SOCIOLOGÍA DE LAS EMERGENCIAS. PAPA FRANCISCO LANZA PACTO
MUNDIAL PARA CAMBIAR EL MODELO ECONÓMICO. FRANCISCO LANZA UNA NUEVA INICIATIVA
CONVOCANDO A ECONOMISTAS DE TODO EL MUNDO. “LOCURA COLECTIVA” de los PODERES FACTICOS MUNDIALES. FRANCISCO – no
la Iglesia – desafía a los dueños del
Modelo Neoliberal, modelo que se agota, (DESIDUALDAD Económico-Social) asfixiado, por la (CORRUPCIÓN), ahorcado (por la VIOLENCIA,
INSEGURIDAD) estructuralmente,
sus propias contradicciones internas, lo están devorando. El PAPA, Aspira a una Economía que da
VIDA y no mata, INCLUYE y no excluye, HUMANIZA y no deshumaniza. La Iglesia
es parte de esos Poderes Facticos Globales, pero ahora – desde dentro – FRANCISCO, como LÍDER Cultural, ACTOR
Social, PROTAGONISTA Político, desafía al PODER de PODERES MUNDIALES.
EL ENCUENTRO SE REALIZARÁ EN MARZO DEL
PRÓXIMO AÑO. En una carta, el PAPA sostiene que mientras el actual sistema económico y
social produzca una víctima no podrá haber fraternidad universal. EL PAPA FRANCISCO es la cabeza
visible de una iniciativa a nivel global que lanzó y con la que busca promover
el cambio del modelo económico actual. La propuesta ya comenzó a
trabajarse y tendrá como expresión concreta un encuentro. previsto para marzo del próximo año en la localidad de
Asís, donde aspira a que participen economistas de todo el mundo.
LA APUESTA DE FRANCISCO ES LOGRAR
UN “PACTO COMÚN” a
partir del cual modificar la
economía actual y otorgarle un alma a la economía. En
la carta de convocatoria al encuentro que se denomina "ECONOMÍA DE FRANCISCO”, propone la necesidad de iniciar un proceso
de cambio global donde participen "todos
los hombres de buena voluntad, más allá de las diferencias de creencia y
nacionalidad, unidos por un ideal de fraternidad atentos sobre todo a los
pobres y excluidos”. La reunión en Asís
será entre el 26 al 28 de marzo de 2020 donde Francisco aspira a juntar a
una buena cantidad de economistas,
pero también de estudiantes para que se animen a "practicar una economía diferente, una que da VIDA y no mata,
INCLUYE y no excluye, HUMANIZA y no deshumaniza”, según la misiva.
LA CONVOCATORIA DEL PAPA TAMBIÉN ABARCA A
ACADÉMICOS. “Mientras
nuestro sistema económico y social todavía produzca una víctima y haya una sola
persona descartada no podrá existir la fiesta de la fraternidad universal”, señala el Papa en la carta.
La idea es promover “un proceso de cambio
global que vea en comunión de intenciones no solo a los que tienen el don de la
fe, sino a todos los hombres de buena voluntad, más allá de las diferencias de
creencia y nacionalidad, unidos por un ideal de fraternidad atentos sobre todo
a los pobres y excluidos”. De allí
que se haya elegido a ASÍS, LA CIUDAD DE SAN FRANCISCO, dado que es “el símbolo y el mensaje de un humanismo de
fraternidad”. En ese sentido, el PAPA
argentino señaló que, si “San
Juan Pablo II la eligió como ícono de una cultura de paz, a mí me parece
también un lugar que inspira una nueva economía”.
SOBRE EL SANTO DE ASÍS, EL PONTÍFICE REMARCÓ QUE “se despojó de toda mundanalidad para elegir
a Dios como la estrella guía de su vida, haciéndose pobre con los pobres” y que
puede dar “esperanza a nuestro mañana, en beneficio no solo de los más pobres,
sino de toda la humanidad”. En otro
pasaje, FRANCISCO recordó que en la CARTA ENCÍCLICA LAUDATO “subrayé que hoy más que nunca, todo está
íntimamente conectado y que la protección del medio ambiente no puede
separarse de la justicia para los pobres y de la solución de
los problemas estructurales de la economía mundial”. Por ello, insta a “corregir
los modelos de crecimiento” aunque,
“lamentablemente
el llamado a tomar conciencia de la gravedad de los problemas sigue sin ser
escuchado”. Fuente. Página/12. Pablo
Raúl, sábado 11 de mayo del 2019.
