“VERA es parte de la
renovación de la política en España, que surgió a partir del movimiento de los
indignados o 15M en 2011.
Viene de los medios de comunicación, donde, denuncia, las mujeres ocupan
lugares secundarios. No es la primera vez que visita la Argentina:
estuvo hace un par de años, invitada para hablar sobre medios y leyes mordaza.
Y en 2009, vivió 8 meses en Buenos Aires
para hacer una pasantía para la agencia de noticias internacional EFE. Tiene 32 años.
A veces, le cuesta que en el Parlamento español la escuchen porque desde los
partidos tradicionales, señala, hay quienes la descalifican por su edad y por
ser mujer, en ese mundo, el de la política, que sigue siendo tan machista. Pero ella redobla la apuesta y le
pone género femenino a palabras que nunca antes se nombraban con una “a” al final,
como “portavoza”
para referirse a la máxima autoridad del bloque parlamentario, porque en
Podemos, ese lugar, que siempre fue coto de caza masculino en otros espacios políticos,
lo ocupa una mujer, Irene Montero. Hablar de “portavoza”, causó gran escándalo en España
y a ella le divierte. “Hay que dar también
la batalla del lenguaje”, dice Vera.
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Noelia Vera, Periodista, Diputada del Podemos y militante Feminista. La Voz de la Mujer España-Unión Europea.
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Noelia Vera, Periodista, Diputada del Podemos y militante Feminista. La Voz de la Mujer España-Unión Europea.
***.
“SIN
PRESUPUESTO NO HAY POLÍTICAS DE IGUALDAD”.
Entrevista
a la española Noelia Vera, periodista, diputada de Podemos y militante
feminista.
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Cree que en España el feminismo está en un punto de inflexión, que dejará de ser algo minoritario y que “este movimiento es imparable”. Aquí,
analiza el rol de las periodistas en el
8M y cuenta cómo es hacer política anti-machista.
Mariana
Carbajal.
Página/12
viernes 6 de abril del 2018.
“Me parece
una barbaridad que el aborto no sea legal aún en Argentina. Que no tengan derecho sobre su propio cuerpo para mí
es impensable. Me alegro de que acá se esté dando por fin el debate, pero viene
muy tarde, evidentemente. Si a las mujeres nos quitan la posibilidad de decidir
sobre nuestro propio cuerpo, ¿de qué igualdad estamos hablando?”, dice Noelia Vera, joven periodista española
y diputada de Podemos, en una entrevista con Página/12, donde cuenta sobre el impacto de las movilizaciones del 8M en España, y el rol fundamental para
el éxito de la gran convocatoria que tuvieron periodistas, sobre todo, las más
conocidas y famosas, que lograron que los reclamos del feminismo perforen las
pantallas. Y también habla sobre la discriminación hacia las mujeres en la
política y en los medios, sobre las políticas de ajuste que impactan –como acá–
mayoritariamente sobre los cuerpos feminizados: “Llevamos ya unos años de crisis económica y en nuestro país, y creo
que en Argentina como en otros países también, la pobreza tiene rostro de
mujer”, afirma Vera.
“El 8 de marzo lo ha cambiado todo en España. Lo que vivimos ese día fue un punto de inflexión en
el que por fin el feminismo está dejando de ser una cosa minoritaria de mujeres
más o menos politizadas, más concienciadas, o que formamos partes de
organizaciones sociales o políticas y se va transversalizando”, dice.
La marea feminista trasciende fronteras. “Las mujeres estamos ya muy cansadas del
trabajo invisible, de cuidar a nuestros mayores y a nuestros hijos sin una
remuneración y absolutamente nada. Este movimiento es imparable”, se
entusiasma.
Vera es parte de la renovación de la política en
España, que surgió a partir del movimiento de los indignados o 15M en 2011. Viene de
los medios de comunicación, donde, denuncia, las mujeres ocupan lugares
secundarios. No es la primera vez que visita la Argentina: estuvo hace un par de años, invitada para hablar sobre
medios y leyes mordaza. Y en 2009, vivió 8 meses en Buenos Aires para hacer una pasantía para la agencia de noticias
internacional EFE. Tiene 32 años. A
veces, le cuesta que en el Parlamento español la escuchen porque desde los
partidos tradicionales, señala, hay quienes la descalifican por su edad y por
ser mujer, en ese mundo, el de la política, que sigue siendo tan machista. Pero
ella redobla la apuesta y le pone género femenino a palabras que nunca antes se
nombraban con una “a” al final, como
“portavoza” para referirse a la
máxima autoridad del bloque parlamentario, porque en Podemos, ese lugar, que siempre
fue coto de caza masculino en otros espacios
políticos, lo ocupa una mujer, Irene Montero. Hablar de “portavoza”, causó
gran escándalo en España y a ella le divierte. “Hay que dar también la batalla del lenguaje”, dice Vera.
Pasaron
pocos días de la marcha del 24 de marzo,
y todavía siente en el cuerpo la emoción haber caminado junto a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, por
las calles de Buenos Aires, con una delegación de su partido recién llegada al
país y encabezada por su líder Pablo
Iglesias.
–Y estamos absolutamente conmovidos porque también
nosotros tenemos un debate sobre la recuperación de la memoria histórica y ahí
sí estamos a años luz de lo que se ha conseguido en la Argentina. En España es tabú,
prácticamente no se puede hablar del tema. El común del pueblo español ni se lo
plantea, lo ve como una cuestión de venganza, de remover nuestras heridas,
cuando todavía tenemos a muchísimos compañeros enterrados en las cunetas, sin
identificar sus cuerpos ni sepultados de forma digna. Nos llamaba la atención
cómo una vez más aquí se rompe la brecha generacional. En la marcha había críos
pequeños, adolescentes, familias enteras, honrando a los 30 mil desaparecidos de forma completamente intergeneracional. Para
nosotros ahí es donde está la clave. Hace pocos días en el Congreso intentamos
derogar la reforma de la amnistía para que se puedan juzgar los crímenes del franquismo pero el Partido Socialista y el
Partido Popular lo han impedido y seguimos en la lucha.
La charla transcurre en una de las mesas del patio del Monasterio de Santa María de
Siena, en la esquina de Viamonte y
San Martín, donde ya el café cerró, va cayendo la tarde, y el lugar, así,
solitario, permite el diálogo sin bullicios, bajo los árboles, una escenografía
infrecuente en pleno microcentro porteño .
Ella, como periodista, participó
del activismo del movimiento #LasPeriodistasParamos
que dice, fue, fundamental para generar la masividad que finalmente tuvieron
las marchas del 8M en España.
El
movimiento #LasPeriodistasParamos invita a todas las mujeres del sector a unirse hoy 8 de Marzo-Día de la
Mujer, al movimiento internacional que defiende los Derechos y la Representación
Femenina, en igualdad, en todos los ámbitos laborales y sociales.
***
–¿Qué es el movimiento #LasPeriodistasParamos?
–El Paro de Mujeres se convocaba para
todo el día pero también había la opción de hacer huelga de dos horas a la
mañana y dos horas a la tarde. La discusión mediática fue muy grande porque
determinados medios de comunicación quisieron instalar que eran Podemos y Pablo
Iglesias quienes estaban detrás de la organización de todo ese movimiento, algo
que finalmente se demostró, por la multitud en las calles, que no era así. Las
periodistas con caras más visibles, más cercanas a la gente por sus programas
de televisión, al principio también eran de las que pensaban eso. Pero fue tal
la presión sobre todo de las trabajadoras
de Radio y Televisión Española, que es nuestra radio y tv pública, y de diferentes medios de comunicación,
de diferentes ideologías, que fueron un punto clave para la
transversalización de ese día. Y para que finalmente esas periodistas más
conocidas, tuvieran también que parar ese día, casi obligatoriamente porque sus
redactoras se habían ido y no quisieron hacer los programas.
–¿En canales públicos y privados?
–Si, de todo tipo de corte ideológico. Eso fue lo
más maravilloso. Fue la primera vez que quizás el movimiento feminista traspasó
la pantalla. Hace muchos años que no se notaba una huelga en lo mediático.
Participaron muchos colectivos de trabajadoras de todos los sectores, pero
quizás las periodistas lograron visualizar más el movimiento.
–¿Por qué se manifestaron?
–Nos manifestamos por demasiadas cosas. Es cierto
que se está dando el debate sobre
género, igualdad y feminismo a nivel internacional, pero en relación con la
política española ha sido un año muy intenso porque se ha negociado en el
Congreso de los Diputados el Pacto contra
la Violencia Machista. Era la primera vez que todos los partidos políticos,
de derecha e izquierda, se intentaban poner de acuerdo en un consenso para
erradicar la violencia machista y los feminicidios. Es cierto que en España se
han hecho políticas de igualdad y se han producido ciertos avances sobre todo
en la época del Partido Socialista,
pero el problema es que no se ha hecho ningún tipo de inversión presupuestaria.
Sin
presupuesto es imposible aplicar políticas de igualdad que sean eficaces.
La derecha en nuestro país ha desmantelado absolutamente todo tipo de políticas
sociales y de inversión presupuestaria, incluidas las que apuntan a enfrentar
la violencia machista. Ese Pacto incluye cientos y cientos de medidas.
Nosotras, las diputadas de Unidos
Podemos, tuvimos que tomar una decisión que fue muy criticada por la
sociedad y el Partido Popular, en el Gobierno, pero muy aplaudida por los
colectivos feministas y sociales. No apoyamos ese Pacto.
–¿Por qué no lo votaron?
