“China ya ganó la carrera tecnológica, a pesar de todo. El 5G es
la red que se requiere para el internet de las cosas por su velocidad y
complejidad.- Las agresiones se han trasladado a la esfera
corporativa, con la detención cruzada de representantes corporativos
tecnológicos. Canadá detuvo a la CFO de Huawei acusada de fraude por EEUU, mientras China detuvo a un ciudadano
canadiense acusándolo de amenazar su seguridad nacional y a un diplomático canadiense del International Crisis Group también
acusándolo de amenazar la seguridad nacional del país. El problema de fondo es
que Huawei de
China ha logrado sacar al mercado la tecnología 5G de internet y lo está vendiendo,
desde agosto, mientras AT&T aun no
saca el suyo a diciembre de 2018. La respuesta americana fue acusar a China de tratar de espiar con el 5G a
occidente y ha convencido a Australia,
Nueva Zelanda de no comprarlo y está influenciando a Canadá y la Unión Europea de no hacerlo. Eso partiría el mercado de 5G en dos, occidente para AT&T, y el
resto del mundo para Huawei. China ya
ganó la carrera tecnológica, a pesar de todo. El 5G es
la red que se requiere para el internet de las cosas por su velocidad y
complejidad”.
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CHINA. ESTADOS UNIDOS. COMO VA
EL MUNDO AL 2018.
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Oscar
Ugarteche y Armando Negrete.
ALAI.
América latina en Movimiento.
Domingo
23 de diciembre del 2018.
Al inicio del 2018 las perspectivas
de crecimiento de la economía mundial estaban marcadas por la posibilidad de
una confrontación comercial, generada por las políticas proteccionistas de
EEUU; por crecientes riesgos de movimientos de capitales hacia EEUU resultado
de las sucesivas alzas de la tasa de interés de la Reserva Federal
estadounidense (FED); por la incertidumbre generada por el BREXIT y la
reconfiguración del mercado europeo; por el creciente nivel de endeudamiento de
las economías centrales; por el poder de la gran banca internacional para
trasferir sus problemas a los fiscos de las economía centrales; y por la
permanencia de China e India como las economías más dinámicas frente al
estancamiento de las economías centrales.
En
marzo, se inició la escalada de agresiones comerciales entre EEUU y China, con
la imposición americana de aranceles a las importaciones de paneles solares y
lavadoras chinas. Esto inició un conflicto con retaliaciones de aranceles. Para
el cierre del año, dicha guerra acumula un saldo con un valor estimado de $363
mil millones de dólares, con aranceles a más de 13 mil productos. En el marco
del G20 en Buenos Aires, Argentina, los mandatarios declararon una tregua
arancelaria por 90 días desde el 3 de diciembre, que frenará que los aranceles
pasen de 10% a 25% en enero. Las agresiones se han trasladado a la esfera
corporativa, con la detención cruzada de representantes corporativos
tecnológicos. Canadá detuvo a la CFO de Huawei acusada de fraude por EEUU,
mientras China detuvo a un ciudadano canadiense acusándolo de amenazar su
seguridad nacional y a un diplomático canadiense del International Crisis Group
también acusándolo de amenazar la seguridad nacional del país. El problema de
fondo es que Huawei de China ha logrado sacar al mercado la tecnología 5G de
internet y lo está vendiendo, desde agosto, mientras AT&T aun no saca el
suyo a diciembre de 2018. La respuesta americana fue acusar a China de tratar
de espiar con el 5G a occidente y ha convencido a Australia, Nueva Zelanda de
no comprarlo y está influenciando a Canadá y la Unión Europea de no hacerlo.
Eso partiría el mercado de 5G en dos, occidente para AT&T, y el resto del
mundo para Huawei. China ya ganó la carrera tecnológica, a pesar de todo. El 5G
es la red que se requiere para el internet de las cosas por su velocidad y
complejidad.
La tendencia al alza de la tasa de
interés de la FED, que se anunció desde mayo del 2013 y comenzó realmente desde
diciembre de 2016, continuó con aumentos de 0.25% en marzo, junio y setiembre.
Actualmente se encuentra en un nivel de 2.25% y, de acuerdo a los anuncios, se
mantendrán los aumentos trimestrales hasta alcanzar el 4% en el 2020, o
alrededor de 2% real. Las consecuencias sobre las tasas de interés en el resto
del mundo, especialmente en las economías periféricas ancladas en la economía
estadounidense, aún no han sucedido. En América Latina, sólo México acompañó el
compás de los aumentos, con un alza acumulada de 2.25 puntos durante 2018,
hasta una tasa del 8%. El resto de las economías han ajustado sus tasas de
interés sobre objetivos internos de inflación, salvo Argentina y Venezuela, que
atraviesan procesos de alta e hiper inflación. Los otros efectos si ocurrieron;
se depreciaron los tipos de cambio y bajaron los precios de las materias
primas.