/////
El Papa Francisco y un grupo de Economistas, lo visitaron en el Vaticano. El Economista argentino - radicado en Italia Martín Guzmán en compañía del Premio Nobel Joseph Stiglitz y Robert Johnson. Sin duda alguna serán parte - los Conductores - del próximo Encuentro Mundial de marzo del 2020, en la Ciudad de ASIS, sobre la propuesta del Papa Francisco sobre el Nuevo Proyecto Mundial, de una "Nueva Economía" o la "Economía Francisco".
***
“EL NEOLIBERALISMO GENERÓ
RESULTADOS DESASTROSOS”.
QUE ES LA ECONOMÍA SOCIAL DE MERCADO.
*****
Entrevista
al Economista argentino MARTÍN GUZMÁN.
Página/12 18 de mayo del 2019.
El neoliberalismo ha generado resultados desastrosos. La ‘economía social de mercado’ es una forma de contrato social que busca poner a los mercados al servicio de los pueblos en lugar de poner a los pueblos al servicio de los mercados”, explica el economista Martín Guzmán desde Italia. El investigador argentino concurrió junto a Joseph Stiglitz y Robert Johnson al Vaticano donde fueron recibidos por el Papa Francisco. Durante el encuentro los académicos acordaron impulsar una agenda conjunta para trabajar fortalecer el desarrollo de pensamiento económico crítico.
“La estructura económica argentina excluye mucha gente. Las señales amigables con los mercados no alcanzan
para resolver los problemas del desarrollo”, señala Guzmán durante la entrevista con Página12 para advertir que
“tampoco hay economía social que se pueda sostener si no se entiende lo que son
las restricciones de recursos y si se maneja una economía como si los
resultados que producen los mercados se pudiesen controlar enteramente desde la
política”.
–¿Qué es la “economía social de mercado”?
–Es
una forma de contrato social que busca poner a los mercados al servicio de los
pueblos en lugar de poner a los pueblos al servicio de los mercados. Se parte
de la premisa de que no hay con qué reemplazar a los mercados como el sistema
más sensato para organizar las relaciones de producción e intercambio, pero a
la vez que el fundamentalismo de mercado resulta en un desastre social,
económico y ambiental. Que es precisamente lo que está pasando hoy en el mundo
luego de cuatro décadas de un proceso de globalización basado en las premisas
del neoliberalismo.
¿Cuál debería ser el rol del Estado en ese esquema?
–El
nuevo contrato social requiere de reglas de juego e intervenciones estatales
que preserven la inclusión social, que respeten las restricciones de recursos,
y que orienten los recursos económicos hacia actividades que beneficien a las
sociedades como un todo en lugar de a sectores concentrados. También plantea
que es necesario atacar el problema de la desigualdad no solamente como una
“falla” de mercado, sino porque la forma en que se distribuyen la riqueza y los
ingresos le da forma al mercado. Los mercados no funcionan en un vacío, sino
que funcionan dentro de marcos de leyes, reglas, normas e instituciones cuyas
formas dependen de procesos políticos, que a la vez dependen de cómo se
distribuye el poder político, que a su vez depende de cómo se distribuyen los
recursos económicos.
–¿Por qué consideran valioso discutir sobre economía
con la iglesia católica?
–Por varias razones. Primero,
porque tenemos una preocupación común con el Papa Francisco sobre las consecuencias del sistema económico
global. Desde distintos ángulos, hay una fuerte coincidencia en el diagnóstico
y en el mensaje. Ambas partes queremos un mundo distinto. Uno en el que haya
progreso compartido y sostenible, inter-generacionalmente justo. Y ambas partes
ponemos esta preocupación común, fundamental para el futuro de la humanidad,
por encima de cualquier diferencia que pueda existir, que obviamente las hay en
un grupo tan diverso.
–¿Cuáles son las coincidencias?
–Coincidimos en que el neoliberalismo como base de las
reglas globales ha generado resultados desastrosos. La humanidad
está destruyendo el planeta y, por ahora, no hay otro al que nos podamos mudar.
Las mega-corporaciones utilizan el poder de mercado para extraer renta. Con el
poder del dinero lo que han hecho de ese modo es darle forma a una
globalización que termina haciendo valer sus intereses a expensas del resto.
Que les permite utilizar la amenaza de irse a jurisdicciones con cargas
impositivas más bajas para reducir salarios, privando además a las sociedades
de recursos para las políticas públicas que una economía social de mercado
requiere.
–Y ¿en materia laboral?
–La globalización en su modo
actual ha permitido alterar las leyes laborales en detrimento de las y los
trabajadores y a favor de las corporaciones. Todo esto ha resultado en una
creciente desigualdad económica y mayor descontento social en muchas partes del
mundo al mismo tiempo que las economías han crecido. Este presente que vive el
mundo es el resultado de las políticas que se han implementado, incluyendo aquellas
ausentes para lidiar con los cambios tecnológicos que la humanidad genera.
–¿Cuál es el aporte que, desde su perspectiva, puede
ofrecer una organización pontificia como Scholas Ocurrentes?
–Consideramos
que la transformación requiere llegar a las masas de forma convincente, lo que
a su vez requiere de trabajo en equipo entre gente que se complementa. La
fuerza con que se transmite ese mensaje importa. El Papa Francisco es un líder
global que tiene la atención de casi todo el mundo y la iglesia católica tiene
más de mil trescientos millones de seguidores. Quienes estamos en condiciones
de empujar la transformación tenemos que tener la madurez de entender que para
llegar a ese objetivo hay que trabajar en equipo. El verdadero liderazgo
empieza por allí. Compartimos la premisa de que para transformar la realidad es
necesario trabajar en contacto con la realidad. Bajo esas premisas llega el
acuerdo con Scholas Ocurrentes, la fundación creada por Francisco para
transformar ideas en acciones desde el llano, y que encuentra en la educación
un motor central para el cambio.
–¿Es posible hacer una evaluación de la situación de
las economías latinoamericanas desde esa perspectiva?
–Sí,
claro. América Latina es la región que ejemplifica con más claridad lo que ha
sido el fracaso de la agenda de fundamentalismo de mercado que se ha buscado
universalizar desde Washington. Y, por otra parte, también muestra que los
fracasos no han sido marca exclusiva de los gobiernos de derecha. Han sido
varios los gobiernos de izquierda o centro-izquierda que no lograron resolver
los problemas estructurales de la región, que es la región más desigual del
mundo y sigue teniendo estructuras productivas que generan vulnerabilidad,
exclusión y bajo dinamismo. Y no es solo una cuestión de que el poder no los
dejó. Hubo problemas de cómo se pensaron e implementaron las políticas.
–¿A qué se refiere?
–¿A qué se refiere?
–Para
que la transformación social pueda sostenerse en el tiempo es necesario que los
cambios en la distribución de los ingresos y las riquezas sean consecuencia no
solo de políticas de contención, sino que resulten del funcionamiento de una
economía de mercado, que para ello tiene que operar en marcos distintos de cómo
lo viene haciendo. De vuelta, la política afectando a los marcos en que opera
el mercado para que el mercado produzca resultados mejores. Se tiene que dar
una transformación de la estructura productiva junto a un cambio en la
estructura demográfica-educativa que en el proceso vaya cuidando la inclusión.
Y la integración al mundo tiene que estar pensada con esa lógica, como un
medio, no como un fin en sí mismo. Y acá hay una conexión directa con nuestra
agenda de cambiar la globalización, por distintas razones. Primero, porque las
agendas de desarrollo domésticas están limitadas por como la globalización
limita las políticas públicas. Un ejemplo claro de esto es el uso de la
globalización como instrumento extorsivo para que los gobiernos del mundo
compitan internacionalmente con sus tasas impositivas para atraer a las multinacionales,
privando a los estados de recursos. Segundo, porque las posibilidades de
integración y su valor tienen que ver con las reglas del mundo en el que te
integras. La región tendrá más chances de alcanzar lo que es una economía
social de mercado si las reglas globales cambian.
–¿Cuál podría ser el diagnóstico para Argentina?
–Argentina aún enfrenta
un problema productivo estructural que resulta en inseguridad económica para
buena parte de su población. Su estructura económica excluye a mucha gente. Queda
primero la tarea de generar un mayor consenso social hacia adentro sobre la
premisa de que ni las señales de “amigabilidad” a los mercados van a alcanzar
para resolver los problemas del desarrollo, ni que tampoco hay economía social
que se pueda sostener si no se entiende lo que son las restricciones de recursos y si se maneja una
economía como si los resultados que producen los mercados se pudiesen controlar
enteramente desde la política
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario