Así, mientras ningún partido o movimiento
institucional defiende un programa coherente que permita salir de tan grave
situación, surge un creciente rechazo a los emigrantes que intentan refugiarse
en los países sede de las corporaciones y del poder imperial. Desestructuradas
las naciones en desarrollo –así sea éste desigual– de hecho, los partidos ya no
tienen nada que ofrecer que puedan cumplir. Su papel en la democracia simulada,
neoliberal, globalizadora, rapaz, es obtener puestos pagados de
elección popular, cuyos agraciados hagan negocios con la venta de los
bienes que el Estado aún conserva, a sabiendas de que si llegan a ser acusados
de corrupción nada les pasará, si llegan a ser denunciados nadie los
enjuiciará, si son sancionados nadie los perseguirá y si los persiguen nadie
los encontrará. Todo eso ocurre porque de principio a fin y de arriba abajo,
corrupción y capitalismo tardío forman parte del actual sistema global y su
funcionamiento, como política de la acumulación por despojo y de explotación de
los recursos humanos y naturales con las tecnologías más avanzadas y la mano de
obra más mal pagada, cuando no esclavizada, o tributaria y ya despojada de sus
antiguos recursos por los sicarios del gran capital y los gobiernos aliados
subordinados. Como los beneficios de acción formal y legal caben en el orden de
los delitos para sus beneficiados principales del centro y la periferia, los
grandes bancos, que dominan el sistema, han establecido sus propias redes
de paraísos fiscales, que de paso sirven para no pagar impuestos al fisco
y esconder los miles de millones hurtados con un efecto conocido, por el que
viejos y nuevos multimillonarios se enriquecen más y más con todo tipo de
alianzas y apoyos de las corporaciones y bancos, hechos con los que se
convierten más y más en estados tributarios, que con un lenguaje engañoso
corresponden a crecientes tasas de interés por las crecientes e impagables
deudas. Todo eso ocurre en una recolonización financiera que cuenta a más de
las empresas calificadoras, como Moody’s y con las redes de bancos
vampiros, dependientes ocultos de la gran banca o de pequeños Shylocks
piadosos.
/////
DR. SOCIÓLOGO.
PABLO GONZÁLEZ CASANOVA, ex Rector de la Universidad Nacional Autónoma de
México, UNAM, nos ilustra cómo esta nueva mentira universal -
del ataque con armas químicas en Siria
- sirve para justificar la agresión militar del Imperio y sus aliados, contra
el Pueblo de Siria. La geopolítica mundial, en la presente coyuntura,
nos lleva a comprender como las potencias mundiales - Estados Unidos y Rusia - con sus respectivos aliados,
"se reparten el mundo - hoy como actores políticos centrales y la forja
del NUEVO ORDEN MUNDIAL (Occidente y Oriente). esta post-verdad
universal está a punto de convertirse en "VERDAD", básicamente
como el Imperio mueve en el mundo el Poder de los Medios de
Comunicación..
***
MR. DONALD
TRUMP, El "dueño" del mundo, el Presidente que "inventa" mentiras
universales y como le sirven para intentar salir de la terrible encrucijada
política en la cual se encuentra en la presente coyuntura, fuertemente
presionado por "miles" de problemas internos en su país, así
como a nivel internacional, cada día surge un nuevo "enemigo
político" contra sus políticas ofensivas, verticales, autoritarias,
que responden principalmente al Poder de las corporaciones transnacionales
de la Guerra.
***
EL SEÑOR ANTONIO
GUTERRES, Secretario General de la ONU, ha demostrado hasta hoy el poco "talento
Político" para establecer el Diálogo Político en el seno del propio Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas. La prepotencia norteamericana, lo ha
dejado "sin piso" político y en la práctica el propio Consejo de
Seguridad NO puede detener hoy esta "GUERRA MILITAR" primero
de agresión militar y segundo como van las condiciones políticas, recurrirá
"sin temor" a la Intervención Militar Directa. Al final las únicas ganadoras de esta conflicto militar, son
las Corporaciones globales de la Industria Militar de la Guerra.
