“Colón, sobre todo en su Diario de a bordo, relata desde el asombro que
tiene alguien que llega a un lugar desconocido, un lugar que está “descubriendo”, entonces se asombra con
todo lo descubierto, con todo lo que va encontrando a su paso. Hay otra
transparencia en el relato y hay una justificación de que todo lo descubierto
tiene cierto encanto, cierta belleza casi natural. Alvar Nuñez Cabeza de Vaca en Naufragios, aunque también va descubriendo, su relato parte desde
la mirada del que está conquistando, del
que conoce algo, o bastante, del lugar al cual llega, sabe en parte a dónde
está yendo y quienes los pueden recibir.
El
papel de la religión y del Dios cristiano, en el caso de Colón, fue ayudarlo a llegar y descubrir
esa especie de “tierra prometida” en
que se transformó América; en el caso de Cabeza
de Vaca, el papel del todo poderoso Dios, es ayudarlo a conquistar y
colonizar esa “tierra prometida”. La
narración parte siempre del designio o voluntad de Dios, y se da una
intencionada utilización bíblica para, primero llegar a esa “tierra prometida” y “descubrirla”; luego
conquistarla; y así primero “descubrir” a los “otros” y luego colonizarlos. En
los elementos propios de la crónica, se utilizan descripciones detalladas de
paisajes, lugares, ríos, lagunas, montañas, tipo de tierra, caminos. Cabeza de Vaca
tiene una necesidad de describir cada momento y cada cosa, porque finalmente
está describiendo su propia vida”.
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DE AMÉRICA LATINA CÓMO ”TIERRA PROMETIDA” A LA NEOCOLONIA.
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Kintto Lucas.
Jueves 22 de febrero del 2018.
ALAI. América Latina en Movimiento.
En
las crónicas de indias
podemos encontrar las bases del colonialismo político, económico y simbólico de
América Latina. Las crónicas de
indias pueden reunir varios géneros literarios y periodísticos en si mismas.
Pueden ser en parte autobiografías, en parte reportajes, pueden ser en conjunto
una gran novela, a veces incluso tienen poesía. Pueden reunir varios géneros.
Se pueden encontrar descripciones, testimonios, opinión.
Los
cronistas describen
una realidad que en algunos momentos parece, o es, ficción, pero, sobre todo,
desarrollan la base ideológica de la conquista y colonización, que padecemos
hasta el presente.
Salvando
las importantes diferencias, los narradores de las crónicas de indias, como los narradores bíblicos, van
contando su propia experiencia en la que se mezcla realidad y ficción de
acuerdo a las vivencias de cada momento, y lo religioso tiene un componente muy
importante, a nivel subjetivo.
Las
crónicas de indias
tienen diferencias importante, de acuerdo al momento en que fueron narradas.
Las crónicas de Cristóbal Colón, por ejemplo, son las crónicas del descubridor,
y la de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca o
Fernández de Oviedo son las crónicas
de los conquistadores.
Colón,
sobre todo en su Diario de a bordo, relata desde el asombro que tiene
alguien que llega a un lugar desconocido, un lugar que está “descubriendo”, entonces se asombra con
todo lo descubierto, con todo lo que va encontrando a su paso. Hay otra
transparencia en el relato y hay una justificación de que todo lo descubierto
tiene cierto encanto, cierta belleza casi natural.
Alvar
Nuñez Cabeza de Vaca en Naufragios, aunque también va descubriendo, su relato parte desde
la mirada del que está conquistando, del que conoce algo, o bastante, del lugar
al cual llega, sabe en parte a dónde está yendo y quienes los pueden recibir.
El
papel de la religión y del Dios cristiano, en el caso de Colón, fue ayudarlo a llegar y descubrir
esa especie de “tierra prometida” en
que se transformó América; en el caso de Cabeza
de Vaca, el papel del todo poderoso Dios, es ayudarlo a conquistar y
colonizar esa “tierra prometida”.
La
narración parte
siempre del designio o voluntad de Dios, y se da una intencionada utilización
bíblica para, primero llegar a esa “tierra
prometida” y “descubrirla”; luego conquistarla; y así primero “descubrir” a los
“otros” y luego colonizarlos.
En los elementos propios de la
crónica, se utilizan descripciones detalladas de paisajes, lugares, ríos,
lagunas, montañas, tipo de tierra, caminos. Cabeza de Vaca tiene una necesidad de describir cada momento y cada
cosa, porque finalmente está describiendo su propia vida.
La tierra, por la mayor parte, desde donde desembarcamos hasta
este pueblo y tierra de Apalache, es llana; el suelo, de arena y tierra firme;
por toda ella hay muy grandes árboles y montes claros, donde hay nogales y
laureles, y otros que se llaman liquidámbares, cedros, sabinas, y encinas, y
pinos y robles, palmitos bajos, de la manera de los de Castilla… (Naufragios, Capitulo VII, De la manera que es la tierra, pp. 21)
Cabeza
de Vaca también
describe con detalles a los seres humanos que encuentran a su paso, sus rasgos
físicos, sus elementos sicológicos, su vestimenta, su forma de actuar ante la
llegada del extraño, que para algunos es el adversario que viene a apoderarse
de su tierra, sus formas de atacar de aparecer y desaparecer.
Otro
día, los indios de aquel pueblo vinieron a nosotros, y aunque
nos hablaron, como nosotros no teníamos lengua, no los entendíamos, mas hacíannos
muchas seña y amenazas, y nos pareció nos decían que nos fuésemos de la tierra,
y con esto nos dejaron, sin que nos hiciesen ningún impedimento, y ellos se
fueron. (Naufragios, Capitulo III, Como
llegamos a La Florida, pp. 11)
Venida
la mañana, vinieron a nosotros muchas canoas de indios, pidiéndonos los dos
compañeros, que en la barca habían quedado por rehenes…
(Naufragios, Capitulo X, De la refriega que nos dieron los indios, pp.33)
También detalla el tiempo, la
tormenta, la pérdida de los barcos, hechos fundamentales que van ocurriendo en
su camino. Describe la vegetación, los árboles, las plantaciones, el maíz si
estaba para comer o no, los animales salvajes o domésticos y su utilidad, las
diferencias entre las islas y el continente. Para marcar cierta verosimilitud y
para que el rey, que es considerado una especie de dios en la tierra, tenga con
qué comparar, hay siempre una mención a ciertos parecidos con lugares, arboles,
animales de España.
En esas crónicas hay puntos
importantes cuando Cabeza de Vaca
describe a los otros seres humanos, si son indios amigos o enemigos, si son
cristianos cercanos o lejanos. Cada descripción encierra un simbolismo, tiene
un significado, cada encuentro también. La descripción del encuentro con otros
cristianos, las condiciones en qué estaban, las peleas con los indios, la
descripción de si mismos, de su estado físico y su estado de ánimo en el camino
de la conquista, los testimonios, las conversaciones para tomar decisiones
importantes. En un momento que el gobernador conversa con él y otros, sobre la
idea de entrar tierra adentro, mientras los navíos iban costeando hasta llegar
a puerto seguro, Cabeza de Vaca, argumenta su oposición porque:
…íbamos mudos y sin lengua, por donde mal nos podíamos entender con
los indios, ni saber de lo que la tierra queríamos, y que entrabamos por tierra
de que ninguna relación teníamos, ni sabíamos de que suerte era, ni en lo que
ella había, ni de que gente estaba poblada… (Naufragios, Capitulo III, Como
llegamos a La Florida, pp. 14)
Todas
la crónicas de Alvar Núñez Cabeza de Vaca, que son parte de la gran crónica general, están
marcadas por una visión desde el conquistador. El hace una descripción desde el
poder del conquistador, el poder del que llega a someter al otro y tiene el
respaldo del Dios cristiano. Su crónica parte de la certeza que su misión es
someter militarmente, económicamente, socialmente y culturalmente al otro. En
cada momento muestra la certeza de que esa tierra que está conquistando es su
“tierra prometida”, y en esa tierra se debía cumplir lo que, según él y los
conquistadores era la voluntad de Dios y, obviamente del rey.
Como los indios se volvieron, todos los de aquella provincia, que
eran amigos de los cristianos, como tuvieron noticias de nosotros, nos vinieron a ver, y nos
trajeron cuentas y plumas, y nosotros les mandamos que hiciesen iglesias, y
pusiesen cruces en ellas, porque hasta entonces no las habían hecho; e hicimos
traer los hijos de los principales señores y bautizarlos; y luego el capitán
hizo pleito homenaje a Dios de no hacer ni consentir hacer entrada ninguna, ni
tomar esclavo por la tierra y gente que nosotros habíamos asegurado, y que esto
guardaría y cumpliría hasta que Su
Majestad y el gobernador Nuño de Guzmán, o el virrey en su nombre,
proveyesen en lo que más fuese servido de Dios y de Su Majestad. (Naufragios, Capítulo XXXVI, De cómo
hicimos hacer iglesias en aquella tierra, pp.108)
Gonzalo
Fernández de Oviedo
en cambio, en Sumario
de la natural historia de las Indias
no relata desde su autobiografía, sino desde una mirada general. Si en Cabeza de Vaca la crónica está al
servicio de su propia historia, en Fernández de Oviedo la crónica está al
servicio de una mirada más colectiva desde los conquistadores. Pero uno y otro,
describen y argumentan desde la voluntad de Dios.
Las crónicas de indias sirven a los
españoles para justificar la conquista y todo lo que eso significó, como bien
dice José Miguel Oviedo:
La palabra de Dios, estaba siendo diseminada por los hombres, que
habían llegado a América justamente porque “
﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ escrito”
de oviedo doierra, pp. enosotros s señores y bautizarlos, ens.do español
necesitaba en Fernandez de oviedo doasí estaba escrito”, y era natural que
ahora diesen testimonio de lo que habían hecho en su nombre”. (El
descubrimiento y los primeros testimonies, Historia de la literatura
hispanoamericana, pp. 74)
De la misma forma que Moisés tenía urgencia de ir contando
las hazañas de su Dios y del pueblo hebreo, para justificar sus acciones y dar
fuerza a su pueblo en el camino de conquistar y colonización de la “tierra prometida”; el conquistador
español necesitaba ir contando su conquista y la conquista de Dios y del rey, para ir justificando sus
acciones rumbo a la colonización final de su “tierra prometida”.
Si la crónica de Colón inicio la representación colonial
de América, las crónicas de Alvar Nuñez
Cabeza de Vaca y otros conquistadores consolidan esa representación
colonial y desarrollan el concepto de América como la “tierra prometida” de Dios al Rey de España, o sea a Occidente. Hay
un discurso escondido que se puede descifrar así: si Dios prometió a los
primeros hebreos Canaán, también
prometió América al rey de España. Esa utilización del Dios cristiano y de los designios
bíblicos marcará el curso histórico de América Latina de la Colonia a la
Neocolonia.
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