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“Todo hace indicar que los volúmenes de intercambios comerciales continuarán expandiéndose en
el presente año y las cifras parecen confirmarlo pues la AGA ratificó que en los dos primeros meses de 2024 creció un 9,3 % para
alcanzar los 37 010 millones de dólares por
encima del mismo período de 2023. En ese contexto,
las exportaciones chinas a Moscú aumentaron un 12,5 % (16 808 millones
de dólares) y las de Rusia a Beijing se elevaron
un 6,7 % para situarse en los 20 202 millones de dólares. Ya
no es un secreto que China se ha
posicionado como el primer socio comercial de Rusia,
destronando a la Unión Europea, que ocupaba ese
puesto hasta 2022 y cuyos intercambios se
desplomaron ese año por debajo del umbral de los 100
000 millones de dólares.
“Mientras los países
del Grupo de los 7
han dejado de importar
petróleo ruso, China ha doblado sus
adquisiciones, por lo que junto con la India
desempeñan un papel crucial en mantener las finanzas del gigante euroasiático.
Significativamente relevante ha sido la posición del Grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)
ampliado con la entrada de Emiratos Árabes Unidos,
Egipto, Etiopía, Irán (falta la decisión de Arabia
Saudita), de impulsar sus transacciones comerciales con las monedas nacionales u otras alternativas para irse
alejando de las ataduras del dólar.
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CHINA Y RUSIA, DOS GIGANTES ECONÓMICOS EN ACCIÓN.
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Por
Hedelberto López Blanch | 15/04/2024/. Economía.
Fuentes.
Revista Rebelión, martes 15 de abril del 2024.
Fuentes: Rebelión
Ante la mirada atónita de las naciones occidentales encabezadas por Estados Unidos y la Unión Europea, lejos de debilitarse las economías de Rusia
y China éstas se han ampliado enormemente en los dos últimos años.
Las
llamadas eufemísticamente “sanciones”
que no son más que extorsiones para ablandar a esos gobiernos, han sido
esquivadas por Moscú y Beijing y ya a finales de
2023 alcanzaron un intercambio récord fijado en 240 110
millones de dólares.
Los líderes de ambos países, Vladímir Putin y Xi Jinping, se habían fijado anteriormente el objetivo de duplicar el volumen de negocios comerciales de 100 000 millones de dólares anuales en 2018 a 200 000 millones en 2024, resultado que se alcanzó antes de lo previsto.
Según informó la
Administración General de Aduanas (AGA) de China, el intercambio creció un 26,3 % en 2023. Las
exportaciones de Rusia aumentaron un 12,7 %, hasta los 129 130 millones de dólares, mientras que China
envió a su vecino mercancías por valor de 110 970 millones de dólares, un 46,9 % más
que en el mismo período de 2022.
Todo
hace indicar que los volúmenes de intercambios
comerciales continuarán expandiéndose en el presente año y las cifras
parecen confirmarlo pues la AGA ratificó que en
los dos primeros meses de 2024 creció un 9,3 % para alcanzar los 37 010
millones de dólares por encima del mismo período de 2023.
En
ese contexto, las exportaciones chinas a Moscú aumentaron
un 12,5 % (16 808 millones
de dólares) y las de Rusia a Beijing se elevaron
un 6,7 % para situarse en los 20 202 millones de dólares.
Ya no es un secreto que China se ha posicionado como el primer socio comercial de Rusia, destronando a la Unión Europea, que ocupaba ese puesto hasta 2022 y cuyos intercambios se desplomaron ese año por debajo del umbral de los 100 000 millones de dólares.
Mientras los países
del Grupo de los 7
han dejado de importar
petróleo ruso, China ha doblado sus
adquisiciones, por lo que junto con la India
desempeñan un papel crucial en mantener las finanzas del gigante euroasiático.
Significativamente relevante ha
sido la posición del Grupo de los BRICS (Brasil,
Rusia, India, China y Sudáfrica) ampliado con la entrada de Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Etiopía, Irán (falta
la decisión de Arabia Saudita), de impulsar sus
transacciones comerciales con las monedas nacionales u
otras alternativas para irse alejando de las ataduras
del dólar.
El
primer ministro Mijaíl Mishustin,
comunicó que el 90 % del comercio bilateral ruso-chino, se liquida en las monedas de ambos países, a la par
que los intercambios de altas delegaciones oficiales entre ambos países se han intensificado, incluyendo la de sus respectivos
presidentes, Vladimir Putin y Xi Jinping.
Recientemente, el
viceprimer ministro ruso, Dmitri Chernishenko,
al actualizar la información, dijo que las liquidaciones
mutuas en moneda local ya representan casi el 95 % lo que ha permitido a sus naciones crear un
sistema autónomo de Occidente.
Para
el ministro de Desarrollo Económico, Maxim
Reshétnikov las negociaciones con los socios
chinos
«siempre se desarrollan en una atmósfera de amistad, entendimiento y diálogo constructivo», y
destacó que la cooperación en materia de inversiones
abarca diversos ámbitos, como la minería, el petróleo y el gas, el
complejo agroindustrial, la ingeniería y la logística,
entre otros.
En cuanto a la comercialización de automóviles, los constructores chinos reemplazaron a las marcas occidentales que abandonaron el mercado ruso como la Renault o Volkswagen, y ya controlan el 46 % de los concesionarios y han empezado a producir en ese amplio territorio.
La
fuerte integración económica
entre las dos potencias también se ha expandido al sector bancario. Más de 30 instituciones monetarias rusas sometidas a las
extorsiones occidentales y separadas del Sistema de Mensajería Interbancaria
Transfronteriza (conocida como SWIFT con sede en
Bruselas) recurren al instrumento denominado
Cross-Border Interbank Payments System (CIPS).
El
código CIPS es un sistema de pago como el SWIFT, desarrollado por China,
para mejorarla seguridad, agilidad y costes de
las transferencias transfronterizas en Yuanes.
Entre
2022 y 2023 el espacio que ocupaban los operadores chinos en el sector financiero se multiplicó cuatro veces y los más importantes fueron, Industrial and Commercial Bank of
China Ltd (ICBC), el mayor a nivel mundial por
cantidad de activos; Bank of China Ltd (BoC), Bank
of Communications Co Ltd (BoCom); Agricultural
Bank of China Ltd (AgBank); China Construction
Bank (CCB) y Agricultural Bank of China (ABC).
Como
expresa aquel viejo refrán, el tiro les salió por la culata a los países occidentales que
trataron de derrocar al Gobierno ruso con sus
numerosas extorsiones económicas y financieras,
pero la realidad es que con esas medidas ayudaron a
incrementar en grado sumo las relaciones entre Moscú y Beijing.
Hedelberto
López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.
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