/////
Dr. Sociólogo. Pablo González Casanova, ex Rector de la UNAM, nos ilustra cómo esta nueva mentira universal - del ataque con armas químicas en Siria - sirve para justificar la agresión militar del Imperio y sus aliados, contra el Pueblo de Siria. La geopolítica mundial, en la presente coyuntura, nos lleva a comprender como las potencias mundiales - Estados Unidos y Rusia - con sus respectivos aliados, "se reparten el mundo - hoy como actores políticos centrales y la forja del NUEVO ORDEN MUNDIAL (Occidente y Oriente). esta post-verdad universal está a punto de convertirse en "VERDAD", basicamente como el Imperio mueve en el mundo el Poder de los Medios de Comunicación..
***
PABLO GONZÁLEZ CASANOVA:
LA MENTIRA MÁS GRANDE DEL
MUNDO.
*****
Pablo González Casanova.
Rebelión miércoles 18 de abril del
2018.
Nunca el imperio había mentido tanto
como lo que hoy ignora en relación con un poder perdido.
Las ridículas y pedantes amenazas de su Gran Jefe,
como supuesto defensor de la democracia, son vistas como las de un demente que,
al amedrentar al mundo con su inmenso poderío, a nadie convence con sus
desplantes y mentiras. Preocupan sus declaraciones y decisiones por la
ferocidad insana que expresan y que pueden terminar en un holocausto que él
mismo viviría, en sus últimos momentos, y haría vivir a los suyos y al país que
gobierna.
El problema es aún más grave, porque Mr. Trump, con
su amenazadora cólera de Zeus tronante, es sólo una expresión de la crisis y
ceguera que padecen las clases dominantes de su imperio y de otros que en una
ofensiva mundial lo apoyan, combinando su silencio cómplice con sus medios de
comunicación masiva en un concierto de intereses y codicias comunes.
Las potencias dominantes y los distintos apoyos
financieros, militares, políticos y mediáticos de que se sirven, por lo
general, dejan a un lado sus distintos estilos de dominación y acumulación y
arremeten en función del poderío de sus dueños y señores y de los intereses que
unos y otros pretenden defender como valores respetables y de los que cada vez
se burlan más, como la democracia, los derechos del hombre y
el estilo de vida civilizado, honorable y eficiente.
En el caso de Estados Unidos, los intereses y
valores que realmente mueven a los señores de las grandes corporaciones,
los llevan a apoyar, en sus zonas de influencia y en las regiones que dominan
–para el caso de América Latina y el Caribe–, a gobiernos golpistas, hoy
encabezados por los nuevos ricos multimillonarios, como Michel Temer en Brasil
y Mauricio Macri en Argentina, mientras erosionan el poder de los gobiernos y
movimientos de tendencia socialista, nacionalista o moderadamente patriótica, a
los que debilitan con variadas medidas de represión, corrupción, cooptación,
presión y desestabilización, como lo han hecho contra la propia Cuba invicta,
la cada vez más contradictoria Bolivia, la ya muy deshecha Nicaragua o el ya
traicionado Ecuador.
Es más, como muchos triunfos de pasadas
revoluciones y rebeliones o movimientos progresistas han sufrido, con el
tiempo, crecientes contradicciones, en todos ellos y en las recientes luchas y
victorias democráticas y sociales, impulsan políticas que hacen caer a los
países víctimas en una incesante desestructuración, desintegración,
desorganización. Para eso se sirven –con muchos otros recursos– de las
crecientes contradicciones en que caen los regímenes de antiguas revoluciones
como la mexicana o de los gobiernos populistas y sus sucesores, como los de
Brasil y Argentina. A todos les aplican medidas de efectos directos e
indirectos que, al impulsar la cultura de la negociación y de la globalización
neoliberal privatizadora del Estado, han promovido en grande, de un lado, la
cultura del individualismo, del enriquecimiento multimillonario y de la
macrocorrupción, y del otro, el desmantelamiento del Estado-nación o de sus
poderes, sus empresas y recursos estatales y nacionales, así como la pérdida de
sentido del interés general y el bien común en los partidos
políticos. Descartadas ideologías y programas en las luchas políticas, con
alternativas que tengan alguna posibilidad de cumplirse, ya sea en lo social o
en lo nacional, los proyectos de futuro se limitan a ofrecer dizque terminar la
corrupción o el narcoterrorismo sin explicar cómo lo harán.
