jueves, 31 de octubre de 2024

ARGENTINA SUPERPARO. UNA HUELGA QUE REABRE LA RESISTENCIA AL GOBIERNO. Se realizó un contundente Paro General de los Gremios del Transporte.

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“Los organizadores del paro consideran que están dadas las condiciones como para que el pleno de la CGT pueda llegar a recuperar el activismo de principio de año cuando lanzaron dos paros generales, uno de ellos con la imponente movilización de enero. Las razones de ese desinflen están, en parte, en problemas y contradicciones internas de la propia central obrera. Los sindicatos enrolados en "gordos" e "independientes", los de mayor cantidad de afiliados y que el triunviro Héctor Daer representa, tienen la costumbre histórica de ser más dialoguistas, Pero a esto hay que sumarle el "problema" político que, como recordó el piloto Pablo Biró en una reciente entrevista radial, no reprodujo acciones similares, desde su rol específico, a las medidas de acción directa de los gremios. Esto se tradujo, por ejemplo, que el oficialismo lograra aprobar en el Congreso la Ley Bases, no anular el DNU 70/23 y no logre frenar los vetos presidenciales. Algo así como que los gremios van a la calle, ponen el cuerpo, pero los legisladores le esquivan a la jeringa. Es, sin duda, un debate que todavía está abierto.

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ARGENTINA SUPERPARO. UNA HUELGA QUE REABRE LA RESISTENCIA AL GOBIERNO.

Se realizó un contundente Paro General de los Gremios del Transporte.

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Tras la contundente demostración de fuerza que paralizó trenes, aviones, camiones, subtes, barcos y taxis, y sumó en la protesta a estatales, Maestros y Movimientos Sociales. Los gremios del transporte anunciaron que profundizarán su Plan de Lucha. Sacudido por el impacto, el gobierno facilitó la negociación con los Colectiveros para evitar que la conflictividad social se extendiera a hoy.

Tras el paro, Moyano dijo que es "el inicio de un plan de lucha". Maturano habló de "resistencia" a Milei. Biró convocó a la unidad y llamó a organizar un polo opositor. La UTA a contramano.

Por Felipe Yapur.

Fuente. Página/12 jueves 31 de octubre del 2024.

El paro nacional realizado por los gremios que integran lo que se conoce como la Mesa Nacional del Transporte fue total. Así fue que en todo el país no despegó un avión, no hubo trenes ni subtes, no se prestaron servicios en los puertos, no zarparon los barcos, los peones de taxis no trabajaron y tampoco los camiones encendieron sus motores. Solo los colectivos de la UTA, a contramano, prestaron servicio y luego terminaron levantando el paro previsto para este jueves. Como aseguró el triunviro de la CGT y secretario adjunto de camioneros, Pablo Moyano, esta medida representó "el inicio de un plan de lucha" que, según comentaron los integrantes de la Mesa, van a llevarlo a seno del consejo directivo de la central obrera para que se sumen a lo que puede transformarse en un futuro paro general de la CGT. Motivos hay y de sobra. Lo expresó con claridad Omar Maturano de La Fraternidad: “Esto fue un rotundo rechazo a las políticas de ajuste del Gobierno y su ataque a las organizaciones sindicales”.



El gobierno tomó nota de la fuerza de la medida y fingió demencia. Funcionarios y asesores del Presidente se apuraron a mostrarse confiados en que --al final del día-- esta pelea con los gremios los beneficia. Hablaron de la cantidad de denuncias que llegaron a la línea 134, unas 1300. Pocas si se tiene en cuenta que esta huelga generaba complicaciones al momento de trasladarse al trabajo. El gobierno esperaba poder canalizar el malestar de la sociedad. Tal vez les faltó leer que sus políticas son las que provocan una inquina creciente. 

La medida de fuerza no fue exclusiva de estos gremios. Se sumaron los trabajadores enrolados en el gremio de la AFIP, docentes y también lo de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que realizaron 500 cortes y solo fueron reprimidos por la Gendarmería, una de las fuerzas de seguridad que controla Patricia Bullrich, en las puertas del predio clausurado de Mercado Libre en La Matanza. (ver aparte) La jornada de protesta contó también con el apoyo de ATE nacional, que se encuentra realizando un paro de 36 horas y de las dos CTA, que se encuentran en proceso de unificación.

Varias decenas de sindicatos enrolados en la CGT acercaron el apoyo a la Mesa Nacional del Transporte que, por su contundencia, entusiasmó a los organizadores con la posibilidad de sacar al resto de la conducción cegetista de esa anomia dialoguista con un sector del gobierno en la que están sumergidos en este último tiempo.



Los organizadores del paro consideran que están dadas las condiciones como para que el pleno de la CGT pueda llegar a recuperar el activismo de principio de año cuando lanzaron dos paros generales, uno de ellos con la imponente movilización de enero. Las razones de ese desinflen están, en parte, en problemas y contradicciones internas de la propia central obrera. Los sindicatos enrolados en "gordos" e "independientes", los de mayor cantidad de afiliados y que el triunviro Héctor Daer representa, tienen la costumbre histórica de ser más dialoguistas

Pero a esto hay que sumarle el "problema" político que, como recordó el piloto Pablo Biró en una reciente entrevista radial, no reprodujo acciones similares, desde su rol específico, a las medidas de acción directa de los gremios. Esto se tradujo, por ejemplo, que el oficialismo lograra aprobar en el Congreso la Ley Bases, no anular el DNU 70/23 y no logre frenar los vetos presidenciales. Algo así como que los gremios van a la calle, ponen el cuerpo, pero los legisladores le esquivan a la jeringa. Es, sin duda, un debate que todavía está abierto.



La evaluación

Poco después del mediodía, los principales dirigentes sindicales que integran la Mesa Nacional del Transporte realizaron una evaluación de la medida de fuerza. "Tuvo un acatamiento del 100 por ciento", afirmó Moyano.

Un grupo representativo de los gremios que organizaron el paro dieron una conferencia de prensa. Además de Moyano estuvieron Juan Carlos Schmid, por la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FEMPINRA); Omar Maturano, por La Fraternidad; Raúl Durdos, por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Juan Pablo Brey, por la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y Pablo Biró, por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).

Brey afirmó que la medida de fuerza “trasciende un paro de transporte” y, en ese sentido, agradeció el acompañamiento de otras organizaciones y sindicatos. Maturano habló de la unidad demostrada y destacó que 

"los trabajadores no sólo cumplimos un rol fundamental para el desarrollo económico de nuestro país, sino también ayudamos a mantener conectado nuestro territorio y sostener nuestra soberanía nacional".

A su turno, Moyano destacó que este es 

“el inicio de un plan de lucha que va a llevar adelante la Mesa de Nacional del Transporte, ya que estamos defendiendo todas las modalidades de transporte: los cielos a los que quieren llegar los aviones extranjeros y que va a destruir la actividad aérea, los trenes con las privatizaciones, los mares, los ríos. Seguramente, si desregulan la tarifa del transporte de camiones internacional, nos van a invadir los camiones extranjeros por dos mangos, como ocurrió en los años 90”.



El dirigente camionero agradeció especialmente el apoyo de 

"los compañeros de las universidades, centros de estudiantes universitarios que realizaron distintas actividades y a los compañeros de los movimientos sociales que con camioneros y otros gremios han llevado adelante ollas populares en Constitución y en otra zonas”. Moyano no se olvidó del sector político: 

"Los que nos terminaron cagando fueron los diputados del peronismo que votaron que los trabajadores paguen ganancias, que le cagaron 12.000 pesos a los jubilados, que cagaron el aumento del presupuesto universitario. La clase política fue la que traicionó a los trabajadores”, advirtió.

Durdos del SOMU fue contundente al señalar que lo que se inauguró con esta huelga fue "el camino de la resistencia". Schmid, que supo ser triunviro, se refirió al desplante de la UTA y recordó que en uno de los paros contra Macri fue el gremio de Roberto Fernández el que decidió, a último momento, no adherirse a la medida de fuerza. Un dato al margen. Este jueves en Córdoba el gremio de colectiveros de esa provincia y que encabeza Emiliano Gramajo adhirieron al paro.

"No saben dónde se están metiendo", advirtió Biró. El líder del gremio de los pilotos señaló que 

"no tenemos producción de barcos, privatizan los trenes, las pymes quebradas. ¿A dónde nos quieren llevar? Los agravios hay que tomarlos de quién viene. Es un honor que este Gobierno, que no tiene ninguna sensibilidad, me ataque a título personal. Pero les digo que no soy cobarde". Por último indicó que "la unidad es necesaria y podemos generar un polo de oposición a estas políticas. Tenemos que cambiar la realidad para mejor y para eso se necesita diálogo genuino y no persecuciones”, dijo Biró.

La CGT y la UTA

Sobre el final de la jornada hubo dos novedades. Por un lado la UTA logró lo que buscaba al diferenciarse de la Mesa Nacional del Transporte, un acuerdo salarial. Levantó el paro previsto para este jueves aprovechando el temor del gobierno a tener dos días de medidas de fuerza y que se tradujo en aumentos progresivos que permitan elevar el sueldo básico a 1.322.136 pesos en diciembre. Esto resultó un "alivio" para la Casa Rosada.

Luego llegó el comunicado de la CGT que, haciendo malabares para no nombrar la medida de fuerza del transporte y mucho menos citar a sus dirigentes sindicales, repudió el uso por parte del gobierno de herramientas del Estado, como la aplicación Mi Argentina, para "demonizar organizaciones sindicales y perseguir a sus dirigentes". En esa línea dijo que "no hay lugar para el autoritarismo gubernamental ni para la incitación a la violencia".

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miércoles, 30 de octubre de 2024

BRASIL: UN VETO SUICIDA. Doctor ATILIO A. BORON.

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“Tiene razón la cancillería bolivariana cuando calificó al veto como “un gesto hostil, que se suma a la política criminal de sanciones que han sido impuestas a un pueblo valiente y revolucionario”. Decir que “se suma”, en un cuidado lenguaje diplomático, equivale a decir que Brasil actuó como un diligente peón de Washington, convalidando las más de 900 medidas coercitivas unilaterales que afectan a ese país hermano y haciendo gala de una penosa falta de solidaridad. ¿No se enteró Lula que, durante la pandemia, durante el gobierno del impresentable Jair Bolsonaro, la gente moría en los hospitales de Manaos por falta de oxígeno y el presidente Nicolás Maduro ordenó el envío de 107 médicos y seis cisternas con un total de 136.000 litros de oxígeno para atender la dramática situación de los hospitales de esa ciudad?  ¿Es este el pago de Brasil ante aquel gesto solidario?  Veto lamentable e imperdonable. El presidente Lula tendrá una ardua labor por delante si quiere que su país recupere su credibilidad y su gravitación, no sólo en el orden regional latinoamericano y caribeño, sino también ante los principales socios del BRICS+, fundamentalmente China, Rusia y la India. Seguramente no habrá de pasar mucho tiempo antes de que ese fatídico veto sea revertido, y el presidente brasileño tenga que soportar un amargo desaire.   

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BRASIL: UN VETO SUICIDA.

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Por Atilio A. Boron.

Fuente. Página/ 12 martes 29 de octubre del 2024.

 

El imperdonable veto del gobierno brasileño al ingreso de Venezuela al BRICS+ no constituye sorpresa alguna. Hay raíces muy profundas que enfrentan los proyectos regionales e internacionales de Itamaraty y los del gobierno bolivariano. Este conflicto, latente a veces, manifiesto en otras, se produjo con independencia de lo que Lula pensara durante sus primeros ocho años de gobierno. Luego de muchas fricciones diplomáticas lo cierto es que las relaciones entre Brasilia y Caracas recién se normalizarían después de la derrota del ALCA en noviembre del 2005. 

Pero los resquemores entre ambos gobiernos, y muy especialmente de sus respectivas cancillerías, eran como esas brasas cubiertas de ceniza, aparentemente apagadas, pero que bastaba una brisa para revivir al fuego. Y el viento sopló con fuerza en las estepas de Kazan.

Para los diplomáticos del subimperialismo brasileño -apelo a esta caracterización de Ruy Mauro Marinii (1)- la postura internacional de Chávez, su incansable hiperactivismo y el tono fuertemente antiimperialista de su discurso y de su práctica concreta (como la creación de Petrocaribe, por ejemplo), provocaron desde el mismo principio una mal disimulada repulsa en los cuadros dirigentes de Itamaraty. 



