MACRI CORONA SUS FRACASOS POLÍTICOS Y DIPLOMÁTICOS, CON BRUTAL
REPRESIÓN.- “A dos años
y dos meses de sus respectivos triunfos electorales, el gobierno de Mauricio Macri provocó este jueves su
primera gran crisis de gobierno, tras una brutal represión que derivó en el
fracaso de la sesión parlamentaria convocada para aprobar la reforma
previsional. “Todo sucedió un día después de sus fracasos para imponer un TLC del Mercosur con la Unión Europea y
de la Conferencia ministerial de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), que finalizó hasta sin declaración
final.
“En la calle se vivió una jornada represiva que hizo recordar las trágicas jornadas del 19 y 20 de diciembre
de 2001, cuando al grito de que se vayan todos cayó el gobierno de Fernando de la Rúa, dando paso a la más
grave crisis de la historia de Argentina.
“Tras
sus fracasos en la OMC y en la firma de un tratado de liberación comercial con
la Unión Europea, Macri
amenazó con imponer un Decreto de
Necesidad y Urgencia (DNU), para saltearse la aprobación de Congreso a la resistida ley. Pero sus
socios políticos lograron convencerlo –a él y al jefe de gabinete Marcos Peña- de retomar el diálogo
político, con un llamado a una “mesa de
diálogo” de gobernadores y legisladores que apoyan el proyecto para
relanzarlo en Diputados el próximo lunes.
“Los medios hegemónicos anunciaron el viernes que el Gobierno
prepara un decreto para
otorgar un plus que compense esa pérdida temporal que sufrirán los haberes de los jubilados por el cambio
de fórmula de la movilidad, lo que esperan descomprima la tensión y sirva de
guiño a un sector peronista, que
costaría el Estado entre tres y cuatro mil millones de pesos (más de 220
millones de dólares).
“Esto,
creen en la Casa Rosada,
permitirá descomprimir la tensión y será un gesto para terminar de convencer a
un sector del PJ que aún dudaba en
acompañar el proyecto, pese a estar enfrentado con Cristina Kirchner.
“Aunque
desde el Gobierno aclaran que la cifra de ese bono "no está cerrada y está en evaluación", se baraja un
desembolso que deberá hacer el Estado de entre 3 mil y 4 mil millones de pesos.
“Los organismos de derechos humanos que exigieron al presidente Mauricio Macri el cese
inmediato de la represión a los manifestantes contra el ajuste previsional, que afectará a 17 millones de personas,
más de un tercio de la población. También
pidieron la inmediata libertad de todos los detenidos y la renuncia de la
ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“El
gobierno de Macri desencadenó un conflicto interno con sus principales socios y abrió
una línea de confrontación con los gobernadores peronistas y con la Central General del Trabajo (CGT), que
amenazó con paro general. La decisión de avanzar con el ajuste en los haberes
jubilatorios terminó con decenas de heridos de balas de goma, unas 30 personas detenidas y el presidente,
Mauricio Macri, titubeando sobre la posibilidad de dictar un Decreto de
Necesidad y Urgencia tras la derrota parlamentaria.
“Fue un día considerado de vergüenza nacional, con un Congreso sitiado por
fuerzas de seguridad desde la noche del miércoles –algo nunca visto en los
pasados 34 años en Argentina– y una represión brutal que duró más de
nueve horas y dejó decenas de heridos y detenidos, entre ellos parlamentarios,
periodistas, jubilados, trabajadores”.
Miles
de jubilados, sindicalistas, activistas de derechos humanos y trabajadores, cuya pacífica marcha fue impedida
de llegar al Congreso por efectivos de
Gendarmería, celebraron la primera batalla ganada en su lucha para impedir que se afecte a los
sectores más vulnerables del país. La represión fue una de las más feroces de
años recientes". Rodolfo Koé Gutiérrez. ALAINET.
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Marcha contra la OMC en Buenos Aires Foto: Fueraomc.org
EL FRACASO DE LA OMC EN BUENOS AIRES DESTAPÓ LA SERIA CRISIS.
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Claudio Della Croce.
ALAINET.
Sábado 16 de diciembre del 2017.
La
undécima conferencia ministerial escenificada esta semana con gran despliegue
en Buenos Aires
podría quedar en los registros de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) como la peor de sus reuniones cumbre
que se realizan regularmente cada dos años,
y puesto en evidencia la crisis del organismo para enfrentar los múltiples
desafíos que enfrentan sus 164
países-miembro, entre ellos las economías centrales ( EE.UU, China, Unión Europea) como la mayor parte de los países
periféricos
Ya
en las primeras negociaciones de esta reunión ministerial la ex canciller
argentina, Susana Malcorra,
presidenta de la conferencia, expresó superficialmente algún pesimismo sobre
las expectativas de la cita y señaló el escaso o nulo avance en los grupos de
negociación. Lo cierto es que la parálisis no era nueva, sino que se arrastra
ni más ni menos desde el comienzo de
negociaciones en Doha (Qatar) en 2001.
A
esta altura queda claro el fracaso del compromiso de ser la “Ronda del Desarrollo” para los países
más pobres y su incapacidad de encontrar consenso entre los más ricos por las
crecientes tensiones y desequilibrios en sus vinculaciones.
Pero
el resultado de la conferencia fue aun peor que lo esperado: terminó sin
acuerdo sustancial alguno. Hasta se postergó la ceremonia de cierre –dos horas
primero, una hora luego y otra más después- porque no había siquiera consenso
sobre un borrador para una declaración conjunta.
Un fracaso para el
multilateralismo, pero también para el presidente argentino Mauricio Macri, quien tampoco pudo anunciar un
tratado de libre comercio del MERCOSUR
con la Unión Europea, como había
preanunciado a todo el mundo.
Ya
en el comienzo de las primeras conversaciones de la conferencia, la ex canciller argentina Susana Malcorra,
presidenta de la conferencia, confesó ser pesimista sobre las expectativas de
la cita y señaló el escaso o nulo avance en los grupos de negociación.
Y
casi ningún avance lograron en estos tres días los negociadores, que intentaban
fijar propuestas para remover trabas el comercio agrícola, eliminar los
subsidios a la pesca, dotar de más transparencia al organismo, participar a las
pymes del comercio global, definir regulaciones para el comercio electrónico o
el comercio de servicios, como había puntualizado el vocero de la OMC, Keith Rockwell.
Rockwell
tuvo que cambiar sus argumentos sobre la marcha. Desde el lunes insistió en que
quizás el mayor anuncio que se iba a lograr en Buenos Aires era la declaración para el empoderamiento de las
mujeres, que se realizó el martes: nadie comprendió bien su significación ni su
vinculación concreta con la delicada situación del comercio y la economía
mundial que, además, afecta a todos los sexos.
El optimismo sin sentido
tuvo que ser revertido por el Director
General de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo, al confesar al cierre de
la conferencia que "los miembros no se pudieron poner de acuerdo en
resultados sustantivos", reconociendo que la imposibilidad de cumplir
plazos en las negociaciones genera una "decepción especialmente
amarga" pese al "trabajo con ahínco", y haciendo un llamado a
una “examen de conciencia” de los países.
Cada cual
mira su juego.
Sin
duda, el golpe más duro del evento en la capital de Argentina fue la posición
unilateral excluyente y proteccionista de la mayor economía del mundo, EE.UU. El discurso de su representante,
Robert Lightizer, reflejó fielmente
la provocadora política unilateral “Primero
Nosotros” (America First) del presidente Donald Trump.
Lo
hizo reclamando, con una perspectiva claramente proteccionista, que la OMC debe clarificar “cómo define a las economías en
desarrollo”, haciendo en realidad una referencia indirecta al desequilibrio
comercial de su país con China,
negando el principio de trato diferencial para los países más pobres, y al
quejarse de los mecanismos de resolución de disputas comerciales que dio a
suponer
-absurdamente- que solo
perjudican a EE.UU.
Como corolario, Lightizer
se opuso fervientemente en las discusiones del borrador de la declaración final a cualquier mención en favor del
multilateralismo y de condena al proteccionismo, algo habitual en el
lenguaje de los pronunciamientos de la OMC.
En
todo caso, los consensos alcanzados fueron marginales y no concretos: 70 países adscribieron a una mesa de
trabajo conjunto sobre comercio
electrónico (e-commerce), 87
naciones crearon el grupo de "Amigos
de las Mipymes" para buscar la forma de traducir su peso en la
economía en el comercio, al que se opusieron los representantes de las pymes de
todo el mundo, no invitados a la discusión.
Representantes
de las delegaciones australiana, chilena
y nigeriana presentaron los pequeños anuncios como logros que,
configurarían los lineamientos de trabajo a futuro de la OMC, una expectativa sin fundamentos al momento para tanto
optimismo. Mientras tanto, fracasaba también un acuerdo sobre pesca, por la
oposición india al documento y la ambigüedad respecto de la definición de "sobrepesca". Ya había
conciencia de que el acuerdo sobre Agricultura
y la cartelización del algodón era una misión imposible.
Esta
cita ministerial era la fecha límite para resolver las distorsiones al comercio
que generan los subsidios a las compras de alimentos para distribuirlos a las
poblaciones más necesitadas por parte de los gobiernos de los países en
desarrollo, otro de los puntos clave del área agrícola. Y si bien se compilaron infinidad de propuestas, no hubo consenso.
La
conductora de la conferencia, la
ex-canciller del gobierno de Argentina del derechista presidente argentino
Mauricio Macri trató infructuosamente hasta último momento de lograr el
apoyo para emitir una declaración en el cierre de reconocimiento de la OMC como regulador de los intercambios
mundiales.
Su
preocupación seguramente no era solo por el destino de la OMC, sino sobre el suyo personal también, al reconocerse en medios
diplomáticos su silenciosa expectativa de lograr volver a una posición
relevante en un organismo internacional. El
fracaso no fue solo debido a su limitada capacidad, sino también a un marco
mundial crecientemente inestable que no deja lugar para lucimientos
declamativos.
Los países centrales,
elites económicas y burocráticas se endilgan mutuamente la
culpabilidad por el empeoramiento de las condiciones del comercio de bienes y
servicios y de las relaciones económicas y financieras en general, todos temas
que trata de abarcar desmesuradamente la OMC.
En tanto, los países,
pueblos y sectores más golpeados y desplazados en el mundo por minorías
cada vez más concentradas privilegiadas y los rápidos cambios estructurales,
deben volver a repensar y proponer una agenda propia para un desarrollo
armónico inclusivo, no asimétrico, y sustentable para las vinculaciones
internacionales.
Deben
ser la contracara a las tendencias degradadoras de un peligroso “sálvese quien pueda” que, como ha
demostrado reiteradamente la historia, siempre pueda desembocar en conflictos
cada vez más graves.
Claudio della Croce,
economista y docente argentino, investigador del Centro Latinoamericano de
Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la).
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