Ante el agotamiento político de la democracia
representativa, la democracia liberal, que vino con la Modernidad, tiempos
históricos y políticos del capitalismo industrial, sin embargo, entre finales de
la década de los 70’ e inicios de los 80’ se produjo “Un cambio de Época Histórica”, emergieron de la propia estructura del capitalismo
grandes revoluciones como la revolución del transporte, la revolución tecnológica
y la revolución de las comunicación electrónica, así como impusieron a nivel
mundial, leyes, reglas, normas y
disposiciones que favorecieron la presencia hegemónica del capital
financiero y el capital especulativo, es
la era de la globalización y es el neoliberalismo como ideología y política
imponiendo las políticas del Consenso de Washington, las que en la práctica
comienzan por demoler el Estado de
Bienestar Social – producto de los treinta
año de oro del capitalismo, - las Instituciones forjadas en tiempos de la
Guerra Fría – de la lucha entre Moscú y
Washington, capitalismo, socialismo – tiempos de la Bipolaridad Mundial, vigencia de la Democracia
Liberal Representativa y de las grandes conquistas sociales y políticas que logró el "Poder Sindical", derechos sociales y libertades, que representan el más grande y significativo aporte que Europa entregó al mundo.
Sin embargo, en las décadas siguientes, la
democracia liberal se considera vencedora frente a la democracia socialista, la democracia popular y desde la década
de los 90’ ingresa en una era de hegemonía
absoluta, pero al mismo tiempo ahora su rival, su enemigo más feroz y peligroso, era la propia democracia, "encerrada" en un "nuevo" modelo de acumulación del capitalismo. Década final
del siglo XX y en el nuevo milenio – siglo XXI – la democracia liberal
representativa, pierde en forma progresiva, porque no puede salir de las ataduras y trampas “legales” que pone “en mesa” las políticas
neoliberales vigentes y hegemónicas. Finalmente
los largos años de la Unipolaridad Política
y la vigencia del Estado corporativo global – Estados Unidos – la democracia representativa se impuso por medios
generalmente “ilegales”, imposición vertical, única y dominante – pero a mayor
hegemonía mentirosa, absoluta, era más grande su desprestigio, descomposición y
pérdida de legitimidad. La gran crisis estructural del 2008 – produjo un Cambio de Época Histórica – fin de la
Unipolaridad mundial y surgimiento del Multilateralismo global – en esencia multidimensional
–(in)surgen Nuevos Sujetos Sociales Históricos,
nuevas Plataformas de reivindicaciones y derechos, formas nuevas de hacer
política, realidad de una Sociedad Civil Real
emergente, popular, democrática, Ciudadanía Multicultural – reconocimiento de
la diversidad cultural y comunicación intercultural – Líderes Comunitarios, que en su conjunto presionan, generan nuevos contextos sociales de lucha y movilización,
escenarios en un Mundo Multipolar donde
hoy comienza – un "nuevo escenario" múltiple, complejo, heterogéneo y diverso, proceso social del rescate de la Confianza personal, social e
institucional – nos conduce al reconocimiento de la Nueva Democracia Participativa,
Directa, Ciudadana, Solidaria y de profundo respeto con nuestra Madre Naturaleza.
Democracia que la encontramos – aun en las raíces y manantiales, de controvertido
nacimiento y desarrollo – son los
tiempos de los procesos políticos reformistas, nacionalistas, progresistas e
izquierdistas hoy vigentes en varios países de Nuestra América.
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ANTE AGOTAMIENTO
DE LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, urge mirar hacia
las democracias suramericanas.
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Ollantay Itzamná.
Rebelión martes 18 de
agosto del 2015.
Si bien la democracia
representativa fue hija predilecta de la modernidad, la misma que no pudo
alcanzar su mayoría de edad por sus contradicciones internas y la excesiva
avaricia de las élites de poder. Sin embargo, ello no significó la desaparición
de otras prácticas democráticas participativas, comunitarias y asamblearias,
aunque estos tipos de democracia fueron sistemáticamente excluidos del
constitucionalismo liberal, y de los ordenamientos legales internos.