Hay que tener en cuenta que, a diferencia de la gran mayoría de los países, la “autonomía relativa” que goza la cancillería dentro del aparato estatal brasileño hace que sus definiciones y propuestas en no pocas ocasiones prevalezcan por encima de las que pudiera adoptar el presidente de turno, especialmente cuando éste es un civil. Esa poderosa burocracia subimperial rige su conducta por un axioma: la coincidencia, el acompañamiento (o por lo menos la no confrontación) con la política exterior de Estados Unidos.

El objetivo de ese tácito alineamiento con Washington es preservar la estabilidad del orden neocolonial en Sudamérica y, en la medida en que sea posible, evitar el surgimiento de gobiernos antiimperialistas o, cuando ello sea imposible, actuar como factor de moderación. En retribución la Casa Blanca otorga su bendición al liderazgo de Brasil en la región y hasta le abre las puertas para ubicar a sus representantes en ciertas áreas del entramado institucional de posguerra, como la Organización Mundial del Comercio, por ejemplo.

Fue por esto que el creciente protagonismo internacional de Hugo Chávez sometió al pacto sellado entre Brasilia y Washington a fuertes tensiones. Durante buena parte del primer mandato de Lula (2003-2007) las colisiones entre Caracas y Brasilia fueron inocultables. La administración republicana solicitó una y otra vez que Brasilia intercediera para apaciguar las aguas que estaba revolviendo el líder bolivariano, y que poco después adquiriría renovados bríos con el avance del primer ciclo progresista y las elecciones que catapultaron a la presidencia a figuras como Evo Morales, Rafael Correa, Cristina Fernández, Fernando Lugo, Tabaré Vázquez y “Mel” Zelaya y posteriormente con la creación de la UNASUR (2) Washington llegó tan lejos en sus empeños para lograr que Lula “calmase” a Chávez como para enviar a Condoleezza Rice a Brasil para que aquél intercediese ante el líder bolivariano para que Caracas no desahuciara el acuerdo de cooperación militar entre Estados Unidos y Venezuela firmado hacía unos treinta años y, además, averiguar las “razones por las cuales Chávez había comprado 70.000 fusiles a España”. Por supuesto que esa mediación no surtió ningún efecto.



Los desacuerdos entre Brasilia y Caracas continuaron por un buen tiempo. Enumerarlos sería tan largo como tedioso. Recordemos apenas dos: el rechazo del gobierno de Lula a la implementación práctica del Banco del Sur, solemnemente fundado en diciembre del 2007 pero paralizado desde su nacimiento sobre todo por las reticencias brasileñas; o la pertinaz negativa de Brasil para admitir a Venezuela en el Mercosur. Dados estos antecedentes la conducta de la delegación brasileña en Kazan se inscribía dentro de lo previsible. La ausencia de Lula debido a un extraño “accidente doméstico” permanecerá como una de las grandes incógnitas de la Cumbre de Kazan. Tal vez en algo haya influido el desafortunado voto de Brasil en la ONU condenando la “invasión rusa” en Ucrania. 

Pero lo cierto es que con el veto al ingreso de Venezuela como miembro asociado a los BRICS+, categoría en la cual entraron Bolivia y Cuba, el prestigio internacional de Brasil y la necesaria solidaridad entre los países latinoamericanos quedaron gravemente dañados. El gobierno de Lula cedió a la presión conservadora de su propia coalición de gobierno y a la de Estados Unidos, para quien mantener aislada a Venezuela es fundamental para proseguir con impunidad su criminal bloqueo en contra de ese país. No es lo mismo atacarlo en soledad que hacerlo cuando ya es miembro del BRICS+. 

Lo acontecido desprestigia a Brasil y hace aparecer a su gobierno como un dócil socio de Washington operando en Latinoamérica, favoreciendo la desconexión, para no decir la “desintegración”, entre los países del área todo lo cual fomenta la suspicacia sobre las futuras intenciones de Itamaraty en el terreno internacional. Por eso la movida de Lula en Kazan es un “veto suicida” porque debilita la gravitación internacional de Brasil no sólo en Latinoamérica sino a nivel mundial. El analista brasileño José Luis Fiori lo dijo con todas las letras:

“una Sudamérica dividida viene perdiendo relevancia geopolítica y geoeconómica y sus pequeñas unidades ‘primario-exportadoras’, en su aislamiento, son completamente irrelevantes en el tablero geopolítico mundial.” La alternativa sería construir un eje entre Brasil, Argentina y Venezuela, pero eso es lo que ha sido roto este año con el rechazo de Milei a la incorporación de Argentina a los BRICS+ el veto brasileño el ingreso de Venezuela a esa organización.


