"Después de la Primera
Guerra Mundial EU emerge como primera potencia y como centro hegemónico del
capitalismo hasta hoy. Este resumen histórico es necesario recordarlo, porque
si bien hay hablar de serio de geopolítica,
hay que anotar que lo vivimos entre EU y China no es
nada anormal y que ya en el pasado reciente cada 100 a 200 años una potencia
hegemónica es desplazada por una potencia emergente y se cumple lo que hasta el
presente “pareciera” ser un ciclo
natural: una transición geopolítica".
"Pero en esta ocasión la Trampa de Tulcidides se escenifica en una guerra de cuarta o quinta generación en donde todas las formas de
presión y chantaje son válidas: la económica, la propagandística, la
cibernética, la electromagnética, la manipulación ideológica, la psicológica,
los juegos de guerra, etc. Y adviene lo que afirma Clausewits de que la guerra
es un evento que pone en máxima tensión todos los recursos y fuerzas de una
nación. Esto quiere decir que la
organización política, el desarrollo institucional, la cohesión ideológica, la
fortaleza económica y el respaldo del pueblo a sus líderes son factores vitales
para su desarrollo".
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Geopolítica RU.
HABLEMOS DE GEOPOLÍTICA PORQUE EL ASUNTO ES
GEOPOLÍTICA.
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Miguel Ángel Ramos Estrada.
Rebelión lunes 27 de mayo del 2019.
El 23 de mayo de los corrientes, Rebelión público un
interesante artículo de Manolo Monereo, un importante
teórico marxista de Unidos Podemos de
España titulado “Europa frente a China: es la geopolítica, es la geopolítica”.
De este artículo extraemos lo siguiente:
El conflicto entre Huawei y Google enseña más sobre el comercio
internacional, el de verdad, el real, que
los tediosos manuales sobre relaciones económicas internacionales, costes
comparativos incluidos. Por lo pronto, nos dice que las grandes empresas multinacionales tienen siempre un Estado-nación detrás y que se someten a
él cuando se les necesita. En segundo
lugar, nos dice que estamos ante una guerra
económica de grandes proporciones. Por lo pronto, la globalización salta por los aires y se queda en lo que fue, un mundo a imagen y semejanza de EEUU.
Y, en tercer lugar, que en el
trasfondo de esta disputa está la lucha
por la hegemonía, es decir, organizar
una nueva redistribución del poder en el sistema mundo capitalista. La transición hace tiempo que comenzó.
Vivimos en una etapa de excepción y
crisis que durará mucho tiempo y que, de una u otra forma, marcará el presente y el futuro de la
economía, de las relaciones internacionales y de los Estados individualmente considerados… ¿De dónde venimos? De una época
histórica muy especial, la que alumbró
la II Guerra Mundial y que duró casi 50
años, cuyo elemento central fue un equilibrio
bipolar como modo de regulación que articulaba, en el tiempo y en el
espacio, fases de “guerra fría”, guerras calientes y de conflictos
que hoy se llamarían de “zonas grises”,
todo ello presidido por el miedo a un conflicto
nuclear que supondría una destrucción mutua asegurada de las grandes
potencias. El conflicto nunca
desaparece y la lucha se organiza en función de escenarios y de estrategias
mejor o peor pensadas. El mundo socialista implosionó y EEUU se convirtió
en lo que alguien llamó la híper
potencia; el mundo bipolar
terminó y parecía que la tendencia era hacia un mundo unipolar hegemonizado por la gran potencia norteamericana. La globalización fue,
una vez más, el proyecto político y la
ideología legitimadora de este dominio. Hay una parábola que explica bien el fin de todo esto que es que Hillary Clinton, la compañera del
hombre que “decretó” la globalización,
fue vencida por Donald Trump que
venía a constatar, no solo su
agotamiento, sino la necesidad de un cambio
radical en la política interna y externa de los EEUU. ¿Cómo interpretar la
política de este personaje que parece actuar como un matón en unas relaciones internacionales cada vez más complejas y
diferenciadas? Lo primero, tomárselo
en serio y pensar que es bastante probable
que gane las próximas elecciones norteamericanas. En segundo lugar, más allá de cómo gestiona los conflictos, su estrategia representa un
núcleo de poder fuerte y que tiene un consenso popular notable. En tercer lugar, que con él o sin él, la política exterior
norteamericana no variará sustancialmente en el futuro”.
La cita es bastante larga pero necesaria porque hay
que aclarar que este periodo es especial pero no tan especial porque ya se ha
dado en varias ocasiones desde el siglo
XVI y más exactamente desde 1492 con
el arribo de los europeos a las Américas. Pocos años después, en 1517, Carlos V de Alemania, es coronado
como Carlos I de España y cuando es
investido como Rey viene acompañado
de un sequito de avariciosos banqueros y
nobles flamencos a quien les encomienda la administración del gran parte
del oro y plata de las Américas. Estos señores flamencos
particularmente la familia Ruggers,
traslado hacia bancos de los Países
Bajos gran parte de este oro y plata y se produjo como afirmara Eduardo
Galeano en las Venas Abiertas de América Latina el oro de América empobreció a
España.
La primacía política y militar de España en coalición
con Austria bajo control de la Casa
Habsburgo catalizo el desarrollo económico de los Países bajos, Inglaterra y Francia e incluso el norte
de Italia, pues España y por ende Portugal, gracias a las remesas de oro y plata se transformaron en economías
importadoras de bienes en desmedro de su desarrollo productivo. En 1568 estalla la guerra de independencia de los Países Bajos que se prolongaría por 80 años y en medio de este complejo
conflicto que resultaría en la guerra de los 30 años, la derrota militar española en Rocroi (1643) y la consiguiente Paz
de Westfalia, la hegemonía austro española es desplazada por la de los Países Bajos. La Guerra de los Treinta Años
fue un escenario puro y duro de la geopolítica en donde no se respetó nada.
La hegemonía de los Países Bajos se prolongó
hasta parte del siglo XVIII y es cuando construye su imperio colonial
arrojándose sobre el Sur de África, Indonesia, funda Nueva Ámsterdam hoy Nueva York e intenta arrebatarles Brasil a los portugueses. La pequeñez
territorial y demográfica de los Países Bajos conspiro contra la continuidad de
su hegemonía que es desplazada por el RU
en el siglo XVIII y de manera definitiva por la Revolución Industrial y se prolonga durante todo el siglo XIX hasta
1914.
En 1872, siete años después del fin de la Guerra de Secesión, EU desplaza al RU como primera potencia industrial.
Pero parte importante de las grandes empresas de EU eran de capital inglés y el RU
conserva su posición como primera potencia financiera hasta 1914 cuando estalla la primera guerra
mundial. Junto a EU emergió Alemania
como gran potencia europea después de lograr su unidad en 1871. Para la década
de 1890, Alemania surge como primera
potencia de la Europa y es entonces cuando el RU toma una decisión: que Alemania
es su principal enemigo y firma en 1901
con EU el Tratado Hay Pouncefaute, en donde renuncia a sus pretensiones de
construir un canal por Centro América, abrogando el Tratado Clayton Bulwer de
1850 y que sella la alianza estratégica de EU
con el RU durante todo el siglo XX. Este hecho histórico de gran
importancia es poco citado incluso hasta por historiadores panameños desde una
perspectiva geopolítica.
Después de la Primera
Guerra Mundial EU emerge como primera potencia y como centro hegemónico del
capitalismo hasta hoy. Este resumen histórico es necesario recordarlo, porque
si bien hay hablar de serio de geopolítica,
hay que anotar que lo vivimos entre EU y China no es
nada anormal y que ya en el pasado reciente cada 100 a 200 años una potencia
hegemónica es desplazada por una potencia emergente y se cumple lo que hasta el
presente “pareciera” ser un ciclo
natural: una transición geopolítica.
A Vueltas con la Trampa de Tucidedes.
“Fue el ascenso de Atenas y el temor que esto inculcó
en Esparta lo que hizo que la guerra fuera inevitable.” – Tucídides. Al final,
la “Nueva Guerra Fría” Comercial hoy guerra geopolítica China Estados Unidos.
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Pero en esta ocasión la Trampa de Tulcidides se escenifica en una guerra de cuarta o quinta generación en donde todas las formas de
presión y chantaje son válidas: la económica, la propagandística, la
cibernética, la electromagnética, la manipulación ideológica, la psicológica,
los juegos de guerra, etc. Y adviene lo que afirma Clausewits de que la guerra
es un evento que pone en máxima tensión todos los recursos y fuerzas de una
nación. Esto quiere decir que la
organización política, el desarrollo institucional, la cohesión ideológica, la
fortaleza económica y el respaldo del pueblo a sus líderes son factores vitales
para su desarrollo.
En este escenario de confrontación EU no está respetando ningún tipo de
acuerdos ni el derecho internacional. No respeta enemigos, competidores,
aliados y menos a sus cipayos. La guerra
económica no es solo contra China sino contra el mundo. En el caso de
Europa los dardos se dirigen contra Alemania
al grado que en una ocasión al visitar ese país señalo que los alemanes eran
malos. Por lo que Ángela Merkel
contesto que Europa tenía que fijar su propio destino y que EU ya no era
confiable. Pero Alemania sigue siendo parte de la OTAN y sede de una de las bases militares más grandes fuera de los EU. Es decir, en la práctica sigue
siendo un país ocupado. A pesar de lo señalado por Merkel, Europa no se atreve a ejecutar su mecanismo alterno al sistema
SWIFT para el comercio con IRAN para
eludir las sanciones de EU.
Zbigniew Brzezinski (1928-2017), ex asesor de Jimmy
Carter hasta Barak Obama en asuntos de Seguridad Nacional, señalaba en el
2013 en una conferencia que dictó en la Universidad John Hopkins de Nueva York,
dijo lo siguiente: “Ninguna de las potencias mundiales puede alcanzar la
hegemonía mundial en las condiciones actuales, por lo que EE.UU. debe elegir
mejor los conflictos en los que va a participar, ya que las consecuencias de un
error podrían ser devastadoras… le ha llegado la hora
de entender que el mundo contemporáneo es mucho más complicado y más anárquico
que en los últimos años después de la Guerra Fría, por lo que la acentuación de
nuestros valores, así como la convicción en nuestro excepcionalismo y universalismo, son al menos prematuras desde el punto de vista
histórico".
Es indudable que, al autonombrarse EU como paladín del mundo libre después
de la Segunda Guerra Mundial contra la denominada amenaza soviética, este discurso ideológico le sirvió de base para
configurar su fortaleza política e institucional e incluso como correa de
transmisión para que el pueblo respaldara su política imperial. Pero una vez
desaparecida la Unión Soviética y su
bloque de alianzas, desaparece la motivación para que el pueblo siguiera
identificándose con dicha política. En la actualidad la sociedad estadounidense aparece repleta de conflictos sociales de
diverso tipo y hay desacuerdos en el seno de su sociedad política dominante en
torno a su actual situación internacional. Incluso personalidades políticas
como Bernie Sanders plantea una
especie de cuasi revolución para
cambiar radicalmente la política y economía de EU. Lo anterior denota, que no
parece existir en la actualidad en los Estados
Unidos la suficiente fortaleza y consenso para lanzarse a este
reordenamiento de las relaciones de poder a nivel global que trata de
instrumentar DT.
El intento de DT de revertir la decadencia de la
hegemonía de EU es poco probable que tenga éxito. Brezsinski sobre lo anterior advertía lo siguiente: “A largo
plazo, la política mundial está obligada a alejarse cada vez más del concepto
de concentración del poder hegemónico en manos de un solo estado. Por lo tanto,
América (EE.UU.) no ha sido la primera, sino que será la única superpotencia
global porque es probable que sea la última. Esto es así no sólo porque los
Estados-nación se están volviendo poco a poco cada vez más permeables, sino
también porque tanto el conocimiento [información] como el poder es cada vez
más difuso, más común, y menos limitado por las fronteras nacionales. El poder
económico también es probable que se disperse. En los próximos años, ninguna
potencia es probable que alcance el nivel del 30 por ciento o menos del PIB
mundial que Estados Unidos mantuvo durante gran parte de este siglo, por no
hablar del 50 por ciento a la que llegó en 1945". 1
George Bush padre, vicepresidente y presidente de EU entre 1981 a 1993, afirmaba en 1992 en una entrevista que el
poder de los EU tenia límites. Si es así, representando actualmente el 22% del PIB Mundial su pretensión de
prolongar su hegemonía es una pretensión sobre dimensionada.
En todas las transiciones geopolíticas anteriores ese
proceso dio paso a guerras sangrientas que costaron la vida de millones de
personas y pérdidas materiales inconmensurables: la guerra de los 30 años (1618-48); las guerras napoleónicas (1794-1815); la primera y segunda guerra mundiales (1914-45). En esta fase de la historia parece poco probable una
guerra de esas dimensiones en virtud de la enorme capacidad destructiva de las
armas de destrucción masiva que conducirían a la extinción del género humano.
La nueva guerra mundial que se abre paso será una
combinación de vías, instrumentos y estrategias que buscan provocar el colapso
económico, político, institucional, tecnológico y social del adversario tal
como sucedió con la Unión Soviética que se desintegro en 1991 como resultado de
un sabotaje cibernético de su economía y que es descrito por el desaparecido Fidel Castro Ruz,
en su separata de 32 páginas titulado “Mentiras
Deliberadas, Muertes Extrañas y Sabotaje a la Economía Mundial” publicado
en el 2007, pero que
sorprendentemente es poco conocido. Otro medio serio provocar guerras
localizadas como la que sucedió recientemente en Siria que arrastraría a las potencias adversarias, o como le
sucedió precisamente a la Unión
Soviética en Afganistán en la década
de 1980, o la de provocar o dinamizar movimientos separatistas internos
como la de los musulmanes en la región de Singh
Kiang ubicada al Oeste de China.
Esta guerra la ganaría el que tenga mejor organización de todos sus recursos y
seria agotadora incluso para el vencedor. Lo que todo esto pone al descubierto es que la denominada
globalización fue siempre un espejismo y que el imperialismo nunca se escapó de
la realidad.
Nota:
1 Conjugando Adjetivo. ZB: la decadencia de EU y el fin del imperio
estadunidense. 30 de enero de 2017.
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