España, en el epicentro
de la crisis política, la “solución no es Rajoy”, mirando a la distancia y
conocedor del
proceso político democrático-constitucional, “el problema es Rajoy”, y ello debería entender el Presidente y ”Líder”
de los conservadores del partido popular, que un segundo gobierno es cada vez
más imposible, la carga es demasiado, las cuentas políticas pesan mucho en las
negociaciones, con la finalidad de “construir” la “gran coalición política” que
siga gobernando España, con la misma “firma y sello” de las políticas de
austeridad, que definitivamente han sido derrotadas. Los Socialista del PSOE – que llevan parte de esa carga del fracaso
neoliberal –no se atreven a ser parte del gobierno con el sr. Rajoy, a pesar de
ser el más votado en las elecciones, pero no tiene la mayoría para ser gobierno
y menos si camina más allá – con dirección a la centro derecha del nuevo
movimiento de Ciudadanos – con seguridad
no serán tan “inocentes” en política de asumir la tremenda deuda social y
política que tiene el sr. Rajoy con
España – trabajadores, juventud, migrantes y regiones – Pero todo lo expresado
no es GOBERNABILIDAD – desde ningún
punto de vista, es simplemente – conversaciones, diálogos políticos, acomodos
políticos, negociaciones, para “abrir puertas”, - camino a poner desde una “esquina”
un aporte al proceso de reconquistar la CONFIANZA
del Ciudadano español en la Política, en los Partidos Políticos y en
espacial en la “clase política”.
En la otra “esquina”
del inmenso escenario bullente de la política española están cómodamente posesionados los “jóvenes” de
izquierda de la nueva organización política
PODEMOS – ello si limpios de pesos, cargas, deudas sociales y políticas – pero si con una fuerte Plataforma de
Gobierno – que en la práctica limita los ámbitos políticos para tentar una
alianza política con la derecha del partido popular (descartado), posibilidades
seguro – pero también a medida que pasa el tiempo con los sectores de la centro-derecha,
la “joven” organización de Ciudadanos.
En otra “esquina” están los social-demócratas, “socialistas” del Partido Socialista Obrero Español PSOE – también responsable
de la “tragedia humana” del pueblo español, porque el sr. Rodríguez Zapatero – su anterior líder y gobernante – fue responsable
político de haber impuesto las políticas de austeridad en su primera etapa, y el peso y deuda social con el
pueblo Ibérico es muy fuerte. Los socialistas
constituyen la segunda fuerza electoral, pero tampoco pueden formar
gobierno-
Rajoy, presidente de España. Hoy no es la solución, es el problema.
***
Pero forjar y
construir GOBERNABILIDAD es un proceso social y político que siempre
viene de –abajo hacia arriba -, es un proceso dialéctico, democrático que
pasa por recuperar la Confianza de la
Ciudadanía, para construir ESTABILIDAD
POLÍTICA, situación muy exigente que nos demanda una fuerte PARTICIPACIÓN DE LA
CIUDADANÍA, en esa perspectiva, avizoramos
que en la cuarta “esquina” de esa inmensa “plaza pública”, el escenario de escenarios
de las clases y la lucha de clases – esta posesionado el pueblo, la
ciudadanía que ha sido víctima en los últimos 10 años de la imposición de las
políticas neoliberales de la austeridad. No podemos negar y menos desconocer
que las políticas de austeridad impuestas
desde el Estado por el gobierno de turno – el bipartidismo español – PSOE-PP – representa la manifestación más extrema
de las políticas de la derecha europea, del neoliberalismo, de la
Troika, es decir, lucha política con fuerte contenido financiero-especulativo
(el poder de la troika en vivo y directo), lucha de clases, lucha política. Las clases sociales que han sido – y siguen
siendo – víctimas directas de haberles destruido sus derechos sociales hoy
representan el “gran” poder popular, la nueva Sociedad Civil –
empoderada no solo socialmente, sino políticamente desde los jóvenes INDIGNADOS que tomaron las
calles y la plaza pública – la vuelta
del Ágora griega 25 siglo después – para protestar contra las políticas del
PSOE primero y posteriormente del PP del
sr. Rajoy.
