“Aunque -¡ esa es la buena noticia !- de tanto en tanto se producen cataclismos sociales y la
sociedad cambia: se cortan las cabezas de los amos y se instaura un
nuevo modelo social. Esa es la historia de las sociedades: la
perenne lucha de clases. Cuando
Marx y Engels lo formularon hace 150
años, derrumbaron todas las especulaciones metafísicas al respecto del
funcionamiento de una sociedad. Hoy día, esa verdad sigue siendo
incontrastable. Pero hay un elemento nuevo, no tan evidente un siglo y medio
atrás: la lucha ideológico-cultural alcanzó ribetes insospechados, apelando a
las técnicas más refinadas y eficientes.
“El sistema socio-económico -para el caso: el capitalismo- se mantiene a sangre y fuego. Las
luchas de clases siguen tan presentes ahora como antaño (¿de dónde
surgió la tamaña estupidez que la historia y esas luchas habían terminado?).
Continúan absolutamente al rojo vivo, y ahí está la represión continuada de la
que el campo popular sigue siendo objeto. La preconizada “resolución pacífica de
conflictos” no puede pasar de ser una fórmula “políticamente correcta”. La roca viva de la propiedad privada de
los medios de producción se mantiene inamovible”.
“Lo curioso a destacar en este breve escrito es cómo la derecha, las fuerzas conservadoras, aquellas que detentan
la propiedad privada de esos medios, y por tanto el poder a nivel social, han
profundizado -y de momento ganado- la lucha ideológico-cultural. Que la
ideología mantiene al sistema y es la otra pata -junto a la represión violenta,
junto a las armas- en que se apoya el edificio social, no es nuevo. Que “la
ideología dominante es la ideología de la clase dominante” ya
es sabido. Expresado de otro modo: que el esclavo piensa con la cabeza del amo.
Lo llamativo es el grado de profundidad y eficiencia que ese manejo ideológico
ha alcanzado. Algunos años atrás, no muchos, parecía -o, al menos, muchos
queríamos creerlo así- que el triunfo de
la revolución socialista era inexorable. El mundo vivía un clima de
ebullición social, política y cultural que permitía pensar en grandes
transformaciones.
Entre las décadas del 60 y del 70 del siglo pasado, más allá de diferencias en sus proyectos a largo
plazo, en sus aspiraciones e incluso en sus metodologías de acción, un amplio
arco de protestas ante lo conocido y de ideas innovadoras y contestatarias
barría en buena medida la sociedad global: radicalización de las luchas sindicales,
profundización de las luchas anticoloniales y del movimiento tercermundista,
estudiantes radicalizados por distintos lugares con el Mayo Francés de 1968 como bandera, aparición y profundización de
propuestas revolucionarias de vía armada, movimiento hippie anticonsumismo y
antibélico, incluso dentro de la iglesia católica una Teología de la Liberación
consustanciada con las causas de los oprimidos. Es decir, reivindicaciones de
distinta índole y calibre (por los derechos de las mujeres, por la liberación sexual, por las minorías
históricamente postergadas, por la defensa del medioambiente, etc.) que
permitían entrever un panorama de profundas transformaciones a la vista.
Para
los años 80 del siglo pasado, al menos un 25%
de la población mundial vivía en sistemas que, salvando las diferencias
históricas y culturales existentes entre sí, podían ser catalogados como
socialistas. La esperanza en un nuevo mundo, en un despertar de mayor justicia, no era
quimérico: se estaba comenzando a realizar”. Fuente Marcelo Colussi. La
Derecha crece. El esclavo piensa con la cabeza del amo”. ALAI. Agosto del 2017.
MACRI: VEINTE MESES O EL INTENTO DE IMPONER
UN MODELO NEOLIBERAL.
*****
Roberto Papadopulos.
Revista Tesis II.
Sábado 19 de agosto del 2017.
El Presidente Mauricio Macri cumplió, en Agosto,
veinte meses de gestión. El proyecto neoliberal-conservador de su gobierno de
Ceos, en representación del “nuevo” bloque histórico, con la complicidad de una
parte de la justicia, de los medios de información dominantes como instrumentos
de la batalla ideológica y cultural y con la actitud complaciente de una parte
de la dirigencia política y sindical (el triunviro de la CGT), ya tiene rostro
propio. Un gobierno de ricos que gobierna para ricos. Con grave deterioro de la
situación económica y social de los trabajadores, de los sectores populares en
general y de las llamadas capas medias de la ciudad y el campo. Que pone en
peligro la democracia, la soberanía y la integridad del propio país. Y con
consecuencias, en lo económico, político y social, que ya no pueden adjudicar
al gastado caballito de la “pesada herencia”. Son, sin ninguna duda, el
resultado de las políticas neoliberales llevadas a cabo por este gobierno.
El despliegue de las luchas y la acción militante.
Planteada así la situación, el despliegue, aun mayor,
de las luchas, la organización y coordinación en cada lugar de los sectores
castigados por esta ofensiva neoliberal-conservadora y la elaboración de un
programa común, serán las herramientas principales para enfrentarla, recuperar
el gobierno y profundizar el rumbo de los cambios sociales. “Vamos a volver”
debe ser para restituir derechos perdidos, pero para profundizar cambios. Hacer
crecer el papel del Estado para desplegar la industria vinculada al desarrollo
nacional, realizar la reforma tributaria, nacionalizar él comercio exterior y
otras medidas que avancen contra el neoliberalismo.
En ese camino se encuadran las elecciones de medio
término; el 13 de Agosto las Paso y el 22 de Octubre las que consagraran un
nuevo poder legislativo a lo largo y ancho del país. Un momento que permitirá
el despliegue del debate político en cada lugar. Desnudar la esencia del
proyecto de este gobierno, cual es nuestra propuesta y como multiplicamos y
desplegamos las organizaciones sociales y políticas. Producir un
pronunciamiento contra el proyecto del gobierno actual.
El surgimiento de Unidad Ciudadana en la Provincia de
Buenos Aires, con Cristina de Kirchner como candidata a Senadora Nacional,
Unidad Porteña en la Ciudad de Buenos Aires y en otras provincias, abren hacia
adelante, no solo la construcción de una herramienta electoral, sino la
resignificación de la idea unitaria/frentista y de la política como herramienta
del cambio. Instrumento para ser los protagonistas de la lucha. Acciones donde
la militancia debe ser lo fundamental.
El marco mundial y regional.
Para enmarcar en la situación mundial y regional a
nuestro país, señalemos que el capitalismo está inmerso en una crisis general,
que comenzó alrededor de los años 70. Crisis económica y financiera mundial que
estalló en el 2008. Se había impuesto el neoliberalismo como
alternativa. Globalización del capital, países para instalar las empresas con
mano de obra barata y con flexibilización laborar, privatizaciones y
endeudamiento brutal. A principio de los años 90, funcionarios del FMI, el
Banco Mundial y del gobierno de los Estados Unidos elaboraron una serie de
medidas que se debían aplicar en América latina conocidas como el Consenso de
Washington, que completaron las recetas de los lineamientos del documento de Friedrich Hayer (1944), titulado Camino de
Servidumbre.
Es en su desarrollo, que el capitalismo, cada vez más
acrecienta la riqueza en pocas manos y crece la presencia del capital
financiero.
Bueno es recordar que todas las experiencias de
aplicación del neoliberalismo, desde Chile pos golpe de estado contra el
gobierno de Salvador Allende,
pasando por la Argentina de los 90 terminaron en más miseria, desocupación,
degradación institucional y represión frente a las luchas de los más
desposeídos. A veinte meses estas son las consecuencias que se avizoran por la
aplicación del proyecto del actual gobierno.
Es importante señalar que el neoliberalismo no
constituye sólo una forma económica, sino que se convirtió en un concepto
ideológico, cultural y una forma de vida que intenta desplazar a la política.
Que estimula el “sentido común” del individualismo y donde la idea del progreso
y avance dejó de ser social, para ser individual. El capitalismo, en su estadio
el neoliberalismo, muestra cada vez más su verdadera cara. Se resiste a la, ya
evidente, pérdida de su hegemonía mundial y la existencia de un mundo multipolar. Se resiste y en esa lucha
despliega todas sus capacidades, sin excluir la invasión, la guerra, los golpes
de estado y la conspiración de la CIA,
en distintos lugares del mundo. Su incapacidad de resolver los problemas más
acuciantes de la humanidad es notoria. Estamos frente a una crisis
civilizatoria.
La comunidad
mapuche, víctima de la represión y persecución de las fuerzas de seguridad.
***
Es en medio de la situación mundial, compleja y
contradictoria, con avances y retrocesos, que la llama de Cuba y la historia de
resistencia y acción popular, logró en los albores del siglo XXI una nueva
oleada de cambios en América latina.
Cambio que según García Linera “inicia en el continente un poderoso ascenso
político de las clases y fuerzas populares de izquierda que, de manera directa,
vía sindical, de movimientos sociales o partidarios, asumen el control del
poder del Estado”. “Una década virtuosa de la soberanía popular con cuatro
logros fundamentales; ampliación de la democracia política, redistribución de
la riqueza común y ampliación de la igualdad social, formas pos-neoliberales de
gestión de la economía y de administración de la riqueza y la construcción de
una Internacional latinoamericana progresista y soberana”. (1)
Pero los avances del neoliberalismo en Brasil,
Argentina, junto a la ofensiva que se despliega para derrotar al gobierno de
Nicolás Maduro en Venezuela no se hicieron esperar.
Ante los triunfos y las derrotas, se
requiere desplegar más a fondo el “pensamiento crítico latinoamericano hoy” (2). Ayudar a reflexionar, “Que las
fuerzas que se oponen al neoliberalismo no han logrado hasta ahora, en la gran
mayoría de los países, comprender que la lucha fundamental en el período
histórico actual es por la superación del modelo neoliberal y lograr construir
una alternativa concreta a ese modelo, congregando a las fuerzas sociales y
políticas necesarias (3). Se subestimó las enormes capacidades de las
fuerzas reaccionarias, no se logro construir la herramienta necesaria e
indispensable para sostener y profundizar el avance logrado y desplegar una
labor ideológica y cultural, que haga retroceder la subjetividad de la
ideología neoliberal.
Los dos proyectos en pugna; el neoliberal y popular.
Cuando analizamos cuales son los sectores económicos
que componen el “nuevo” bloque histórico, que Macri representa, encontramos al
complejo agro exportador, al sector financiero, a sectores de la minería, a los
grandes capitanes de la industria consolidada, a los organismos multilaterales
de crédito, la embajada de los Estados Unidos, los medios de información
dominante como instrumento de la lucha ideológica y cultural y una parte
complaciente de la dirigencia sindical y política. La Alianza PRO
expresa la consolidación de un bloque amplio del poder real que le permitió
conducirse como una súper mayoría (4).
La pregunta de cuál es el proyecto del gobierno de
Macri, tiene, con los veinte meses de gobierno, una parte de la respuesta. Se
expresa en medidas; económicas, sociales y políticas adoptadas. Para señalar
algunas; la rendición incondicional y el pago a los fondos buitres, el
incontrolable endeudamiento externo, la reducción de las retenciones a los
ricos del campo, la transferencia de riqueza de los trabajadores y sectores
medios a los grandes capitales mediante paritarias a la baja y un proyecto de
flexibilización laborar que miran en el espejo del aprobado recientemente en
Brasil.
La apertura indiscriminada de las importaciones con cierre de miles de
pymes, aumento preocupante de la desocupación y alarmante caída del consumo, en
particular de los alimentos. Reducción del gasto social destinado a educación,
a la atención de los jubilados, la salud pública y la investigación científica.
La entrega del patrimonio nacional como lo demuestra el contrato de ARSAT y
Hughes, la desfinanciación de Aerolíneas Argentinas. En lo político el desapego
a la Constitución Nacional; con el intento de poner dos jueces por la ventana
sin aprobación del Congreso, la enorme presión contra el poder judicial y la
judicialización de la política, creciente represión a las luchas y la detención
de los opositores como lo demuestra la prolongada e injusta detención de la
compañera Milagro Salas. Compra inusitada de armamento. Las mentiras de la
campaña electoral y la realización de denuncias y discursos contra la
corrupción y las mafias, cuando ellos representan por, origen de clase, la
mayor corrupción histórica.
El objetivo es anular todos los derechos históricos
conquistados por los sectores populares. Hacer creer que no logremos consolidad
un gobierno anti neoliberal, que garantice todos los derechos al pueblo.
Está claro que si uno revisa y compara las medidas y
las consecuencias para los trabajadores y el pueblo, de este gobierno con las
de Néstor y Cristina de Kirchner,
encontrará enormes diferencias a favor del pueblo. Los derechos conquistados,
las medidas puestas en marcha desde el Estado, estuvieron en la dirección de
los más necesitados y el pueblo en general. No de los ricos. Una política
exterior de Paz, no sujeta a los centro de poder mundial. El no al ALCA, la solidaridad con los pueblos y los gobiernos de
América latina y el Caribe. Los esfuerzos de profundización del la coordinación
regional de la UNASUR y la CELAC.
En política interior; Despliegue
del papel del Estado con la recuperación de YPF, Aerolíneas Argentinas,
eliminación de las AFJP. Aumento de
las jubilaciones, la Asignación Universal por Hijo, los planes conectar y
trabajar. La repatriación de científicos y la construcción del ARSAT I y II. El aumento del presupuesto educativo y de salud. Creación de Universidades. La Ley de
Matrimonio Igualitario. La puesta en marcha de todas las convenciones
colectivas de trabajo y el aval de todos los aumentos, por encima de la
inflación, a todos los trabajadores. La recuperación y ensanchamiento del
desarrollo industrial. El impulso a la creación de millones de puestos de
trabajo. El desendeudamiento más importante y el impulso de una política de las
Derechos humanos que contribuyó a desarrollar la memoria, a conocer más a fondo
la verdad, impulsar los juicios y el castigo a los genocidas de la última
dictadura militar. Estas son algunas de las tantas medidas del gobierno, que la
derecha trata de desprestigiar, llamando “populista”. Claro que no fueron todas
las posibles y necesarias. Cierto que hubo errores e insuficiencias a corregir
como evitar elementos de corrupción.
La lucha principal será, por impedir que se consolide
y derrotar el proyecto neoliberal del “nuevo”
bloque histórico, y crear una hegemonía popular con los trabajadores, el
pueblo y sectores medios, que impulse y encabece la nueva oleada
revolucionaria, que avancen en la construcción de una sociedad con democracia
deliberativa y participativa. Sin explotadores ni explotados. Una sociedad
socialista.
Notas:
1) Alvaro
Garcia Linera “Fin del ciclo progresista o procesos por oleadas
Revolucionarias”, Conferencia en la Universidad de Buenos Aires 27-05-2016
2) Emir Sader El pensamiento
crítico latinoamericano hoy. 18-07-2017 Rebelión
3) Emir Sader Por qué
sobrevive el neoliberalismo? Nuevos Aires Junio 2017 Nº 48
4) Claudio
Scaletta El “nuevo” bloque histórico Página 12 suplemento enfoque, Nº 1411
11-06-2017
Roberto Papadopulos, periodista, miembro del Consejo
Editorial de
Tesis 11
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