PACHAMAMA RAYMI: CONOCE MÁS SOBRE LA FIESTA DE LA MADRE TIERRA EN CUSCO
La Pachamama Raymi es una de las ceremonias ancestrales más importantes en el Perú. Se realiza en Cusco durante la primera semana de agosto (siendo el 1 de este mes su día central). Su objetivo principal es rendirle culto a la Pachamama (Madre Tierra) como agradecimiento por las cosechas anuales.
La Pachamama fue considerada por los incas y sus antecesores como una de las principales divinidades protectoras. La Madre Tierra es la responsable de alimentar y velar por el bienestar de las personas. Por ello, se le rinde alabanzas, homenajes, ofrendas y oraciones.
Principalmente se lleva a cabo en el distrito de Ccatca, perteneciente a la provincia de Quispicanchi. Para llegar, debes tomar un colectivo desde la ciudad del Cusco, el cual te costará unos 15 soles. Recuerda que el pasaje en bus de Lima a Cusco te cuesta 80 soles, mientras que el tiempo promedio del trayecto es de 21 horas.
El inicio de las celebraciones
Las autoridades, junto con todos los pobladores del lugar, son los principales encargados de realizar todas las actividades durante la Pachamama Raymi. El primer día de agosto, los campesinos dejan de trabajar con la tierra para así brindarle descanso. La tradición es alimentar a la propia naturaleza por medio del entierro de distintas ofrendas colocadas en ollas. Cada una de estas contiene productos como papas, camotes, entre otros tubérculos, que se colocan bajo tierra. Por respeto, todos tienen que estar cocidos.
Otra costumbre es realizar un pago a la divinidad por medio de las hojas de coca. Esta planta, ya de por sí respetada por su uso mágico y ritual, es reverenciada aún más durante estas fechas. Las hojas se colocan encima de las ofrendas y también se añaden bebidas como chicha fermentada, licores y hasta cigarros artesanales.
Un evento cultural y artístico
Durante esta festividad los participantes acuden con prendas típicas andinas y muy coloridas. Los encargados de colocar las ofrendas usan cordones de lana atacados al cuello, así como tobilleras y muñequeras doradas para simular la vestimenta de los antiguos incas y cascos de plumas de cóndor artificiales.
A la persona principal encargada de las ofrendas se le llama “altomisayoq”. Según las creencias andinas, es elegido por poseer poderes sobrenaturales en el mundo espiritual. Es el mismo que invita a los presentes, incluidos turistas o viajeros que se suman a la ceremonia, a realizar oraciones o pedidos que los benefician no solo a nivel personal, sino también a nivel regional. La mayoría pide deseos de prosperidad económica para las comunidades y bienestar para sus familias.
#Los Datos
Aunque la Pachamama Raymi se celebra principalmente en el distrito de Ccatca, también se puede observar en otros lugares de Cusco, como Maras y Oropesa.
Las ofrendas deben estar orientadas hacia el lado este, en dirección hacia el Dios Sol (Inti). Todo se realiza en un ambiente de espiritualidad y reverencia, por lo que el respeto de los visitantes es muy importante.
Después de la ceremonia, los asistentes pueden escuchar los cantos y música andina de los pobladores, pues muchos de ellos traen instrumentos para deleitar a los presentes con diversas melodías. Además, también ocurre el reconocido trueque gastronómico. Pobladores de regiones cercanas, provenientes de Jauja o hasta de Arequipa, traen productos para intercambiarlos.
Algunos llevan papas, maíz, flores, oca, mashua negra, entre otros. Nadie se va con las manos vacías de este evento. Todo este proceso es acompañado de los comuneros que danzan, beben, comen y celebran juntos por la ocasión.
Generalmente todo se lleva a cabo en las zonas montañosas o rústicas. Después, durante los demás días o en las noches de la Pachamama Raymi, se realizan conciertos y fiestas en el centro del distrito de Ccatca o de otras localidades.
La mesa principal de las ofrendas
Además de las ollas y alimentos enterrados, existe una mesa principal en la ceremonia. Su elaboración es encargada a los sacerdotes andinos, quienes confeccionan una manta ceremonial y el papel en donde se colocan los alimentos. También son los responsables de ordenar las hojas de coca para los k’intus (tres hojas especiales que cubren la parte central de la mesa). Los especialistas ordenan, además, otros productos como los huayruros, semillas, plantas medicinales y más.
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DÍA DE LA PACHAMAMA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.
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Por Darío Aranda. |4/08/2020 | Ecología Social.
Fuentes: Página12 martes 4 de agosto del 2020.
Pueblos indígenas celebran el Día de la Madre Tierra, agradecen, piden buenas cosechas y enmarcan la pandemia en un modelo que destruye la naturaleza. Exigen un cambio de rumbo, que abandone el extractivismo.
Las comunidades indígenas agradecen a la Pachamama siempre, pero el 1 de agosto es un día clave (es especial para los pueblos originarios andinos), momento en el que renuevan el vínculo con la Madre Tierra, cuando también se le pide mejores cosechas y buena salud. Este año, pandemia mediante, los pueblos indígenas recuerdan que el desastre actual tiene directa relación con el maltrato a la naturaleza.
“La savia de la vida se renueva y nos preparamos para ofrendarle a la tierra. También nos mantenemos alerta ante los avances extractivistas que ponen en peligro el equilibrio que debemos mantener con ella”, afirmó el Parlamento Plurinacional Indígena.
El
Día de la Pachamama es tiempo de celebración, agradecimiento y diálogo con la
naturaleza, desde Tucumán a San Juan, pasando por Salta y
Jujuy hasta las comunidades de Bolivia, Chile,
Perú y hasta Ecuador.
Puede ser un momento público, donde organizaciones realizan un acto
colectivo, pero también es un momento más íntimo, reservado al ámbito
familiar. Y es también un momento de resistencia. Pero políticos
de distintos colores y el turismo superficial suelen vaciarlo de
contenido y llenar de selfies al momento en el que los indígenas
cavan un pozo, se arrodillan y ofrendan semillas, alimentos, tabaco y bebidas.
“En las últimas décadas la nefasta política del neoliberalismo y el neocolonialismo sobre nuestros territorios, nuestras familias y nuestras conciencias, constituye un verdadero virus que contamina y amenaza la continuidad de los ciclos de la vida”, destacó el Parlamento Plurinacional Indígena, espacio conformado en 2010 y donde confluyen pueblos originarios de una decena de provincias.
En el marco de Día de la Pachamama, expresaron en un documento su preocupación por que distintos gobiernos y sectores empresarios proponen más políticas extractivas como una solución a las consecuencias de la pandemia.
“El desmonte a nuestras selvas y montes nativos no sólo continúa, sino que se incrementó de manera impune durante la cuarentena. Ninguna crisis puede solucionarse con más explotación a nuestra Madre Tierra”, aseguran.
Los pueblos indígenas están entre quienes más protegen el ambiente. Lejos de la concepción colonial de occidente, para las comunidades originarias los humanos no están disociados de la naturaleza, la salud de las personas y de la naturaleza es una sola. Explican que las pandemias son parte de la crisis climática global, hecho que incluso –desde otra concepción– Naciones Unidas y sectores científicos concuerdan.
Amta Argentina Quiroga es autoridad filosófica y política del Pueblo Warpe de San Juan. No tiene dudas de que el coronavirus tiene directa relación con el daño que los humanos hacen sobre la Pachamama. Y va más allá:
“Desde la llegada de Europa a nuestras vidas cayó sobre nosotros, una pandemia, llamada capitalismo, y hoy el Covid-19 es una consecuencia de esa peste mayor”.
Ceferino
Zárate forma parte de la comunidad Tinkunaku, del Pueblo Kolla de Salta.
Confirma que hoy celebrarán a la Pacha,
pero también enmarca el contexto. Define que los pueblos indígenas son los
“cuidadores ancestrales del bosque, cuidadores
naturales de Madre Tierra”. Señala
que entre el 4 y el 27 de julio sufrieron un enorme incendio, como nunca
antes, que arrasó más de 5000 hectáreas de selva de yungas. “Los
cerros siempre fueron verdes. Ahora están
ennegrecidos”, describe con mezcla de tristeza y bronca, y
explica que fue una pérdida gigantesca en biodiversidad,
donde casi no recibieron ayuda de la Provincia.
Explica que a la Pachamama se le ofrendan partes de la cosecha. En su
comunidad se trata de rituales familiares, en los hogares. Explica que desde temprano
tienen preparada la comida y las hojas de coca que se compartirá con la Madre
Tierra, también las bebidas, siempre al pie de la apacheta (un
muro de piedra, suerte de altar). En su casa, la familia también se
permite un momento para el canto y el baile. “Es
un ritual con devoción y con gran respeto”, resalta.
Clemente Flores, de la Mesa de Pueblos Originarios de la Cuenca de
Guayatayoc y Salinas Grandes (Jujuy), explica que siempre tomó
distancia de las celebraciones mediáticas en torno a la Pachamama, lamenta
que algunos sectores lo muestren solo como un hecho folclórico, sin
recuperar la historia y cultura de los pueblos indígenas, sin tenerlos
en cuenta como sujetos políticos y sociales que realmente son. Explica que las comunidades Kollas rendirán tributo a la Madre
Tierra, en general en sus ámbitos familiares, en la intimidad del hogar y
sin puestas en escena.
“Ofrendamos lo mejor de nuestras cosechas y bebidas. Agradecemos y también ratificamos que somos cuidadores del territorio. Desde hace diez años que decimos no la minería de litio, sí al cuidado de las salinas, del agua, de la Pacha”, remarca Flores.
Y unifica la destrucción del ambiente y la pandemia:
“Estamos con temor porque las mineras ya no solo traen contaminación y destrucción, ahora también desparraman enfermedad, traen el virus a nuestros territorios, solo provocan dolor a estas tierras”.
A fines de julio, la agencia Télam informó que la minera de litio Exar (de capitales chinos y canadienses) ya contaba con 200 afectados de Covid en la localidad de Susques, y otros 60 casos en las mineras Pirquitas, Chinchillas y El Aguilar.
“Un nuevo acuerdo civilizatorio”
El Parlamento Plurinacional Indígena realizó un llamado a comunidades y pueblos originarios para aunar esfuerzos y potenciar una agenda política propia, que no se subordine a ningún partido político, que articule con organizaciones sociales, feministas, juveniles, sindicales y campesinas, con un objetivo central:
“Construir un nuevo acuerdo civilizatorio, que nos permita aprovechar esta nueva oportunidad que nos brinda la vida”.
En el Parlamento confluyen la Confederación Mapuche de Neuquén, la Comunidad Warpe del Territorio del Cuyum, la Asamblea del Pueblo Qom del Río Bermejo (Chaco) y la Coordinadora del Pueblo Mapuche-Chewelche en Río Negro, entre otras organizaciones. También reclamaron al Congreso Nacional que sancione la ley de propiedad comunitaria indígena y al Poder Judicial que haga cumplir la Ley 26.160 (freno a los desalojos y relevamiento de los territorios).
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