"Para luchar contra el terrorismo, contra cualquier
terrorismo, Occidente necesita unidad. Y la unidad sólo puede lograrse sobre
dos principios: que la democracia sea la base que nos una, y que sepamos que
habrá que ceder parte para que nos encontremos en lo relevante, que es luchar
contra los enemigos de la democracia. No es tan sencillo.
"Primero hay que ponerse de acuerdo en cuáles son
las bases de la democracia tanto en Europa como en otros lugares del mundo. Las
propuestas de la derecha para frenar la violencia islamista son evidentes: más
insistencia en el supremacismo cristiano y occidental, más represión interna y
externa, más sospechas sobre la sociedad, más ley mordaza, más desconfianza y
descalificación ante los que piensen diferente y, por supuesto, más castigo
militar en las sociedades rotas de Irak, Siria, Libia, Yemen o Afganistán (al
tiempo que no se dirá nada sobre, por ejemplo, el gobierno de Marruecos o el de
Arabia Saudí). En cambio, la derecha no estará de acuerdo en acabar con los
paraísos fiscales, en dejar de vender armas a gobiernos dictatoriales, en
invertir para revertir la influencia cultural del islamismo radical, en
recuperar económicamente a los países donde el islamismo radical aprovecha la
pobreza para extenderse y en aumentar el gasto en inteligencia y prevención
como forma de prevenir atentados. Ni en reconocer que desde que se decidió
invadir Irak, el mundo está mucho más roto".
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Barcelona, niño de 7 años desaparecido tras el atentato terrorista. El Poder responsable de la guerra en Oriente Medio, porque utilizar la imagen de un inocente niño para querer justificar lo que siugnifica el terrorismo del Estado Islámico y el ataque terrorista donde son las víctimas Inocentes Ciudadanos. La guerra de Occidente en "defensa de una supuesta democracia", no es más que la guerra de las transnacionales de la industria militar de la guerra, los grandes ganadores, y los pueblos, los Ciudadanos, los grandes perdedores - hoy la profundización y extensión de la Crisis Humanitaria - precismente es resultado de esta prepotencia, que intentan justuificarla. Ni Terrorismo, ni guerra criminal hoy son justificables, de una Humanidad que lucha en el centro de una crisis Humanitaria y crisis Civilizatoria.
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NO PONGAIS VUESTRAS SUCIAS MANOS SOBRE LA MUERTE.
Sobre el Terrorismo en Barcelona.
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Juan Carlos Monedero.
Publico.es miércoles 23 de agosto del 2017.
No, no es lo mismo publicar la foto de Aylan que la
de la niña asesinada por los fanáticos islamistas o los vídeos de los cadáveres
atropellados en Las Ramblas. Una busca generar conciencia. Las otras alimentan
el odio. Y precisamente porque el odio ciega, le hacen el caldo gordo a los
asesinos. Asesinos que merecen, sin una brizna de duda, las más contundente de
las repuestas. Y como la ira que desatan es comprensiblemente enorme, hay que
combatirles con inteligencia. Nada le complace más a los bárbaros del ISIS que
lograr en los telediarios la retransmisión de un degüello. Los que odian en
diferentes sitios terminan necesitándose.
No se publican las fotos por las mismas razones.
Una nace del dolor y la intuición de que se podía haber evitado esa muerte y la
de miles de refugiados que sólo porque ya se sienten muertos van a morir encima
de una embarcación de juguete para llegar a Europa. La otra nace de la
estupidez, del odio racista -que es un derivado de la estupidez- y de la justificación
de las propias ideas xenófobas y supremacistas que pretenden hacer suyas las
víctimas aunque eso multiplique el dolor de las verdaderas víctimas.
Resulta curioso que quienes dicen que publicar
ambas fotos responde a un idéntico criterio son los mismos que tienen en la
cabeza una sociedad donde la corrupción no es un problema determinante para
estar o no estar en el gobierno; son los mismos que antes de tener información
ya acusaban a las CUP y decían que el atropello era un asunto de turismofobia
(algún dipsómano incluso ha llegado a decir que las invasiones occidentales en
Oriente Medio, África, Asia o América Latina eran una forma de turismo
occidental que generó “turismofobia” en locos como, por ejemplo, Gandhi.
Opiniones de borracho); son los mismos que consideran que los fascistas de
Charlotesville son iguales que los antifascistas y suelen coincidir con los
descerebrado que creen que es lo mismo la bandera de una dictadura -la
franquista- que la bandera de un gobierno legítimo y legal -la de la
República-. Equidistantes mientras no puedan imponer su distancia.
Niño sirio, Aylan Kurdi, con su familia quizo llegar a Europa, pero - Niño símbolo mundial - fue hallado muerto en una playa de Turquía, uno más de los miles que mueren a diario, como consecuencia de la guerra criminal que imponen la potencias Occidentales, contra los paises de Oriente Medio: Siria, Libia, Irak. Yemen, Afganistán y/o víctimas de la persecusión criminal que ejecuta el llamado Estado Islámico - ISIS -. contra todas las familias que no están de acuerdo con sus posiciones étnico-religiosas-terroristas.
***
Las fotos en un medio de comunicación son en sí
mismas el editorial del medio. Por eso los medios pantuflos publican todos los
días ataques con información falsa a Podemos, truculencias, accidentes y, por
supuesto, desnudos múltiples de señoras o líos redundantes entre famosos. Su
ideario es la basura y sus fotos son una apología de la basura porque
editorializan la basura. Por eso publican fotos o vídeos de las víctimas.
Porque viven de ofrecer basura. Una foto de una víctima, especialmente del
terrorismo islamista, por lo general está desprovista de contexto. A Aylan le
mató el mar, que era el único camino que le dejó Europa para huir de las
guerras que precisamente Europa ha creado. Pero le asesinó nuestra
indiferencia. Su cuerpo sin vida en la orilla es la metáfora cruel de un
proceso que nace con Occidente impidiendo que prosperen gobiernos progresistas
en Oriente Medio, que organiza invasiones que rompen con arrogancia demente cualquier
convivencia -los criminales Aznar, Bush y Blair en Las Azores- y que vende
armas a los locos porque el negocio está por encima de cualquier dolor. Ese
niño en la orilla nos habla de nuestro modelo de vida y de nuestras políticas
públicas. Los padres de Aylan no querían que su niño terminara en el orilla.
Los asesinos de las Ramblas querían que esa niña terminara en la acera.
Compararlos es no entender que publicar esa foto es complacer a los asesinos.
Es evidente que los medios -y twiteros- que han publicado las fotos y vídeos no
lo hacen por connivencia con los asesinos. Pero su odio y su manera de estar en
el mundo está tan quebrada que ni siquiera se dan cuenta de a quién terminan
sirviendo.
Para luchar contra el terrorismo, contra cualquier
terrorismo, Occidente necesita unidad. Y la unidad sólo puede lograrse sobre
dos principios: que la democracia sea la base que nos una, y que sepamos que
habrá que ceder parte para que nos encontremos en lo relevante, que es luchar
contra los enemigos de la democracia. No es tan sencillo.
Primero hay que ponerse de acuerdo en cuáles son
las bases de la democracia tanto en Europa como en otros lugares del mundo. Las
propuestas de la derecha para frenar la violencia islamista son evidentes: más
insistencia en el supremacismo cristiano y occidental, más represión interna y
externa, más sospechas sobre la sociedad, más ley mordaza, más desconfianza y
descalificación ante los que piensen diferente y, por supuesto, más castigo
militar en las sociedades rotas de Irak, Siria, Libia, Yemen o Afganistán (al
tiempo que no se dirá nada sobre, por ejemplo, el gobierno de Marruecos o el de
Arabia Saudí). En cambio, la derecha no estará de acuerdo en acabar con los
paraísos fiscales, en dejar de vender armas a gobiernos dictatoriales, en
invertir para revertir la influencia cultural del islamismo radical, en
recuperar económicamente a los países donde el islamismo radical aprovecha la
pobreza para extenderse y en aumentar el gasto en inteligencia y prevención
como forma de prevenir atentados. Ni en reconocer que desde que se decidió
invadir Irak, el mundo está mucho más roto.
La izquierda por su parte tendrá que entender que
el miedo social es legítimo, que no se ha avanzado gran cosa en el diálogo
entre civilizaciones y religiones y que la solución no viene de ninguna
afirmación simple sobre la bondad humana. En resumen, la derecha y la izquierda
tendrán que apelar a la inteligencia, y viendo el mundo que se ha construido
desde que unos bandidos decidieron invadir Irak no es nada sencillo. Ahí está
Trump al que le cuesta incluso condenar el racismo. Malos tiempos.
Publicar la foto de Aylan nos hace mejores personas
porque apela al compromiso, a la responsabilidad, a no mirar para otro lado.
Publicar las fotos de las víctimas de un atentado islamista -sea en Barcelona,
Niza, Londres o París- es apelar el odio y al ojo por ojo que terminará
dejándonos a todos tuertos. Una foto va al corazón y a la cabeza. La otra al
vientre. Por eso, los que quieren acabar con el drama de la muerte, de
cualquier muerte, hablan con la muerte con dolor y respeto. En otro lado están
los que sólo tienen un espacio pequeño para la empatía y sienten muy
selectivamente. Son los que han defendido a los nazis de Charlottesville, los
que piden “echar a los moros” de España como en 1492, los que presentan el
apoyo a las Primaveras Árabes en 2011 (que hubieran frenado tanta locura) con
un apoyo a los asesinos del ISIS, los que son incapaces de trenzar un artículo
sin armar una milicia para entrar en guerra, los que utilizan la conmoción para barrer para
una casa, la suya, que está cada vez más sucia.
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