viernes, 8 de enero de 2016

AMÉRICA LATINA: LOS LÍMITES DE LA DERECHA. DICTADURA PARLAMENTARIA?. CHÁVEZ Y BOLÍVAR POR TODO CARACAS.

&&&&&
Venezuela cómo llega la derecha. La derecha política NO, la derecha torpe, llena de odio, venganza y violencia, al entrar como mayoría electoral al Parlamento Nacional en Venezuela, llegó después de 17 años de ser absoluta Minoría, pero no aprendió absolutamente NADA sobre DEMOCRACIA,  con una sola acción de prepotencia ha demostrado que su objetivo político NO es la Cohabitación Política (Ejecutivo-gobierno y Legislativo-Parlamento) NO es trabajar por salir de la aguda crisis económica, de la cual Venezuela es víctima directa del bloqueo económico de las corporaciones transnacionales en alianza con los poderes tradicionales internos. No es su objetivo trabajar políticamente a futuro para desde las propias calles, plazas públicas – y ahora desde el parlamento – por generar las condiciones internas de apostar por la Estabilidad Política del país, recuperar la Confianza de la población en la Política – una mayoría electoral no representa un triunfo definitivo – para construir social y políticamente Gobernabilidad Democrática,  sabiendo que en Venezuela hoy están en el escenario público nacional e internacional dos modelos, dos políticas distintas, diferentes, contradictorias por una lado el “chavismo” patriótico, revolucionario, bolivariano y por otro los antiguos defensores de la República y su modelo de las políticas del neoliberalismo fracasado y corrupto. Pero no, la derecha prepotente, violenta desde el primer día de “trabajo parlamentario” puso un término de 6 meses para la salida del gobierno democrático del presidente Maduro, una Ley para la Libertad de los presos y la juramentación de “Diputados” que ha sido totalmente desconocidos por el Tribunal de Justicia. Definitivamente NO aprendió nada sobre Democracia.

En concreto y absoluta transparencia, desde ahora vemos – a la distancia – que el futuro escenario venezolano es de lucha de clases política, radicalizada y polarizada. Los chavistas en el gobierno, tampoco se “dormirán” políticamente y no permitirán la violencia de una derecha torpe, llena de odio y venganza, por supuesto apoyada totalmente por los poderes facticos del imperio, los supuestos defensores de la “democracia y la libertad” los dueños de los medios de comunicación en América Latina, los “Sipayos” . Hay un regocijo triunfal, fantasmagórico de haber recuperado el gobierno, y ahora la coyuntura nacional e internacional – los obliga – a “rendir cuentas políticas” con los chavistas, izquierdistas, socialistas y seguidores de Chávez y Bolívar, pero con absoluta seguridad, se equivocaron de camino, escogieron el negro, subterráneo y lleno de violencia, odio, venganza y sobre todo de que ellos son los “auténticos demócratas”, los verdaderos “defensores de la libertad”, pero el tiempo nos dirá cómo se desarrollarán los acontecimientos en un escenario donde las clases y la lucha de clases luchan por un Proyecto Histórico de Revolución Socialista del Siglo XXI. Otro Mundo, Socialista, Democrático, Participativo, Cívico, Republicano y de plena defensa de nuestra Madre Naturaleza, SI ES POSIBLE en NUESTRA AMÉRICA, LA PATRIA GRANDE.


/////
AMÉRICA LATINA: LOS LÍMITES DE LA DERECHA. DICTADURA PARLAMENTARIA?. CHÁVEZ Y BOLÍVAR POR TODO CARACAS.
*****



¿CUÁLES SON LOS LÍMITES DE LA DERECHA EN AMÉRICA LATINA?
*****
Emir Sader.

ALAI miércoles 6 de enero del 2016.

ALAI AMLATINA, 06/01/2016.-  Clima de euforia en los medios de la derecha latinoamericana, después de década y media de sucesivas frustraciones.  Creen que pueden volver a ser protagonistas de la historia latinoamericana contemporánea. En los medios financieros y en los medios de información  internacionales, hay verdadera euforia.

El ímpetu con que actúan en Argentina y en Venezuela puede dar la impresión de que saben hacia dónde quieren ir, que tienen la clave del futuro de nuestras sociedades, que se han renovado al punto de poder volverse fuerza hegemónica en la región. Critican a los gobiernos progresistas, como si se tratara de un ciclo agotado, al cual ellos se proponen suceder y superar.

