“Aquí va más información, de infarto,
sobre esta amenaza para el bienestar del mundo: Solo los incendios del Ártico
en Rusia en junio y julio liberaron “más CO2 que cualquier temporada
completa de incendios” desde que se
llevan a cabo registros, y más CO2 que en toda Escandinavia, y todo ello
en solo dos meses. Eso es más que impactante, y representa las emisiones de
CO2 a escala nacional emitidas por la naturaleza misma, que ahora compiten
frontalmente con todos los compromisos de París
2015.
Los incendios son un problema doble ya que la mitad
de ellos se producen en turberas,
que, una vez iniciadas, pueden arder casi para siempre si el calor es lo
suficientemente intenso (y lo es) emitiendo tanto CO2 como CH4 en
competencia inesperada con los dictados de París 2015. “Los incendios de
turba pueden arder más tiempo que los incendios forestales y liberar grandes
cantidades de carbono a la atmósfera”. (Fuente: Kasha Patel, los
satélites de la NASA/NOAA observan un aumento sorprendentemente rápido en la
escala y la intensidad de los incendios en Siberia, Sci Tech Daily, 9 de
agosto de 2020.)
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Foto: Fuente, Agencia estatal de Ucrania, gestión
Zona de Exclusión – CC BY 4.0
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SE INTENSIFICAN LOS MONSTRUOSOS INCENDIOS
EN EL ÁRTICO.
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Por Robert Hunziker. | 15/08/2020 | Ecología
social.
Rebelión domingo 16 de agosto del 2020.
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo
Fernández.
Las imágenes de satélite de la NASA de los
incendios en el este de Siberia nos muestran un infierno de proporciones
monstruosas, a nada comparable en la historia moderna. Y se han intensificado a partir del pasado mes
de julio. ¿Debería preocuparse la gente? Respuesta: Sí, una y otra vez sí.
Según Mark Parrington, destacado científico del
Copernicus Atmosphere Monitoring Service (CAMS) of the European Centre for Medium-Range Weather
Forecasts [Servicio de Control de la Atmósfera Copérnicus del Centro Europeo de
Pronósticos Meteorológicos a Medio Plazo]:
“Lo que resulta sorprendente es el rápido aumento
en la escala e intensidad de los incendios en julio, en gran parte impulsados
por el gran número de incendios activos en el norte de la República de Sajá”. (Fuente: Kasha Patel, NASA/NOAA Satellites Observe
Surprisingly Rapid Increase in Scale and Intensity of Fires in Siberia, Sci
Tech Daily, August 9, 2020) [Los satélites de la NASA / NOAA observan un
aumento sorprendentemente rápido en la escala y la intensidad de los incendios
en Siberia, Sci Tech Daily, 9 de agosto de 2020.]
El problema:
“Las temperaturas anormalmente cálidas han generado
una intensa temporada de incendios en el este de Siberia este verano”, ibid.
¿Se debe este calentamiento global a los
esteroides?
Más información sobre “el problema”: El 23 de junio un titular de Sci Tech Daily
decía:
“Los meteorólogos están conmocionados por el calor
y el fuego que abrasan Siberia”. No
obstante, a fin de cuentas, los meteorólogos son científicos expertos
con gran exposición a escenarios de desastre que no van a “sorprenderse”
fácilmente.
Da la casualidad de que la misma región del planeta
que es famosa por las temperaturas más frías de la historia, registra
ahora en verano temperaturas como las de Miami, 38ºC. Debido a esta
situación inaudita y sin precedentes, ¿debería incluirse este escenario
catastrófico en tiempo real, al estar produciéndose ahora, en las reuniones
informativas presidenciales de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus
siglas en inglés) de EE. UU.? No, el presidente no lee.
Entonces, ¿debería la NSA verbalizar la catástrofe al presidente? ¿Estás de
broma? ¡Te arriesgas a que te despida!
Todo lo anterior es una señal poderosa e
incondicional, especialmente para el grupo de compromiso del Acuerdo de
París de 2015, excluyendo a EE. UU., de que el calentamiento global está
arrasando y enloqueciendo. Tal vez la asamblea de París 2015 deba
volver a convocarse para una reunión ad hoc de emergencia y hacer
una revisión de cómo las naciones/Estados individuales están manejando
sus compromisos voluntarios para reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero, porque el cuadro de mando del planeta parece una inmensa cagada.
Y mientras están en ello, tal vez les dé por
consultar el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copernicus y la NASA sobre las recientes emisiones de CO2 y CH4
a la atmósfera. Pues prepárense. Tenemos ya una evidencia directa, de ayer
mismo, de lo importante que es reducir a cero las emisiones de combustibles
fósiles.
Aquí va más información, de infarto,
sobre esta amenaza para el bienestar del mundo:
Solo los incendios del Ártico en Rusia en junio y
julio liberaron “más CO2 que cualquier temporada completa de incendios” desde que se llevan a cabo registros, y más CO2
que en toda Escandinavia, y todo ello en solo dos meses. Eso es más que
impactante, y representa las emisiones de CO2 a escala nacional emitidas
por la naturaleza misma, que ahora compiten frontalmente con todos los compromisos
de París 2015.
Los incendios son un problema doble ya que la mitad
de ellos se producen en turberas,
que, una vez iniciadas, pueden arder casi para siempre si el calor es lo
suficientemente intenso (y lo es) emitiendo tanto CO2 como CH4 en
competencia inesperada con los dictados de París 2015.
“Los incendios de turba pueden arder más tiempo que
los incendios forestales y liberar grandes cantidades de carbono a la
atmósfera”. (Fuente: Kasha
Patel, los satélites de la NASA/NOAA observan un aumento sorprendentemente
rápido en la escala y la intensidad de los incendios en Siberia, Sci
Tech Daily, 9 de agosto de 2020.)
“La destrucción de la turba por el fuego es
preocupante por muchas razones”,
dijo Dorothy Peteet, del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.
“A medida que los incendios queman las capas
superiores de la turba, la profundidad del permafrost puede ahondarse, oxidando
aún más la turba subyacente”, ibid.
Ah, por cierto, hace muy poco tiempo que se informó
de que la cantidad de carbono almacenado en las turberas del norte es el
doble de las estimaciones anteriores. (Fuente: Jonathan Nichols, et al,
Holocene Ecohydrological Variability on the East Coast of Kamchtka, Frontiers
in Earth Science, May 15, 2019 [Variabilidad ecohidrológica del holoceno en
la costa este de Kamchatka, Frontiers in Earth Science, 15 de mayo
de 2019].
No hace falta decir que las furiosas tormentas de
fuego, en un ambiente de calentamiento global inducido por el calor que libera
más gases de efecto invernadero a la atmósfera que varios países combinados, ensombrecen el epíteto
de la teoría del “cisne negro” haciéndolo irreconocible.
Pero, ¿es realmente un cisne negro? Bueno, no es un cisne negro, porque las
emisiones de carbono generadas por los humanos (antropogénicas), al igual
que los gases de escape de los motores de SUV alimentados con combustibles
fósiles, se han disparado, especialmente desde el comienzo del
nuevo siglo (hasta duplicarse anualmente) y han cubierto la atmósfera
(manteniendo el calor), lo que ha provocado lecturas extraordinarias de
calor en las latitudes superiores. Entonces, sí, se esperaban más
incendios, no cisnes negros.
Pero la intensidad de los incendios cumple, sin
duda alguna, con ese criterio.
Por lo tanto, sí, es un cisne negro, ya que la intensidad es tan
abrumadoramente poderosa que nadie podría haber esperado que sucediera de
esta manera y ahí radica el riesgo para la “gran
esperanza” de reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero a fin de disminuir el
incremento de las temperaturas globales a 2°C por encima del valor de
referencia o se desatará un infierno.
¡Tómenselo en serio! ¡Porque ya se está
desatando!
ROBERT HUNZIKER es un escritor especializado en
temas ecológicos que vive en Los Ángeles, EE UU. Puede contactarse con él
en: rlhunziker@gmail.com
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