Heridos en su dignidad, privados de sus derechos sociales, sobre
todo en la experiencia en Educación Bilingüe que
ha constituido uno de los éxitos más importantes y trascendentales en América
Latina – una experiencia exitosa por más de 60 años, hoy a pesar que el Estado Plurinacional y Multicultural del
Ecuador ha realizado una gran inversión en materia educativa – la más alta
de Nuestra América – ha modernizado
sus locales, capacitación permanente a sus Docentes y muchísimos adelantos más
en materia de innovación tecnológica, todo ello es positivo, sin embargo,
existe un gran problema nacional. Los
pueblos originarios en Ecuador representan a la mayoría de la población, su
organización gremial e institucional la CONAIE
en sus largos años de representación a acumulado una extraordinaria
experiencia, no sólo en la lucha popular contra los gobiernos militares –dictatoriales, sino también aquellos que
trataron de imponer en el presente siglo todo un conjunto de políticas de orientación neoliberal y
fueron derrotados en las calles y plazas públicas y siempre en cada
acontecimiento político, el Mundo Indígena se sentía feliz y muy contento
de sus grandes hazañas políticas en defensa de sus derechos sociales y constitucionales.
La gran inversión realizada por el gobierno del Presidente Correa en
materia de Educación, para nosotros
– teniendo presente que las escuelas primarias,
secundarias, institutos y Universidades del mundo indígena, administrados
por ellos, con sistemas educativos
en su propia lengua originaria, y
los propios modelos de desarrollo local que contempla el Convenio 169 de la OIT, han debido ser modernizados, fortalecidos
y consolidados, como resultado de la
propia vigencia de la Educación Bilingüe en un
Estado Pluricultural y Multicultural, políticas de Estado que
hoy la “Revolución Ciudadana” del
Presidente Correa, debió tener como sus aliados más importantes y con
seguridad plena ser la columna vertebral a los pueblos originarios y la propia CONAIE como un mecanismo de lucha para
profundizar el proceso reformista,
progresista, nacionalista y no como ahora en la coyuntura actual, cuando
las “aguas políticas” de la derecha neoliberal golpista – pro-militarista –
está en confuso asenso, hoy con el apoyo
masivo de ellos, han ganado las calles y la plaza pública – hogar, raíz y
manantial permanente de la democracia
directa y la ciudadanía política – de los pueblos y
ciudadanos explotados, postergados, excluidos del Mundo.
/////
Miles de indígenas ecuatorianos, militantes de la CONAIE llegaron hasta Quito y ocupan las calles y plazas públicas, en contra de las políticas sociales - educativas - del Presidente Correa.
***
¿POR QUÉ SE LEVANTAN LAS COMUNIDADES
INDÍGENAS?
El levantamiento Indígena en Ecuador.
*****
Silvia Arana.
Rebelión lunes 24 de agosto del 2015.
"Yo,
aunque pongan la bala aquí, aunque pongan el fusil aquí, tengo que reclamar
donde quiera. Tengo que seguir luchando. Para vivir, siquiera libertad en esta
vida." -Dolores Cacuango
(1881-1971), líder indígena.
¿Por qué se levantan las comunidades indígenas?
Porque se sienten empequeñecidas, dejadas de lado, porque ofendieron su
dignidad. Dice Silvia Rivera Cusicanqui:
"El tema de la dignidad es tan central para la opresión andina, ya que con
una sola palabra se evoca oprimido u opresión y explotar,
que en aymara es una sola palabra: "empequeñecer". Y ese es el
tema de la dignidad humana, es decir, todo aquello que te rebaja la dignidad
humana (sea un mal salario o un mal trato) te empequeñece como persona... Es
por esto que la gente se levanta. La gente no se levanta a causa de las fuerzas
productivas... Igual en quechua tiene que ver con la palabra
"pisotear" en relación con el que te oprime. Hay que poner el cuerpo,
no hay otra." [1]
Lucía
Chimbolema viene desde Guaranda, de la región andina central
de Ecuador. Junto con familiares y otros miembros de la comunidad está en el
parque El Arbolito de Quito, sitio de congregación de los contingentes
indígenas de la Sierra y Amazonía. Desde allí marcharán al Centro Histórico
para participar en el llamado "Levantamiento
Indígena" del 13 de agosto de 2015.
Lucía explica que ha venido a Quito a reclamar,
entre otras cosas, por la educación.