Pero, ¿qué tanto es así? ¿Qué se puede desprender de los primeros movimientos del gobierno de Mauricio Macri en Argentina y de los de la oposición victoriosa en las elecciones parlamentarias en Venezuela?

Aunque se propongan imprimir un nuevo impulso a la economía, todos los síntomas indican que retomarán el liberalismo económico, a pesar de su fracaso espectacular en el pasado reciente de esos países y en los que aún lo mantienen como modelo, como México, Perú y  otros. Las medidas puestas en práctica en Argentina y las que se anuncian en Venezuela representan la vieja fórmula del retiro del Estado de su capacidad  de regulación de la economía, de la liberación de acción de las fuerzas del mercado, de reinserción internacional  e incluso subordinación al FMI y a la política norteamericana en la región. Profundización de la recesión y aguda crisis social son los corolarios obligatorios de esas políticas.

Nada que ver con la superación del ciclo progresista, aunque declararon formalmente que mantendrían las políticas sociales de esos gobiernos, reconociendo su éxito y apoyo popular. Pero al reafirmar a los supuestos duros de las políticas neoliberales, cortando recursos y afectando directamente a los núcleos que las implementaban, demuestran, en Argentina, la contradicción entre su política económica y los objetivos sociales. Contradicción clara en Argentina, donde se multiplica el desempleo con enorme rapidez,  y probable, en  caso de que llegaran a gobernar en Venezuela, por la forma cómo se critica la generación de empleos, supuestamente de manera artificial y política por parte de los gobiernos tildados de “populistas”.

Como llegaron al gobierno por la vía electoral, no pueden recurrir a la represión abierta de los movimientos populares, que dio un margen de maniobra a las dictaduras para imponer su “paz social”. En Argentina se enfrentan, desde los primeros días, a movilizaciones populares masivas e indignadas por la brutalidad con que se intenta desmontar los derechos reconquistados a lo largo de los últimos 12 años. No hay luna de miel para el gobierno de Mauricio Macri que, al contrario, cuando recién empiezan las primeras y duras negociaciones salariales, no va a tener la vida fácil como su risueña campaña electoral auguraba.

¿Qué pasará cuando el gobierno se dé cuenta que la economía no volverá a crecer con las medidas que toma? ¿Qué, al contrario, se ahonda la recesión, con elevación del desempleo y de la crisis social? ¿Qué pasará cuando se dé cuenta que no dispone de mayoría política para seguir gobernando mediante decretos? ¿Qué pasará cuando tome conciencia que no puede establecer acuerdos internacionales que se contrapongan al Mercosur, salvo que intente la aventura de abandonar esa alianza regional de la que tanto depende la economía argentina y se aleje cada vez más de Brasil?

En Venezuela, la derecha,  eufórica por su mayoría parlamentaria y proyectando el cambio de gobierno en seis meses, también va a tener que enfrentarse con la dura realidad concreta. En primer lugar, triunfaron en las elecciones parlamentarias, obteniendo 400 mil votos más que en la elección anterior – el voto castigo probablemente de chavistas descontentos -, pero también hubo una gran abstención – 2 millones – de chavistas que no optaron por el voto castigo, pero que son una reserva de apoyo para el gobierno. Esos amplios sectores, frente a un referendo revocatorio que la oposición logre convocar, no se sumarán automáticamente al fin del gobierno chavista, a sabiendas de todas las  consecuencias negativas para los sectores populares.

En segundo lugar, las nuevas iniciativas del gobierno para reactivar a la economía, a ser enviadas a la Asamblea Nacional, van a plantear a la oposición el desafío de compartir medidas en contra de la crisis o de  mantenerse en la impopular actitud de cuanto peor, mejor. A sabiendas que los problemas económicos son los que más afectan a la gente y que el sector moderado de la oposición quiere ayudar a superar la crisis, mientras que el sector radical solo piensa en cambiar el gobierno, las dificultades y el desgaste para la oposición pueden ser decisivos frente a una población necesitada de soluciones inmediatas para sus problemas.

Por otra parte, las medidas con  las que el gobierno se ha blindado,  dificultan mucho las primeras medidas anunciadas por la oposición, sea en relación a la amnistía o cualquier otra que busque la sustitución del gobierno en seis meses, van a chocar con una institucionalidad adversa, ya sea del Ejecutivo o del Poder Judicial. La euforia inicial se va agotar rápidamente. Quedaría la convocatoria del referendo en la mitad del gobierno de Nicolás Maduro, que puede ser logrado con el 20% de firmas de los electores.

Pero frente a la disyuntiva de terminar de una vez con los gobiernos chavistas y entregar el poder a la oposición o seguir peleando por la superación de la crisis en el marco de esos gobiernos, la oposición no contará fácilmente con una mayoría. Lo decisivo será la lucha de masas en los próximos meses, junto con la reacción popular frente a las iniciativas del gobierno para superar la crisis y las respuestas de la oposición. Las movilizaciones populares, que se han iniciado ya, favorecen ampliamente al gobierno, que cuenta con una militancia activa, mientras que la oposición cuenta con un gran apoyo silencioso y el descontento de sectores populares que siempre habían  apoyado al chavismo.

Pero lo determinante será la postura política de la izquierda, de proponer alternativas concretas, de desencadenar la lucha de ideas y ser capaz de movilizar a los más amplios sectores populares en la resistencia en contra de la derecha, dirigiendo, de forma unificada,  la continuidad de las luchas en contra del neoliberalismo y de los intentos de restauración conservadora en nuestras sociedades.

*****
- Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro.

*****


LA TENTACIÓN DE UNA DICTADURA PARLAMENTARIA.
*****
Atilio A. Boron *
La derecha venezolana estrenó su mayoría calificada en la Asamblea Nacional con un grito de guerra: desandar el camino iniciado en enero de 1999 cuando Hugo Chávez Frías juró sobre la moribunda constitución de la Cuarta República que impulsaría las transformaciones políticas, económicas y sociales que el pueblo de Venezuela reclamaba desde hacía mucho tiempo. Más allá de las especificidades y los innegables problemas del momento actual lo cierto es que la irrupción de Chávez marcó un antes y un después en la historia no sólo de su país sino de América Latina y el Caribe. Después de Chávez nada seguirá siendo igual, y se engañan quienes piensan –en Venezuela como en la Argentina de Mauricio Macri– que se puede desandar el reloj de la historia. Así como la izquierda sabe que una circunstancial mayoría electoral no basta para garantizar el triunfo de la revolución, no es menos cierto que una favorable aritmética parlamentaria tampoco es suficiente para hacer lo propio con un proyecto reaccionario.
Las clases y capas populares pueden estar muy descontentas con la gestión macroeconómica o con los estragos de la corrupción en la Venezuela actual, pero parece muy poco probable por no decir imposible que la paciente labor pedagógica de Chávez y el aprendizaje popular de todos estos años de sueños, luchas y realizaciones hayan caído en el olvido. Los problemas económicos del momento no alcanzan para cancelar los notables cambios en la conciencia de las clases y capas populares. El pueblo sabe lo que fue la Cuarta República, al servicio de quienes gobernó y quienes fueron sus personeros, muchos de los cuales aparecen hoy travestidos como si fueran impolutos representantes de la república. Y el chavismo, antes y ahora, podrá haber cometido muchos errores pero sus aciertos históricos superan ampliamente sus desaciertos. En ese sentido, el balance deja un saldo positivo que los problemas del momento no alcanzan a eclipsar. Y si la derecha se confunde y cree que una transitoria mayoría en la Asamblea Nacional equivale a una carta blanca para volver al pasado más pronto que tarde caerá en la cuenta de que el poder social es una construcción mucho más compleja y que excede los límites del ámbito parlamentario.
Este es importante, sin duda, pero está lejos de ser una plataforma desde la cual impulsar un proyecto que recorte ciudadanía, atente contra derechos económicos y sociales y socave la soberanía nacional. Si, ensoberbecida, aquella tuviera la osadía de pretender avanzar por este camino e instaurar una suerte de dictadura parlamentaria sus temerarios mentores tropezarían rápidamente con una encarnizada resistencia social. Aprenderían, rudamente, lo que es la dualidad de poderes y la posibilidad de perder en las calles lo que ganaron en las urnas. La protesta plebeya asumiría bien pronto un inesperado (para ellos) protagonismo, demostrando la eficacia práctica de un contrapoder nutrido en la memoria histórica de un pueblo y en los sueños emancipatorios que Chávez supo inculcar entre los venezolanos y que son como las brasas aún ardientes debajo de las cenizas engañosas del momento, que un simple soplo las hará renacer con fuerza. Y ese aliento lo puede desatar la tentación de la derecha al caer en el fetichismo de lo que Marx llamó el “cretinismo parlamentario”: pensar que una mayoría legislativa equivale a una mayoría social, y que una momentánea, transitoria, supremacía electoral es suficiente para ejercer una dictadura parlamentaria. Por una de esas trampas de la dialéctica histórica, o de una hegeliana “astucia de la razón”, ese mal paso de una derecha ganada por el odio visceral hacia los plebeyos soliviantados podría ser lo que hoy necesita el alicaído chavismo para reencenderse con fuerza en la noble tierra venezolana.
*****
* Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.
*****

CHÁVEZ Y BOLÍVAR POR TODO CARACAS.
El Gobierno Venezolano responde al retiro de retratos del Parlamento.
*****
El alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, mandó a colocar imágenes del prócer y del fallecido presidente en desagravio a la medida de la Asamblea, dominada por la oposición.

Página /12 viernes 8 de enero del 2016.

La asunción de la nueva Asamblea Nacional de Venezuela, con mayoría opositora por primera vez en 17 años de gobierno chavista trajo, además de un conflicto de poderes, una polémica por el retiro de los retratos del libertador Simón Bolívar y del ex presidente Hugo Chávez del recinto de sesiones, ordenado por las nuevas autoridades. El alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, mandó ayer a colocar imágenes de Bolívar y del fallecido presidente en las calles de la ciudad en desagravio a una decisión de la nueva directiva del Parlamento. “Llamo al pueblo a rebelarse ante estas manifestaciones neofascistas y antibolivarianas”, exhortó anteanoche el presidente Nicolás Maduro en un discurso transmitido por la cadena nacional de radio y televisión en el que dijo que muchos militares, algunos llorando, lo habían llamado para comentarle sus opiniones contrarias al retiro de los cuadros.
“Llamamos al pueblo a realizar actos de desagravio porque intentan mancillar la memoria histórica, la memoria de nuestro comandante supremo Hugo Chávez, el líder político más importante del siglo XX y creo que del XXI”, sostuvo Maduro y advirtió que “el que se mete con Chávez se seca”.
Asimismo, el alcalde chavista del municipio caraqueño Libertador, Jorge Rodríguez, afirmó ayer en un acto partidario que había dado instrucciones para que en todas las calles y en todos los postes de la ciudad se coloquen vallas donde estén las imágenes del libertador Simón Bolívar y de Chávez.
Acompañado de varios diputados oficialistas y de cerca de un centenar de simpatizantes, Rodríguez informó que desde ayer “los retratos de nuestro padre libertador y de nuestro padre Chávez, que fueron intentados mancillar por la derecha fascista, se mantendrán en exhibición permanente”. Los presentes realizaron una ofrenda floral ante la estatua ecuestre de Bolívar, que preside la plaza, y el alcalde anunció que las imágenes retiradas de la Asamblea Nacional por la oposición serán instaladas en ese lugar del centro de la capital venezolana.
El acto formó parte de un conjunto de actividades convocadas por Maduro como gesto de rechazo a la decisión del presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, de retirar de esa institución los retratos el mismo día que tomó posesión de su cargo. “Hemos visto los colmillos del fascismo, pero el pueblo ya despertó, no se metan con los amores del pueblo, nunca nos arrodillaremos ante ningún imperio”, añadió el alcalde oficialista.
Ramos Allup precisó que la instrucción de retirar las imágenes del prócer venezolano iba dirigida sólo a aquellas que se tratan de una simulación del rostro de Bolívar, producto de un estudio ordenado por Chávez, a través del análisis de los huesos del personaje histórico, pero no se afectaba a las pinturas originales del libertador. Y, además, explicó que dio la orden de quitar los retratos de Chávez y Bolívar porque en el recinto parlamentario “solamente pueden estar como símbolos la bandera y el escudo, y más nada. Si cada tendencia política va a traer el retrato de su líder favorito o de su presidente, imagínense ustedes en los que se convertiría el Parlamento”, agregó el dirigente opositor consultado por periodistas frente al edificio de la Asamblea. Ramos Allup indicó que ni siquiera José Tadeo Monagas, que fusiló al Congreso en 1848, se atrevió a poner un retrato suyo en el parlamento y subrayó que tienen que acostumbrarse aquí a que las cosas cambiaron.
El retiro de las imágenes de Bolívar y Chávez del Parlamento registra un antecedente y se remonta a 1958, cuando el político e intelectual Arturo Uslar Pietri retiró del palacio presidencial de Miraflores un retrato del dictador Marcos Pérez Jiménez, quien acababa de salir del país tras abandonar el gobierno.

*****

No hay comentarios: