domingo, 3 de marzo de 2024

¿QUÉ NOS PASA?, por Alberto Vergara.

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“Hace tres años una encuesta encontró que 44% de los jóvenes quería irse del país. Hace cinco meses aumentó a 60%. Tanto en 2022 como en 2023 más de 400 mil peruanos migraron; esto es más del doble que en cualquier otro año. Y no solo quieren irse los más apremiados. En el colegio Markham, probablemente el más caro del país, hasta el 2018, 50% de los alumnos que hacían el programa internacional se quedaba a hacer la universidad en el Perú; de la promoción del 2021 solo se quedó el 6.3% (no tengo datos de los años posteriores, pero debe ser aún más bajo). Se trata de una crisis de confianza muy severa en el país y en sus instituciones. “Esto se combina con el fin del crecimiento económico

Esto, evidentemente, no es independiente de la erosión del Estado de derecho, pero produce sus propias urgencias y radicaliza las decisiones desde el corto plazo. El 2023 la economía decreció 0.5% y no hay indicios para creer que retomaremos un crecimiento importante en los próximos años. Si no habrá mucho por repartir, algo habrá que arranchar. Es más probable que consigas ganancias alquilando congresistas que te eximan de impuestos que incrementando la productividad de tu empresa. O es más probable que llegues a fin de mes como minero informal que buscando ese trabajo formal que no existe. Y nos queda la segunda pregunta: ¿puede revertirse la espiral en que estamos metidos? En un mes lo conversamos.

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¿QUÉ NOS PASA?,

por Alberto Vergara.

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Es importante intentar construir en la esfera pública argumentos que propongan diagnósticos sobre la naturaleza de la crisis peruana. Aquí un intento.

Por Alberto Vergara.

Fuente. La República domingo 3 de marzo del 2024.

La larga crisis peruana actual –¿o se trata de un equilibrio crítico? – tiene una peculiaridad: no sabemos bien qué nos ocurre. En 1990, por mencionar otra coyuntura difícil, reconocíamos que se debía derrotar a la inflación y al terrorismo. Había divergencias sobre cómo hacerlo, pero no respecto de nuestras dolencias. Hoy, en cambio, casi nada funciona, pero nada ha colapsado. La situación de 1990 asemejaba más a una guerra con enemigos distinguibles; la de hoy se parece a una atrofia inducida por un virus imperceptible. Deambulamos perplejos y sin diagnóstico. Y no hay forma de escapar de la crisis sin uno.

En las últimas semanas han aparecido un par de artículos muy relevantes en El Comercio que buscan responder a la pregunta que da título a este artículo. El historiador Carlos Contreras, en primer lugar, propuso que el Perú sufre una suerte de desbarajuste histórico. El paso del siglo XX al siglo XXI habría estado marcado por una doble transformación: transitamos de una sociedad formal representada por partidos a una sociedad informal con partidos amorfos. Retomando el vocabulario de Luis Alberto Sánchez, dice Contreras, tendríamos un sistema adolescente, con sus consecuentes imperfecciones, desproporcionalidades y exabruptos. Un par de semanas después, Eduardo Dargent comentó críticamente aquella columna. El politólogo señalaba que no sufrimos un impersonal desacople histórico, sino a esforzados actores que trabajan para construir un país cada vez más lumpen. Para sintetizar el intercambio, ambos coincidían en que la representación política es un punto medular de nuestra crisis, pero diferían sobre las razones para esa condición.



Ensayar diagnósticos como estos en la esfera pública –y no solamente en la académica o tecnocrática– es crucial si queremos eventualmente superar esta etapa oscura. Con el ánimo de aportar algo más a la cuestión de qué nos pasa, aquí quisiera salir del ámbito político-representativo. No porque sea uno sin importancia sino porque pienso que sufrimos una crisis que desborda a la política y que está atada a la atrofia del Estado de derecho. Es decir –como desarrollamos con mi colega Rodrigo Barrenechea en un libro que está por salir– lo que ha entrado en crisis severa es la capacidad regulatoria de la ley. No quiere decir que haya desaparecido la ley, significa que ha dejado de ser un activo del bienestar colectivo. Lo que prevalece es la voluntad de atajar o modificar la ley al gusto de algún interés particular. Por eso las aberraciones que observamos en el mundo de la política –y que Dargent señala en su columna– las encontramos también en otras esferas. Cada vez más, el que no burla la ley, no mama. Por eso en el Perú a todo el mundo le interesa el derecho. Y a nadie la justicia.

El Estado de derecho permite la convivencia civilizada. Si la democracia dirime nuestras diferencias cada cinco años, la ley regula nuestras interacciones cada día. Es el lazo público más básico y necesario para cualquier sociedad. Estar todos regidos por un orden legal que nos trata igualitariamente. Sin ley, solo queda la facción. Cada uno con su pañuelo. Después, cada uno con su pistola. Una comunidad de enemigos.

Pues eso somos cada vez más. Ante la convicción creciente de que la ley es inútil para producir bienestar colectivo solo queda la legalidad en tanto personal ganzúa para obtener réditos hoy. El que no le saca la vuelta a la ley perderá ante quien sí lo hace. Se institucionaliza la des-institucionalización. Con lo cual acaba el mediano y largo plazo. Y todo se vuelve incierto. Sin reglas solo existe el presente. Desde esas premisas funciona buena parte del Perú de hoy. Se ha instalado un espíritu de supervivencia y depredación que cabe en unas líneas del maestro Caitro Soto: toro viejo se murió, mañana comemos carne.

Donde se pone el dedo salta la depredación de corto plazo. En el ámbito económico, por ejemplo. Probablemente han visto que ahora hasta Keiko Fujimori fustiga a las farmacias por sus prácticas anticompetitivas. Vale todo. Cada quién prospera como puede, contra quien pueda. Si hay que cabildear para legalizar la depredación amazónica, se hace. Si toca presionar para redefinir a la anchoveta adulta como aquella que tiene ocho centímetros en vez de doce, venga. Si se puede desaparecer el requerimiento de “Certificado de inexistencia de restos arqueológicos” para las construcciones, de una. Ni pasado ni futuro: la comunidad de enemigos solo tiene ojos para el rédito inmediato.



En la política es lo mismo. ¿Cuál fue la primera medida del presidente Castillo? Legalizar su sindicato. De manual, aseguró a los suyos. O el presidente del Congreso que participó de un cambio en la normativa penal que lo beneficiaba directamente. Y los perseguidos por el sistema de justicia lo “reforman”. Y los impopulares políticos modifican leyes para clausurar el ingreso de nuevos competidores o, directamente, para ajusticiar a las autoridades electorales. Han aprendido del Hombre araña: un gran poder viene con una gran tajada.

Pero hay algo más. Una baja adicional es la idea de un prestigio personal que cuidar. O para decirlo de otra manera: ya nada da roche. Una lideresa del feminismo puede protestar contra el machismo del gobierno en la mañana y jurar como ministra en la tarde. Un fraudista puede ser canciller de Castillo. Quienes insultaban a Dina Boluarte ahora trabajan para ella (¿o la presidenta trabaja para ellos?). A fin de cuentas, ¿cuándo más podré ser canciller o congresista, embajador o ministro? Ahora o nunca.

Mal haríamos en creer que solo elites políticas y económicas se comportan así. En realidad, al verlas, la sociedad concluye, con bastante lógica, que quien respeta las normas pierde. Así, se atascan las auxiliares en las carreteras, se riegan clavos para estafar con cambios de llanta o se asalta las vías con vehículos de transporte informal. Una reciente e interesante investigación de Jorge Aragón y Diego Sánchez (La ilegitimidad del poder político en el Perú, IEP, 2023) encuentra que está muy extendida la creencia según la cual la política es una forma de ascenso social. Y donde dice “política” debe leerse la corrupción que esta permite. El mismo estudio asegura que los ciudadanos no tienen interés en políticas redistributivas o en aumentos de impuestos. Sí quieren que el Estado distribuya cosas o servicios, pero no aportar para ellos.