Partidos y políticos profesionales del gobierno en turno y de la oposición ni
siquiera defienden un programa político que impida el despojo de los recursos
de la nación o incluso uno moderadamente patriótico que se proponga defender la
educación pública de las ciencias, las técnicas y las humanidades a todos los
niveles, y que sea capaz por su política financiera y económica de proporcionar
empleo y seguridad social a los egresados, por brillantes que sean. Es más,
ningún partido político presenta y defiende un programa de control monetario y
productivo o de servicios o que proponga las medidas necesarias para dar fin al
terror y al sistemático despojo del suelo y el subsuelo de la nación, con el
consiguiente desempleo de inteligencias y brazos, causa fundamental de las
crecientes emigraciones de campesinos ya despojados de sus fuentes de vida y de
trabajo por las grandes corporaciones agrícolas, mineras, industriales, que
mediante los sicarios imponen el terror y el narcotráfico, los dejan sin
seguridad alguna, sin territorio ni tierra, sin agua, alimentación, salud…
Así, mientras ningún partido o movimiento
institucional defiende un programa coherente que permita salir de tan grave
situación, surge un creciente rechazo a los emigrantes que intentan refugiarse
en los países sede de las corporaciones y del poder imperial. Desestructuradas
las naciones en desarrollo –así sea éste desigual– de hecho, los partidos ya no
tienen nada que ofrecer que puedan cumplir. Su papel en la democracia simulada,
neoliberal, globalizadora, rapaz, es obtener puestos pagados de
elección popular, cuyos agraciados hagan negocios con la venta de los
bienes que el Estado aún conserva, a sabiendas de que si llegan a ser acusados
de corrupción nada les pasará, si llegan a ser denunciados nadie los
enjuiciará, si son sancionados nadie los perseguirá y si los persiguen nadie
los encontrará. Todo eso ocurre porque de principio a fin y de arriba abajo,
corrupción y capitalismo tardío forman parte del actual sistema global y su
funcionamiento, como política de la acumulación por despojo y de explotación de
los recursos humanos y naturales con las tecnologías más avanzadas y la mano de
obra más mal pagada, cuando no esclavizada, o tributaria y ya despojada de sus
antiguos recursos por los sicarios del gran capital y los gobiernos aliados
subordinados. Como los beneficios de acción formal y legal caben en el orden de
los delitos para sus beneficiados principales del centro y la periferia, los
grandes bancos, que dominan el sistema, han establecido sus propias redes
de paraísos fiscales, que de paso sirven para no pagar impuestos al fisco
y esconder los miles de millones hurtados con un efecto conocido, por el que
viejos y nuevos multimillonarios se enriquecen más y más con todo tipo de
alianzas y apoyos de las corporaciones y bancos, hechos con los que se
convierten más y más en estados tributarios, que con un lenguaje engañoso
corresponden a crecientes tasas de interés por las crecientes e impagables
deudas. Todo eso ocurre en una recolonización financiera que cuenta a más de
las empresas calificadoras, como Moody’s y con las redes de bancos
vampiros, dependientes ocultos de la gran banca o de pequeños Shylocks
piadosos.
Esos y muchos otros rasgos de dominación y
acumulación son los que caracterizan al sistema, y los que éste sigue
defendiendo con el aberrante pretexto de que corresponden a las más novedosas y
eficaces políticas científicas y a la lucha por la democracia y la libertad,
argumentos con los que atacan en una guerra integral, formal a informal,
pacífica y violenta, a todos los movimientos y países que atentan contra
sus valores e intereses, entre los cuales han decidido hacer
víctima privilegiada al actual gobierno de Venezuela.
El "dueño" del mundo, el Presidente que "inventa" mentiras universales y como le sirven para intentar salir de la terrible encrucijada política en la cual se encuentra en la presente coyuntura, fuertemente presionado por "miles" de problemas internos en su país, así como a nivel internacional, cada día surge un nuevo "enemigo político" contra sus políticas ofensivas, verticales, autoritarias, que responden principalmente al Poder de las corporaciones transnacionales de la Guerra.
***
El gobierno de Estados Unidos –con el apoyo de las
grandes potencias de Occidente– lanza hoy la más feroz ofensiva contra el
pequeño y valeroso país de Venezuela, a cuyo patriótico, rebelde y democrático
gobierno acusa con indignación y saña de oprimir y hambrear a su pueblo, cuando
en realidad es un país que con su gobierno y la inmensa mayoría de sus
ciudadanos está plenamente identificado con una de las más grandes luchas liberadoras
de nuestro tiempo.
En ofensiva integral y creciente, el gobierno de
Estados Unidos y el complejo empresarial, militar, político y mediático de que
aquél forma parte muestran la misma saña que, desde 1959, han mostrado contra
la revolución cubana, y hoy mismo no sólo esperan que la situación les sea más
favorable con el creciente peso que el mercado negro adquiere,
y con la eliminación de sus necesarios proveedores de combustibles, que de
seguir recibiendo puedan permitir a Cuba pasar nuevamente a un mayor desarrollo
igualitario. Fomentan y toleran, por eso, el creciente mercado negro y
crean ellos mismos misteriosos e improbados ataques con sonidos
criminales que hacen víctima a buena parte del personal de la embajada de
Estados Unidos y a nadie más de los alrededores. Con semejante engaño pretenden
renovar el miedo a la vecina dictadura comunistacon la que es
imposible tener buenas relaciones cabales.
Paradójicamente –como ya ocurrió en la larga
historia del proceso revolucionario en Cuba– hoy, frente al sostenido y
creciente ataque contra Venezuela, ni el propio pueblo venezolano ni el
poderoso imperio que con sus incontables engaños dice hacer todo lo
posible por salvar al pueblo venezolano de una nueva y feroz dictadura, ni el
imperio ni el pueblo empobrecido y rebelde logran derrocar al criminal e
inepto gobierno, por lo que el imperio se ve obligado a añadir otro gran
engaño, sosteniendo que la situación política de Venezuela representa sobre
todo un gran peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Si semejante argumentación de la gran potencia no
es del todo nueva, pues si antes decía defenderse del proyecto comunista,
hoy es francamente ridícula, cuando en la mayor parte del mundo reina el
capitalismo, y el gobierno de Venezuela está muy lejos de constituir un peligro
para la seguridad de Estados Unidos por oprimir bárbaramente –según lo acusan–
a su propio pueblo. En realidad es obvio que el superpoder imperial esconde
algo más bajo la supuesta defensa del pueblo de Venezuela para librarlo de un
gobierno inepto, represivo y corrompido y para dizque contribuir a que en el
país se instale otro gobierno que sí respete la democracia y la libertad del
pueblo venezolano, tal como la entiende el imperio, por ejemplo, en los casos
de Brasil y Argentina, donde recientemente, con los tristemente famosos golpes
blandos triunfe la democracia, al poner en la silla presidencial a un
Temer en Brasil y en Argentina a un Macri, dos connotados millonarios que han
adquirido su inmenso haber en formas ilegales comprobadas.
Lo extraño es que semejantes argumentos contra
Temer y Macri, en el caso de Venezuela, han logrado un silencio cómplice y un
gran apoyo entre las grandes potencias del mundo occidental, de sus gobiernos y
sus medios de comunicación masiva, que en uniforme versión de
la realidad hoy, más que ayer, obedecen a una subsidiada acometida
informática favorable a quienes con millones de dólares subsidian a
los medios, y que por tener los mismos intereses que el gobierno de
Estados Unidos se suman a la lucha contra el bárbaro, cruel e inepto
gobierno de Venezuela.
La denuncia de la barbarie y de las
barbaridades del gobierno venezolano contra su propio pueblo muestran una
extraña coincidencia con los argumentos del gobierno en turno de Estados Unidos
y, de hecho, corresponden a una bien coordinada campaña apoyada tanto en
diarias imágenes fotográficas y fílmicas de valientes aficionados, como en
fotos y películas profesionales de los grandes canales de televisión, a las que
se añaden análisis críticos y respetables publicados en las páginas editoriales
de los grandes diarios del mundo, así como comentarios y noticias que
los pintan como son en numerosas y no menos globales redes
sociales, y hasta en los apoyos que el gobierno de Estados Unidos recibe en
amplios círculos de sus dependencias, así como en los foros económicos y
políticos que defienden los derechos del hombre, apoyos que se acompañan
de cierta admiración y elogio a quienes han realizado un golpe blando, que
a manera de impeachment estaban hasta hace poco por dar en
Venezuela… cuando, para el desagrado mayúsculo de los apátridas, sufrieron una
gran e inesperada derrota cuando el gobierno venezolano, tan criticado por
inepto y autoritario, convocó a elecciones generales para la instauración de un
nuevo congreso constituyente que de veras represente al pueblo y realice
elecciones en las que la mafia, supuestamente democrática, se niega a
participar, con ridículos pretextos de perdedora y a sabiendas de que sólo
lograría mostrar en ellas contar con una inmensa minoría e impopularidad
ciudadana.
El señor Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, ha demostrado hasta hoy el poco "talento Político" para establecer el Diálogo Político en el seno del propio Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La prepotencia norteamericana, lo ha dejado "sin piso" político y en la práctica el propio Consejo de Seguridad NO puede detener hoy esta "GUERRA MILITAR" primero de agresión militar y segundo como van las condiciones políticas, recurrirá "sin temor" a la Intervención Militar Directa. Al final las únicas ganadoras de este conflicto militar, son las Corporaciones globales de la Industria Militar de la Guerra.
***
Y aquí es el momento de aclarar qué otras medidas
han montado el imperio y las fuerzas oligárquicas empresariales locales y de
los países vecinos, como Colombia, Brasil y la pequeña colonia que conserva Holanda,
todas destinadas a desestabilizar y derrocar al gobierno enemigo de la
civilización, de la democracia, de los derechos del hombre y
de la seguridad de Estados Unidos. A esa aclaración será necesario añadir
otras más que el imperialismo ha empleado en intervenciones anteriores,
especialmente una que parece haber perfeccionado con el auxilio de las
tecnociencias de la complejidad y de la comunicación, que para el caso
corresponden a la construcción mentirosa de hechos que comprueban las
acusaciones hechas y otras nuevas mentiras en que aparezcan el ineficaz
gobierno y sus instituciones como lo que no son. También se hace necesario
descubrir cómo no se trata sólo de lanzar engaños y mentiras, sino
de sembrar pruebas de la punible, cruel e inescrupulosa política que
cae en derecho penal, y den lugar a un procesamiento humanitario y judicial por
jueces y tribunales que las grandes y humanitarias potencias integran y
dominan, y que ahora es más conocido cuando los tribunales del imperio y sus
aliados juzgan a los gobiernos de las naciones recolonizadas.
A la síntesis de esos hechos habrá que añadir
también otra circunstancia significativa, y es que tamaña mentira no es sólo
achacable al gobierno de Trump y las oligarquías criollas, sino que por lo
menos empezó durante el gobierno neoliberal y globalizador de Barack Obama, lo
que nos obliga a repetir estos hechos para no seguir extendiendo la creencia de
que se trata de la política de un presidente mentalmente insano, sino de una
medida acostumbrada por el imperio, falsamente atribuida al gobierno de un
paciente mental metropolitano, y cuando en realidad es una más de las
tradicionales y renovadas intervenciones del imperio y sus aliados y
subordinados locales y regionales.
