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De altos riesgos e
incertidumbres está
hecha la vida, conocen bien, nuestros pequeños
productores, particularmente del campo y toda
nuestra fuerza emprendedora, aquel 75% autoempleado que
se acusa casi fiscalmente de “informal”. Es nuestra
fuerza resiliente –no única- para oxigenar la gobernanza territorial con lo que se adeuda: crecimiento con Desarrollo, marcando la pauta
el Desarrollo, desde las prioridades que pueblos y ciudadanía, con empresas y entidades
estatales, crearemos como real democracia, en
lugar de la pretensión de una dictadura eleccionaria con
fraudes futuros, por el interés de la ineptitud en hacer buena legislación y buen gobierno, echando mano de
cómo capturar el sistema electoral y de justicia.
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DIÁLOGO “UNA SOLA FUERZA
RESILIENTE” PARA ENCAUZAR AL FENÓMENO EL NIÑO.
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Por Héctor Jesús Chunga Morales.
Otra Mirada. Lima miércoles 4 de octubre
del 2023.
#UnaSolaFuerzaResiliente
Nuestros
problemas públicos son estructurales, y sus soluciones -por
tanto- en plazos –y con fuerzas, actores a generar y reciclar- en corto,
mediano y largo tiempo, mínimo al 2050.
La
conferencia de PERUMIN, en sus conclusiones,
tiene oportunidad de borrar -debiera- lo que su
gestor de este año regó gravemente en declaraciones a RPP.
Terruqueó la conducción de las protestas sureñas
y sin deslindar con el hecho que no avanzan ni la investigación, ni sanciones
ejecutivas y menos sentencia judicial a probables asesinos o asesinas causantes a la fecha.
La venidera CADE 61, del 14 al 16 de noviembre en Urubamba, Cusco, honraría su propio lema 2023: “Volver a creer, para volver a crecer” si considerase el diálogo -durante la conferencia- con representantes de la dialogante Coordinadora de Organizaciones Unidas de Cusco, que hospedó al III Encuentro Macro Sur de las organizaciones y pueblos marchantes, y propone soluciones para sus 13 provincias declaradas en estrés hídrico. Este diálogo daría un ejemplo claro de que sí podemos ser UnaSolaFuerzaResiliente en el país.
¿Abordará la CADE a mitad de noviembre cómo afectará o no el mega Fenómeno El Niño (FEN) o Niño Modoki en todo el país,
particularmente en territorios de comunidades y pueblos originarios con huella
extractiva? ¿Tocará o no la marcha del 12OCT23 de los
pueblos movilizados, medidas concertadoras que propone Cusco ante el mega FEN?
Entre
otras iniciativas y ante el desgobierno hay quienes hacemos fuerza común aliada
diseñando y gestionando Cursos Especializados y
Seminarios de Inducción –urgentes- en Gestión
Resiliente del Riesgo de Desastres (GRRD). Otros en Gestión Inclusiva
del Riesgo de Desastres (GIRD). La sociedad, la ciudadanía estamos en algo.
La gestión –resiliente- en riesgo de desastres parte del riesgo de carecer la ONU, como sí tuvimos en la pandemia, de un organismo público global tipo la OMS –solo hay entes locales- que validen o no la tesis de investigadores como Javier Núñez Andrade –que no es el único- de que el FEN ha sido desnaturalizado durante el siglo XXI con la salvaje elevación de emisiones de gases de efecto invernadero tanto por países occidentales como de los BRICS. Nuestros organismos y los otros oficiales seguirían monitoreando el FEN desde un foco puntual ecuatorial en el Océano Pacífico cuando la nueva realidad del FEN es que concurre desde todos los mares –y cielos- continentales junto con los llamados ríos atmosféricos, produciendo anomalías, fenómeno que no es parámetro de las entidades por desactualización en estudiarlos, innovando la variable tradicional, o por la ignorancia de que conocer o innovar es solo descubrir lo nuevo que ya existe en elementos claves de la realidad.
El FEN es
hoy más global que nunca, y es un mega problema público latinoamericano y global, y particularmente peruano porque toda la
confluencia global de las anomalías se concentra y acoplan entre nuestra costa marina y nuestro cielo. Por ello su
efecto andino amazónico, total.
Como
parte de ello tenemos que juntar fuerzas, además de hacerlo por una salida en
que decidamos iniciar la solución el otro desastre de que esta
democracia ya no es democracia.
"Una Sola Fuerza
Resiliente" es
lo realista de espíritu de un lema global, desde Perú,
guardando independencia nacional de nuestros Estados
andino amazónicos, relación de equidad con las macro configuraciones de
la nueva multipolaridad global, para lograr
nuestra única perspectiva viable de Nación,
desde nuestras capacidades y culturas: un Perú micro y
pequeño industrial diversificado, en una transición energética latinoamericana,
como nuevo Qapaq
Ñam, (Qhapaq Ñan) desde nuestras capacidades, sabidurías y ética por la vida.
En ese marco, y ante el obvio desgobierno en que terminó la anterior gestión y nos empeora la actual, proponemos Diálogo Permanente con Valor Compartido al 2050. Ya fracasó el diálogo reducido durante más de 30 años como moneda de cambio para solo apagar incendios. Fracasó el modelo "cuánto quieres, cuánto más te pido". Este giro abonaría en la OCDE, a seis años que creamos –por requisito- el Viceministerio de Gobernanza Territorial en la PCM.
¿Cusco podría quedar sin agua potable en 100 días? TV Perú.
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El
mismo enfoque también se requiere hoy que vuelve a escena –por decreto
modificatorio en el ROF de la PCM- la Secretaría
de Gestión del Riesgo de Desastres, que antes se
creó el 2012 y se desactivó luego.
El Diálogo para
canalizar la fuerza resiliente ante
incertidumbres y riesgos –en proyectos, gobernanza y
desastres- es un asunto transversal,
permanente e intrínseco a una real democracia,
futura, pero urgente. Lo subsidiario es la forma
instrumental del diálogo para mitigar controversias,
conflictos y crisis. La salud
es el centro, la enfermedad subsidiaria. El
Viceministerio de Gobernanza Territorial en la PCM funciona al revés. ¿Lo
pasará la OCDE?
De altos riesgos e incertidumbres está
hecha la vida, conocen bien, nuestros pequeños
productores, particularmente del campo y toda
nuestra fuerza emprendedora, aquel 75% autoempleado que
se acusa casi fiscalmente de “informal”. Es nuestra
fuerza resiliente –no única- para oxigenar la gobernanza territorial con lo que se adeuda: crecimiento con Desarrollo, marcando la pauta
el Desarrollo, desde las prioridades que pueblos y ciudadanía, con empresas y entidades
estatales, crearemos como real democracia, en
lugar de la pretensión de una dictadura eleccionaria con
fraudes futuros, por el interés de la ineptitud en hacer buena legislación y buen gobierno, echando mano de
cómo capturar el sistema electoral y de justicia.
El Desarrollo, es
decir qué queremos lograr de nuestra personalidad-país/Nación
al 2050, cuando menos, es el horizonte,
con cambios constitucionales funcionales a ese
norte, no en el aire o por la letra del texto,
con pascana o parada previa necesaria al 2030,
para ver cómo avanzamos, y porque ese año los Estados miembros de la ONU debemos honrar qué
cumplimos y no de 17 objetivos de desarrollo
sostenible.
Apapacho. Aceleremos el cambio.
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