Por eso el candidato Pedro Castillo y otros van de plaza en plaza prometiendo la destrucción de la ATU, SUNEDU o del Tribunal Constitucional. Y por eso también quien finalmente consigue destruir todo aquello es el gobierno de su vicepresidenta Boluarte. La degradada continuidad. Si un Estado es percibido como ineficiente, corrupto y arbitrario, la natural reacción es desear su desactivación.

En síntesis, estamos ante una espiral anti-Estado de derecho que va engullendo a la sociedad. No completamente, pero avanza sin pausa. La encontramos en la derecha y en la izquierda, arriba y abajo, en la política, pero también en la sociedad, el Estado y el mercado. Como ocurre con las polarizaciones políticas, estas dinámicas arrastran a los individuos, aunque no lo quieran. Como en las corridas bancarias, llega un punto en que debes optar entre hundir al sistema o quedarte sin ahorros.

Ante esta situación se abren dos preguntas. La primera es ¿por qué sucede esto? Hay muchas respuestas posibles. Aquí aventuro un par: la erosión de la legitimidad de nuestras instituciones y el fin del crecimiento económico. De un lado, la ciudadanía ha dejado de creer que el entramado institucional refleje un interés nacional o produzca bien común. Es decir, la ciudadanía no percibe que el orden institucional esté justificado. Se le acata por miedo a la sanción o se le saca la vuelta. Carece de legitimidad. No hay confianza en que el sistema vaya a producir mejoras.

Hace tres años una encuesta encontró que 44% de los jóvenes quería irse del país. Hace cinco meses aumentó a 60%. Tanto en 2022 como en 2023 más de 400 mil peruanos migraron; esto es más del doble que en cualquier otro año. Y no solo quieren irse los más apremiados. En el colegio Markham, probablemente el más caro del país, hasta el 2018, 50% de los alumnos que hacían el programa internacional se quedaba a hacer la universidad en el Perú; de la promoción del 2021 solo se quedó el 6.3% (no tengo datos de los años posteriores, pero debe ser aún más bajo). Se trata de una crisis de confianza muy severa en el país y en sus instituciones.



Esto se combina con el fin del crecimiento económico. Esto, evidentemente, no es independiente de la erosión del Estado de derecho, pero produce sus propias urgencias y radicaliza las decisiones desde el corto plazo. El 2023 la economía decreció 0.5% y no hay indicios para creer que retomaremos un crecimiento importante en los próximos años. Si no habrá mucho por repartir, algo habrá que arranchar. Es más probable que consigas ganancias alquilando congresistas que te eximan de impuestos que incrementando la productividad de tu empresa. O es más probable que llegues a fin de mes como minero informal que buscando ese trabajo formal que no existe.

Y nos queda la segunda pregunta: ¿puede revertirse la espiral en que estamos metidos? En un mes lo conversamos.

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sábado, 2 de marzo de 2024

ARGENTINA, SUPERÁVIT FISCAL CONTRA DERECHOS CERCENADOS.

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“Dolarización en perspectiva. El economista Guido Agostinelli estima que el ajuste aplicado por Milei hace que en este momento en el país «comiencen a estás dadas las condiciones para hacer una dolarización», al haber incrementado las reservas a 6 000 millones de dólares, poco menos de los 8 000 millones de dólares que el mandatario entiende necesario para avanzar en ese sentido. “Remarcó que esa medida podría ser «muy negativa» para Argentina, puesto que «Milei está vendiendo una foto en la que parece que está muy cerca de dolarizar, pero eso no es tan así si uno mira toda la película, ya que hay que desembolsar miles de millones de dólares año tras año para pagarle al Fondo Monetario Internacional». «Estoy de acuerdo, enfatizó, con lo que dice Cristina Fernández de que la dolarización es muy nociva y no hay un caso de éxito en el mundo, además de que implica abandonar el sendero industrial porque básicamente tu ciclo económico pasa a depender de Estados Unidos».

“Otro experimentado economista, el doctor en Ciencias Sociales, Julio Gambina, señaló que el presidente «está cumpliendo y sobrecumpliendo las metas con el FMI» con su ajuste que va hacia «la reestructuración regresiva del funcionamiento del capitalismo argentino, iniciada durante la última dictadura« La dolarización, como también considera Cristina Fernández, sería la pérdida total de la soberanía del país, bajo la hegemonía de Estados Unidos.  Mientras el régimen Libertario aprieta las tuercas económicas y financieras, miles de personas de organizaciones sociales se manifiestan casi a diario por todo el país, realizando cortes de ruta y llamando a la movilización unitaria. Recordemos que este es el presidente, después de la dictadura finalizada en 1983, que ha enfrentado más rápido un paro general.

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Fuentes: Rebelión

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ARGENTINA, SUPERÁVIT FISCAL CONTRA DERECHOS CERCENADOS.

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Por Hedelberto López Blanch. /2/03/2024. Argentina. Economía.

Fuentes. Revista Rebelión sábado 2 de marzo del 2024.


Mientras el régimen del ultraderechista Javier Milei y varios medios de comunicación hegemónicos como Expansión, Infobae, DW, La República, CNN y La Nación proclaman que en enero pasado Argentina tuvo un superávit financiero de 518 408 millones de pesos (618 millones de dólares), las huelgas y manifestaciones proliferan por todo el país en reclamo de derechos laborales, sociales y salariales que están siendo cercenados.

La información fue ofrecida por el Ministerio de Economía y señala que

“se trata del primer resultado financiero positivo del país desde agosto de 2012”

y los resultados están relacionados con los fuertes recortes del gasto público que el presidente Milei lleva adelante desde que asumió el 10 de diciembre pasado, un plan fiscal que conlleva también la eliminación por decreto de millonarios fondos fiduciarios.

Medios de prensa indicaron que los gastos de capital de energía, transporte, educación, vivienda, agua potable y alcantarillado, entre otros, cayeron un 50,3 % interanual en términos netos, aunque sí se tiene en cuenta la evolución de la inflación, del 254 % interanual en enero, la caída en términos reales es mucho mayor.

Como era de espera, el mandatario “libertario” festejó el resultado fiscal de enero en las redes sociales y reafirmó su consigna de “el déficit cero no se negocia” que había incluido el ministro de Economía, Luis Caputo en su cuenta X (anterior Twitter) tras anunciar el primer superávit financiero del país en 12 años.


Esa euforia de la dirigencia estatal contrasta con un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA), el cual refleja que entre diciembre y enero hubo un aumento de la pobreza de 7,9 puntos porcentuales, y pasó del 49,5 % a 57,4 %.

O sea, casi 27 millones de personas se encuentran en esa condición de las cuales siete millones malviven en la indigencia, según figura en el gráfico del Observatorio de la Deuda Social de la UCA,

«Estimación de los efectos del Impacto Inflacionario postdevaluación, de diciembre 2023 y enero 2024», los dos primeros meses del gobierno de Milei.

Ante una pobreza que en el tercer trimestre era de 44,7 %, la UCA dedujo que su crecimiento se debe a la altísima inflación que sufre la nación sudamericana.

De esa forma, el costo de bienes y servicios fue de 254,2 % en el último año y en enero llegó al 20,6 % respecto a diciembre, su nivel más alto en tres décadas.

A Milei no le quedó más remedio que reconocer los números brindados por la UCA pero atribuyó el problema a una «herencia» del «modelo de la casta» política del país, refiriéndose solo a los anteriores gobiernos peronistas.

El ultraderechista Milei pretende ejecutar en 2024 un recorte del gasto público de 5 puntos del PIB para alcanzar el déficit cero, una de sus prioridades de gestión.

Organizaciones sindicales y sociales estiman que ese escenario resulta políticamente insostenible con un superávit ficticio, pues el problema es que gran parte de los recortes se centran en obras de infraestructura, salud, educación y envíos a provincias, que generan reclamos y conflictos lo cual será muy difícil sostener.

El recorte más extremo fue en las transferencias corrientes a provincias, que no sólo cayeron en términos reales, sino que se contrajeron incluso en términos nominales (-0,9 %). A eso se suma que se ajustaron por debajo de la inflación los subsidios económicos (27,5 % de aumento nominal entre enero de 2023 e igual mes de 2024), las transferencias a universidades (143,9 %), las prestaciones sociales (149,2 %) y los gastos de funcionamiento (154 %).

La economista Marina Poggetto, al comentar sobre la sostenibilidad de la disminución del déficit fiscal de enero, enfatizó a Radio Mitre:

“La pregunta es si resulta sostenible una megalicuación malthusiana de las jubilaciones, corte total de la obra pública y prácticamente total de transferencias a provincias, generando conflicto distributivo no solo entre capital y trabajo, sino entre la Nación y las Provincias,”


Paralización de la Obra Pública. Millones a la calle.
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Como se conoce, tras el fracaso de la Ley Ómnibus que no fue aprobada por el Congreso, Milei tildó de traidores a los gobernadores porque no lo apoyaron.

Para la expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015) que regresó recientemente a la palestra pública, el estudio de la UCA deja a la nación en una situación peor que en la que estaba hace 20 años, cuando el índice de pobreza era del 54 %.

Agregó que esos datos reflejan el porcentaje de pobreza más alto desde que comenzó la serie histórica en 2004, y muestran «más que un retroceso a mansalva».

Aclaró Cristina que esa situación se dio sobre todo a partir de 2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) se endeudó en dólares al pedirle un préstamo millonario al Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo cual se volvió para atrás hasta caer en el punto de partida y ahora la

verdadera tragedia es que no están jugando un juego de mesa, sino con la mesa de los argentinos”.



Dolarización en perspectiva

El economista Guido Agostinelli estima que el ajuste aplicado por Milei hace que en este momento en el país «comiencen a estás dadas las condiciones para hacer una dolarización», al haber incrementado las reservas a 6 000 millones de dólares, poco menos de los 8 000 millones de dólares que el mandatario entiende necesario para avanzar en ese sentido.

Remarcó que esa medida podría ser «muy negativa» para Argentina, puesto que

«Milei está vendiendo una foto en la que parece que está muy cerca de dolarizar, pero eso no es tan así si uno mira toda la película, ya que hay que desembolsar miles de millones de dólares año tras año para pagarle al Fondo Monetario Internacional».

«Estoy de acuerdo, enfatizó, con lo que dice Cristina Fernández de que la dolarización es muy nociva y no hay un caso de éxito en el mundo, además de que implica abandonar el sendero industrial porque básicamente tu ciclo económico pasa a depender de Estados Unidos».

Otro experimentado economista, el doctor en Ciencias Sociales, Julio Gambina, señaló que el presidente

«está cumpliendo y sobrecumpliendo las metas con el FMI» con su ajuste que va hacia «la reestructuración regresiva del funcionamiento del capitalismo argentino, iniciada durante la última dictadura«. La dolarización, como también considera Cristina Fernández, sería la pérdida total de la soberanía del país, bajo la hegemonía de Estados Unidos.

Mientras el régimen Libertario aprieta las tuercas económicas y financieras, miles de personas de organizaciones sociales se manifiestan casi a diario por todo el país, realizando cortes de ruta y llamando a la movilización unitaria.

Recordemos que este es el presidente, después de la dictadura finalizada en 1983, que ha enfrentado más rápido un paro general.

Cierto que el descontento crece, las protestas y el conflicto social están escalando y puede llegar a niveles de 2001 cuando la crisis política, económica, social e institucional, potenciada por las revueltas populares causaron la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa, pero también resulta real que hasta el momento falta un proyecto político alternativo que devuelva la confianza al pueblo argentino.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano. 

