&&&&&
"En Bangladesh, el acuerdo es aplicado
por el Consejo de Sostenibilidad, un
organismo nacional tripartito e
independiente. Algunas de las novedades
que refuerzan el nuevo documento que acaba de entrar en vigor son: el compromiso
de centrarse en el programa de salud y seguridad en Bangladesh; la creación de un mecanismo creíble de cumplimiento
y responsabilidad en todo el sector textil; el
compromiso de ampliar la labor del Acuerdo Internacional sobre la base de estudios de viabilidad, así como la
opción para ampliar su alcance para
abordar la diligencia debida en materia de derechos humanos.
Cuando sindicatos
y redes internacionales proponen
extender la aplicación del acuerdo a
otros países, argumentan condiciones dolorosas
en muchas fábricas en Pakistán; recuerdan la muerte de 28 trabajadores en febrero
pasado en un taller textil en Marruecos; así como los 20 decesos en marzo de este año
en una fábrica textil de Egipto; y los 17
trabajadores que perecieron el pasado 27
de agosto en Mehran, Pakistán, a raíz del incendio en una fábrica que producía bolsas y que tenía bloqueadas las salidas y ventanas.
/////
VICTORIA
SOCIAL DESDE LOS ESCOMBROS DE LA TRÁGICA RANA PLAZA.
El
derrumbe de fábrica textil en Bangladesh: muerte y heridas miles de Trabajadoras.
Triunfo
Internacional de Centrales Sindicales y Redes Sociales.
*****
Por Sergio
Ferrari | 18/09/2021 | Economía Mundo.
Fuente Rebelión sábado 18 de setiembre
del 2021.
Organizaciones sindicales
mundiales y un centenar de empresas del vestido y marcas de moda firmaron un
acuerdo histórico que entró en vigor el 1 de septiembre. Detrás de la letra
aparece la fatídica sombra del desastre de Rana Plaza, en Bangladesh, y el
sufrimiento cotidiano de millones de trabajadora-es textiles del mundo entero
El
acuerdo vela por la seguridad en los centros de trabajo en Bangladesh y, lo que es novedoso, anticipa la ampliación de medidas
de protección en el sector textil en
otros países.
A partir del 24 de abril del 2013, una
parte sensible de la sociedad planetaria empezó a observar con
ojos más críticos las condiciones de producción de la ropa de “marca” que vestimos, muchas veces adquirida a precios
irrisorios en la tiendas europeas, estadounidenses e incluso latinoamericanas.
Esa toma de conciencia nació de las
cenizas de una tragedia laboral sin parangón ocurrida ese día:
el derrumbe de Rana Plaza, una fábrica textil de
Bangladesh, en la que perecieron 1.134 personas y hubo más de
2.500 heridos, muchos de ellos inválidos para siempre. Era un edificio absolutamente inestable e inseguro, de ocho plantas, en Savar, a
las afueras de la capital Dacca, en el que 5.000 trabajadora-es, especialmente mujeres, cosían
para cinco contratistas locales que
abastecían a una treintena de marcas
internacionales. La estructura
edilicia, que se encontraba en pésimas
condiciones y había sido motivo de repetidas denuncias por parte de los propios empleados, se derrumbó en cuestión de segundos.
Bangladesh posee la tercera mayor industria de la confección del mundo, solo por detrás de China y Vietnam. En 2019, contabilizaba unas 4.000 fábricas en ese sector que ocupaban, al menos, 4 millones de trabajadora-es. El sector textil genera el 16% del PIB nacional y sus exportaciones de un valor de 34.000 millones de dólares representan el 80% del total de las ventas de ese país hacia el exterior.
Bangladesh el 24 de abril del 2013, en Rana Plaza, se derrumbó el "Edificio de la Fábrica textil" donde murieron 1,134 personas (Obreras Textiles) y quedaron más de 2,500 heridos. Super explotación de las Mujeres y sin seguridad.
***
Acuerdo sangriento
Las grandes empresas internacionales de
moda y los sindicatos
acaban de firmar el Acuerdo Internacional para la Salud y la
Seguridad en la Industria Textil y de la Confección, que
preserva y amplía el Acuerdo de Bangladesh. Este
había sido suscrito por primera vez en 2014,
tuvo una validez de 5 años, fue renovado
por 24 meses adicionales y perimió
en mayo pasado. (https://bangladesh.wpengine.com/wp-content/uploads/2021/08/Agreement-on-International-Accord-press-release-FINAL.pdf).
Fue decisivo en el proceso de discusión,
firma y renovación del acuerdo nacido de las lágrimas de Rana Plaza, la activa participación de
varias redes internacionales –
conocidas como testigos signatarios–, entre
las que se encuentran Worker
Rights Consortium, Maquila Solidarity Network,
la International Labor Rights
Forum y la Campaña Ropa
Limpia (Clean Clothes), una de las más activas en esta temática, que
colabora con 200 organizaciones y
está presente en 17 países europeos
( https://ropalimpia.org/quienes-somos/).