–Nos
quedamos solas tomando esa decisión y lo hicimos por varias razones: porque no
hay inversión presupuestaria, no hablan de violencias machistas en plural, que
para nosotras es fundamental. Ese Pacto
considera violencia machista en el ámbito de la pareja, pero no tiene en cuenta
el acoso sexual, ni las agresiones sexuales. Y no contó con ningún tipo de participación de los colectivos feministas que
son los que han puesto el tema en la agenda, ni incluye medias que supongan el
acompañamiento no solo policial o judicial, sino psicológico tanto para las
mujeres víctimas como a sus hijos y su familia. Y por último, no es feminista, porque no apunta a
erradicar la desigualdad, que nos han traído hasta este punto. Creo que ha sido
uno de los factores por el cual tantas y tantas mujeres salieron a la calle el 8M. Ese ha sido el caldo de
cultivo. Y la otra cuestión que alimentó que las mujeres saliéramos a la calle
de esa forma tiene que ver con las políticas de cuidado y de precariedad. Llevamos ya unos años de crisis económica
y en nuestro país, y creo que en Argentina
como en otros países también, la pobreza tiene rostro de mujer. Las mujeres hemos sido las que sufrimos
las políticas de precariedad y austeridad de forma más agresiva en este período
de diez años: tenemos una brecha
salarial en torno al 23 por ciento.
–¿Y que proponen desde Unidos Podemos?
–Estamos
presentando una batería de propuestas que tienen que ver con lo económico, con la erradicación de la
desigualdad, que es el principal problema. Las mujeres tenemos el mayor
porcentaje de trabajos precarios y parciales, las jubiladas tienen un haber
que no supera los 400 euros y es bajísimo. Todo esto ha alimentado la
convocatoria del 8 de marzo. Y por primera vez se rompió algo, que para ustedes
es más común, y es la brecha generacional. Era maravilloso ver por primera vez
en la calle a mujeres muy mayores, que no había trabajado fuera de su hogar por
dedicarse a los cuidados, con niñas
pequeñas y adolescentes universitarias, luchando juntas. Eso no se había
visto nunca en España y el feminismo lo ha conseguido.
–¿Por ser mujer y joven has vivido
situaciones de discriminación en la política?
–Acabas de
dar una clave importantísima. Nosotras
decimos portavozas en reivindicación del lenguaje inclusivo y eso llevó a
mucha ridiculización. Es una figura que nunca se había feminizado. Tiene la
función de dirigir el grupo parlamentario, es la máxima autoridad. Por ser
mujeres y jóvenes, el paternalismo con el que se nos trata unido al machismo es
una cosa absolutamente infame. La
ridiculización constante, el “niña, quítate tú, que yo llevo tantos años y
se de lo que hablo”, “niña, tú estás
ahí porque has tenido una relación con fulanito o con menganito”. En las tertulias de televisión se ve cómo no
solo intentan silenciarnos, al afirmar que somos ridículas o no tenemos ningún
tipo de capacidad para estar ahí. Notamos también la agresividad en las redes
sociales, donde no hay argumentos políticos sino insultos sobre nuestros
cuerpos, nuestra forma de vestirnos, de relacionarnos con los hombres, nuestra identidad sexual. Todo eso lo
vemos día a día. En Podemos, no hay
un acto público que hagamos en el que no haya mínimo un 50 por ciento de
representación femenina, hablando de lo que sea, no tienen que ser
exclusivamente temas de feminismo y políticas de igualdad, podemos hablar de
políticas económicas o judicial. Queremos que haya paridad en las mesas de
trabajo.
–¿Y qué pasa
en los medios? Los monitoreos de noticias, en España como en Argentina,
muestran que los sujetos de las noticias son mayoritariamente masculinos,
también las voces expertas que se entrevistan y quienes ocupan los lugares de
decisión.
–Tienen que haber paridad también por lo menos en la
radio y televisión públicas. Ya hablaremos de las privadas, que es mucho más
difícil cambiar. Tenemos un Protocolo de Igualdad que tiene que aplicarse en
RTVE y no se cumple. Lo único que hacen es dedicarle un día a la semana en el
que en las tertulias son todas mujeres. Eso no me ayuda. Yo no necesito a cinco mujeres hablando en una mesa
sobre temas domésticos. Eso no es la cuota de pantalla ni la igualdad. Hay que
legislar a favor de eso y evidentemente se va a lograr un efecto contagio. Y en
el periodismo lamentablemente el papel
de la mujer ha sido la de presentadora, con ciertos cánones de belleza representativos de no sé qué sociedad, y cuando
ves las redacciones, están absolutamente llenas de mujeres invisibles. Y luego
a las tertulias, que son nuestros programas de debate político, van los hombres
a hablar de política y cosas serias. Hay que partir de los medios públicos y espero que se tenga
un efecto contagio.
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