizaciones sociales. En el caso de Cuba, ratifico la necesidad de la existencia
de un partido político único y rechazo el
multipartidismo, de pésimos
antecedentes en el país durante el siglo
XX antes de 1959.
El PCC puede ajustar su organización y funcionamiento a la Democracia Directa, al igual que las organizaciones sociales y de masas.
Estoy convencido de
que la inmensa
mayoría del pueblo cubano, protagonista
de una profunda revolución social verdadera
y, a su vez, formado por ella, está
en condiciones de avanzar hacia una Democracia Directa de contenido socialista en nuestro país.
rmh/fvg
*Doctor en Ciencias Económicas. Presidente de la Sociedad Económica de
Amigos del País (SEAP) (2015-2018); Ministro-Presidente del Comité Estatal de
Estadísticas de Cuba (1976-1994); Director de la Revista Bimestre Cubana;
Profesor Titular del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa
García”; Miembro Fundador de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores
de Cuba (ANEC)
(Tomado de Firmas Selectas)
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