"LAS GUARIDAS.- Con
el pasar de los años, la expansión de la globalización, junto con el desarrollo
de las tecnologías de comunicaciones y la profundización de la desregulación
neoliberal, permitieron la libre movilidad de los capitales como nunca antes, y
estos territorios se fueron convirtiendo en los puertos preferidos para
modernos criminales que encontraron la forma de continuar con el legado dejado
por los pillos de mar, aunque ahora vestidos de saco y corbata. El poder
empresarial, los especuladores financieros y políticos de todo el mundo fueron
legitimando la existencia de estas “guaridas”
por medio de normas internacionales y marcos legales nacionales que se
adecuaron a los intereses de los centros financieros globales –principalmente Wall
Street y City
of London– y a
los objetivos de aquellos que pretendían tener un lugar donde poder acumular
tranquilamente su riqueza".
"Según
la organización internacional OXFAM,
son seis los territorios caribeños que están dentro de la lista de las 15 guaridas fiscales más agresivos del
mundo financiero, encabezando la lista Bermudas
e Islas Caimán, ambos territorios pertenecientes al Reino Unido. Un poco más abajo en el ranking los acompañan
Curazao, Bahamas, Barbados e Islas Vírgenes Británicas, todos ellos, excepto
Curazao, vinculados al reino británico. Hay que tomar en cuenta que Bahamas y Barbados no se independizaron
sino hasta hace pocas décadas, aunque la dependencia económica los mantiene
alineados a las pretensiones de la City. Sin embargo, no hay que olvidar que los grandes
jugadores de este juego y los que ponen las reglas finalmente, son países como Suiza, Estados Unidos, Países Bajos,
Singapur, Luxemburgo, Alemania, entre otros, y son los que ostentan el
mayor índice de secretismo financiero, indicador medido por la Tax Justice Network".
"Mapa Mundi" de las guaridas de Piratas Modernos de Saco y Corbata.
PIRATAS DE SACO Y CORBATA.
LAS GUARIDAS DE EVASORES Y
DELINCUENTES.
*****
Rodolfo
Bejarano Bernal.
ALAI.
Martes
20 de marzo del 2018.
Cada vez vamos conociendo más acerca
de los territorios que conforman una de las regiones más exóticas y
desconocidas –al menos para quienes vivimos en el Sur– que podemos encontrar en
Nuestra América: la subregión Caribe. Pero no por sus paradisiacas playas
y atractivos turísticos, sino porque muchas de sus islas son mencionadas en
cada nueva revelación que sale a la luz como parte de las investigaciones del
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas
en inglés) que viene trabajando en la recopilación y análisis de las
filtraciones más importantes de los últimos tiempos sobre cuestiones fiscales y
tributarias.
Ya
no nos resulta sorprendente escuchar que Panamá, Aruba, Islas Caimán o Bermudas
hayan sido paradas obligatorias de aquellos que han querido burlar a las leyes
de sus países y encontraron el refugio perfecto para ir acumulando la riqueza
obtenida por medios lícitos o ilícitos; aunque, por el simple hecho de recurrir
al secretismo y a la opacidad que ofrecen, estos regímenes ya generan una duda
sobre el origen del dinero.
Según
ICJ, los destinos favoritos de los evasores y delincuentes son Bahamas, Islas
Vírgenes Británicas, Malta, Saint Kitts and Nevis y Aruba, a los cuales se
suman jurisdicciones como Panamá, Bermudas, Trinidad y Tobago y las Islas
Caimán, donde resulta bastante expeditivo crear sociedades offshore con
la intención de ocultar activos y simular operaciones ficticias que permitan
eludir el pago de impuestos, lavar dinero sucio y facilitar la canalización de
pagos de sobornos.
Muchos
de estos territorios están involucrados en los escándalos de corrupción que han
sacudido recientemente la región latinoamericana, ya sea porque son usados para
esconder el dinero en cuentas pertenecientes a la banca internacional apéndice
de los grandes centros financieros globales, o porque se mantiene en reserva la
información comercial y societaria sobre aquellas empresas creadas a modo de
“fachada”, con la finalidad de que no se sepa finalmente quiénes son los verdaderos
dueños, lo cual es particularmente útil para aquellos funcionarios corruptos
que no quieren ser detectados.
Pero
la existencia de estas guaridas no es producto de una simple casualidad o de
una decisión propia de la política fiscal de los gobernantes de aquellos
territorios. Muchas de estas pequeñas islas ya eran utilizadas desde hace
varios siglos como refugio de piratas y corsarios, que atacaban a los barcos
que circulaban en pleno auge del saqueo de la riqueza de las nuevas tierras o “indias occidentales” hacia el viejo
continente. Los países enemigos de España en esa época avalaron las
incursiones de estos personajes y establecieron a estos territorios como sus
colonias; de ahí que muchas de ellas son, o han sido, jurisdicciones
pertenecientes a la corona británica, principalmente.
MODERNIDAD Y LUJO.- Los miles de millones de dólares que hoy están presentes en los Paraísos Fiscales, Las cuevas y guaridas de los Piratas Moderrnos de Cuello y Corbata.
***
Las guaridas.
Con
el pasar de los años, la expansión de la globalización, junto con el desarrollo
de las tecnologías de comunicaciones y la profundización de la desregulación
neoliberal, permitieron la libre movilidad de los capitales como nunca antes, y
estos territorios se fueron convirtiendo en los puertos preferidos para
modernos criminales que encontraron la forma de continuar con el legado dejado
por los pillos de mar, aunque ahora vestidos de saco y corbata. El poder
empresarial, los especuladores financieros y políticos de todo el mundo fueron
legitimando la existencia de estas “guaridas”
por medio de normas internacionales y marcos legales nacionales que se
adecuaron a los intereses de los centros financieros globales –principalmente Wall
Street y City
of London– y a
los objetivos de aquellos que pretendían tener un lugar donde poder acumular
tranquilamente su riqueza.
Según
la organización internacional OXFAM,
son seis los territorios caribeños que están dentro de la lista de las 15 guaridas fiscales más agresivos del
mundo financiero, encabezando la lista Bermudas
e Islas Caimán, ambos territorios pertenecientes al Reino Unido. Un poco más abajo en el ranking los acompañan
Curazao, Bahamas, Barbados e Islas Vírgenes Británicas, todos ellos, excepto
Curazao, vinculados al reino británico. Hay que tomar en cuenta que Bahamas y Barbados no se independizaron
sino hasta hace pocas décadas, aunque la dependencia económica los mantiene
alineados a las pretensiones de la City. Sin embargo, no hay que olvidar que los grandes
jugadores de este juego y los que ponen las reglas finalmente, son países como Suiza, Estados Unidos, Países Bajos,
Singapur, Luxemburgo, Alemania, entre otros, y son los que ostentan el
mayor índice de secretismo financiero, indicador medido por la Tax Justice Network.
La
característica común que tienen estos territorios, además de que el impuesto a
la renta personal y a la renta corporativa simplemente es inexistente, es la absoluta confidencialidad que ofrecen sobre
la identidad de la persona o empresa que es propietaria de una cuenta, lo
que está protegido por leyes de secreto bancario, permitiendo así evitar que se
conozca quienes están detrás de operaciones que puedan resultar sospechosas en
el marco de investigaciones realizadas en algún otro país. Algo muy
conveniente para los defraudadores,
lavadores y corruptos.
Otra
ventaja utilizada por corruptos y corruptores es la facilidad con la que se
pueden crear empresas fantasmas o de papel con la intención de camuflar una
transferencia de dinero producto de un soborno por alguna actividad económica
que pueda justificar la emisión de facturas por algún bien o servicio otorgado,
aunque este nunca haya existido. Esta figura era muy utilizada por la empresa brasileña Odebrecht para
realizar los pagos de sobornos a los funcionarios que les eran útiles para sus
propósitos, para ganar licitaciones de contrataciones millonarias en obras en
casi todos los países de la región en que operaban. Al mismo tiempo,
estas empresas artificiales pueden a su vez ser socias de otras empresas y así
sucesivamente, hasta crear tal número de capas que resulta casi imposible
rastrear las operaciones y determinar quién es el verdadero beneficiario.
Una reforma indispensable.
Lo
que se pierde en recursos por concepto de fuga de recursos que van a parar
hacia estos territorios offshore es un monto nada despreciable,
sobre todo considerando que el 75%
de los pagos de corrupción a nivel internacional se mueven a través de empresas
registradas en guaridas fiscales, según la organización
Transparencia Internacional. Por otro lado, las Naciones Unidas
calculan que por delitos de corrupción se pierden 2.6 billones de dólares cada
año, lo que equivale a más del 5% del PIB mundial, recursos que bien podrían
servir para financiar los programas necesarios para atender las necesidades más
apremiantes de las poblaciones y lograr un avance significativo hacia el logro
de los Objetivos del Desarrollo Sustentable.
Las
filtraciones y revelaciones de las que hemos sido testigos han sido bastante
importantes para conocer cómo es que operan los piratas modernos, sin embargo
lo que ha salido a la luz es solo una pequeña muestra de todo lo que se esconde
bajo los mantos de secretismo y ocultamiento de información. El Intercambio Automático de Información
con fines tributarios, los Reportes Corporativos País por País y la
publicación de los Registros de Beneficiarios Finales de Sociedades son la
mejor manera de avanzar hacia la eliminación de esta lacra, pero lo que se ha
hecho hasta ahora es insuficiente y parece que tampoco hay voluntad de ir más
allá.
Muy
poco se puede hacer mientras que instancias como la OCDE sean las responsables de determinar cuáles son las
jurisdicciones que puedan ser consideradas como guaridas fiscales. En su
más reciente reporte, la OCDE
reporta solo a Trinidad y Tobago
como una “jurisdicción no-cooperativa”, dejando por fuera de tal clasificación
a las ya conocidos guaridas fiscales y dificultando, de esta forma, el accionar
de países en desarrollo que quieran tomar medidas para detener los flujos
financieros ilícitos.
Una
iniciativa importante para contrarrestar el problema del uso de guaridas
fiscales para sostener la corrupción, es la que Ecuador impulsó en el año 2017
cuando aprobó la ley que prohíbe que funcionarios públicos puedan estar
vinculados a cuentas y bienes en guaridas fiscales, algo que debería ser
replicado por otros países.
Desde la Red
Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (Latindadd) consideramos necesario tomar acciones
que lleven a una verdadera reforma del sistema financiero internacional en un
marco de participación democrática global, que incorpore a todos los países
–como la creación de un Tax Body en
el seno de Naciones Unidas–, que acabe con la opacidad y elimine los incentivos
perversos que alientan el uso indebido de la función pública por parte de
funcionarios que, en lugar de trabajar por el bien de los electores, lo único
que hacen es engrosar sus cuentas a costas de los menos favorecidos.
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