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"El
pueblo se lo pedía" Respecto a la
decisión de su esposo de cerrar inconstitucionalmente el Congreso, responde que ella no puede
hablar del tema legal, que no lo conoce, pero que lo que sí sabe es que “el pueblo le pedía que cierre el
Congreso en cada lugar al que iba fuera de Lima, yo he sido testigo de eso”.
Castillo enfrenta bajo prisión preventiva un
proceso por rebelión y otro por corrupción. Su esposa defiende su inocencia,
pero expresa sus dudas en la justicia peruana.“Tengo mucha confianza en la defensa legal de mi esposo, pero la justicia
peruana es como un enemigo nuestro, entonces qué puedo esperar. A pesar de todo no pierdo la fe que
haya justicia en mi querido Perú”.
La defensa legal de Castillo es llevada a nivel internacional por los
abogados argentinos Eugenio
Zaffaroni y Guido Croxatto. “Tengo mucha esperanza en ellos y en la justicia internacional”, dice con énfasis Lilia Paredes.
“Estoy convencida que la justicia internacional va actuar según lo que es la
verdad, sin odios ni favoritismos, y decidir que mi esposo sea liberado.
También puede dar el visto bueno para su restitución como presidente. Él nunca se levantó en armas, ni pidió
a los militares que lo hagan. No fue destituido legalmente. Los abogados están haciendo su trabajo con mucho
esfuerzo y sabiduría, y sé que
algún día vamos a salir victoriosos. Estoy
eternamente agradecida a los doctores Zaffaroni y Croxatto”. En los
próximos días se reunirá en México con ambos
abogados. Croxatto ya estuvo antes en la casa de
Lilia Paredes, sus hijos le pidieron que por favor
saque de la cárcel a su padre.
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LILIA PAREDES: "LA
JUSTICIA PERUANA ES COMO UN ENEMIGO"
Desde su exilio en México la
esposa del ex presidente peruano Pedro Castillo rompe su silencio
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Denuncia que las autoridades peruanas no dejan que el expresidente
hable por teléfono con ella y con sus hijos.
Por Carlos
Noriega.
Desde Lima.
Página /12
domingo 28 de mayo del 2023.
"Agradezco
de todo corazón el respaldo internacional que estamos recibiendo."
Desde Lima
Desde su exilio en México, al que partió hace más de cinco meses, Lilia Paredes, esposa del encarcelado
expresidente Pedro Castillo,
rompió su silencio para hablar con Página/12. Fue una conversación telefónica en la que recordó el
día en que su esposo fue destituido y detenido, habló de
las acusaciones contra el expresidente y dejó salir la tristeza por
el exilio y la prisión de su esposo, por cuya salud expresó
preocupación, pero dijo tener confianza en la defensa legal de
Castillo y en la justicia internacional para que sea liberado. En varios tramos del diálogo se le quebró
la voz, como cuando recordó que no
habla con su esposo desde que éste fue
detenido el 7 de diciembre pasado
y que su hija menor, Alondra, de
nueve años, llora y le dice que quiere estar con su papá.
De
maestra rural a ama de casa
Lilian Paredes era maestra en una escuela rural, como Castillo, antes que éste gane sorpresivamente las elecciones y
se convierta en presidente. Dice que apoya las posturas políticas
de su esposo, pero aclara que ella no es
política. En el exilio
pasa los días trabajando en su casa –“ahora soy ama de casa”, señala-, donde vive con sus hijos Arnold, de 18 años, que estudia ciencias de la computación en la
universidad, y la pequeña Alondra,
que va a la escuela primaria.
“De salud nos encontramos bien, pero estamos muy tristes, no hay día en que haya una alegría en el hogar nuestro, porque estamos lejos de mi esposo, de la familia y del Perú donde hemos vivido toda la vida. Es muy triste estar separados del pueblo peruano, de todo nuestro entorno”, dice, con la voz entrecortada. Hace una pausa y continúa: “Tenemos que superar esa tristeza. Estamos tratando de empezar una nueva vida aquí. En México nos han recibido muy bien y estoy muy agradecida por eso, por el apoyo del presidente a mi esposo. Agradezco de todo corazón el respaldo internacional que estamos recibiendo. Esa solidaridad internacional es muy gratificante”.