Dice que las escuelas bilingües kichwa-español,
antes a cargo de las comunidades, han sido desplazadas por las escuelas del
Milenio, pero la que le corresponde a su comunidad está muy lejos y no hay
buses para transportar a los niños, sus nietos pequeños entre ellos. Tiene un
nieto adolescente estudiando medicina en
una universidad privada porque no tuvo cupo en la estatal, le faltan dos
años para terminar pero duda que la familia podrá seguir pagando la matrícula.
Cuenta que es
analfabeta pues no había escuelas en su comunidad cuando ella era chica.
"Recién aprendí español a los 25 años", dice sonriendo, y pasa sin
esfuerzo del kichwa (dirigiéndose a
su nieto) al castellano (cuando
habla conmigo).
Señala a su hijo, un hombre de unos 40 años,
vestido con pantalón y camisa blanca, sombrero negro de lana, que conversa con
un grupo. Ese hijo fue candidato a
alcalde y por "poquitos votos no ganó", comenta con orgullo. El
tenía 6 años cuando se formó la primera escuela en la comunidad, y ahí se
educó.
Con humildad dice que "solo trabaja en el campo". El trabajo en el campo abarca
desde el cultivo al cuidado de los animales, proveyendo junto con las otras
mujeres, la base del alimento familiar.
Lucía lleva la
vestimenta tradicional: falda negra larga, blusa blanca con flores bordadas,
faja tejida multicolor en la cintura, rebozo corto de paño oscuro, collar
dorado, sombrero blanco de lana adornado con cintas y ushutas (sandalias). Cada color de la ropa tiene un significado. El
negro representa la tierra o Pachamama;
el blanco, las nieves del colosal
volcán Chimborazo, a cuyos pies se
halla Guaranda.
La presencia de
Lucía y otras mujeres indígenas concentradas aquí, resaltan la premisa de
que la mujer indígena es la guardiana de la identidad y la reproductora de la
cultura de sus pueblos. Lucía, de tez trigueña, rasgos
armoniosos, delgada y de porte firme parece expresar: "aquí estoy yo,
madre, abuela, mujer indígena, y vengo a la capital del país a decir lo que
tengo que decir". Pregunta si creo que el presidente Correa se enterará de las quejas. Espera la respuesta prestando
mucha atención, como si esta fuera de gran importancia, quizás para evaluar el
saldo de la marcha sobre Quito o quizás para tratar de entender si existe un
interlocutor: "¿Cree que Correa leerá lo que yo he dicho?".
Cecilia Velázquez, activista indígena de Cotopaxi, movilizada en el levantamiento indígena dice: "Hay
una sola escuela del milenio en Cotopaxi. Muchísimos alumnos por clase, en
algunos casos, hasta 100-150 alumnos. La mayoría de las profesoras son
bachilleres enseñando a alumnos de hasta octavo y noveno nivel. A cada rato se
cambian los jefes de distrito escolar; el último que hay lleva tres meses en el
cargo. Al terminar la secundaria nuestros jóvenes no están bien preparados, no
pueden alcanzar los 800 o 900 puntos necesarios para estudiar en la universidad
pública; tenemos que endeudarnos para mandarlos a las universidades privadas...
En el 2009 participé en las mesas del diálogo para la educación; ni un solo
ministro se hizo presente... El gobierno nos acusa de hacerle el juego a la
derecha; no, es el mismo gobierno el que le hace el juego a la derecha..."
[2]
Primeras escuelas indígenas bilingües de Cayambe
(1945)
Dos de las grandes dirigentes históricas por los
derechos indígenas, Tránsito Amaguaña y
Dolores Cacuango, fueron kichwa hablantes que aprendieron a hablar español,
a leer y escribir de adultas. Vinculadas al Partido Comunista, lucharon
por los derechos de los indígenas y campesinos, la reforma agraria, la
educación para las comunidades indígenas en Cayambe. Dolores Cacuango -con ayuda de María
Elisa Gómez de la Torre, profesora y su compañera en el Partido Comunista- fundó en 1945 la
primera escuela indígena en terrenos
del sindicato "Tierra Libre" en Yanahuayco, Cayambe. Poco después
establecieron tres escuelas más en la zona, con maestros indígenas y sin apoyo
estatal.