Durante
el año, se llevó a cabo una extraña negociación para renovar el TLC de América
del Norte (1994), en el marco de la guerra comercial entre EEUU y China que
inició con aranceles unilaterales puestos sobre el acero y el aluminio por EEUU
sin retaliaciones. De manera antitética, la economía estadounidense avanzó
sobre un acuerdo regional “trilateral” que en realidad es la suma de dos
acuerdos bilaterales; y, por otro lado como ha hecho antes, sobre un bloqueo
comercial y la protección a su mercado interno.
La firma del nuevo T-MEC no
significó la cancelación de las políticas proteccionistas. Al contrario,
incluye la prohibición de firma de nuevos acuerdos de libre comercio con China
y Cuba a México y Canadá, al mismo tiempo que un aumento del contenido regional
en la industria automotriz. Otro elemento es la prolongación de los derechos de
autor a 70 años, fatal para la industria de fármacos genéricos. El nuevo
Acuerdo incorporó la ampliación del proteccionismo americano al bloque en su
conjunto. Por lo pronto, las consecuencias de todo lo anterior, más las
barreras arancelarias de las economías importadores más grandes, se han
asimilado vía el encarecimiento de las importaciones y el alza de precios de
los bienes finales, que ha reducido el volumen de comercio y lo ha dejado en un
nuevo piso de crecimiento moderado de 4% (ver gráfico). Las exportaciones de
China se vieron afectadas en marzo del 2018 pero recuperaron su nivel y
sendero; y mientras que las importaciones americanas siguen creciendo, las de
China se han estancado en lo que bien puede convertirse en una política de
industrialización de bienes de consumo, que es lo que China importa de EEUU.
La
situación de la guerra comercial es que, mientras EEUU ya cubrió con aranceles
el íntegro del universo de su comercio importador de China, lo único que le
queda es aumentar los aranceles. China tiene, de su lado, mucho más espacio
para gravar nuevos productos y además aumentar aranceles. La diferencia es que
mientras EEUU importa bienes intermedios y de capital de China, a la inversa,
China le importa bienes de consumo y alimentos. En el corto plazo, para China
sustituir el mercado de bienes de consumo es fácil; en cambio para EEUU,
sustituir la provisión de bienes de capital e intermedios hechos a la medida
puede ser imposible. Europa es el cambio natural de proveedores de bienes de
consumo. Hay que recordar que el outsourcing fue un invento estadounidense para mejorar la
productividad de sus empresas y que las zonas económicas especiales de China
fueron diseñadas para acomodar este outsourcing.
El
mercado financiero internacional registró un desempeño mediocre durante el año.
Sin embargo, hay que recordar que está sostenido sobre una lógica de protección
por los Estados nacionales y ausencia de normas internacionales, lo cual ha
permitido la construcción de gigantescas burbujas y niveles de endeudamiento
imposibles de saldar, dado el bajo desempeño de las economías maduras. Poco se
avanzó en 2018 hacia al establecimiento de un mayor marco regulatorio a la
actividad financiera y los Acuerdos de Basilea IV, definidos para evitar una
colapso como el sucedido en 2008. El escenario, en el corto plazo, de alto riesgo
financiero por el colapso de mercados especulativos se mantiene. Los índices
principales del mundo están en declive desde octubre y el año cierra con el
índice Dow Jones debajo del nivel de enero.
En
términos generales, el escenario para el 2019 es el acumulado de los problemas
no resueltos en el 2018. Mientras se mantengan las economías centrales
estancadas y con una tendencia a la baja de su productividad, no se detenga el
aumento de aranceles y políticas de proteccionismo estadounidenses y las alzas
de su tasa de interés, el escenario para la economía mundial (salvo las
economías emergentes asiáticas) en el 2019 será aún más difícil. América
Latina, que exporta mano de obra barata desde la Cuenca del Caribe hacia EEUU y
materias primas desde América del Sur a la China, mantendrá crecimiento bajo.
La región no crece por exportaciones sino por inversiones y por consumo. Europa
no crecerá gran cosa por el efecto de la incertidumbre sobre si habrá o no
BREXIT. A todo esto se le agrega el creciente riesgo de una nueva crisis
financiera americana contagiada, producto de la falta de regulación
internacional. A
esto hay que sumar el costo del cambio climático sobre la economía mundial en
cuánto destrucción material.
Oscar Ugarteche, Investigador titular, IIEc-UNAM,
Conacyt/ SNI, Coordinador del OBELA
Armando Negrete, Técnico Académico, IIEc-UNAM,
Miembro del OBELA.
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