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La contracumbre
Mientras tanto la ONG Survival International, de origen inglés, y referentes indígenas de los cinco continentes organizaron una contracumbre llamada "Nuestra tierra, nuestra naturaleza" para "descolonizar la conservación". Se llevó a cabo este jueves y viernes en el tercer piso del centro cultural Coco Velten, en el viejo puerto, uno de los barrios más populares de Marsella. Mordecai Ogada, el ecologista keniata autor del libro “La gran mentira de la conservación” -una de los principales oradores de la contracumbre- dijo a Página/12, refiriéndose al congreso de la UICN:
“sí Harrison Ford va a abrir un congreso sobre la conservación que a mí me inviten a inaugurar los premios Oscar”.
En la contracumbre las voces de líderes indígenas se intercalaron con la de antropólogos y especialistas como Ogada, quien opina que los indígenas no deberían prestarse a debatir con quienes defienden el actual paradigma de la conservación. Ogada acusa a la organización WWF, por ejemplo, de promover la creación de parques nacionales desplazando a los indígenas que viven allí, como al pueblo baka en la Cuenca del Congo.
“El actual paradigma de la conservación quiere proteger la naturaleza de la gente del lugar, protegerlas de los locales, de los humanos. En Occidente ser conservacionista parece ser progresista, pero en África los conservacionistas son conservadores, son el príncipe de Inglaterra, la derecha, los racistas que dan armas al guarda parques”, dice Ogada.
Para el antropólogo de la Universidad de Rennes, Guilliame Blanc, la grieta radica en humanizar o deshumanizar la conservación, ya que en algunas áreas protegidas “reemplazaron a los cultivadores por los turistas”. La argentina Fiore Longo, de Survival International, coincidió con Blanc y afirmó que la crisis climática es en realidad una “crisis humana”. Ashish Kothari, del pueblo indígena Kalpavriksh de India, denunció que “no queda espacio para participar en la conservación”: “dejar la vida silvestre en un 30 por ciento sin cambiar el modo de vida en el 70 restante no sirve de nada”.
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CUMBRE Y CONTRACUMBRE
ECOLÓGICA EN MARSELLA: LA GRIETA LLEGÓ A LA PRESERVACIÓN DE LA NATURALEZA.
Macron inauguró un congreso mundial conservacionista en Francia con
Harrison Ford y Christine Legarde.
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Mientras un ministro misionero cosechó elogios en el
congreso, líderes indígenas de todo el mundo hicieron una Contracumbre.
Por Daniel Wizimberg
Fuente. Página/12 sábado 4 de setiembre
del 2021
Desde Marsella
Este
viernes, poco antes de las 5 de la tarde
de Francia, después de que entraron el actor Harrison Ford y el presidente de Francia Emmanuel Macron, un auto blindado trasladó a la
ahora presidenta del Banco Central
Europeo y ex titular del FMI, Christine Lagarde, al interior del Centro
Chanot de Marsella, justo detrás del Velódromo,
el estadio del Olympique. En ese momento el viento mistral comenzó a
soplar: se desató una tormenta que alivió el calor húmedo de la segunda ciudad
de Francia, pero empapó a las casi
mil personas que marchaban al otro lado de la ciudad hacia el viejo puerto y
arruinó las pancartas de cartón que decían “No
más mentira verde”.
Macron, Lagarde y Ford fueron
a inaugurar el Congreso Mundial de la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), donde
la mayoría de los oradores son funcionarios de Estado. Mientras en Chanot discutían cómo comprar bonos de
carbono, en una contracumbre celebrada en el viejo puerto reclamaban
una conservación inclusiva.
La cumbre
En Marsella se esperaba que antes de
ir al evento Macron anuncie medidas
contra la crisis de infraestructura en las escuelas de esta ciudad: un informe del diario Le Monde revela
que entre ratas, chinches, problemas de filtración de agua y aulas
superpobladas al menos 174 establecimientos educativos no deberían estar
habilitados. Macron salvó su día
difícil en Marsella con una foto junto a Harrison Ford, quien agradeció al presidente
francés por su “compromiso contra el
cambio climático”. El actor de
"Indiana Jones" es el vicepresidente desde 1991 de Conservation
International, una ONG que colabora con grandes empresas para que donen dinero
para “la preservación de la naturaleza”.
Vestida
con un traje blanco Lagarde fue una de las voces que inauguró el
evento relacionando ecología y economía:
“no hay estabilidad económica sin
estabilidad de la naturaleza”. El primer
ministro chino Li Keqiang,
salió por videollamada y siguió esa línea: habló de buscar una “economía circular” y de “construir un hermoso y limpio futuro”. Macron,
por su parte, defendió el proyecto “30 x 30”, promovido por el G-7
e impulsado por Joe Biden, que busca conseguir que el 30
por ciento del planeta sea un área protegida para el año 2030.
La cumbre de la UICN
ofrece diferentes excursiones a la costa azul a los periodistas acreditados, cobra
1300 euros la entrada y ocupa cinco pabellones del centro de
exposiciones Chanot, entre salas de conferencia y stands armados por
organizaciones conservacionistas, pero también por gobiernos, como el
Departamento de Estado de Estados Unidos o la Comisión Europea,
y grandes empresas francesas de rubros muy distintos, como L'Oreal, BNP o Pernod
Ricard.
En
el congreso de la UICN hubo una convención mundial de pueblos indígenas, pero
duró solo cuatro horas, fue completamente virtual y mezcló voces
indígenas con la de funcionarios franceses, suizos, norteamericanos y noruegos. El
80 por ciento de la biodiversidad que queda en el planeta, según Naciones
Unidas, está en territorio indígena.
Pionero y
misionero
El
juez de la corte suprema Ricardo Lorenzetti participará este
martes de un panel en el Congreso de la IUCN, sobre “los jueces y el medio ambiente”. Lo
hará de manera virtual desde Argentina. El único funcionario argentino que
participa en persona del Congreso es Patricio Lombardi, ministro de
cambio climático de Misiones, el primero en liderar una cartera con ese nombre
en la historia de América Latina. Compartió panel con la alcaldesa de Bogotá, Claudia
López, y con el Bérangère Abba, secretario de biodiversidad del
gobierno francés.
***
En
diálogo con Página/12, Lombardi
aseguró que
“hay que apoyarse en el saber
ancestral de los pueblos indígenas, yo de acá me voy a Zurich a ver a un
senador suizo que trabaja con una fundación que quiere comprar dos mil
hectáreas que tiene un aserradero en Montoya, Misiones, y se las quieren dar a
las comunidades guaraníes para que la conserven”.
Lombardi
trabajó con Jeb Bush en el Estado de Florida y también en la fundación R21
con el baterista de Soda Stereo, Charly Alberti. Se ganó la confianza del Papa
Francisco después de que lo visitó y le mostró una foto satelital de Misiones,
en donde se ve a la provincia argentina como una isla verde, en medio de la
deforestación para plantar soja de Paraguay y del sur de Brasil. El
objetivo de Lombardi es que Misiones
aproveche eso para insertarse en el mercado de Carbono.
Cuando
se le pregunta sobre el modelo de creación de energía que representa la represa
de Yaciretá en el contexto del cambio climático, Lombardi
afirma: “Yaciretá ya está, hay que
producir energía, en Misiones hace 39 grados y la gente quiere prender el aire
acondicionado”. El ministro misionero se lleva bien con sus pares nacionales,
pero dice que nadie en Argentina se está preguntando cómo hacer una gran
transición ecológica.
La
discusión por el cambio climático es todavía una novedad en Argentina,
Lombardi dice que a veces se siente
un extraterrestre entre pares:
“no entienden lo que hago, digo que es necesario un carácter holístico y me miran como diciendo este es un hippie, pero no, es la que hay que hacer, sino nos vamos a quedar sin planeta, acá no hay grieta”.
La
contracumbre
Mientras
tanto la ONG Survival International, de origen inglés, y referentes
indígenas de los cinco continentes organizaron una contracumbre llamada "Nuestra
tierra, nuestra naturaleza" para
"descolonizar la
conservación". Se llevó a cabo este jueves y viernes en el tercer piso
del centro cultural Coco Velten, en el viejo puerto, uno de los
barrios más populares de Marsella. Mordecai Ogada, el ecologista
keniata autor del libro “La gran mentira
de la conservación” -una de los principales oradores de la contracumbre-
dijo a Página/12, refiriéndose al congreso de la UICN:
“sí Harrison Ford va a abrir un
congreso sobre la conservación que a mí me inviten a inaugurar los premios
Oscar”.
En la contracumbre las voces de líderes
indígenas se intercalaron con la de antropólogos
y especialistas como Ogada,
quien opina que los indígenas no
deberían prestarse a debatir con quienes defienden el actual paradigma de la
conservación. Ogada acusa a la
organización WWF, por ejemplo, de promover la creación de parques
nacionales desplazando a los indígenas
que viven allí, como al pueblo baka
en la Cuenca del Congo.
“El
actual paradigma de la conservación quiere proteger la naturaleza de la gente
del lugar, protegerlas de los locales, de los humanos. En Occidente ser
conservacionista parece ser progresista, pero en África los conservacionistas
son conservadores, son el príncipe de Inglaterra, la derecha, los racistas que
dan armas al guarda parques”, dice Ogada.
Para
el antropólogo de la Universidad de
Rennes, Guilliame Blanc, la grieta radica en humanizar o
deshumanizar la conservación, ya que en algunas áreas protegidas “reemplazaron a los cultivadores por los
turistas”. La argentina Fiore Longo, de Survival International, coincidió con Blanc y afirmó que la crisis climática es en realidad una “crisis humana”. Ashish Kothari, del pueblo indígena Kalpavriksh de
India, denunció que “no queda
espacio para participar en la conservación”: “dejar la vida silvestre en un 30 por ciento
sin cambiar el modo de vida en el 70 restante no sirve de nada”.
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