Desde finales del pasado
siglo, el neoconstitucionalismo suramericano, con sus nuevos actores
sociopolíticos colectivos, incorporó, en los ordenamientos jurídicos internos
de primer grado, en varios países con gobiernos progresistas, mecanismos de
participación ciudadana directa para democratizar a las democracias formales.
Nuevas constituciones políticas como la de Bolivia establecen hasta tres tipos
de democracia: participativa, comunitarias y representativa.
¿Qué novedades democráticas nos propone el neoconstitucionalismo suramericano?
Revocatoria de Mandato. En el caso de la República Bolivariana de Venezuela y del Estado Plurinacional de Bolivia, sus respectivas constituciones políticas en vigencia incorporaron la figura de la Revocatoria de Mandato para remover a todos sus funcionarios de elección popular que pierdan legitimidad social. En estos dos países, desde el o la Presidenta del país, pasando por diputados/as, hasta los alcaldes/as, pueden ser removidos de sus cargos (mediante consulta popular) cuando existan evidentes actos de corrupción o incumplimiento de los programas de gobierno con el que fueron electos.
¿Qué novedades democráticas nos propone el neoconstitucionalismo suramericano?
Revocatoria de Mandato. En el caso de la República Bolivariana de Venezuela y del Estado Plurinacional de Bolivia, sus respectivas constituciones políticas en vigencia incorporaron la figura de la Revocatoria de Mandato para remover a todos sus funcionarios de elección popular que pierdan legitimidad social. En estos dos países, desde el o la Presidenta del país, pasando por diputados/as, hasta los alcaldes/as, pueden ser removidos de sus cargos (mediante consulta popular) cuando existan evidentes actos de corrupción o incumplimiento de los programas de gobierno con el que fueron electos.
En Colombia, Perú, Ecuador,
etc., existe esta figura jurídica, pero sólo para destituir alcaldes y
diputados. Bolivia y Venezuela son los dos únicos países donde se puede revocar
el mandato a los presidentes mediante consulta popular. Hugo Chávez y Evo
Morales se sometieron a dicho mecanismo popular de control y sanción política.
Elección popular de Magistrados del Órgano Judicial. En el caso de Bolivia, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia
y del Tribunal Constitucional Plurinacional son electos por voto popular. Sí,
aunque Ud. no lo crea, y aunque la doctrina constitucionalista tradicional se
incomode. Bolivia es el único país donde la ciudadanía elige, por voto popular,
a sus máximos administradores de justicia, y se garantiza el carácter
plurinacional en su conformación.
De esta manera, se intenta evitar la manipulación política que regularmente ejercen los partidos políticos en función de gobierno sobre la administración de justicia, colocando (nombrando) en puesto claves a sus “ahijados”.
De esta manera, se intenta evitar la manipulación política que regularmente ejercen los partidos políticos en función de gobierno sobre la administración de justicia, colocando (nombrando) en puesto claves a sus “ahijados”.
En el imaginario colectivo
latinoamericano, gobernantes y diputados son los principales “ladrones” de los pueblos, pero en los
hechos, casi ningún ex gobernante o diputado/a es enjuiciado o encarcelado por
sus actos. La explicación es más que evidente.
Iniciativa legislativa ciudadana. En el
caso de Venezuela, Ecuador y Bolivia, la ciudadanía, con el respaldo de un promedio
del 10% de firmas, en la circunscripción electoral, puede proponer al Congreso
o Asamblea Nacional un anteproyecto de Ley de interés popular. Y, las y los
diputados están obligados a conocer y debatir dicha propuesta.
Tradicionalmente, en las
democracias representativas, diputados, presidentes, ministros y magistrados
judiciales, monopolizaban el derecho de proponer anteproyectos de Ley. Y, así,
casi nunca la voluntad popular se convertía en Ley.
Referéndum y plebiscitos para controlar y sancionar a los gobernantes. En países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, el recurso a la consulta popular, sea para aprobar o desaprobar leyes, es una práctica que hace parte de la cultura política en proceso de construcción.
Referéndum y plebiscitos para controlar y sancionar a los gobernantes. En países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, el recurso a la consulta popular, sea para aprobar o desaprobar leyes, es una práctica que hace parte de la cultura política en proceso de construcción.
El plebiscito (otro mecanismo de participación/consulta
popular directa) lo practican para remover o refrendar a gobernantes y
representantes electos por voto popular.
En el caso boliviano, el
referéndum, por ejemplo, sirvió para la nacionalización de las reservas
hidrocarburíferas del país, y gracias a dicha voluntad popular Bolivia se
convirtió en un fenómeno socioeconómico continental en los últimos años.
Asamblea Constituyente Popular. El constitucionalismo tradicional establecía que los cambios o reformas a las constituciones políticas se realizaban única y exclusivamente mediante los representantes (diputados), respetando los artículos pétreos (inmodificables) constitucionales.
Asamblea Constituyente Popular. El constitucionalismo tradicional establecía que los cambios o reformas a las constituciones políticas se realizaban única y exclusivamente mediante los representantes (diputados), respetando los artículos pétreos (inmodificables) constitucionales.
Todavía en países como
Guatemala u Honduras se habla de diputados constituyentes y artículos pétreos.
En el nuevo
constitucionalismo suramericano se establece que los cambios o reformas a las
constituciones políticas se realizan mediante procesos constituyentes
populares. Ya no existen artículos pétreos, ni diputados constituyentes, sino
pueblos constituyentes. Este es el caso de Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Partidos políticos pierden el monopolio de la representación política. La apuesta por la democracia participativa, en algunos de los países
mencionados, significó la legalización de otros canales de representación
política, aparte de partidos políticos. En el caso de Bolivia, las agrupaciones
ciudadanas y pueblos indígenas disputaron el monopolio de representación
política a los partidos políticos.
Estas nuevas organizaciones políticas ciudadanas, con nuevos métodos organizativos (más horizontales) y nuevos discursos programáticos, impulsaron los procesos de refundación de los estados, y administran, ahora, a los nuevos estados ideados en los procesos de asambleas constituyentes populares. Los partidos políticos neoliberales de derecha e izquierda, si no murieron, aún no salen de su asombro de aquellas inéditas sublevaciones políticas ciudadanas.
Estas nuevas organizaciones políticas ciudadanas, con nuevos métodos organizativos (más horizontales) y nuevos discursos programáticos, impulsaron los procesos de refundación de los estados, y administran, ahora, a los nuevos estados ideados en los procesos de asambleas constituyentes populares. Los partidos políticos neoliberales de derecha e izquierda, si no murieron, aún no salen de su asombro de aquellas inéditas sublevaciones políticas ciudadanas.
Presupuestos participativos y redistribución de la riqueza. Los reconocidos y evidentes avances económicos y sociales en estos
países se debe ante todo a la inédita participación ciudadana en asuntos
económicos. El ejercicio de los presupuestos participativos en Brasil, Bolivia,
Ecuador, Venezuela, etc. hizo que la inversión y las políticas sociales
creciesen y se distribuyesen en los bolsones sociales más deprimidos.
Sin democracia participativa, ni la democratización de la economía, millones de brasileros, ecuatorianos, bolivianos, continuarían
sobremuriendo en la miseria.
Estos y otros mecanismos de
participación democrática directa evitaron que varios países, bajo la égida
neoliberal, ingresasen en la constelación de la violenta desintegración social
y política como sociedades y estados. La constitucionalización y la
implementación de estos mecanismos de participación evitó que Bolivia o Ecuador fueran, en este
momento, países desesperados, convulsivos y violentos, como lo son Guatemala,
Honduras o México.
Urge superar los límites teóricos impuestos (como cerco doctrinal) por los agentes de la democracia representativa excluyente, y transitar hacia la democratización de la política y de la economía. Necesitamos incorporar en las constituciones políticas de los Estados los diferentes mecanismos de participación y decisión popular directa. Al mismo tiempo, idear nuevas instituciones y políticas públicas que posibiliten la construcción de nuevos sujetos sociopolíticos y estados plurales acordes a las democracias participativas.
Urge superar los límites teóricos impuestos (como cerco doctrinal) por los agentes de la democracia representativa excluyente, y transitar hacia la democratización de la política y de la economía. Necesitamos incorporar en las constituciones políticas de los Estados los diferentes mecanismos de participación y decisión popular directa. Al mismo tiempo, idear nuevas instituciones y políticas públicas que posibiliten la construcción de nuevos sujetos sociopolíticos y estados plurales acordes a las democracias participativas.
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Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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