BRASIL. LULA.- TRIBUNAL SUPREMO RECHAZA HÁBEAS
CORPUS Y QUEDA A UN PASO DE LA CÁRCEL. LA TRAICIÓN AL PUEBLO; PERO EL ODIO Y
VENGANZA DE LA DERECHA MATA Y ASESINA. No sólo es LULA, es la destrucción - para siempre,
según ellos - de una alternativa política de clase, LA IZQUIERDA DEMOCRÁTICA. Ahí tenemos la respuesta: Dureza,
brutalidad y golpe mortal “en la yugular” como actúan en forma coordinada la
Derecha y su Poder: Político, Judicial,
Mediático, Militar, Religioso. Aprendan Dirigentes de Izquierda Democrática
que gobernaron por más de una década varios países de América Latina. Una vez más, aprendan, La derecha y la
ultra-derecha NO perdonan, no concilian, ellos MATAN en defensa de su PODER.
USTEDES QUE, CONVIVIERON - traicionando al Pueblo que
los eligió - con Ladrones, farsantes y
Corruptos del propio Sistema, el capitalismo salvaje, el capitalismo del
desastre y no sólo convivieron sino que al final fueron capturados, envueltos y
devorados por la CORRUPCIÓN. El Poder.
del capitalismo salvaje, el Poder de Poderes actual, vigente - que representan
y centralizan sus intereses de clase - NO
perdona, no concilia, con el ENEMIGO
de CLASE, lo destruye, lo envía a la cárcel, lo asesina (terrorismo de
estado) o lo deporta, porque real o de palabra considera que es su enemigo de
clase, es un verdadero peligro, para eso lo envenena con diversas formas visibles e
invisibles con millones de dólares de la CORRUPCIÓN. Pablo Raúl jueves 5
de abril del 2018.
/////
LULA. Obrero Metalúrgico, Sindicalista de lucha permanente contra las dictaduras militares. Líder Histórico del Partido de los Trabajadores. 2 veces Presidente Constitucional del Brasil. Las mafias de la ultra-derecha y la "Santa Alianza" del Poder Político, Judicial y Mediático", intentan con la cárcel acabar, liquidar para siempre con su Trabajo POLÍTICO en favor de Millones de Pobres. A pesar de la cárcel, PERO NO PODRÁN MATARLO. Los "muertos" en vida serán ellos.
***
"Le sacarán los sueños y los ojos.
Querrán descuartizarlo grito a grito.
Lo escupirán.
Y a golpe de matanza lo clavarán:
¡ y no podrán matarlo!
Lo pondrán en el centro de la plaza,
boca arriba, mirando al infinito.
Le amarrarán los miembros.
A la mala tirarán: ¡Y no podrán matarlo!".
Alejandro Romualdo. (parte) Canto Coral a Túpac Amaru.
***
LULA ES EL ESPARTACO DE
BRASIL. EL DESAFÍO DE LOS ESCLAVOS.
*****
Martín
Granovsky
Página/12.
Rebelión
viernes 6 de abril del 2018.
Decía el hashtag
que circulaba anoche en Twitter,
mientras la Corte Suprema de Brasil se aprestaba a dar luz verde para la
prisión de Luiz Inácio Lula da Silva: #LulaValeALuta. Literalmente, Lula, vale la
lucha. Era un ejercicio de la voluntad que buscaba sintonizar con el de
Lula. A los 72 años, el ex presidente se mueve con la energía de un chico.
Incluso hace fierros para soportar caravanas, actos y, como mínimo, un discurso
de 45 minutos por día. Lula tiene la determinación de Espartaco, el esclavo que
en el 73 antes de Cristo lideró en Roma una rebelión de los esclavos.
Sin voluntad ninguna política es posible. Tampoco sin esperanza. Pero ni la decisión ni el sentimiento pueden omitir el análisis realista de los hechos: la simple chance de que Lula pueda ir a prisión es en sí misma una catástrofe para Brasil y para toda América Latina. Hay diez motivos para pensar así:
1) La sentencia de la Corte por seis a cinco convalida la verosimilitud del fallo sin pruebas del juez Sergio Moro, confirmado en segunda instancia por un tribunal de Porto Alegre.
Sin voluntad ninguna política es posible. Tampoco sin esperanza. Pero ni la decisión ni el sentimiento pueden omitir el análisis realista de los hechos: la simple chance de que Lula pueda ir a prisión es en sí misma una catástrofe para Brasil y para toda América Latina. Hay diez motivos para pensar así:
1) La sentencia de la Corte por seis a cinco convalida la verosimilitud del fallo sin pruebas del juez Sergio Moro, confirmado en segunda instancia por un tribunal de Porto Alegre.
2) La Corte
bendijo la Justicia utilizada como arma persecutoria contra el líder
popular más grande del continente. Carmem Lúcia, la presidenta de la Corte, la
que desempató el cinco a cinco, es una figura mimada por el establishment. Si
alguien quisiera comprobar la trama del golpe bastaría con examinar sus
interlocutores frecuentes: directivos del la Red Globo (monopolio en la tevé
abierta), el banco Itaú, Gol, constructora MRV, Electrobras, Mittal Aceros. Es
decir los grandes medios, las grandes empresas y los grandes bancos, que
dirigieron el golpe parlamentario de 2016 contra Dilma Rousseff utilizando como herramientas a funcionarios de la Procuración,
de la Policía Federal y del Poder Judicial.
3) Lula no
es cualquier líder. Es el que condujo a 36 millones de pobres hacia el
consumo, la educación y la autoestima en solo ocho años, desde el primer día de
2003 hasta el último día de 2010. Son 36 millones dentro de los 230 millones
que viven en uno de los mayores países del mundo.
4) Lula no es solo una leyenda. Todas las encuestas lo dan como ganador en primera y segunda vuelta para las presidenciales del 7 de octubre.
5) Lula no tiene relevo. Ningún dirigente del Partido de los Trabajadores pinta con fuerza como candidato. Si la Justicia Electoral le cierra definitivamente el camino, cosa que puede ocurrir el 15 de agosto, el PT debe confiar en que el dedo de Lula bendiga a un postulante y lo levante. Pero nunca será Lula.
4) Lula no es solo una leyenda. Todas las encuestas lo dan como ganador en primera y segunda vuelta para las presidenciales del 7 de octubre.
5) Lula no tiene relevo. Ningún dirigente del Partido de los Trabajadores pinta con fuerza como candidato. Si la Justicia Electoral le cierra definitivamente el camino, cosa que puede ocurrir el 15 de agosto, el PT debe confiar en que el dedo de Lula bendiga a un postulante y lo levante. Pero nunca será Lula.
6) El PT es
un organismo colectivo pero con la prisión de Lula perdería la fórmula mágica
para octubre: este Luther King que en 2002 contó su sueño de
tres comidas por día para todos los brasileños y ahora narra, todos los días,
el sueño de recuperar los derechos sociales que se están perdiendo con el gobierno
de facto de Michel Temer.
7) Lula es
el símbolo del gatillo fácil de la Justicia. Cualquiera puede ir preso sin
motivos. Hasta el tipo más popular de una nación.
8) Para
extirpar lo que significa Lula --los sindicatos, los movimientos sociales,
el Estado fuerte, la banca pública, Petrobrás-- las élites están
recurriendo a la violencia directa. Los
nueve tiros del killer que mató a la concejal de Río Marielle Franco no
quisieron representar un accidente. Buscaron dejar en claro que era un
asesinato profesional.
9) Sería un
error poner al Ejército como la vanguardia de las élites. La
vanguardia es esa constelación de bancos, grandes medios y funcionarios
judiciales. Pero los militares avanzan como factor de poder interno, cumpliendo
el encargo de transformar en escenarios de guerra los conflictos sociales.
Clima de época: la policía bonaerense de Lanús, que practica razzias en
comedores y colectivos, es pariente directa de las policías asesinas de Río y San Pablo.
10) Con el
fallo de la Corte terminó la primera etapa del golpe, iniciada
con el derrocamiento de Dilma. Esta
segunda etapa busca estabilizar un modelo de injusticia persistente en el
tiempo. Y para eso es necesario extirpar lo que un senador brasileño llamó “la raza maldita”, o sea el PT y sus obreros con ínfulas de gobierno.
En Brasil
los esclavócratas reciclaron una ideología de dominación basada en
la esclavitud, que el país pudo dejar recién en 1888. Tarde, muy tarde. Tal vez porque esa inercia pueda ser
vencida solo en décadas, y no en años, es que los brasileños de hoy simpatizan
con Lula pero no se comprometen en
la calle por él ni por ellos. Por si algún día llegaran a hacerlo es que los
esclavistas brasileños ya no dan más vueltas. Vieron que su único camino era jaquear a Espartaco y neutralizarlo.
En los últimos años, desde que dejó la presidencia,
Lula lee biografías. Es el género
que más le gusta. ¿Habrá leído el
“Espartaco” del norteamericano Howard Fast? El novelista terminó su libro en
1951 pero lo había empezado a diseñar mentalmente mientras estaba en la
cárcel. Lo apresaron porque no había querido delatar a los miembros de la
solidaridad con los republicanos españoles. No consiguió editor y la publicó
por su cuenta, con dinero prestado, hasta que vendió millones de ejemplares. Es
interesante la obra. En un momento el escritor se detiene a contar cómo son las
fuerzas de Espartaco. Las describe así:
“Un ejército que debe alcanzar la
victoria, ya que no hay puentes por los que pueda retroceder ni tierra en que
pueda encontrar refugio o descanso”. Una fuerza sin vuelta atrás. Lula parece consciente de que ése es su
destino y, como no es un mesiánico, ahora quiere persuadir al pueblo brasileño
de que, si vuelve atrás, le costará una enormidad recuperar una vida digna.
Otros 500 años, tal vez.
El
desafío de Brasil es tan inmenso como su tragedia.
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