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CRECE
EN LA ARGENTINA EL PRIMER SINDICATO DE PRESOS.- Increíble, inédito, pero cierto,
es el primer Sindicato Único de Trabajadores Privados de la Libertad
Ambulatoria. SUTPLA,
afiliado a la Central Sindical de orientación centro-izquierdista de Argentina,
la Central de Trabajadores de Argentina. CTA.
Su derechos políticos, sociales, laborales y en general sus Derechos Humanos
DD.HH. los pierden o NO, mientras están presos de su libertad. Argentina un
país rico y extraordinario en la Historia Sindical en A.L. que viene desde la
última década del siglo XIX, fueron los primeros en América latina en celebrar
el 1 de Mayo como Día Internacional de
los Trabajadores. 1891. El Dr. Juan B. Justo, fue uno de los grandes
patriarcas del trabajo político y sindical. (fue su responsabilidad la
traducción del Manifiesto Comunista de
Marx y Engels). Lo cierto es que ahora esta inédita experiencia Sindical,
comienza a atravesar fronteras, al estilo el capital financiero-especulativo, y encuentra a gente a “Ciudadanos”, en condición
de presos de su libertad por diferentes razones, pero dos grandes derechos
los ejercen: Trabajo y Estudio (Y muchos
de ellos cursan estudios universitarios). Estamos convencidos, que estos dos
derechos humanos, - sumados a otros complementarios - es una alternativa seria
y responsable en el proceso de reinserción en la sociedad. Los presos argentinos ( No todos ) tienen hoy
los siguientes derechos en plena vigencia, según el artículo de la Agencia de
Noticias IPS. Y el Sindicato asume la defensa de La Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad,
profundamente reformada en 2012, establece que los detenidos tienen derecho a trabajar y estudiar,
como parte de su rehabilitación. También fija que su labor “debe ser
remunerada”.
A.- Defiende los
derechos laborales de un colectivo especialmente vulnerable, el de las personas
procesadas o condenadas en prisión. B.- Unos trabajan en el centro
de limpieza de la cárcel y otros son
coordinadores, responsables y estudiantes del Centro Universitario. C.- El SUTPLA
integra la centroizquierdista Central de Trabajadores de Argentina (CTA), cuyos dirigentes informaron que su desarrollo
es observado por la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) como una experiencia que pudiese extenderse
a otros países. D.- Tienen 700 afiliados y 100
afiliadas y la idea principal es reivindicar el derecho de personas que están
en un estado de gran indefensión y vulnerabilidad. E.- Actualmente,
reclaman la personería gremial con el apoyo de los abogados de la CTA. F.- Sus estudios
y su recorrido por diversas prisiones le permitieron conocer mejor los derechos
laborales de los detenidos, que no siempre se cumplen. G.- En la actualidad trabajan 64 por ciento de los
casi 10.000 reclusos a cargo del Servicio Penitenciario Federal (SPF), bajo la
órbita de la administración nacional. H.- El
Ministerio de Justicia estableció que los presos
y presas perciban el salario mínimo que
rige en el país, equivalente a unos 553
dólares mensuales, con independencia del horario que cumplan. I.- Con asistencia de los abogados de la CTA, el
sindicato presentó varios recursos legales contra los descuentos a los
trabajadores encarcelados, con excepción
de las retenciones para su futura jubilación. J.- Se ha reunido con
autoridades de la seguridad social para conseguir que los recién liberados
puedan cobrar un seguro de desempleo
por seis meses como cualquier
trabajador despedido. Finalmente hacemos conocer que las actividades laborales de los penales son muy diversas. Hay talleres de producción agropecuaria
(huertas, viveros, producción de forrajes, lecherías) e industrial (imprenta,
artículos deportivos, bicicletas, bolsas,
muebles), lavandería, cocina, biblioteca, servicio de limpieza, etc..Usted
qué opina, será cierto tanta bondad y derechos de los presos, que los
trabajadores libres del 99% de las empresas
en tiempos neoliberales de la globalización, no los tienen y aquí en nuestro
país la derecha conservadora y sobre-explotadora, pide la aprobación de la ley
de Servicio Civil – que niega y desconoce derechos sociales y laborales – y se
generalice la política de la flexibilización laboral a todas las empresas exportadoras,
al igual que el
sector textil en general – donde hoy encontramos a los “nuevos esclavos
asalariados” del siglo XXI.
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Participantes en la asamblea fundacional del Sindicato
Único de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria, en julio de 2012.
Crédito: CTA.
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Crece en Argentina el primer sindicato de presos.
“EL SUTPLA afiliado a la CTA. Qué derechos tienen los presos”.
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Por Marcela Valente.
IPS. Agencia de Noticias,
Sábado 14 de junio del 2013.
BUENOS AIRES, 5 jun 2013 (IPS) - En Argentina, un país
de gran tradición sindical, se consolida una experiencia inédita: una
organización que defiende los derechos laborales de un colectivo especialmente
vulnerable, el de las personas procesadas o condenadas en prisión.
“Nunca
se había peleado por algo así acá adentro”, dijo a IPS el interno Gustavo
Moreno, de 33 años, quien cumple una condena a 22 años en el Complejo
Penitenciario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más conocido como penal de
Devoto.
Preso
desde hace tres años, Moreno trabaja en el equipo de limpieza de la cárcel, es
coordinador del ciclo básico común del centro universitario que funciona en ese
recinto, y estudia la carrera de Administración de Empresas.
Moreno
es secretario de acción social del nuevo Sindicato Único de Trabajadores Privados de la Libertad Ambulatoria (SUTPLA), creado en julio de
2012 y reconocido por el Servicio Penitenciario Federal mediante un acuerdo.
El SUTPLA integra la centro-izquierdista Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), cuyos dirigentes informaron que su desarrollo es
observado por la Organización Internacional del Trabajo como una experiencia
que pudiese extenderse a otros países.
“Tenemos
700 afiliados y 100 afiliadas y la idea principal es reivindicar el derecho de
personas que están en un estado de gran indefensión y vulnerabilidad”, explicó
a IPS el secretario general del SUTPLA,
Rodrigo Díaz, en libertad asistida (anticipada) desde abril.
Actualmente,
reclaman la personería gremial con el apoyo de los abogados de la CTA. Cuando
lo logren, deberán pasar a cobrar una cuota, pero no es un tema importante para
la organización.
La
consolidación del sindicato llena de entusiasmo a Díaz, quien estuvo preso en
diversas oportunidades. “En total 12 años en distintas cárceles”, relató.
Comenzó a estudiar la carrera de derecho en prisión y ahora sigue afuera. Solo
le falta un año para graduarse.
Sus
estudios y su recorrido por diversas prisiones le permitieron conocer mejor los
derechos laborales de los detenidos, que no siempre se cumplen. “La lógica del
servicio penitenciario no es la de otorgar un derecho sino un beneficio”,
argumentó.
En la
actualidad trabajan 64 por ciento de los casi 10.000 reclusos a cargo del
Servicio Penitenciario Federal (SPF), bajo la órbita de la administración
nacional. Otras 49.000 personas están encarceladas en recintos dependientes de
los gobiernos provinciales, donde los porcentajes de quienes realizan tareas
remuneradas varían.
La Ley
de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad, profundamente reformada en
2012, establece que los detenidos tienen
derecho a trabajar y estudiar, como parte de su rehabilitación. También fija
que su labor “debe ser remunerada”.
El
Ministerio de Justicia estableció que los presos
y presas perciban el salario mínimo que
rige en el país, equivalente a unos 553
dólares mensuales, con independencia del horario que cumplan.
Pero,
en la práctica, la mayoría de los reclusos trabajadores cobran un monto mucho
menor, pues el SPF realiza una serie de polémicos descuentos. “Alguien se está
quedando con una diferencia y es muy probable que sea el Encope”, denunció Díaz.
El Encope (Ente de Cooperación
Técnica y Financiera del Servicio Penitenciario) “no cumple las funciones para
las que fue creado. Simula una legalidad que no tiene y ellos mismos se
controlan”, desconfió el sindicalista.
El
director del SPF, Víctor Hortel, ha admitido que en el pasado hubo
irregularidades en los descuentos que se hacían para un fondo de reserva para cuando
los presos obtenían la libertad. Pero descartó que esas prácticas continúen
ahora que existe un mayor control de organismos anticorrupción sobre el
proceso.
Con
asistencia de los abogados de la CTA, el sindicato presentó varios recursos
legales contra los descuentos a los trabajadores encarcelados, con excepción de las retenciones para su
futura jubilación.
Además,
este año la lucha contra los descuentos y otras reivindicaciones laborales llevó
a los afiliados del SUTPLA a su primera huelga, de 72 horas.
El sindicato también demanda la
entrega de ropa y el calzado adecuado para la higiene y la seguridad de los
trabajadores, sobre todo cuando manipulan residuos o bienes que puedan
contaminar.
Así
mismo, Díaz se ha reunido con autoridades de la seguridad social para conseguir
que los recién liberados puedan cobrar
un seguro de desempleo por seis
meses como cualquier trabajador despedido.
Él
mismo, que percibía un salario hasta abril por su trabajo en el Penal de
Devoto, se quedó sin ingresos apenas obtuvo la libertad, seis meses antes de
completar su condena.
Díaz
destacó que la peor situación se da en cárceles que dependen de los gobiernos provinciales. “En la Unidad
Nº1 de Olmos (en la oriental provincia de Buenos Aires), a los internos les
pagan con dos tarjetas de teléfono por mes”, ejemplificó.
El
dirigente explicó que en algunos penales el trabajo de los detenidos se canjea por beneficios tales como
permisos para visitas en días de semana. Pero no se lo considera parte del
tratamiento, ni un derecho, y tampoco que debe ser remunerado.
“No se les trasmite a los internos la idea de
que con el trabajo pueden aprender un oficio y ayudar a su familia. Por eso hay
tanta reincidencia”, aseguró.
Frente
a este panorama, el SUTPLA se
propone reforzar la actividad sindical en el penal de Devoto donde nació la
organización, y luego hacer extensivos esos derechos hacia las demás unidades
de hombres y mujeres.
Las actividades laborales de los penales son
muy diversas. Hay talleres
de producción agropecuaria (huertas, viveros, producción de forrajes,
lecherías) e industrial (imprenta, artículos deportivos, bicicletas, bolsas, muebles).
También
se puede trabajar en las faenas propias de la cárcel como, como el servicio de limpieza en que labora
Moreno, el secretario de acción social del Sutpla, quien percibe unos 385
dólares netos mensuales.
“Yo trabajo para mis hijos”, dijo. Tiene cuatro, de
13, 11, siete y un año. “Para mí lo que hago es el estudio. Eso me va a dar una
herramienta cuando salga”, se ilusionó Moreno a la espera de un trámite que
podría reducir su larga condena.
“El estudio me desconecta de la vida acá
adentro”, confesó. No es la primera vez que está privado
de la libertad. En otra ocasión en la que estuvo preso logró terminar los
estudios de educación secundaria. “Cuando estaba afuera no tuve oportunidad”, se lamentó.
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