Bajo presión de los terratenientes (que no querían
peones educados), en 1963 la Junta
Militar prohibió que los niños recibieran instrucción en kichwa, diciendo que las escuelas eran "focos comunistas". Hacia
fines de los sesenta y setenta, con el desarrollo de la teología de la
liberación y la Iglesia de los pobres se sumaron nuevas escuelas indígenas. Las escuelas en las comunidades
indígenas tuvieron un rol que fue mucho más allá de la educación de niños y
jóvenes; se las consideró un centro de organización social y política, desde
donde se forjó la lucha por la reforma
agraria. La ley de reforma agraria se firmó
en 1976, y aunque no incorporaba demandas esenciales del movimiento indígena,
este la acató un como punto de partida desde donde continuar la lucha.
Sistema de Educación Intercultural Bilingüe:
Protagonismo de los pueblos indígenas.
En las décadas de los 80 y 90 se fue consolidando la presencia de las escuelas indígenas
en toda la Sierra Central con la conformación del sistema de Educación Intercultural Bilingüe. Este
sistema, que más tarde se extendió a otras regiones, surge por iniciativa de la
Confederación de Naciones Indígenas
(CONAIE), que agrupa a trece
nacionalidades indígenas de Ecuador. Desde su origen, el accionar de la CONAIE supo combinar las demandas
anti-neoliberales con la lucha por los derechos etno-culturales. En esa
lucha por los derechos de los pueblos a la autonomía y autogestión cultural la CONAIE elaboró una propuesta educativa
para presentarla al gobierno nacional: en noviembre de 1988 se creó la Dirección Nacional de Educación Bilingüe (DINEIB). La CONAIE logró entonces una
reivindicación clave: el derecho a elegir las autoridades del DINEIB. La CONAIE en colaboración con el
Ministerio de Educación elaboró materiales didácticos de alfabetización y
post-alfabetización, programas de capacitación de los educadores en lengua
kichwa, awa, chachi, tsa'fiki y otras.
Hacia el
2000 el sistema de educación intercultural abarcaba 2150 centros de nivel primario, 142 de nivel secundario y 13
institutos superiores. La columna
vertebral de este modelo es la participación de las comunidades; a partir
de las investigaciones realizadas en las comunidades, se elaboran los
materiales pedagógicos, se forman los docentes y se debaten los objetivos de la
educación indígena. Los objetivos del sistema educativo alternativo son: revalorizar la propia cultura
-incluyendo la enseñanza de las luchas indígenas invisibilizadas por la
historia oficial -, fortalecer la lengua
nativa, revitalizar los procesos de
las comunidades para mejorar la calidad de vida - entendiendo que los pueblos y nacionalidades indígenas deben tener la
libertad de construir sus propios modelos de desarrollo -.
La juventud del mundo indígena.
Ecuador, en defensa de la educación Bilingüe en un Estado Plurinacional y
Multicultural. Ellos son hoy los "grandes perdedores" al haberse
eliminado la educación bilingüe por ello a través de la CONAIE y sus
dirigentes exigen un "diálogo multicultural" como camino hacia la
solución de sus problemas.
***
Decreto ejecutivo le quita a la CONAIE la dirección
del sistema de educación integral.
En febrero
del 2009, por decreto ejecutivo, el gobierno de Rafael Correa eliminó la administración
comunitaria indígena de la DINEIB y la puso bajo el mando del ministerio de
Educación. Este decreto, al
desvincular a las comunidades indígenas y a la CONAIE de la Dirección Nacional de Educación Bilingüe, acabó con la
autonomía. El objetivo anunciado fue: "unificar todas las escuelas del país,
urbanas y rurales, con un solo currículum".
Las nuevas
escuelas del Milenio funcionan en edificios modernos que intentan
concentrar la población estudiantil de varios poblados. Según voceros de las
comunidades, en la aplicación del plan no se ha considerado un factor clave: la distancia y la falta de carreteras
y/o medios de transporte para que se movilicen los estudiantes. En algunos
casos, los chicos tienen que viajar
varias horas, y eso hace imposible la asistencia. Además muchos de los nuevos
maestros no hablan kichwa y desconocen la cosmovisión andina, tampoco
dominan las nuevas tecnologías que
tienen a su disposición, según quejas de activistas indígenas de Cotopaxi.
El
presidente Correa ha usado el término "escuelas de la
miseria" para referirse a las escuelas indígenas. Y de hecho la
mayoría carecen de agua corriente y de cualquier tipo de confort, y a veces ni
siquiera hay una tiza para escribir en el pizarrón. Pero la solución al problema, ¿es
eliminar las escuelas y su rico legado multicultural y bilingüe? ¿O la solución
es invertir para hacer mejoras en todas y en cada una de ellas como proponen
las comunidades indígenas?
En cifras: El presupuesto educativo se ha
multiplicado por cuatro.
Hacia 2014,
el gobierno de Correa había cuadriplicado el presupuesto educativo.
Entre los logros gubernamentales en el área educativa figuran:
la universalización de la educación general básica; el incremento en la
cantidad de alumnos que acceden al bachillerato; la construcción de escuelas
públicas: "en los próximos años se construirán 900 nuevos edificios y
refaccionarán 4.600 escuelas con una inversión cercana a los 10.000 millones de
dólares"; programa de capacitación de los docentes; creación de tres
nuevas instituciones de educación superior como Universidad de las Artes, Yachay e Ikiam; alrededor de 8.000 estudiantes becados en las
mejores universidades del mundo.
Señala René
Ramírez -secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación-
que durante el gobierno de Correa, la tasa de matrícula universitaria ha
crecido a mayor velocidad que en las décadas previas, según los Censos de
Población y Vivienda. A partir de 2006
se duplicó la matrícula universitaria del 20%
más pobre, sector conformado mayoritariamente por indígenas y afro-ecuatorianos. Ramírez destaca que en Ecuador el
presupuesto para la educación superior representa el 2.12% del PIB, mientras que el promedio europeo es del 1% y el latinoamericano, 0.8%. [3] Estas cifras demuestran un
compromiso real del Estado con la educación, y un avance significativo en
relación a lo hecho por los gobiernos anteriores.
CONAIE demanda la autonomía educativa para los
pueblos y naciones indígenas.
Sin embargo, en el contexto de una política que
intenta fortalecer el sistema educativo en todos los niveles, existe un claro déficit en la participación
del sector indígena, que está en total desacuerdo con el camino tomado
frente al Sistema Integral de Educación Bilingüe. En el comunicado de convocatoria al levantamiento indígena de
agosto de 2015, la CONAIE afirma en
el punto 3:
"Exigimos el respeto pleno por parte del
Estado al
ejercicio de los derechos colectivos
en distintos ámbitos como la educación, la salud, la gestión del agua y de
nuestros territorios como una manera concreta y legitima de construir la plurinacionalidad,
de acuerdo a lo que manda la Constitución y el Convenio 169 de la OIT. Por lo tanto, exigimos el restablecimiento del
Sistema de Educación Intercultural
Bilingüe y la reapertura de la Universidad
Amawtay Wasi. Exigimos el fortalecimiento de los modelos de educación comunitaria, nos oponemos rotundamente el
cierre de las escuelas comunitarias... defendemos un modelo pedagógico y de generación de conocimientos y saberes acorde
con la realidad cultural y local." [4]
A diferencia de otros países de la región -como México y Colombia, donde el asesinato de líderes populares es una
tragedia cotidiana- en Ecuador rige un Estado de derecho. Si bien las
protestas y los levantamientos se han desarrollado en un clima de tensión y
fricciones, en ocasiones violentas, entre policías y manifestantes, no hubo
víctimas fatales. Es importante hacerlo notar ante los análisis tremendistas de
uno y otro bando.
Los
protagonistas de esta historia, que se está escribiendo hoy, son las comunidades indígenas que luchan por
recobrar derechos, como la autonomía
educativa ganada en décadas de lucha. Al suprimir la autonomía indígena
educativa, el gobierno empobreció el
carácter plurinacional y multicultural del Estado ecuatoriano. Ahora es el
turno del gobierno para ponerse a la
altura de este desafío histórico y entablar un verdadero diálogo intercultural,
con las comunidades y sus dirigentes, sin poner condiciones. La restitución de la autonomía indígena en
la educación enriquecerá el carácter plurinacional y multicultural del Estado
ecuatoriano,
como lo exige el Artículo 1.0 de la Constitución vigente.
*****
Notas
[1] "La
disponibilidad de lo inédito" - Entrevista a Silvia Rivera Cusicanqui realizada por Claudia Arteaga y Gerardo
Muñoz (2014):
[2] Entrevista radial con Diego Oquendo,
Radio Visión, FM 91.7, 13 de agosto de 2015, Quito.
[3] " Hablemos de política, hablemos
de igualdad: Capital y trabajo en el Ecuador de la Revolución Ciudadana" -
Blog de René Ramírez:
[4]
Declaración de la CONAIE "Porque nuestra lucha histórica es junto a
las comunas, los pueblos y las nacionalidades. ¡Vamos todos al levantamiento
indígena y popular!":
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso
de la autora mediante una licencia de Creative Commons respetando su libertad para publicarlo en otras
fuentes.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario