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“Demasiadas preguntas. Las interrogantes son las que sobran: ¿esto
punta para una guerra civil en Colombia e
quedará en una destitución tipo Pedro Castillo?
Una destitución,
en caso la logren, precipitaría una crisis grave que desembocaría en una
reactivación de la guerra. Quizá eso es lo que quiere Estados Unidos. Para
algunos analistas, atrás de todo el escándalo está la mano peluda de la inteligencia estadounidense, necesitada de asestar un
golpe al progresismo que al menos empañe la movida de Lula
desde Brasil promoviendo el ingreso de Sudamérica a los BRICS. En las urgencias de Estados Unidos para frenar a China en su patio
trasero vale todo. No sorprende: Benedetti pidió
protección al Departamento de Estado estadounidense.
Los medios de derecha ya
construyen lo
que pretenden sea el escándalo político más grande de los últimos 20 años. Pero la tensión tendrá también un
capítulo en las calles. El momento
de este escándalo, cuando se juegan cuestiones centrales para el programa
de gobierno de Petro es tan oportuno, que es difícil
pensar que haya sido casual. Cabe preguntarse también, qué hacía en el
gobierno de Petro un personaje como Benedetti, estructuralmente
de derecha y hábil para estar en el centro de la escena, pero en su propio
beneficio. ¿Se puede gobernar por izquierda con políticos de derecha en puestos
claves?
A los estadounidenses no les queda
otra que patear la mesa y «africanizar»: lo
mismo que están haciendo en el «Continente Madre»
para parar a los chinos. No se trata de un conflicto cualquiera en un país cualquiera. Tiene que
ser una explosión de megatones, una guerra civil en
Colombia, de manera que todo el entorno se vea
impactado: Ecuador (que se les está escapando), Perú, Venezuela y el mismo
Brasil (un conflicto serio en Colombia «justificaría» el
regreso de la doctrina de «Seguridad Nacional» y del papel rector de los militares en la política nacional).
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EE.UU.,
LA DERECHA Y LOS MEDIOS INTENTAN UN GOLPE CONTRA EL PRESIDENTE PETRO.
Cuidado
el fascismo “toca las Puertas de América Latina”
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Por Aram Aharorian
/7/06/2023/ Colombia. EE.UU.
Fuente.
Rebelión miércoles 7 de junio del 2023.
El presidente colombiano Gustavo Petro denunció que sectores
opositores buscan derrocarlo con maniobras judiciales,
en una estrategia similar a la que sufrió su par peruano,
Pedro Castillo, en diciembre pasado y a la que enfrenta en este
momento el presidente mexicano Andrés Manuel López
Obrador.
En medio de un bombardeo mediático, Petro aseveró que su
campaña electoral no recibió dinero del narco y su gobierno
no hace interceptaciones telefónicas ilegales
ni acepta
chantajes, luego de difundirse audios en los que el hasta
el viernes pasado embajador en
Venezuela, Armando Benedetti, amenaza con revelar presuntas donaciones millonarias a su campaña electoral.
Los audios del exembajador
que difundió la Revista Semana -en
una de sus acostumbradas sesiones de
terrorismo mediático- son sólo
el comienzo de un escándalo de proporciones internacionales, donde se trata de inmiscuir también al gobierno venezolano, sobre todo desde que se
normalizaron las relaciones entre ambos países.
Por estos días en Colombia está abierta la puja por el nombramiento de un nuevo fiscal general que debería surgir de una terna propuesta por el presidente, y es lo que la derecha pretende evitar, asegura Petro.
El 14 de mayo Petro
se manifestó sobre el rumor que ha venido creciendo sobre un presunto Golpe de Estado en su contra. Tres
días antes, el expresidente de
la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas
Militares (Acore), John Marulanda, aseguró que las tropas en reserva podrían ayudar a
sacar del cargo y defenestrarlo.
Para muchos analistas, la mano de la
inteligencia estadounidense está detrás,
porque las cosas no les están yendo bien
en Ucrania, China sigue consolidándose como el
mejor socio comercial de Latinoamérica y, con todo y dificultades, Lula está promoviendo de forma decidida la «penetración» BRICS en Sudamérica.
El líder de la Cámara de Representantes,
David Racero, anunció que se congeló el debate sobre las reformas de salud, de pensiones y laboral impulsadas por
el gobierno, y el Consejo Nacional
Electoral abrió una investigación
sobre la campaña del mandatario. Los asesores insisten en que hay que crear un imaginario colectivo sobre la corrupción
del gobierno progresista.
Una destitución «light» (impedirle
que ejecute su programa de gobierno y reformas) conllevará la misma crisis, pero en cámara
lenta y es, precisamente, lo
que el Departamento de Estado y la derecha
mexicana a través del lawfare están intentando hacer con el presidente
Andrés Manuel López Obrador. No les alcanza para destituirlo, pero están
haciendo todo por paralizar su gobierno.
Eso que
«las gentes alzadas están
preparadas para prender uno de los conflictos más
grandes de los últimos 20 años en Colombia» es justamente de
lo que estimula la preocupación - el miedo al pueblo, al desborde popular-
y pareciera ser el fin de las maniobras de la inteligencia estadounidense
Al igual que en la Argentina y México, el poder
judicial de Colombia ha entrado en juego
para debilitar -y tal vez demoler- al gobierno de Gustavo
Petro. Cualquier
excusa es buena para que se ponga en
movimiento un entramado jurídico-mediático, ahora contra el primer presidente de izquierda en la historia del país, que intenta reformas
estructurales, recuerda el analista Pedro Brieger.
Aprovechando el escándalo, el ultraderechista excandidato presidencial Federico ‘Fico’ Gutiérrez pidió la renuncia de Petro, mientras se anunciaba que Milton Rengifo Hernández, será el nuevo embajador colombiano en Venezuela en reemplazo de Benedetti.
El beso de Judas.
La coca
Gustavo Petro, en un relato muy diferente al de
gobiernos anteriores -y el de Estados Unidos- explicó
cómo la región más afectada por esta problemática de
la droga, que han creado
las organizaciones ilegales trasnacionales y la alta demanda consumistas en los países
occidentales, ha sido Latinoamérica.
“Los estudios dicen que en América Latina han muerto, en virtud de los conflictos
que trae la economía ilícita, un millón de latinoamericanos, la mayoría de
ellos colombianos y colombianas, la mayoría de ellos, humildes.
El pueblo pobre de América Latina que cae bajo
las balas homicidas, en unas guerras invisibles, pero profundas, tan intensas,
que han convertido a nuestro continente en el más violento del
mundo”, dijo el presidente de Colombia.
En esta misma línea, mencionó que lo que se debe pensar cómo cambiar de una economía a otra, refiriéndose directamente a la sustitución de cultivos
de uso ilícito.
Buscar alternativas para los campesinos
que durante años sobrevivieron y sobreviven a partir de la siembra de cultivos de hoja
de coca, base de la cocaína que consumen en Estados Unidos. En cuanto a lo internacional, ratificó su idea de la transformación de la política
antidroga de los últimos 30 años.
“Hemos convocado a todos los
presidentes de América Latina para evaluar el
impacto de lo que se ha llamado desde hace 50 años, la
política de guerra contra las drogas que
nació en el gobierno de Nixon, en EEUU, y
se irradió al conjunto del continente”, anotó.
Indicó que la nueva política debería estar enfocada en la salud pública -tratar al consumidor y las personas con adicciones como .lo público, además de la prevención-; y en la legalización.
La Amazonía.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acordó con Petro durante el retiro de presidentes
sudamericanos en Brasilia fortalecer
el combate conjunto de los delitos ambientales y
el crimen organizado en la Amazonía, extendida
en los territorios de ambos países. Tras la cumbre subregional, los mandatarios concordaron en la necesidad
de combatir “madereros y mineros
ilegales, ocupaciones de tierras y narcotráfico en la región” amazónica,
“Vamos por un acuerdo de
países de la Amazonía para revitalizarla.
Incluye la defensa científica, política y militar
del tercer pilar climático del mundo”, escribió Petro,
algo que no le gustó a EEUU. Ambos presidentes también discutieron
medidas para “fortalecer” la Organización del
Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), integrada
además por Bolivia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, para preservar el mayor bosque
tropical del planeta.
Lula será anfitrión en agosto de una cumbre de países amazónicos en la ciudad de Belém, capital de Pará,
donde se presentará “la ruta de revitalización de la
selva”, dijo Petro. En plena selva, la
ciudad de Belém también será sede de la
conferencia sobre el clima COP30 en 2025.
Las alarmas se han encendido en el mundo
ante el deterioro de la Amazonía, uno de los pulmones de la Tierra y cuyo territorio se encuentra
mayormente en Brasil. Tras el gobierno
del ultraderechista Jair Bolsonaro, señalado por su política “antiambiental”, Lula asumió su
tercer mandato en enero con la promesa de reforzar los mecanismos de protección de los recursos naturales y la propuesta de erradicar la
deforestación ilegal en la Amazonía para 2030.
Demasiadas preguntas
Las interrogantes son las que sobran: ¿esto punta para una guerra civil en Colombia e quedará en una destitución tipo Pedro Castillo? Una destitución,
en caso la logren, precipitaría
una crisis grave que desembocaría en una reactivación de la
guerra. Quizá eso es lo que quiere Estados Unidos.
Para algunos analistas, atrás de todo el
escándalo está la mano peluda de la inteligencia
estadounidense, necesitada de asestar un golpe al progresismo que al menos empañe la movida de Lula desde Brasil
promoviendo el ingreso de Sudamérica a los BRICS. En las urgencias de
Estados Unidos para frenar a China en
su patio trasero vale todo. No
sorprende: Benedetti
pidió protección al Departamento
de Estado estadounidense.
Los medios de derecha ya construyen lo
que pretenden sea el escándalo político más grande de los últimos 20 años. Pero la tensión tendrá también un
capítulo en las calles.
El
momento de este escándalo, cuando se juegan cuestiones centrales para el programa de gobierno de Petro es tan oportuno, que es difícil pensar que haya sido casual.
Cabe preguntarse también, qué hacía
en el gobierno de Petro un personaje como Benedetti, estructuralmente
de derecha y hábil para estar en el
centro de la escena pero en su propio beneficio. ¿Se puede gobernar por
izquierda con políticos de derecha en puestos claves?
A los estadounidenses no les queda otra que patear la mesa y «africanizar»: lo mismo que están haciendo en el «Continente Madre» para parar a los chinos.
El Tío "Fico" el perdedor de la derecha, hoy pide la Renuncia de Petro.
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No se trata de un conflicto cualquiera en un país cualquiera. Tiene que
ser una explosión de megatones, una guerra civil en
Colombia, de manera que todo el entorno se vea
impactado: Ecuador (que
se les está escapando), Perú, Venezuela
y el mismo Brasil (un conflicto serio en Colombia «justificaría»
el regreso de la doctrina de «Seguridad Nacional»
y del papel rector de los militares en la política nacional).
Los audios
Benedetti y
la exjefa de Gabinete, Laura Rabiara, están
involucrados en un caso por supuesto abuso de autoridad y escuchas
telefónicas, hecho bombardeado por los medios hegemónicos cuando el
mandatario busca en el Congreso la aprobación
de varias
reformas en materia de salud, laboral y
de pensiones, en el marco del programa de justicia social
de su gobierno, resistido por la
derecha y el empresariado.
Los audios que publicó la revista Semana, condensados
en un video de casi media hora, son
una compilación explosiva, soez y
editada de la mano derecha del presidente Gustavo Petro durante
la campaña, y su exembajador en
Venezuela. Benedetti afirma tener información
sobre delitos cometidos en torno a la financiación,
y amenaza con hacerla pública
Benedetti y la secretaria
Laura Rabiara, que hasta hace unos días pertenecían al
círculo cercano de Petro, fueron apartados del gobierno el
viernes tras verse salpicados en un caso
de escuchas ilegales y conspiración que
ya comenzó con este terremoto político.
Igual que con Pedro Castillo
Nbm … El Tiempo.
Benedetti fue clave en la victoria v
primer gobierno progresista en la historia del país y presentó a Petro a su antigua secretaria
privada, Rabiara, quien luego se convertiría en
. Ésta resaltó que existen
acciones malintencionadas reveladas por una persona que buscaba
hacerle daño a un gobierno que se comprometió con el cambio.
Benedetti tuiteó:
«he sido parte fundamental
del actual proyecto político del presidente Petro. Sin
embargo, no satisfecho con lo que me correspondió políticamente, en un acto de
debilidad y tristeza me dejé llevar por la rabia y el trago».
Petro al retuitear ese trino,
indicó:
“nuestros rivales políticos
se han apresurado a poner; sin embargo, en ninguna entrevista
o en audios se ha mostrado que he cometido un delito. Se trata de un
simple intento de golpe blando para detener la lucha contra la
impunidad.» ¿Simple intento?
Aram Aharonian: Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
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