Dr. Atilio A. Boron.  Sociólogo. Dr. en Ciencias Sociales. 
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Con su veto el gobierno brasileño privó al BRICS+ de la enorme ventaja que le otorgaría a este nucleamiento incorporar a sus filas al país que cuenta con la mayor reserva comprobada de petróleo del mundo. Objetivamente: debilitó al BRICS+, para beneplácito de Washington. Por eso creo que este veto no tendrá larga vida y que Lula terminará desairado, porque pocos yerros pueden ser más graves en el mundo de hoy que dejar esa enorme reserva petrolera a merced del manotazo que pudiera dar Estados Unidos, algo que ni China, Rusia e inclusive la India verían con buenos ojos. Lo que ocurre es que Itamaraty no cree que el tablero internacional ya se haya transformado en un sistema multipolar y de ahí su errónea decisión de vetar el ingreso de Venezuela al BRICS+. Sigue apostando a la declinante hegemonía estadounidense y a un putrefacto “orden mundial basado en reglas” con el cual Estados Unidos defiende sus intereses nacionales.

Tiene razón la cancillería bolivariana cuando calificó al veto como

“un gesto hostil, que se suma a la política criminal de sanciones que han sido impuestas a un pueblo valiente y revolucionario”. Decir que “se suma”, en un cuidado lenguaje diplomático, equivale a decir que Brasil actuó como un diligente peón de Washington, convalidando las más de 900 medidas coercitivas unilaterales que afectan a ese país hermano y haciendo gala de una penosa falta de solidaridad. 

¿No se enteró Lula que, durante la pandemia, durante el gobierno del impresentable Jair Bolsonaro, la gente moría en los hospitales de Manaos por falta de oxígeno y el presidente Nicolás Maduro ordenó el envío de 107 médicos y seis cisternas con un total de 136.000 litros de oxígeno para atender la dramática situación de los hospitales de esa ciudad?

¿Es este el pago de Brasil ante aquel gesto solidario?

Veto lamentable e imperdonable. El presidente Lula tendrá una ardua labor por delante si quiere que su país recupere su credibilidad y su gravitación, no sólo en el orden regional latinoamericano y caribeño, sino también ante los principales socios del BRICS+, fundamentalmente China, Rusia y la India. Seguramente no habrá de pasar mucho tiempo antes de que ese fatídico veto sea revertido, y el presidente brasileño tenga que soportar un amargo desaire.   

(1) Ver Adrián Sotelo ValenciaSubimperialismo y dependencia en América Latina (CLACSO, 2021) 

(2) Sobre ese primer ciclo ver Klachko, Paula y Katu Arkonada, Desde Abajo. Desde Arriba. (Buenos Aires, Prometeo: 2016, disponible en Internet) y sobre el segundo ciclo progresista consultar Atilio A. Boron y Paula KlachkoSegundo Turno. El resurgimiento del ciclo progresista en América Latina y el Caribe (Buenos Aires: ediciones varias, 2023). 

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martes, 29 de octubre de 2024

LA CUMBRE DE LOS BRICS, ¿INICIO DE UN NUEVO ORDEN MUNDIAL?

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“Mundo multipolar. Los BRICS se fundaron para crear un espacio de mayor cooperación entre las economías emergentes y servir de contrapeso a Estados Unidos y sus aliados. Los países BRICS quieren alejarse de las prácticas dominantes de Occidente. Buscan un mundo multipolar, un mundo en el que haya más equilibrio de poder y más oportunidades para los países del Sur.  La gran crisis financiera (2007-2011) demostró lo frágil y poco fiable que es la arquitectura económica de los países occidentales. El nacionalismo respecto a las vacunas contra el COVID-19 demostró lo poco fiables que, a la hora de la verdad, son los países del Norte. Lo mismo ocurre con la negativa de los países ricos a asumir su responsabilidad histórica en el calentamiento global.

“La división aumentó a raíz de la guerra en Ucrania. La mayoría de los países del Sur se mantienen en gran medida neutrales y se niegan a cooperar con las sanciones económicas contra Rusia. Además, muchos países fruncieron el ceño cuando se congelaron las reservas de efectivo del Banco Central ruso en Occidente y se excluyó a los bancos rusos del tráfico internacional de pagos (SWIFT). Si hoy se puede hacer con Rusia, mañana se puede hacer con cualquier otro país. A consecuencia de ello, se vio gravemente mermada la confianza en el sistema financiero occidental.  La ruptura se agravó por el apoyo incondicional de Occidente al genocidio de Gaza. Los países occidentales habían anunciado inmediatamente fuertes sanciones contra Rusia tras la invasión de Ucrania, pero dejan a Israel totalmente libre, incluso suministran armas o dejan que se utilicen sus puertos y aeropuertos para transportarlas a Israel. Este doble rasero es incomprensible e inaceptable para los países del Sur.

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LA CUMBRE DE LOS BRICS, ¿INICIO DE UN NUEVO ORDEN MUNDIAL?

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Por Marc Vandepitte | 29/10/2024 | Mundo

Fuentes. Revista rebelión martes 29 de octubre del 2024.

Fuentes: Rebelión

Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus

36 países, que representan más de la mitad de la población mundial, se reunieron en Rusia para preparar una nueva infraestructura financiera y económica mundial. El impacto a largo plazo podría ser enorme.

Del 22 al 24 de octubre 36 países, en su mayoría del Sur, participaron en la décimo sexta cumbre de los BRICS. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, también asistió a la reunión. En palabras del Presidente chino Xi, la cumbre pretende «crear nuevas oportunidades para el Sur Global».

Cambio en el equilibrio de poder

Desde la Segunda Guerra Mundial hubo varios intentos por parte de los antiguos países colonizados de establecer un orden mundial más justo. En los años setenta, por ejemplo, se intentó establecer un Nuevo Orden Económico Internacional.

Estos y otros intentos fracasaron debido a las divisiones internas y, sobre todo, a que el equilibrio de poder mundial era muy desfavorable. El Norte tenía todo tipo de palancas económicas y diplomáticas para mantener a raya a los países del Sur. Y si eso no alcanzaba, Estados Unidos sacaba la opción militar.

La situación ha cambiado profundamente desde entonces. En las últimas décadas, el dominio económico de Occidente ha disminuido drásticamente. En 1990 Estados Unidos y sus aliados aún representaban el 62,4% del producto mundial. Este año se ha reducido al 39,6%, y el descenso continúa. Por otro lado, países como China e India, y a su estela otros países emergentes, están irrumpiendo con fuerza.

El impacto de Occidente en la esfera militar también ha caído en picado. Todas las intervenciones militares de Estados Unidos y sus aliados de los últimos 25 años han fracasado. Tuvieron que abandonar Irak y Afganistán, no consiguieron dominar Siria y Yemen, y Libia terminó siendo un completo fracaso y un caos.

Al empezar la guerra en Ucrania esperaban poner de rodillas a Moscú sobre la base de un apoyo militar generalizado a Kiev y fuertes sanciones económicas contra Rusia. Pero fue otro fracaso .No en vano, el jefe de la CIA William J. Burns señaló que

«Estados Unidos ya no posee una supremacía indiscutible».

Así que han cambiado muchas cosas. En marzo de este año el presidente chino en visita a Vladimir Putin lo expresó así:

«Ahora mismo hay cambios como no hemos visto en cien años y debemos impulsarlos juntos»

Este es el contexto en el que se desarrolló la cumbre de Kazán.



Un club que no es pequeño

El grupo BRICS se creó en 2006. La sigla viene de los cuatro miembros originales Brasil, Rusia, India y China. Sudáfrica se incorporó en 2010. El objetivo de los BRICS es

«remodelar la arquitectura política, económica y financiera mundial de manera justa, equitativa y representativa, basándose en el multilateralismo y el derecho internacional». En otras palabras, los cinco países quieren establecer un gobierno mundial que sea inclusivo e igualitario.

El 1 de enero de 2024, se incorporaron cuatro nuevos miembros como miembros de pleno derecho: Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos (EAU). En la cumbre en Kazán, 13 «países socios» se unieron a BRICS+. Y hay al menos otros 20 países que tienen interés en unirse, de modo que el grupo BRICS+ ya no es un club pequeño.

Representa actualmente el 46% de la población mundial y el 37% del producto mundial. Los BRICS+ también representan una cuarta parte de todas las exportaciones de bienes y el 40% de la producción de petróleo. El PIB de los BRICS+ es ya mayor que el del G7 y su producción industrial duplica incluso la del G7.



Mundo multipolar

Los BRICS se fundaron para crear un espacio de mayor cooperación entre las economías emergentes y servir de contrapeso a Estados Unidos y sus aliados. Los países BRICS quieren alejarse de las prácticas dominantes de Occidente. Buscan un mundo multipolar, un mundo en el que haya más equilibrio de poder y más oportunidades para los países del Sur.

La gran crisis financiera (2007-2011) demostró lo frágil y poco fiable que es la arquitectura económica de los países occidentales. El nacionalismo respecto a las vacunas contra el COVID-19 demostró lo poco fiables que, a la hora de la verdad, son los países del Norte. Lo mismo ocurre con la negativa de los países ricos a asumir su responsabilidad histórica en el calentamiento global.

La división aumentó a raíz de la guerra en Ucrania. La mayoría de los países del Sur se mantienen en gran medida neutrales y se niegan a cooperar con las sanciones económicas contra Rusia. Además, muchos países fruncieron el ceño cuando se congelaron las reservas de efectivo del Banco Central ruso en Occidente y se excluyó a los bancos rusos del tráfico internacional de pagos (SWIFT). Si hoy se puede hacer con Rusia, mañana se puede hacer con cualquier otro país. A consecuencia de ello, se vio gravemente mermada la confianza en el sistema financiero occidental.

La ruptura se agravó por el apoyo incondicional de Occidente al genocidio de Gaza. Los países occidentales habían anunciado inmediatamente fuertes sanciones contra Rusia tras la invasión de Ucrania, pero dejan a Israel totalmente libre, incluso suministran armas o dejan que se utilicen sus puertos y aeropuertos para transportarlas a Israel. Este doble rasero es incomprensible e inaceptable para los países del Sur.



Independencia financiera

Uno de los aspectos importantes es la búsqueda por parte de los países BRICS de una mayor independencia financiera de los sistemas financieros occidentales y del dominio del dólar.

«Todas las noches me pregunto por qué todos los países tienen que basar su comercio en el dólar», dijo Lula en un discurso ante el Nuevo Banco de Desarrollo, el nuevo nombre del banco de los BRICS. Ese banco se creó en 2015 para promover estos esfuerzos en pro de la independencia financiera.

Para liberarse del dólar, en el seno de los BRICS circulan ideas para crear una moneda de reserva, respaldada en un 40% por oro y otros recursos naturales y en un 60% por una cesta de monedas de los países miembros.

También promueve una plataforma de pagos y liquidación que conectaría los mercados financieros de los países BRICS, independiente del actual Banco de Pagos Internacionales (BPI), con sede en Suiza.

Otros proyectos son: un sistema de seguros propio, una agencia de calificación independiente de las potencias occidentales y un sistema independiente de transacciones interbancarias que pueda competir con el SWIFT, controlado por Estados Unidos.

Aunque aún no se ha destronado al dólar y puede que siga siendo la moneda de reserva mundial durante bastante tiempo, en los próximos años

“podría surgir un mundo monetario «multipolar «, que haría a los países del Sur menos dependientes del dólar y reduciría la capacidad de Estados Unidos para utilizar el arma de las sanciones económicas.

A primera vista puede parecer que los pasos dados en esta reunión no son muy grandes, pero a largo plazo podrían ser el principio de toda una nueva infraestructura económica en la que Occidente deje de ser el único dominante, lo que permita a los países del Sur participar plenamente.

En cualquier caso, al haber cambiado las relaciones de fuerza, ahora hay muchas más posibilidades de que esto ocurra que hace cincuenta años. La historia dirá si se puede calificar esta cumbre de histórica.

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