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“El
Nuevo Banco de Desarrollo, creado en 2015 por los
llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica), es un ejemplo. Hay mucho ruido a su alrededor, tanto como para
creer que puede proporcionar un polo alternativo de crédito a las instituciones
internacionales antes nombradas. Según Patrick Bond, “el papel de los BRICS en las finanzas globales se resume en ‘hablar a
la izquierda, caminar a la derecha” como demuestra su vigoroso apoyo al
sistema financiero al congelar la cartera rusa a principios de marzo del 2022,
ya que, de lo contrario, no habría conservado su calificación crediticia
occidental de AA+. Y Rusia es accionista del 20%
de dicho banco.
“Desde
el punto de vista comercial integrado en el área de moneda, los países occidentales están
actuando como proteccionistas con la imposición
de aranceles, sanciones, precios máximos, restricciones de comercio, mientras
los chinos ahora están siendo los gendarmes del libre comercio, como ocurrió a lo largo de la
historia, quien tiene la potencialidad comercial para vencer a los demás
necesita del relato de la libre competencia. Pero este cambio
transformador, esta economía de bloques que compiten por atraer a la
mayoría de los países de su lado, tiene que ver con el cambio
de la globalización a la regionalización.
“La
seguridad de los suministros ha convertido a su cadena en punto central de
interés estratégico, no solo los suministros tienen que estar cerca,
asegurados, sino tener un flujo constante. Por eso la globalización
creada por las multinacionales se convirtió en regionalización, la idea del nacionalismo económico difundido por Trump se transformó en la “vuelta
a casa” de los demócratas, asfixiando a Europa con la Ley de combate a la inflación,
la guerra Ucrania, la desindustrialización
y la pérdida total de la autonomía estratégica.
Lo que era un compromiso con China, mientras
pertenecía a la lógica de la globalización con
trabajo barato, se convirtió en contención a partir del 2020 y derivó en confrontación directa en 2023.
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MULTIPOLARIDAD,
BANCOS Y DESDOLARIZACIÓN.
Globalización…
Regionalización.
*****
Por Alejandro Marcó del Pont | 08/05/2023
| Economía
Fuentes
Rebelión lunes 8 de mayo del 2023.
Fuentes: El
tábano economista
En un mundo de libre comercio y democracia no hay
incentivo para la guerra (Ludwig von Mises)
El
28 de febrero del 2022 Estados Unidos cometió uno de los errores económicos
más destacado e insensatos de su historia. Prohibió
a las entidades estadounidenses cualquier operación con el Banco Central de Rusia, además de congelar todos los activos en dólares,
lo que le impidió al Banco Central de Rusia acceder
a sus reservas en dólares en el mundo. Como si
esto fuera poco, también le impidió a cualquier
institución financiera o empresa estadounidense hacer transacciones u
operaciones con el Banco Central de ese país. Se
estima que los montos congelados son más de
300.000 millones de dólares.
Semejante despropósito alertó a los países del Sur Global, que depositan confiadamente sus superávits comerciales en dólares o bonos del tesoro americano. Hasta los últimos días de febrero la famosa frase de Warren Buffett, «No pongas todos tus huevos en la misma cesta», carecía de validez con respecto a la seguridad de los depósitos de dólares o bonos del tesoro americano. Dueños de la máquina de imprimir billetes verdes, el reintegro de los fondos invertidos en ese país no gozaba de riesgo alguno; más o menos devaluados, los dólares volverían a sus depositantes. Por otro lado, la probabilidad que las reservas de la mayor potencia atómica mundial fueran congeladas o confiscadas parecía irracional. Ahora imaginemos la deducción del Sur Global, si EE.UU. puede congelar los fondos a Rusia, qué queda para el común de los países del mundo sin la más mínima ojiva nuclear. La idea es realmente disparatada, pero sucedió.
La desdolarización en perspectiva multipolar.
***
Más temprano
que tarde los países comenzaron a imaginar una salida alternativa a sus
excedentes.
La creación de una moneda alternativa, que sería una de las opciones, es el tema más complejo, como
veremos. Las necesidades son más
perentorias y operativas, por lo
que se llevaron a cabo con extremada
rapidez, como los convenios bilaterales en
monedas locales. La patada inicial la dio Arabia Saudí, al aceptar yuanes en
lugar de dólares, por la venta de petróleo a
China. La economía asiática
compra más del 25%
del petróleo que exporta
la nación árabe. Si se cotizan en yuanes, esas ventas
impulsarían la posición de la moneda
china. Los saudíes también están estudiando
la posibilidad de incluir contratos
de futuros en yuanes, conocidos como petroyuanes. Rusia cerró el convenio rublo-rupia con India, lo mismo
hizo con Irán y este con China, mientras Brasil coquetea con
la misma idea y Argentina activó un añejo swap con
China para pagar en yuanes
una parte de las importaciones de ese país.
Es indudable
que la imposición de sanciones económicas a Rusia
empleadas por los gobiernos –prohibición de importaciones
de energía; tope al precio del petróleo;
confiscación de las reservas de divisas; cierre de los sistemas de
liquidación bancaria internacional– ha acelerado el alejamiento del dólar y del euro.
A pesar de
esta idea, Christine Lagarde, directora del
Banco Central Europeo, en su discurso ante el Consejo de
Relaciones Exteriores de EE.UU. en Nueva York, destacó que si bien hay una
tendencia a sustituir
monedas, aún está lejos de cambiar drásticamente el orden financiero mundial.
“Estos desarrollos no apuntan a ninguna pérdida inminente de dominio del dólar estadounidense o el euro. Hasta el momento, los datos no muestran cambios sustanciales en el uso de las monedas internacionales. Pero sí sugieren que el estatus de moneda internacional ya no debería darse por sentado”.
La desdolarización, avanza en el mundo.
***
Y la presidenta del Banco Central europeo tiene razón, es decir, las cuatro monedas más importantes del mundo, dólar americano, euro, libra esterlina y yen japonés, siguen manteniendo más del 90% de las transacciones y reservas de valor. También es evidente que parte de las reservas en dólares estadounidenses de los bancos centrales se ha reducido en 12 puntos porcentuales desde el cambio de siglo, del 71% en 1999 al 58.4% en cuarto trimestre del 2022.
Las
principales monedas siguen manteniéndose, el dólar estadounidense no está
siendo reemplazado por el euro, ni
por el yen, ni siquiera por el yuan chino, sino por un lote de monedas menores. La
distribución interna de monedas
dentro de las que tiene más del 90% aceptación, hay un aumento de lo que el FMI denomina «monedas de reserva
no tradicionales», definidas como
aquellas distintas de las «cuatro grandes» a
saber, el dólar
australiano, el dólar canadiense, el yuan, el won coreano,
el dólar de Singapur y la corona sueca. Todo esto sugiere que el cambio en
la fortaleza de las monedas internacionales tras
la guerra de Ucrania no está siendo hacia un bloque Oeste-Este, como argumenta la mayoría, sino
hacia una fragmentación de las reservas de divisas.
En las
últimas décadas, China ya ha multiplicado por 130 su comercio bilateral de bienes con los mercados
emergentes y las economías en desarrollo, y el país
también se ha convertido en el principal exportador
mundial. Investigaciones recientes indican que existe una correlación significativa entre el comercio de un país con China y sus tenencias de yuanes como
reservas. Los nuevos patrones comerciales también pueden dar lugar a nuevas alianzas.
Un estudio realizado por Oxford Economic
Policy encuentra que las alianzas
pueden aumentar la participación de una
moneda en las tenencias de reserva del socio en aproximadamente 30 puntos
porcentuales.
El
enfrentamiento entre China y EE.UU. ha mostrado una
paridad de la capacidad económica de China al igualar a la economía
americana, así como los BRICS superaron al PBI del G7, además de competir en el comercio, la inversión globales, lo que dan muestra
de las implicaciones del aparente
debilitamiento del dominio
hegemónico de la economía estadounidense y del dólar en la economía mundial, indicando
la evolución hacia una economía global “fragmentada
y multipolar”, en la que a futuro ninguna potencia económica dominaría
el comercio, la inversión o las monedas mundiales.
Todo esto
podría crear una oportunidad para ciertos países que buscan reducir su dependencia de los sistemas de pago y marcos monetarios occidentales, ya sea
por razones de preferencia política,
dependencias financieras o por el uso de sanciones financieras en la última
década. La evidencia apunta,
incluidas las declaraciones oficiales, a que algunos países tienen la intención de aumentar el uso de alternativas a
las principales monedas
tradicionales para facturar el comercio
internacional, como el yuan chino o la rupia india. Y también, según Christine Lagarde,
“estamos viendo una mayor acumulación de oro como activo de reserva alternativo, posiblemente impulsado por países con vínculos geopolíticos más estrechos con China y Rusia”.
Cambio Histórico en Vivo y en Directo. La desdolarización en perspectiva multipolar.
***
Esta última
parte tiene que ver con la necesidad de crear una moneda
alternativa, un sistema financiero alternativo al SWIFT que, desde 2014, Rusia ha
desarrollado para uso nacional y transfronterizo, con más de 50 bancos en una docena de
países usándolo el año pasado. Desde 2015, China ha establecido
su propio sistema para liquidar pagos en yuanes,
un mercado de bonos atractivo para
depositar los excedentes y calificadoras de riesgo del lado euroasiático. Todo esto
lleva más tiempo, así como la creación
de bancos alternativos al FMI o al Banco Mundial para sortear las condiciones y
condicionalidades que ellos imponen.
El Nuevo
Banco de Desarrollo, creado en 2015 por los
llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica), es un
ejemplo. Hay mucho ruido a su
alrededor, tanto como para creer que
puede proporcionar un polo alternativo de crédito a las instituciones internacionales antes
nombradas. Según Patrick Bond,
“el
papel de los BRICS en las finanzas globales se
resume en ‘hablar a la izquierda, caminar a la derecha” como demuestra
su vigoroso apoyo al sistema financiero al congelar la cartera rusa a
principios de marzo del 2022, ya que, de
lo contrario, no habría conservado
su calificación crediticia occidental de AA+. Y Rusia
es
accionista del 20% de dicho banco.
Desde el
punto de vista comercial integrado en el área de moneda, los países
occidentales están actuando como proteccionistas con la imposición de aranceles, sanciones, precios máximos, restricciones de
comercio, mientras los chinos ahora están siendo los gendarmes del libre comercio, como ocurrió a lo largo de la historia, quien tiene la potencialidad comercial para vencer a los demás necesita del
relato de la libre competencia. Pero este cambio transformador, esta economía de bloques que compiten por atraer
a la mayoría de los países de su lado, tiene que ver con el cambio de la globalización a la regionalización.
La seguridad de los suministros ha convertido a su cadena en punto central de interés estratégico, no solo los suministros tienen que estar cerca, asegurados, sino tener un flujo constante. Por eso la globalización creada por las multinacionales se convirtió en regionalización, la idea del nacionalismo económico difundido por Trump se transformó en la “vuelta a casa” de los demócratas, asfixiando a Europa con la Ley de combate a la inflación, la guerra Ucrania, la desindustrialización y la pérdida total de la autonomía estratégica. Lo que era un compromiso con China, mientras pertenecía a la lógica de la globalización con trabajo barato, se convirtió en contención a partir del 2020 y derivó en confrontación directa en 2023.
La desdolarización de la economía mundial, está en marcha y estos 5 hechos históricos lo demuestran.
***
Si bien cada
batalla, en el comercio, en lo tecnológico o en las monedas, es embrionaria, no es menos cierto que esta guerra, esta transformación mundial en bloques, ha
incluido en el juego a África y
Latinoamérica como componentes
centrales de la seguridad de suministros.
Aquí Brasil pasa a jugar un papel
central, al igual que Argentina, con la capacidad de exportar alimentos, energía y minerales. Vaca Muerta, el pre-sal, el litio, son partes de la estrategia americana y china.
Brasil juega una
carta central en esta disputa,
un poco más compleja porque depende de
sus políticas interna-externa. Lula navega en la
dualidad, que, de hecho, no es para nada simple.
Tratar de surfear
la ola sacando ventaja de
ambos bandos es complicado, y al parecer está la lógica de un doble discurso,
como durante 2006-2010, no parece tener asidero en la actualidad. La ambigüedad interna se refleja en las decisiones externas que se
repitió durante el viaje presidencial a Pekín.
Lula se
enfrentó a Estados Unidos al hablar de rechazo
al dólar en las transacciones internacionales,
exaltó posibles inversiones chinas en Brasil y
atacó al FMI por ahogar a la Argentina. Pero,
en el mismo viaje, el gobierno decidió no adherirse a la Nueva Ruta de la Seda, formada por 147 países, lo que vincularía lo dicho a través de los
micrófonos con el mundo real. ¿Por qué?
Días después,
antes las críticas de Washington,
de los líderes
de la Unión Europea y de los medios brasileños a Lula por haber denunciado que tanto Kiev como Moscú son
responsables de la guerra en Ucrania,
tanto el presidente como la diplomacia brasileña dieron varios pasos atrás. En Portugal, Lula
se apresuró a señalar que nunca habló
de responsabilidades equivalentes y dio
instrucciones a Celso Amorim -canciller de
facto- para que visite Kiev en las próximas
semanas.
El
golpe de Estado de 2016, la prisión de Lula, las contrarreformas laboral, previsional y de la enseñanza
media, el congelamiento del déficit, la
independencia del Banco Central, el intento de golpe más reciente y 58 millones de votos en segunda vuelta electoral de Bolsonaro, son solo una
muestra de las condicionalidades al líder del PT.
Ambas restricciones políticas, tanto internas como externas, son de EE.UU., pero dependiendo de lo que haga Lula, las
limitaciones serán para América del Sur.
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