A finales de agosto,
esos actores de primer nivel de la sociedad
civil, expresaron públicamente
su satisfacción por este nuevo Acuerdo Internacional de Seguridad,
que mantiene los elementos vitales
del precedente Acuerdo de Bangladesh.
Entre ellos, la aplicabilidad legal
de los compromisos por parte de las marcas;
la supervisión independiente
del cumplimiento de los compromisos de dichas empresas; la obligación de pagar a los proveedores
precios suficientes como para garantizar
lugares de trabajo seguros y la
obligación de dejar de hacer
negocios con cualquier fabricante local que se niegue a operar con mínimas exigencias de seguridad.
Esas redes internacionales solidarias,
promotoras de un intenso trabajo de cabildeo y presión,
consideran que este modelo de consenso
logrado con el acuerdo, que ha salvado
miles de vidas en ese país asiático, se
extenderá ahora a otros países en los que la-os trabajadore-as corren peligros diarios.
Exigen, además, que esta internacionalización
se lleve a cabo con rapidez y sin reservas, en beneficio del sector obrero textil y de
la confección, el cual desde décadas reclama mejores medidas de
seguridad.
En virtud del nuevo acuerdo la
perennidad de los avances logrados en Bangladesh en
los últimos ocho años en materia de seguridad
de edificios y contra incendios, así como la extensión futura del mismo a
otros países, se garantizarán a
través de una Secretaría del Acuerdo.
Este deberá ser un organismo de
supervisión totalmente independiente con autoridad para verificar y hacer
cumplir los compromisos asumidos a las empresas signatarias. Algunas de las más conocidas entre las nuevas
signatarias son: Aldi, Benetton,
El Corte Inglés, Carrefour, Esprit, HyM, Hugo Boss AG, Puma, Tchibo GmbH y Zalando
SE, Mango, Joh Lewis (https://internationalaccord.org/signatories ).
Desde la firma del primer acuerdo, hace ya ocho años, se han llevado a cabo más de 38.000 inspecciones en las fábricas de Bangladesh, y casi 200 de ellas han perdido sus contratos debido a normas de seguridad insuficientes. Los sindicatos constatan que en las fábricas que han sido sujeto de inspección no se lamentaron nuevas víctimas a causa de incendios.
Victoria sindical.
A fines de agosto, un
comunicado dado a conocer en paralelo en Ginebra
y Ámsterdam, consensuado entre
un centenar de empresas y los sindicatos internacionales IndustriALL, Global Union y
UNI Global, asegura que el nuevo
acuerdo vigente desde inicios del mes mantiene los compromisos
jurídicamente vinculantes sobre seguridad en el lugar de trabajo en ese país del subcontinente indio y promete ampliar
el programa a otros países ( https://caongd.org/campana-ropa-limpia-las-ong-firmantes-del-acuerdo-de-bangladesh-dan-la-bienvenida-a-un-nuevo-acuerdo-vinculante-sobre-la-seguridad/).
Recuerda que
al igual que su predecesor, se trata de
un instrumento jurídicamente vinculante, es decir de aplicación obligatoria, entre las empresas y
los sindicatos con el fin de reforzar
la seguridad de las fábricas textiles y de confección.
El mismo ratifica los elementos
fundamentales que aseguraron el éxito alcanzado en la etapa
previa: el respeto a la libertad de
asociación, administración y
aplicación independientes; un alto nivel
de transparencia; disposiciones
que garanticen la viabilidad financiera de
las medidas correctivas; el establecimiento del Comité de Seguridad,
así como la implementación del programa
de seguridad y
de un mecanismo de reclamo creíble e independiente.
En Bangladesh, el acuerdo es aplicado
por el Consejo de Sostenibilidad, un
organismo nacional tripartito e
independiente. Algunas de las novedades
que refuerzan el nuevo documento que acaba de entrar en vigor son: el compromiso
de centrarse en el programa de salud y seguridad en Bangladesh; la creación de un mecanismo creíble de cumplimiento
y responsabilidad en todo el sector textil; el
compromiso de ampliar la labor del Acuerdo Internacional sobre la base de estudios de viabilidad, así como la
opción para ampliar su alcance para
abordar la diligencia debida en materia de derechos humanos.
Cuando sindicatos y redes internacionales proponen extender la aplicación del acuerdo a otros países, argumentan condiciones dolorosas en muchas fábricas en Pakistán; recuerdan la muerte de 28 trabajadores en febrero pasado en un taller textil en Marruecos; así como los 20 decesos en marzo de este año en una fábrica textil de Egipto; y los 17 trabajadores que perecieron el pasado 27 de agosto en Mehran, Pakistán, a raíz del incendio en una fábrica que producía bolsas y que tenía bloqueadas las salidas y ventanas.
Se cierra una etapa formal
marcada por la rúbrica del nuevo
convenio. Pero no se acaba el proceso en
marcha que intenta ampliar el número inicial de las empresas signatarias. Sindicatos
internacionales y redes solidarias no bajan la guardia. En cada país
europeo siguen interpelando a las
marcas de moda y les exigen mayor
responsabilidad social. Disputa abierta, paradigma de una nueva globalización, la de
la solidaridad sindical.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario