La Clase Política Peruana, Generación Siglo
XX, está totalmente “acabada, “destruida” “envenenada” por la CORRUPCIÓN. Ha sido liquidados, Partidos Políticos, “clase política”, Representación Política y la
propia Política hoy está en “sala de cuidados intensivos”, si es que NO
asumimos una gran iniciativa Ciudadana, desde la Sociedad Civil – tomando como
base democrática, el Poder Local, base y centro de las nuevas formas de
Organización y movilización y columna vertebral, de la forja y construcción de “Nuevas Organizaciones Políticas”. Los
Partidos Políticos del Siglo XXI. Hoy el PERÚ asiste al desafío de una “Gran Reforma del
Sistema Político”, sin embargo, se
encuentra en el camino, con “cientos de muros de protección” del “viejo sistema
político” infectado totalmente de CORRUPCIÓN
y capturado por núcleos ultraconservadores que se oponen na todo tipo de “cambios
o Reformas Políticas”. El Congreso de la
República, hoy representa el “bastión” de defensa y protección de ese “viejo
sistema lleno de corrupción”.
Obviamente que es oportuno manifestar, que el origen
principal de este proceso de contaminación y envenenamiento de todo el Sistema
Político está plenamente comprobado, viene desde los inicios de la década de los 90’
del siglo XX, cuando se impone en forma vertical y autoritaria, las Políticas
del Consenso de Washington, las
políticas del Proyecto Neoliberal y
todo el “sistema de destrucción de la
organización y representación política”. No solo es el VOTO PREFERENCIAL – el veneno contaminante – es también los
llamados “VIENTRES DE ALQUILER” que reemplazan
o sustituyen comercialmente a las
organizaciones políticas, pero sumado a ello la propia crisis de la Política – crisis general de las Ideologías, y crisis que se manifiesta en la falta de representación
de las Instituciones Políticas – post-Segunda
Guerra Mundial y propias de los tiempos políticos del imperialismo y el
capitalismo industrial -. Ahora estamos asistiendo a etapas muy diferentes y
sumamente contradictorias, con la vigencia de “un nuevo orden mundial”, generado por la Globalización Neoliberal y el
capitalismo financiero especulativo.
El nuevo escenario local-mundial del siglo
XXI, nos trae grandes progresos en América latina, con
el surgimiento de los procesos DEMOCRÁTICOS
de la IZQUIERDA PROGRESISTA. Tiempos políticos, que sustituyen a los
escenarios – totalmente divididos, con la presencia de caudillos regionales, de
la “vieja izquierda” revolucionaria, que NO tiene alternativas Políticas hacia
los Nuevos Tiempos Políticos que exigen los Pueblos en el Nuevo Milenio. En PERÚ es tal la realidad de divisionismo
de la Izquierda, que prácticamente se “olvida”
o renuncia” por falta de Visión Política a sus grandes responsabilidades
frente a las necesidades de los Pueblos. La
Conquista de la DEMOCRACIA – con fuertes elementos aún no superados de
oportunismo, transfuguismo, y comercialización politiquera – desde los tiempos
de la dictadura fuji-montesinista, era necesario y obligatorio para las Nuevas
Generaciones de la Izquierda Peruana, la forja y construcción de una Nueva
Alternativa Política, tiempos políticos que exigen el surgimiento de NUEVO PERÚ, movimiento político de la Nueva Izquierda Democrática – truncada en
su reconocimiento, por la exigencia de la “derecha cavernaria” de un conjunto
de requisitos que hacen imposible – por el momento – entrar en el proceso de
reconocimiento. Pero es la LEGITIMIDAD
DEMOCRÁTICA de la CIUDADANÍA que otorga la CONFIANZA SOCIAL Y POLÍTICA a VERÓNIKA MENDOZA, como su
representante, y LÍDER POLÍTICA del Nuevo Movimiento Político “NUEVO PERÚ” una
alternativa de la Izquierda Progresista y Democrática, que el PERÚ exige en pleno siglo XXI y en un
conjunto de escenarios locales y nacionales, en plena CRISIS.
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Verónika Mendoza. Líder de Izquierda Democrática, del Movimiento Político, "Nuevo Perú". Un rostro Nuevo, una gran responsabilidad social y un extraordinario compromiso político con la forja de un Perú Nuevo, en Nuestra América, La Patria Grande.
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PERÚ. VERÓNIKA MENDOZA. UNA PROMESA FRENTE A LA DERECHA OBSCENA.
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Mercedes López San Miguel.
Página/12 lunes 27 de mayo del 2019.
La nueva cara de la izquierda de
Perú se llama Verónika Mendoza. Esta mujer de 38
años, madre, lidera el movimiento Nuevo Perú.
Mendoza se define feminista, se declara a favor del aborto legal en un país
donde la interrupción del embarazo sólo está permitida en caso de riesgo de
salud para la madre. La ex candidata a la
presidencia forma parte de una nueva generación de políticas que plantean
una continuidad, pero también un nuevo comienzo en el camino allanado por lideresas progresistas de nuestra
región durante la última década.
“Los progresismos latinoamericanos reivindicaron y recuperaron nuestra
soberanía territorial, política y económica. Eso es algo en lo que no podemos retroceder, no podemos volver a ser
nunca más el ‘patio trasero’ de nadie, ni con bases militares ni con deudas
absurdas e impagables. Fue importante la fuerte redistribución de la riqueza,
la reducción de la pobreza y la expansión de derechos. Eso debe continuar”,
sostiene Mendoza. Pero enseguida plantea los aspectos clave de su
proyecto: “hay temas en los que se debe
avanzar de forma audaz como en la diversificación de la economía, superando la
dependencia del sector extractivo, conquistando más derechos de las mujeres y
la comunidad LGBTI y profundizando la
democracia: que sea más participativa y más transparente”.
Mendoza fue candidata a la presidencia en 2016 por la
coalición de izquierda Frente Amplio (FA). Obtuvo el tercer lugar con el 18,7 por ciento de
los votos, detrás de Keiko Fujimori
(39 por ciento) y Pedro Pablo Kuczynski
(21 por ciento). Este último ganó el
ballottage. Un año después de los comicios, el FA se escindió: la joven
dirigente entonces encabezó el Nuevo Perú, que cuenta con diez congresistas. En
una breve visita a Buenos Aires, donde Mendoza
se encontró con referentes de Ni una Menos, afirma
en diálogo con PáginaI12 que Keiko
Fujimori no defiende los derechos de las mujeres.
“El fujimorismo es el principal abanderado de un discurso conservador,
que busca sacar de la educación la idea de igualdad, siembra odios y miedos en
la ciudadanía” dice con voz firme y cálida.
La hija del dictador Alberto Fujimori
cumple prisión preventiva desde noviembre pasado por un caso de lavado de
dinero relacionado con el financiamiento oculto de su campaña electoral de
2011, que involucra a la constructora Odebrecht.
Perú necesita un cambio de reglas de juego, una
ruptura con la política tradicional, advierte Mendoza,
que plantea una Asamblea
Constituyente para cambiar la Carta
Magna heredada de Fujimori padre. Señala como su referente a Javier Diez Canseco, un emblemático
dirigente de la izquierda durante tres décadas, fallecido en 2013. “Un político peruano corajudo, siempre
dispuesto a poner a corruptos y mafiosos en su sitio”. Hoy en su país
la corrupción parece enquistada en una clase
política con una acotada variedad de ideas. El caso Odebrecht salpicó a cuatro ex presidentes: Alan García (quien se suicidó cuando
iban a detenerlo), Alejandro Toledo
(prófugo), Ollanta Humala
(procesado) y el mencionado Kuczynski
(preso).
“No solo hablamos de todos los últimos ex presidentes elegidos en
democracia involucrados en casos de corrupción, sino de prácticamente toda la
clase política tradicional, y también la empresarial. Es un drama nacional”,
afirma Mendoza. Al mismo tiempo,
piensa que la crisis
de gobernabilidad, a la que aún no se le ha encontrado una salida,
es una oportunidad. “Estamos ante una
oportunidad histórica, porque esta corrupción no es nueva, obedece a un sistema
y reglas de juego que la han permitido, más allá de las responsabilidades
individuales. Tenemos la responsabilidad
histórica de que estas reglas no se repitan”.
Mendoza fue parte del Partido Nacionalista de Humala,
pero en 2012 se distanció. El detonante fue la brutal represión a campesinos que se manifestaban contra un
proyecto minero por sus daños ambientales
en el departamento de Cusco. Hubo
cuatro muertos. Explica Mendoza que
el proyecto de Humala había generado
una enorme expectativa de cambio en la ciudadanía, sobre todo en los sectores populares, pero que traicionó
a ese electorado.
“El gobierno nacionalista muy prontamente terminó traicionando lo que
prometió, de hecho,
eso llevó a que antes de que Humala cumpliera el año de gobierno, yo como
congresista renuncié a la bancada oficialista y al partido, no tanto porque se
hubieran exhibido las denuncias de corrupción, sino porque había traicionado la
propuesta de cambio y el gobierno de Humala
se terminó arrodillando ante los intereses empresariales y transnacionales”.
Oriunda de la región andina de Cusco,
donde vivió su infancia, Mendoza habla
quechua, además de francés y español. Estudió Psicología y Antropología en
Francia. Esta mujer cuenta con aceptación de la ciudadanía, en momentos
de desencanto con la clase política.
Mendoza señala que la movilización popular viene siendo clave en la cruzada
contra la corrupción.
“Cada vez para más peruanas y
peruanos queda claro que no podemos seguir con estas instituciones que se caen
a pedazos, que se pudren por dentro. Hay que ir a cambios de fondo de las
reglas de juego, pensando en nuevos valores para refundar la República,
saliéndonos de la lógica mercantilista”,
insiste esta férrea opositora a las políticas neoliberales.
Mendoza reflexiona sobre el futuro para los
progresismos en la región.
“Es un desafío para las izquierdas hoy no solamente volver, sino
actualizarse.
Nosotros pensamos en Nuevo Perú que
somos parte de una generación en continuidad de los progresismos latinoamericanos, pero
también de ruptura. Que se reconocen y reivindican los enormes avances que
hubo aquí en Argentina y en otros
países en términos de recuperación de soberanía,
de expansión de derechos, pero también hay temas, agendas, y actores de la ciudadanía que esperan más en
términos de democratización y de
economías más sostenibles”.
Sobre
la vuelta de Cristina Fernández de
Kirchner a la arena electoral como precandidata a la vicepresidencia, Mendoza afirma que es un
“gesto audaz, que habla de una capacidad de poner por delante un
proyecto político antes que el interés particular”. La
ex candidata explica que le genera expectativa e interrogantes. “Lo que está por verse es si la coalición
que se está planteando garantiza los cambios de fondo que el pueblo argentino demanda, si la
amplitud no hará perder la profundidad, si los diversos pactos no diluirán las
propuestas. Depende de CFK, pero
también de las fuerzas y organizaciones sociales populares que puedan presionar
desde abajo para que sus agendas se mantengan.”
El año 2021 encontrará a Perú
conmemorando el bicentenario. Se
cumplirán dos décadas de la recuperación de la democracia y además habrá
elecciones presidenciales. Confluyen las líneas históricas. Mendoza
apuesta por que la salida a esta crisis sea democrática y por izquierda. Se proyecta dando esa pelea, avanzando con aires renovados
por la senda en la que otras mujeres dejaron su impronta.
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