Según los
cables de información lo que hoy buscan los dirigentes de los conservadores –PP – Socialistas del PSOE,
centro-derecha de Ciudadanos y al frente
Podemos de la nueva izquierda – son la forja de “coaliciones políticas” para gobernar en democracia en España, “coaliciones”
que garantizan la continuidad política de la “Democracia” – pero ese no es el
mensaje que el pueblo, la ciudadanía le otorgó a Podemos – NO. Hay que forjar y construir GOBERNABILIDAD
DEMOCRATICA con la activa Participación
de la Ciudadanía, recuperando la Confianza del pueblo en la Política,
generando mediante el Diálogo Político
de Consenso Nacional, las condiciones de realizar grandes Cambios Sociales y
políticos – recuperando los derechos sociales liquidados por el bipartidismo –
en un nuevo escenario de GOBERNABILIDAD
DEMOCRÁTICA: Una Nueva Democracia de
Ciudadanos, Participativa, Republicana , base para recuperar – una vez más –
la vigencia de las Instituciones constitucionales – del Estado del Bienestar – la gran herencia, conquista social y
política de los “30 años de oro del
capitalismo europeo” – 1945-1975 -. Hoy las exigencias
sociales y políticas son fuertes y centrales para garantizar Gobierno en
tiempos de Democracia. Pero No, continuismo y menos Bipartidismo.
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España, los políticos líderes de los 4 partidos políticos - hoy responsables de generar las condiciones sociales y políticas para un "nuevo" Gobierno.
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LA
GOBERNABILIDAD DE ESPAÑA SE NEGOCIA.
Rajoy no encuentra
aliados dispuestos a atar su destino al partido
Popular.
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La
formación de gobierno en España sigue encallada. Los socialistas rechazan “una
gran coalición” con el PP y Ciudadanos, mientras que un frente de izquierdas se
traba por las diferencias en torno de la independencia de Cataluña
Flor Ragucci
Desde Barcelona Página /12 lunes 11 de enero del 2016.
Veinte
días después de las elecciones, España sigue sin presidente a la vista. El
reparto inédito de poder que se dio tras los comicios generales del 20 de
diciembre dejó al país en un escenario tan plural como inestable. Dado que
ningún partido obtuvo la mayoría absoluta necesaria para conformar gobierno,
las negociaciones se suceden incansablemente entre unos y otros para conseguir
la cantidad de diputados necesarios a través de pactos que, hasta ahora, son
inviables.
El
grupo más votado, el Partido Popular (PP), es el que tiene de momento la pelota
en su terreno para intentar formar gobierno y por eso su candidato, el
presidente Mariano Rajoy, no deja pasar oportunidad de ofrecer a las demás
formaciones su alianza. El Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos son el
principal blanco al que los populares apuntan con el objetivo de constituir “la
gran coalición” que les permita conservar la presidencia y evitar el temido
avance de un frente de izquierdas, que podría darse si los socialistas se unen
a Podemos y los otros partidos que, con similar tendencia política, ganaron
escaños en las últimas elecciones.
Desde
el día siguiente a las urnas –en plenas vísperas de las navidades– Rajoy golpea
una y otra vez a la puerta de Pedro Sánchez mientras que el líder del PSOE, sin
pestañear, se la cierra en la cara. El último no rotundo que el secretario
general de los socialistas le transmitió al PP fue el pasado jueves desde
Lisboa, durante un encuentro con el primer ministro de Portugal, Antonio Costa,
quien también tuvo que pactar con otras fuerzas –los comunistas– para llegar al
gobierno. Pedro Sánchez repitió en rueda de prensa los dos mensajes ya
conocidos: no hay la más mínima posibilidad de la llamada gran coalición con el
PP, y si Mariano Rajoy fracasa en su intento de investir como presidente, “el
PSOE intentará convocar una gran coalición de fuerzas progresistas para liderar
el Gobierno del cambio”.
El
líder socialista indicó que seguirá el mandato aprobado por el Comité Federal
de su partido a la hora de posibles negociaciones para formar Gobierno e
insistió en que “España necesita un gobierno fuerte, progresista y con
capacidad de diálogo”. Sánchez aprovechó su visita a Portugal como lanzadera de
guiños hacia los partidos de izquierdas: “Como Antonio Costa, yo quiero ponerme
de acuerdo en revalorizar las pensiones, en subir el Salario Mínimo
Interprofesional, en pactar una fiscalidad más justa o en una mayor inversión
en innovación y desarrollo”, aseguró, confiando en que el acuerdo pase por lo
que denominó “una agenda social”.