Denuncia que las autoridades peruanas no dejan que Castillo hable por teléfono con
ella y con sus hijos.
“No tiene acceso a un teléfono, no lo dejan hablar con su familia más
cercana, eso es muy doloroso para mí y para sus hijos. Eso no es justo”.
Antes recibía noticias de cómo estaba su esposo a través de su hermana Yenifer,
a quien ella y su esposo consideran su
hija porque la han criado desde
pequeña, quien lo iba a visitar
regularmente. Pero Yenifer ya no puede visitar
al expresidente por decisión judicial por estar ambos investigados en un mismo
caso de supuesta corrupción. Ahora recibe noticias de Castillo a través de los
abogados que lo van a ver.
“Los abogados me dicen que mi esposo sigue con el ánimo de salir
adelante, pero se siente mal de estar lejos de su familia y no poder comunicarse
con sus seres queridos, y está un
poco mal de salud, con dolores de estómago. No sé qué le darán de comer. Me
preocupa su salud”.
El
día fatal
Rememora, con un dolor y angustia que se siente en su voz, aquel día del
mensaje de Castillo ordenando el cierre del
Congreso, el fracaso de esa decisión, la intempestiva salida de Palacio
de Gobierno y la inmediata detención y destitución de su esposo. Dos semanas después vino el exilio.
“Me sorprendí muchísimo cuando
escuché por televisión a mi esposo anunciando el cierre del Congreso. No
sabía nada de eso. Soy cristiana y siempre oro a Dios, y eso fue lo que hice
apenas terminó ese mensaje. Le pedí a Dios que ayude a mi esposo, a mi familia
y al pueblo peruano. Tenía mucho miedo que nos puedan hacer algo”.
Cuando estaba rezando llegó su esposo, le dijo que su mensaje iba a traer consecuencias y organizaron una rápida salida del
Palacio de Gobierno rumbo a la embajada de México. Aclara que Castillo no pensaba pedir asilo.
“Me dijo que nos iba a dejar a nosotros a buen recaudo en la embajada y
él iba a regresar a luchar con el pueblo”. Pero nunca llegaron a la embajada. Su escolta recibió órdenes de detenerlos.
“Esa es la parte más triste”, recuerda al revivir ese momento. “Yo me quedé paralizada, traumatizada, cuando vi a los policías que nos apuntaban con sus armas y decían con palabras duras que mi esposo baje del auto. Me puse nerviosa, sentí muchísimo miedo de que nos hagan algo. Mi hijita se puso a llorar. A mi esposo se lo llevaron. Yo estaba aterrada, no sabía qué hacer. Gracias a Dios todavía tuvimos el auto de Palacio y me fui con mis hijos a la casa de una amiga”.
Una versión en la prensa peruana señaló que, al momento de la detención
de Castillo, su esposa le dijo, a modo
de reproche por su decisión de
cerrar el Congreso:
"pero qué has hecho, Pedro". Ella dice que es falso. “Yo nunca
le dije eso. A mi esposo nunca lo he llamado
Pedro, para mí siempre ha sido José (el expresidente se llama José Pedro
Castillo), así lo llamo siempre. Eso que dicen es mentira”.
"El
pueblo se lo pedía"
Respecto a la decisión de su esposo de cerrar inconstitucionalmente el Congreso, responde que ella no puede hablar
del tema legal, que no lo conoce,
pero que lo que sí sabe es que “el
pueblo le pedía que cierre el Congreso en cada lugar al que iba fuera de Lima,
yo he sido testigo de eso”.
Castillo enfrenta bajo prisión
preventiva un proceso por rebelión y otro por corrupción. Su esposa defiende su inocencia, pero expresa sus dudas en la justicia peruana.
“Tengo mucha confianza en la defensa legal de mi esposo, pero la justicia
peruana es como un enemigo nuestro, entonces qué puedo esperar. A pesar de todo no pierdo la fe que
haya justicia en mi querido Perú”.
La defensa legal de Castillo es llevada a nivel internacional por los
abogados argentinos Eugenio Zaffaroni y Guido Croxatto.
“Tengo mucha esperanza en ellos y en la justicia internacional”, dice con énfasis Lilia Paredes. “Estoy convencida que la justicia internacional va actuar según lo que es la verdad, sin odios ni favoritismos, y decidir que mi esposo sea liberado. También puede dar el visto bueno para su restitución como presidente. Él nunca se levantó en armas, ni pidió a los militares que lo hagan. No fue destituido legalmente. Los abogados están haciendo su trabajo con mucho esfuerzo y sabiduría, y sé que algún día vamos a salir victoriosos. Estoy eternamente agradecida a los doctores Zaffaroni y Croxatto”. En los próximos días se reunirá en México con ambos abogados. Croxatto ya estuvo antes en la casa de Lilia Paredes, sus hijos le pidieron que por favor saque de la cárcel a su padre.
Los
cargos de corrupción
Atribuye los cargos de corrupción contra su esposo a una persecución
política. Culpa de actos de corrupción en su gobierno
a los colaboradores del expresidente.
“Ellos son los que tal vez hicieron cualquier maldad y ahora quieren
acusar a mi esposo para ponerle la responsabilidad
a él. Seguramente están siendo manipulados o pagados por la derecha, por las
personas que no querían a mi esposo”. Pero a su esposo lo acusan quienes fueron sus colaboradores muy cercanos. “El peor error de mi esposo -responde-
tal vez ha sido la gente en la que confió. Venimos
de una zona rural, mi esposo nunca ha ambicionado dinero, esas personas
al verlo como alguien tan sencillo se aprovecharon de eso”.
Ella
también está denunciada por corrupción, por un supuesto
direccionamiento de licitaciones.
“Desde un inicio se ha dado una persecución
política contra mi esposo y lo que han querido es tumbarse a la familia.
Por eso me han acusado sin haber cometido nada. Lo único que hice fue autorizar el ingreso a Palacio de Gobierno de
un amigo de Yenifer”. Ese amigo dice que les pagó para ganar
licitaciones. “A él lo
acusan y dice eso para salvarse, por no0 asumir su responsabilidad. Eso
es mentira. Yo nunca he tenido dinero, no lo tengo, nunca he sido ambiciosa de
dinero. Yenifer también es injustamente
acusada”.
Dina
Boluarte
Sobre la presidenta Dina Boluarte dice que la conoció
cuando era vicepresidenta y ministra del gobierno de su esposo, aunque nunca
conversaron a profundidad.
“Yo la he escuchado decirle a
mi esposo que le era leal, que siempre iba a estar con él. Pero no fue así. Que
ella misma evalúe eso”.
Boluarte culpa a Castillo de organizar desde prisión las protestas contra su gobierno y pretende cargarle las muertes por la
represión contra esas protestas.
“Me causa mucha extrañeza que ella acuse de esas muertes a mi esposo. Un niño se da cuenta que acusar a mi esposo de las muertes durante
este gobierno es una burla. Se están desacreditando diciendo eso.
Mi esposo no puede comunicarse ni con nosotros, solo puede hablar con sus
abogados, y cuando lo hace lo están vigilando, cómo va a dirigir las protestas.
No tiene sentido decir eso. Me siento mal, muy triste, preocupada, por estas
muertes. Ella (Boluarte) no
hizo nada por evitar esas muertes, no hace nada para que se investigue. Pero la justicia llegará”.
Racismo
La conversación termina tocando el racismo contra pobladores andinos,
como ella, el expresidente y sus hijos.
“Hemos sido víctimas de racismo cuando llegamos a Lima. Se burlaban de mi modo de vestir,
se burlaban de mi esposo, del modo que hablamos. Venimos de la sierra y hablamos y nos vestimos distinto a los de Lima. El racismo está
en gente que vive en las zonas residenciales,
está en los de la derecha, que siempre han
tenido la actitud de discriminarnos, de bajarnos. Sí,
sentí rechazo por racismo”.
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América Latina el Continente de mayor Desigualdad Social, Múltiple en el mundo. Segundo en Hambre y Pobreza, Pero primero en tener "la Clase política, más corrupta del mundo". Ladrones, pájaros fruteros, mafiosos, hampones, delincuentes y Dinosaurios.
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