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viernes, 1 de marzo de 2024

SOBRE LA EDUCACIÓN POLÍTICA. (Mi Educación Política y la Sociología Política).

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MI EDUCACIÓN POLÍTICA. PERU. AREQUIPA 1963. INGRESE A LA UNIVERSIDAD NACIONAL SAN AGUSTIN. A LA HISTÓRICA FACULTAD DE LETRAS. MI ILUSIÓN Y MIS SUEÑOS JUVENILES ERA SER PROFESOR DE EDUCACIÓN SECUNDARIA EN LA ESPECIALIDAD DE HISTORIA, GEOGRAFIA Y LAS CIENCIAS SOCIALES EN GENERAL. 1963. UNSA. Facultad de Letras y Facultad de Ciencias 2 años de Estudios Generales. Ahora a escoger la Especialidad. Nosotros en Letras, teníamos. Derecho. Educación y Economía y Ciencias Contables. Universidad. Un Rector. Decanos de Facultades. La Facultad de Letras seguía funcionando con los Institutos Académicos, muy antiguos, como Historia, Literatura, Filosofía y Geografía. El año de 1963, se abrieron con la Ley Universitaria las Escuelas Profesionales, Primero Sociología, Psicología, Trabajo Social, Antropología. (1963 – 1965). Surgieron los Directores de Escuelas, junto a los Jefes de Institutos, Doctores, en su Especialidad.

Según la Ley Universitaria 15215, el Consejo Universitario, tenía también la Representación Estudiantil. (Plena Autonomía Universitaria). El Perú estaba “gobernado” por una dictadura militar, producto de un golpe 1962- y otro contra golpe militar 1963. Y se convocaron a Elecciones Nacionales. Nuevamente en escenario nacional. Apristas con Haya de la Torre; Acción Popular con el Arq. Belaúnde. Social Cristianos, con el Dr. Cornejo Chávez y el Frente de Liberación Nacional (Izquierda) con el trio. Pando, Bolo y Sofocleto. Todas estas tendencias políticas, también estaban presentes en los Estudiantes Universitarios. Izquierdas, Apristas y Social cristianos.

El FRENTE ESTUDIANTIL REVOLUCIONARIO. EL HISTORICO FER. Cuando ingresamos a la Universidad había ganado las elecciones del año anterior a la Federación Universitaria de Arequipa. FUA. (Histórica, por entonces más de 30 años). También funcionaban los Centros Federados en cada Facultad. La Representación Estudiantil, por entonces era todo un PODER en la Universidad. Para nosotros, los provincianos, era toda una “ilusión” entrar a ser parte del FER. Pero NO todos ingresaban o fácilmente pertenecían al FER, porque había otros 2 grupos de estudiantes muy bien preparados y “educados” políticamente- Apristas y Social cristianos. (Los llamaban como “Búfalos” y “Chupa sirios”).


Antiguo Local de la Histórica Facultad de Letras. UNSA. 1963.
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Desde que ingresé a la Universidad en 1963, hasta que terminé mis 2 Carreras Universitarias. Facultad de Educación y Escuela Profesional de Sociología en 1967. (5 años) fui del Tercio Superior y Alumno Becario. (Trabajé en la Biblioteca de la Facultad de Letras)- Entre junio y julio de 1963, un grupo de alumnos (Cachimbos) de Letras, básicamente Provincianos, nos Presentamos “Ante el Gran Jurado del FER, para ingresar a sus filas”. El Jurado eran alumnos de los últimos años de Literatura y Filosofía, años más tarde “Memorables Catedráticos”, Verdaderas Escuelas de la Ciencia Política.

Recuerdo hasta hoy en la primera y segunda entrevista salimos total y absolutamente DESAPROBADOS, porque, muy simple, NO habíamos leído NADA, sino los textos escolares. Nos dieron un año de plazo, y nos recomendaron LEER a MARIATEGUI, ARGUEDAS, CIRO ALEGRÍA, y conocer también la Ideología Política del APRA, de ACCION POPULAR, etc. – para poder discutir y al final polemizar con los adversarios) Además unos pequeños Libros de Filosofía y Literatura. Antes de nuestro segundo “examen”. Recuerdo que el Paraninfo a la Universidad se llenó totalmente. Venía a dar una Conferencia el Joven Literato Mario Vargas Llosa. Había presentado su Gran Novela. “La Ciudad y los Perros”. Vargas Llosa era un “dominante” (sectario, para esos tiempos) DEFENSOR de la REVOLUCION CUBANA. Sumamos, miles de Estudiantes Universitarios a nivel nacional se movilizaban exigiendo la “Nacionalización de la Brea y Pariñas”, en el Sur, el dirigente de Izquierda Hugo Blanco, junto a los Sindicatos Campesinos, invadían las Haciendas Feudales del sur Andino y en lo fundamental la Influencia de la REVOLUCION CUBANA fue muy poderosa en la Juventud de la década de 1960 en América Latina.

Así modestamente, sin que me cueste un centavo, sino esfuerzo, dedicación a la Lectura, consecuencia con lo que estudias y tu trabajo, logramos INGRESAR al FER (Frente Estudiantil Revolucionario) y así aprendí la CIENCIA POLITICA hasta el día de hoy. Pertenezco a la Tercera Promoción de Sociología. UNSA 1967 “José Carlos Mariátegui”. Había una sola Especialidad. Sociología Política. Hoy tenemos más de 115 Especialidades. Porque la Sociología es la Ciencia Social del Siglo XXI.

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SOBRE LA EDUCACIÓN POLÍTICA.

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Por Frei Betto.

Fuente. Prensa Latina. Firmas Selectas.

Día viernes 1 de marzo del 2024

 

Quien conoce la tradición de la izquierda sabe que sus militantes habitualmente recibían formación político- ideológica. Había multiplicidad de cursos, seminarios, fórums y equipos de educación popular que asesoraban procesos formativos en grupos y partidos, se incentivaba la lectura una gran bibliografía marxista y de la historia de la izquierda.

Se popularizaba como referencia histórica los ejemplos de las revoluciones rusa, china y cubana.

En suma, había un sistema de sentido que impregnaba la subjetividad de la militancia, hasta el punto de que un sinnúmero de víctimas de torturas a manos de tiranías demostró una inquebrantable resistencia ideológica y prefirieron morir antes que delatar.

El capitalismo también disemina su sistema de sentido, basado en la naturalización de la desigualdad social, del racismo, de la misoginia, de la meritocracia y sobre todo, del derecho a la apropiación privada de la riqueza. Con la ventaja del capitalismo ser hegemónico en el mundo y poseer una amplia red de deseducación política que inculca en las personas sus valores fundados en la preponderancia del capital sobre los derechos humanos.



Así, multitudes asocian democracia y neoliberalismo, competitividad y libertad, apropiación de la plusvalía y prosperidad. Todo este aparato ideológico tiene por herramientas desde el “catecismo” de las producciones de Walt Disney hasta las poderosas plataformas digitales con sus algoritmos, robots y algoritmos, ahora turbinados por la inteligencia artificial.

Fue el cristianismo que inventó la publicidad y primero creó una amplia red de educación religiosa. Las religiones surgieron hace ocho mil años como influyentes sistemas de sentido. Dan respuestas a las indagaciones más pertinentes del ser humano: ¿Por qué hay sufrimiento? ¿Quién creó el mundo? ¿Qué pasa después de la muerte? Aliadas al poder, inculcaron en sus fieles la abnegación frente a la pobreza y a la opresión; el sentimiento de culpa cuando se violan leyes y preceptos establecidos por la élite dominante; a la esperanza de alcanzar en la trascendencia pos-muerte la plenitud de los derechos negados en esta vida. Véase René Girard, Paul Ricouer, Max Weber, Feuerbach y otros.

Las religiones crearon un sistema eficiente de atraer fieles, de los cuales el cuerpo jerárquico (sacerdotes y pastores) obtienen recursos para mantenerse y ampliar sus estructuras ¿Y qué es lo que los fieles reciben a cambio? Ningún beneficio material, por más que vivan en la miseria. Reciben a cambio bienes simbólicos, un sistema de sentido, una razón de vivir, una esperanza de recompensa divina. Como el marxismo del siglo XX. Las religiones moldean la subjetividad humana.

He aquí el punto: lo que motiva al ser humano son las convicciones impregnadas en la subjetividad. No son las políticas sociales que lo benefician ni el salario que recibe. Convencida, una persona es capaz de renunciar a sus privilegios de clase para abrazar, en nombre de una causa, las más duras adversidades (Francisco de Asís, Gandhi, Fidel, Guevara, la hermana Dulce). Es capaz de sacrificar la propia vida por una causa, como fue el caso de fray Tito de Alencar Lima, apresado en 1969 y reenviado a la tortura, durante tres meses en febrero del 1970. Para evitar delatar a sus compañeros, se cortó la arteria del brazo para guardar silencio.

Hoy, ¿cómo es realizada la educación política de los militantes de izquierda? Lo que ansían los partidos progresistas ¿es obtener votos o conquistar un nuevo modelo de sociedad alternativo al capitalismo?

Es innegable que las políticas sociales traen votos, pero no imprimen convicciones. Éstas resultan de sistemas de sentido introjectados en el corazón humano, como creencias religiosas o principios ideológicos. ¿Adónde quedaron las herramientas de izquierda para promover educación política?

 


El hecho que algunos partidos progresistas y movimientos populares tienen sus escuelas de militancia, como la Florestan Fernandes (del MST) y la Paulo Freire (del Levante Popular da Juventude). Así y todo, esto no es lo más importante. Lo más importante es alcanzar a grandes parcelas de la población, y hacerlo sin corte partidario ni retórica ideológica.

¿Cómo? El método es propuesto por el profesor Paulo Freire: inductivo, crítico, participativo, cuyo protagonismo es ejercido por los educandos y no por los educadores. Las herramientas, la capilaridad del gobierno nacional, la EBC (Empresa Nacional de Comunicación), las trincheras digitales.

Por lo tanto, es imprescindible que haya sincronía entre la Secretaria General de la Presidencia de la República, responsable por el contacto con los movimientos sociales, la SECOM (Secretaría de Comunicación Social), responsable de la poderosa máquina de publicidad e información del gobierno, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura.

Hay quienes alegan que no es papel del Estado promover educación política. Ahora, la maquina estatal no es neutra. Su actual estructura fue montada para atender a los intereses de la clase dominante. Fue manipulando esta estructura que Bolsonaro negó vacunas, diseminó el odio, liberó la importación y comercialización de armas, consolidó el apoyo del fundamentalismo evangélico, nombró en puestos claves aquellos que obsecuentemente lo adulan, como al presidente del Banco Central y los dos ministros del SFT.


En el régimen democrático, el Estado debe servir, prioritariamente. A los intereses del pueblo, al fortalecimiento democrático, a la defensa de los derechos humanos.

 



El gobierno posee solo dos piernas de sustentación: el Congreso y la movilización popular. El actual Congreso Brasileño es mayoritariamente opositor al gobierno, Lula se siente obligado a ceder o conceder al Centro (Centráo) para poder llevar adelante su proyecto de gobierno. Y no hay suficiente movilización popular en su apoyo. La capacidad de movilización popular fue perdida por la izquierda, con excepción del MST.

Y solo hay un camino para recuperarla: la educación popular, como otrora sucedía en los sindicatos, en las pastorales populares, en las ONGs, los movimientos sociales. Visión crítica y dialéctica de la realidad. Protagonismo popular. Caso contrario, no podremos detener el avance de las fuerzas neofacistas y la progresiva muerte de la democracia.

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