El
candidato socialista centra sus apuestas en un hipotético consenso entre los
progresistas en torno al eje social porque sabe que es ese el camino que podría
llevarlos al encuentro y, en cambio, procura hacer a un lado el principal punto
que los aleja: la independencia de
Cataluña. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, dejó claro en todo momento
que las prioridades de su formación siguen pasando, por un lado, por resolver
la “emergencia social”, y por otro, la cuestión territorial “por vías democráticas”,
es decir, a través de un referéndum en Cataluña. En este sentido, Iglesias
respondió al llamamiento de Pedro Sánchez apelando al PSOE “sensato”, que
“quiere avanzar” y que “entiende España”, frente al que “comparte hoja de ruta
con el PP, con Ciudadanos y con el bloque inmovilista”. En la primera reunión
del Consejo Ciudadano de Podemos tras las elecciones generales, Iglesias
reclamó a los socialistas “que digan claramente si van a permitir que Rajoy
gobierne o van a dialogar sin unas líneas rojas que nos dejan claramente sin
interlocutores”, en alusión a la exigencia del PSOE a Podemos de que renuncie
al referéndum catalán para sentarse a dialogar.
La
otra condición que tanto los socialistas como el resto de formaciones se niegan
a aceptarle a Podemos es la que el partido de Iglesias puso sobre la mesa en el
diálogo sobre la composición del órgano de gobierno de la Cámara baja. El
próximo 13 de enero se eligen la Presidencia y la Mesa del Congreso de los
Diputados y Podemos exige el reconocimiento de las candidaturas con las que se
presentó en Galicia, Cataluña y Valencia como grupos parlamentarios
diferenciados al del propio Pablo Iglesias. Iñigo Errejón, número dos de la
formación violeta, explicó que se trata de una demanda fundamental para reflejar
la pluralidad de España y que, además, quedó reforzada en el resultado
electoral. De ser así, los cuatro grupos tendrían mayor subvención del
Congreso, intervenciones de todos en los plenos y comisiones y mayor cupo para
presentar iniciativas, cosa a la que todos los demás partidos se oponen
amparándose en que el reglamento estipula que miembros del mismo partido no
pueden constituir grupos distintos.
Para
ponerse de acuerdo en lo relativo a la elección del presidente del Congreso
también se reunieron Pedro Sánchez y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Sin
embargo, en lo único en que coincidieron fue en bloquear la exigencia de
Podemos de conformar cuatro grupos parlamentarios porque, en lo que respecta a
la constitución de un nuevo Gobierno, sus posturas son hasta el momento
irreconciliables. Mientras el secretario general del PSOE está intentando
conformar una mayoría para ser investido con los votos de Podemos y sus
aliados, el presidente de Ciudadanos este viernes descartó su colaboración en ese
proyecto. Ante la pregunta de los periodistas sobre si su partido facilitaría
la investidura de Sánchez con su abstención si Podemos renunciará el referéndum
catalán en un hipotético acuerdo con el PSOE, la respuesta de Albert Rivera fue
redonda: no. “Esa condición no es suficiente, la economía de mercado, el pacto
del euro, son pilares de nuestra democracia, como el pacto constitucional. No
puedo decir que no pago la deuda, y tampoco puedo renunciar a la economía de
mercado”, afirmó el líder de la formación centroderechista.
Rivera asegura también que no hay ningún avance en la investidura de
Mariano Rajoy: “No hemos tenido contacto con el presidente, ni discreto ni
indiscreto. Si hay que hablar, lo haremos, porque es importante tener diálogo
fluido entre los líderes políticos”, explicó. “Cuando tuve la reunión con Rajoy
no hubo ninguna propuesta. Sólo está sobre la mesa si la abstención de varios
grupos juega un papel decisivo; nadie está planteando ninguna otra propuesta
salvo la de un Gobierno en minoría a cambio de una hoja de reformas”, declaró
el candidato de Ciudadanos. En efecto, eso es lo que espera Rajoy y por eso ya
anunció que volverá a intentarlo con los socialistas quienes, como
previsiblemente le giren otra vez la cara, tendrán que escuchar en el debate de
investidura la nueva oferta que el presidente le tiene reservada al líder del PSOE, Pedro
Sánchez, para que lo ayude a seguir en el gobierno.
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