FRACKING
(rompimiento, fractura profunda), en lo geopolítico, - nueva división de
límites entre norte y sur en el continente americano - hoy sus teóricos y estrategas difunden un “nuevo”
concepto geopolítico del imperio hasta donde consideran los “límites” y su “fuente
de poder”, del hemisferio norte, precisamente hasta el límite del Amazonas. OJO, Venezuela sería parte del “Gran Caribe”,
la división entre el norte y el sur, “pasando por el océano Atlántico hasta
las Guyanas”. Artículo de Lectura
obligatoria y los intereses geopolítico estratégicos del imperio y que
están a punto de ser realidad, para ello debe materializarse su “objetivo
supremo” la “captura” de las tres
economías “más grandes” de América
Latina. Brasil y Argentina, ya están en su poder, falta un poco de bloqueo
total y mover la prensa “sipaya” y todos sus peones y asalariados de turno sobre Venezuela, y las garras de “nuevas formas de colonialismo” del
imperio se renovaran en Nuestra América. La Soberanía Nacional no se vende, se Defiende, hasta con
nuestras vidas. El problema político de Venezuela es propio de los venezolanos. La burguesía neoliberal político-empresarial
latinoamericana está desesperada, con ansias de recuperar “su poder”, además imponiendo
políticas con fuerte revanchismo de odio y venganza.
/////
“En
Shanghai - dice el Dr, Jalife-Rahme,- referí que “Algunos ‘think tanks’
de EU definen su ‘fuente de poder’ y su última frontera del hemisferio
hasta el Amazonas, mediante una división entre el norte y el sur con el Gran
Caribe: de Yorktown pasando por el Océano Atlántico hasta las Guyanas”.
***
FRACKING GEOPOLÍTICO ENTRE
EL “NORTE” Y EL “SUR” DE “LATINOAMÉRICA”.
*****
Dr. Alfredo Jalife-Rahme.
ALAI. América Latina en Movimiento. Revista.
Lunes 7 de Marzo del 2016.
Hace poco más de dos años impartí una conferencia
magistral –en la Universidad de Finanzas y Economía de Shanghái (SUFE, por sus
siglas en inglés) bajo los auspicios de la Academia de Ciencias Sociales de
China– sobre el nombre nada apropiado (“misnomer”) de “Latinoamérica
(LA)”, desde el punto de vista de la nueva realidad geopolítica/geoeconómica
del siglo XXI y su posicionamiento ante mi hipotético “nuevo orden
geoestratégico tripolar” de Estados Unidos (EU), Rusia y China.
Los contenciosos de Ucrania y Siria exponen el fracking
geopolítico regional/global entre dos bloques antagónicos –EU/OTAN/Unión
Europea frente a Rusia/China/Grupo de Shanghai– que también luchan por su
preponderancia en “LA”, donde brota el nuevo concepto de “North America
(http://goo.gl/jltq4G)”,
promovido por los supremacistas hacedores de la política de EU –de la talla del
Gral. David Petraeus (anterior director de la CIA defenestrado y hoy instalado
en KKR Global Institute) y Robert Zoellick (anterior director ejecutivo
del omnipotente cuan pestilente banco de inversiones Goldman Sachs,
ex-presidente del Banco Mundial y hoy prominente becario de Harvard)–, y
colisiona con el concepto reactivo de "Sudamérica" de los geoestrategas
de Brasil, miembro conspicuo de los BRICS.
Implícitamente, "Centroamérica" pertenece
al concepto de "North America", donde los intereses nacionales
de EU prevalecen en el Golfo de México –destinado a ser rebautizado "Golfo
de EU"– y el Mar Caribe: el "Mar Mediterráneo Estadunidense"
que asciende a una superficie de 4.2 kms2.
La geoeconomía y la seguridad nacional de defensa
también chocan dentro de la añeja "LA" entre el UNASUR –y su
integración económica y política que incluye al MERCOSUR –frente a la
Asociación Trans-Pacífico (TPP, por sus siglas en inglés), diseñado para
contener a China: pivote de la “doctrina Obama”.
La regional “Alianza del Pacífico” –Chile, Perú,
Colombia y México– forma parte ya, con la notable excepción de Colombia, del
TPP.
“LA” exhibe otras subdivisiones que se han
profundizado a raíz de la muerte del presidente Chávez, impulsor del ALBA, hoy
alicaida y en vías de pulverización, cuya evolución natural era su acoplamiento
al MERCOSUR.
En Shanghai referí que “Algunos ‘think tanks’
de EU definen su ‘fuente de poder’ y su última frontera del hemisferio
hasta el Amazonas, mediante una división entre el norte y el sur con el Gran
Caribe: de Yorktown pasando por el Océano Atlántico hasta las Guyanas”.
El geopolítico israelí-estadounidense Robert Kaplan
de Stratfor (https://goo.gl/FGomL5)
explaya sin rubor que "El poder geopolítico de EU históricamente tiene su
origen no en Europa o Asia, sino en el Gran Caribe” que “es el mundo de
Yorktown a las Guyanas; es decir, de los Estados del Atlántico-medio a las
selvas del norte de Sudamérica. El hemisferio occidental, como el
estratega holandés-estadounidense Nicholas J. Spykman explicó en 1942, no se
divide entre el Norte y América del Sur. Se divide entre las latitudes
norte de la gran barrera de la selva amazónica y las latitudes más al sur de la
misma. En otras palabras, desde el punto de vista geopolítico, Venezuela
no es un país de América del Sur en absoluto. Es un país del Caribe: la
mayor parte de su población de 28.8 millones habita en el norte a lo largo del
Mar Caribe, a salvo de las selvas del sur".
¿Pretende recuperar el Pentágono lo que perdió en
la última década, en la antigua "LA", mediante el concepto “Gran
Caribe”?
Dos años más tarde a mi conferencia de Shanghái, EU
recupera o neutraliza al “Gran Caribe”: desde su golpe de Estado triangulado en
Honduras pasando por su espectacular reconciliación con Cuba –gracias a la
mediación de Francisco, el Papa jesuita/argentino– hasta la desestabilización
de Maduro en Venezuela mediante el abrupto desplome especulativo del precio del
petróleo por los bancos de Wall Street –guerra de alcances geoestratégicos
contra Rusia e Irán–.
Allí cité que del “lado brasileño su escuela de
geoestrategia desarrolló una ‘Nueva Visión Estratégica’, escrito en la
Estrategia Nacional de Defensa (2008), con sus tres pilares: nucleares,
espaciales y cibernéticos; y con sus dos áreas básicas del Atlántico Sur y el
Amazonas”.
En la óptica brasileña, el concepto “Sudamérica”
colisiona con los conceptos hegemónicos de EU: “Norteamérica” o al "Mar
Mediterráneo estadunidense" –que incluye el Golfo de México y el Mar
Caribe–, acuñado por el Almirante Alfred Thayer Mahan.
The Saker, muy cercano a Rusia, aborda tres rubros para “LA”
en este año y su “prospectiva” para el “periodo próximo (http://goo.gl/rjC7Y2)”.
Considero exageradamente optimista su perspectiva
de “LA” para 2016, en el caso de un triunfo a la presidencia del candidato
socialista Bernie Sanders del partido Demócrata.
Juzga que el “presidente (sic) Sanders” someterá la
gran influencia de los neoconservadores straussianos, en cierta medida,
lo cual “impactaría al TPP, al Plan Colombia y su proceso de paz, la
normalización de las relaciones con Cuba y la guerra contra las drogas” y sus
“inmensas ramificaciones en México y en la región”.
La llegada de otro candidato que no sea Sanders es
para The Saker la prolongación del status quo.
El retorno triunfal de EU.
Bajo la óptica reduccionista de la dicotomía
decimonónica entre “izquierda” y “derecha” –a mi juicio, necesaria pero
insuficiente para el siglo XXI–, aduce que la “izquierda” se encuentra a la
defensiva en Venezuela, Brasil y Argentina.
Enuncia que “Brasil se encuentra en turbulencias,
Argentina tiene un presidente neoliberal y en Venezuela la oposición neoliberal
ostenta una doble (sic) mayoría en el Parlamento”.
El regreso neoliberal en tres de las principales
geoeconomías de Sudamérica constituye un retorno triunfal de EU que ahora
practica un neo-monroísmo geoeconómico y geofinanciero bajo el modelo
atroz del devaluado neo-peñismo del “México neoliberal itamita”
que practica la entrega total de sus recursos estratégicos para integrarse como
esclavo (literal) del modelo “Norteamérica”.
La añeja dicotomía “izquierda-derecha” del siglo
XIX ha sido superada en el siglo XXI por una nueva entre globalistas –que
practican muchos travestis de seudo-izquierda– y humanistas.
Los globalistas colocan al “mercado” por
encima de todas las cosas, en detrimento del ser humano, y en cuyo modelo
caníbal han sucumbido muchos “izquierdistas”: desde el laborismo de Tony
Blair pasando por los socialistas españoles del PSOE hasta los mercenarios
“Chuchos”[1]
del “México neoliberal itamita”.
En contrapunto, los humanistas colocan al “ser
humano” en el centro de la ecuación universal y rememoran el axioma del
filósofo cartaginés Terencio (“nada de lo humano me es ajeno”) iluminado por el
Renacimiento florentino: la “ciencia sin conciencia es nesciencia”.
Bajo la raquítica dicotomía de “izquierda” y
“derecha”, al menos en los tres países citados, Sudamérica está polarizada,
para no decir fracturada.
Fracturas en América del Sur.
En Argentina, el presidente neoliberal Macri,
íntimo de los intereses sionistas de Nueva York y la City (Londres), obtuvo una
victoria apretada sobre el candidato de Cristina Fernández, cuyo sueño era
integrarse a los BRICS.
No se puede soslayar que Macri carece del control
sobre el Congreso, todavía a mayoría del peronismo que es tan acrobático
como el PRI de México en sus oscilaciones pendulares de un polo a otro.
La situación es más crítica en Venezuela debido al
desplome del petróleo en casi 70%, lo cual ha creado una situación de
emergencia cuando la mayoría opositora busca la revocación del mandato de
Maduro.
¿Podrá un rebote esperado de precio del barril del
petróleo sostener la endeble situación económica de Venezuela?
The Saker destaca la colisión propagandista entre CNN y
TeleSUR, una nueva opción de información para la “izquierda latinoamericana”.
Se le pasa por alto que TeleSUR, HispanTV y Russia Today son boicoteadas
en México donde SKY/Televisa ostenta el control monopólico de las señales.
The Saker da mucho vuelo al proceso de paz en Colombia y a
la “desmovilización de miles de paramilitares controlados por la oligarquía
colombiana apoyada por EU”.
Brasil, máxima potencia de “LA” y “Sudamérica”, es
todo un capitulo, donde los escándalos teledirigidos han puesto contra la pared
a la presidenta Dilma Rousseff (DR).
La última carta que le queda a Brasil, miembro de
los BRICS, y a su gobierno de “izquierda” es el difícil retorno al poder de Lula
quien también tiene la espada de Damocles de una investigación por presunta
corrupción.
DR criticó en la ONU el espionaje cibernético de EU
así como la captura ilegal de los datos estratégicos de Petrobras.
Brasil se encuentra ahora detrás de la creación del
nuevo cable de Internet BRICS para cesar su dependencia a EU en Internet.
No es un asunto menor. Se trata de una liberación cibernética del siglo
XXI.
La caída de Brasil, como líder “independiente” de
Sudamérica, al unísono de su membresía a los BRICS, marcará el rumbo real de
toda “LA”, cuya parte “norte” –con el neo-peñismo del “México neoliberal
itamita” y la absorción paulatina del Gran Caribe, incluida
Centroamérica y el bloque del CAFTA– ha sido controlada por EU.
El portal filo-ruso otorga demasiada influencia a
la CELAC –donde EU y Canadá han sido excluidos y que, a mi juicio, comporta en
su seno todas las semillas de fractura a tres niveles conspicuos en “LA”: 1- El
bloque geopolítico/geoeconómico de “Norteamérica” –dominado por EU, con sus
vasallos Canadá y el “México neoliberal itamita”, donde los intereses de
China han sido repelidos– frente al UNASUR/MERCOSUR encabezados por el gigante
brasileño; 2- Los neoliberales filosionistas frente al nacionalismo de
izquierda del ALBA; y 3- El MERCOSUR, apuntalado por Brasil, frente a la
Alianza del Pacífico, dominada por EU, para cerrar el paso del océano Pacifico
a la conectividad de Brasil y China.
Cada uno de estos tres niveles propende más a la
fractura que a la unificación, cuando no a la absorción forzada por vía de la
letal guerra geofinanciera de Wall Street y la City (Londres).
Cuando parece haber sido sellado el destino del
“norte” de la añeja “LA” –el “México neoliberal itamita” y Centroamérica hasta
el canal de Panamá y el Gran Caribe– absorbida por “Norteamérica”, el futuro de
“Sudamérica”, hoy en franco declive libertario, dependerá del epílogo de la
colisión entre EU y Brasil –que pasa por un momento crítico– y cuya caída en las
manos neoliberales filosionistas significaría una gran derrota geoestratégica
periférica de Rusia y China – y hasta de India.
*****
Dr. Alfredo Jalife-Rahme es
geoestratega y profesor de PostGrado en Globalización y Geopolítica de la UNAM
(México).
Artículo publicado en América Latina en
Movimiento, No. 511, “América Latina en la coyuntura mundial”,
marzo 2016.
*****0
No hay comentarios:
Publicar un comentario