Pero incluso hasta aquí no habremos logrado hacer
la síntesis de la mayor mentira del mundo si no aclaramos qué otra gran razón
se esconde bajo la noble lucha, pero para preguntarnos: ¿por qué tan
grandes batallas y tan poderosas fuerzas, con tamañas técnicas y políticas
antiguas y modernas ahora renovadas y enriquecidas con las nuevas ciencias y
tecnociencias, no han logrado derrocar al supuesto gobierno dictatorial y
bárbaro de Venezuela, que destruye, desgobierna, empobrece y hambrea a su
propio país? ¿Por qué?
En un análisis mínimo de los intentos de derrocar
al actual gobierno de Venezuela pueden destacarse además algunas de las
múltiples razones y políticas por las que la resistencia venezolana ha
triunfado y seguirá triunfando.
La exponencial capacidad de resistencia comenzó
desde que el comandante Hugo Chávez Frías mostró, en las palabras y los hechos,
que la revolución venezolana tiene un carácter antimperialista y
anticapitalista y que se debía y podía organizar una nueva fuerza apoyada por
el ejército bolivariano venezolano y a cargo de un creciente sistema de poder
basado en la estructuración de comunas y de redes de comunas, sus consejos y
comisiones promotoras y coordinadoras.
En Venezuela se ha construido ya una resistencia
invencible, que el presidente Chávez formuló y su sucesor Nicolás Maduro
continúa, enriquece, apoya y explica, tanto en cada uno de sus actos de
gobierno como en sus discursos y entrevistas. En todos ellos aparece con fuerza
la coincidencia que sus palabras tienen, tanto en los hechos como en la
estructuración de la realidad ética de que Chávez Frías fue precursor
con un nuevo proyecto de revolución, no sólo venezolana, sino bolivariana, no
sólo original por el hecho de que fue apoyada desde el principio y hasta ahora
con éxito y creciente poder, tras el fallido intento de golpe de unos militares
traidores dominados y encarcelados por su propio congruente ejército, apoyado
por una inmensa multitud de los pueblos que bajaron de los cerros circundantes
de Caracas para liberarlo y protegerlo, convencidos de que era el más valioso
defensor del pueblo con los del propio pueblo. Chávez pudo continuar así con
más fuerza, firmeza y apoyo un camino que, entre variaciones concretas, tiene y
tendrá efectividad universal con aquellos ejércitos que se unan por convicción
ética y política a los empobrecidos pueblos del mundo. Pueblos y ejércitos que
hagan suyo el interés general podrán construir y construirán otro mundo sin
duda posible, en que la organización de la vida y el trabajo sean capaces de
alcanzar la práctica concreta de la libertad, la justicia y una genuina
democracia estructurada como poder de los ciudadanos, en todo diferente a la
que deja fuera y hasta sin el derecho formal de ser considerados como
ciudadanos a los pobres de la tierra, siervos, medieros o asalariados y otros,
que siendo desaparecidos en creciente número han sido reducidos a la
esclavitud.
Si en las alternativas al mundo actual, el
movimiento del 26 de julio en Cuba y el del EZLN en México, han abierto caminos
de vida, libertad, justicia y democracia que son referente universal, a ellos
se añade hoy el que en Venezuela inició el general revolucionario Chávez, no
sólo al expresar formas éticas e ideológicas de las que Nicolás Maduro es fiel
e intachable heredero, sino de formaciones de lucha en que la moral se
fundamenta o practica con la estructuración en los hechos y va mucho más allá
de las palabras sobre una sociedad libre, democrática y socialista. Va de
las palabras a los hechos.
Así, cuando queremos aclarar por qué no ha logrado
la gran mentira derrocar al gobierno revolucionario de Venezuela tenemos que
explorar tanto lo nuevo en los ideales y valores de los insumisos, como los que
se hacen realidad en la variada organización de la resistencia militar, a la
que se suma la fuerte y estructurada resistencia intelectual y moral, que
fortalece los valores con palabras y hechos.
A tamaña unión se añaden otras fuerzas no menos
importantes, que de un lado incluyen el poder defensivo en esta guerra integral
–llamada de cuarta generación–, cuyo campo de lucha abarca todas las
actividades materiales e intelectuales, financieras, económicas, políticas y
bélicas, articuladas entre sí, y en las de no menor importancia, que no sólo
respetan y hacen respetar las diferencias religiosas y filosóficas, sino con
las que en el caso de Venezuela identifican su manera de pensar con las de
creer y hacer de dirigentes, como lo hizo reiteradamente Chávez, con el
catolicismo en lo religioso, con el marxismo en lo científico y lo
revolucionario y con el liberalismo ilustrado y radical, como el que Bolívar
–Padre de la Patria– representa en Venezuela, con las ideas que vinieron de la
Ilustración y de la revolución francesa y que en Hispanoamérica se reformularon
por Bolívar al proponer como meta alcanzar un gobierno en que se estructure la
soberanía del pueblo, única autoridad legítima de las naciones, y por eso,
capaz de imponer, con su poder organizado, la máxima felicidad posible de
todos los habitantes, y capaz de lograr como realidad la unión de nuestros
países en una gran nación que los incluya.
Llegados a este punto, podemos trazar un esbozo
mínimo de una visita real a una pequeña ciudad que ya se encuentra en el seno
de la nación venezolana. Se trata de una ciudad en la que el poder político y
todas las actividades de la misma están a cargo de una comuna de comunas. Vemos
así que en ella cada comuna o grupo de comunas y su labor coordinadora acordada
han construido sus casas y las habitaciones donde duermen, se asean y trabajan,
con materiales e instrumentos que salen del cerebro y los brazos de sus
habitantes. Las distintas comunas cultivan sus alimentos necesarios, como el
pan, las verduras, las frutas, las carnes de ganado menor, más abundantes de
las que provienen del ganado mayor y las que obtienen de algunas aves como las
gallinas, o el agua que beben y extraen de los pozos que han cavado y
purificado, en que atendiendo la útil división del trabajo los lleva a
completar lo necesario con el trueque y sus mercados, en los que a más del
trueque usan la criptomoneda
llamada petro, que emite el Estado venezolano y ya
ha sido aceptada en el mercado internacional por algunos países de Oriente. A
la organización del mercado añaden la de varias comisiones destinadas a atender
los problemas de salud, guardería y educación de niños o de jóvenes y adultos,
y en ese terreno destaca un increíble proyecto, el de la formación de cuadros
revolucionarios y de una fuerza defensiva que está preparada para coordinarse
con el ejército nacional bolivariano. El número de los contingentes preparados
y armados alcanza la cifra de 400 mil jóvenes de ambos sexos, adiestrados por
las comisiones de los comuneros de la nación venezolana. De ellos, 200 mil
están adiestrados y armados para la lucha; otros 200 mil están adiestrados, y
aunque carecen de armas, vitalmente participan en la defensa de la Patria, para
que, conforme quienes ya están armados pierdan la vida en la batalla heroica,
ellos hagan uso de sus armas. Y allí no queda el proyecto, sino que según
supimos tiene como meta alcanzar un contingente cercano a un millón de
integrantes…
Mucho podría contarse de nuestra visita a esta
ciudad de las comunas, pero no cabe duda de sus capacidades concretas para
enfrentar las políticas con que ayer el imperialismo derrocó a Salvador Allende y con que amenaza
destruir a Venezuela: ya ni una puede
funcionar, ni la devaluación de la moneda ni el ocultamiento de víveres ni
mucho menos el ejército bolivariano en las antípodas del pobre diablo de
Pinochet.
Ya
puede la mayor mentira del mundo seguir
armando crecientes formas de ataque, como la que busca con los países que
mandan a sus seguros y serviles jefes de
Estado a la reunión del Ministerio
de las Colonias y apoyen en realidad la mayor mentira del mundo para
apoderarse de la mayor reserva de petróleo del mundo. Ahora sí, en los hechos,
¡no pasarán!
*****
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