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El capitalismo imperialista
norteamericano, a pesar de estar sumergido en una crisis estructural
sin precedentes para ellos en las últimas décadas –después de la gran crisis de 1930 – en la coyuntura
actual es evidente que en el Nuevo Orden
Mundial, producto de la crisis estructural del 2008 – El Cambio de Época, Histórica – la crisis final de la Unipolaridad mundial y el surgimiento
del Multilateralismo
Global – (multidimensional), económico, social, cultural, ambiental,
tecnológico, político e institucional -, en su interior en estos años, se ha
presentado, la “guerra de la divisas”
por el mejor control y más barato del comercio de mercancías en el mercado
único mundial, las guerras y ocupaciones
militares – la falta de control de la economía de la guerra – así como el
avance subterráneo de la economía
criminal – los narco-Estados, los Estados fallidos y la propia “democracia
de los misiles”, la “bancocracia” y la “democracia fallida”, el resultado que
hoy miramos a nivel sistémico, es sin duda la
pérdida paulatina del poder imperial – como contra-partida recurre a la invasión militar la guerra del control
de mercados, golpes de Estado, dictaduras, etc. – Contexto mundial, donde sigue controlando (militarmente) a todo el sistema capitalista, a partir del control
que ejerce en el G-7, economías,
gobiernos, gobernantes que son sometidos y dominados – el espionaje – (hasta
perder la Soberanía)en forma absoluta a partir de formas muy diversas de
Convenios, Pactos, Ayudas, Contratos, Embajadas, ahora TLC, Programas Sociales, etc. Sin embargo,
más allá, se extiende su “dominio” e influencia actual, es de mucho cuidado,
pero no imposible como es las economías emergentes de los BRICS y el propio G-20, inclusive calificando el fracaso de las
políticas internacionales del Presidente Obama. En los BRICS y el G-20, por su amplitud, diversidad, y sobre todo
donde se juegan verdaderos poderes mundiales – China, Rusia, Estados Unidos, Unión Europea – así como en la otra
vereda política del Multilateralismo actual, la presencia muy
importante de gobiernos
progresistas y nacionalistas en América latina, Asia y África. En
ese terreno su presencia –anterior altiva, dominante, impositiva – ahora es más respetuosa – pero con espionaje
– utilizan el bloqueo económico, como chantaje, para derrotar al “enemigo”
político. Finalmente su poder actual,
está en revisión permanente, por los poderes
emergentes – pero el capitalismo será viejo, pero no dormido, menos derrotado,
porque hoy en el epicentro de la crisis
sistémica, está en pleno proceso de construcción global de una nueva forma del capitalismo, como globalización,
como sistema mundo; como alternativa política diferente a la lucha
de los pueblos del mundo por una Nueva Civilización Humana.
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G-20
El
G-20.
"las 20 economías más desarrolladas del mundo". Países
capitalistas-imperialistas, todos, NO?. En este poderoso grupo de países están
presentes también el G-7 (ayer G-8 antes de la "expulsión" de Rusia, por
asuntos de Ucrania), los países de economías emergentes BRICS, la U.E y otros invitados que se
renueva en cada Cumbre Mundial. A pesar de su poder evidente no ha podido
renovar la "construcción" de la Nueva Arquitectura Financiera
Mundial, necesaria y fundamental para encontrar una "salida" a
la crisis estructural del sistema-mundo, desde la Cumbre Global de Washington
en noviembre del 2008.
***
ESTADOS UNIDOS todavía decide el futuro del
capitalismo, no del G-20 o los BRICS.
*****
Leo
Panitch (SIN PERMISO)
Martes
9 de septiembre del 2014.
El
nuevo banco de desarrollo puesto en marcha por los principales países
emergentes, le ha robado los focos al G-20. Pero no supone un verdadero desafío
a la dominación estadounidense de los mercados globales.
La
atención internacional se ha desviado de las reuniones del G-20 de este año en Australia por la declaración de los líderes de
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, en su reunión en Fortaleza, Brasil,
este mes de julio, para lanzar un nuevo "Banco
BRICS".
El
G-20, que fue creado por el Tesoro
de Estados Unidos a raíz de la crisis financiera asiática de fines de la década
de 1990, fue diseñado para que los principales Estados de los "mercado
emergente" asumiesen su responsabilidad junto con el G-7 en la "nueva arquitectura financiera internacional".
Se creía que ello reforzaría la legitimidad del papel central de los Estados
Unidos como superintendente de un capitalismo global muy ampliado, pero cada
vez más volátil.
Ello
implicaba especialmente lo que el Tesoro de Estados Unidos llama la
"contención del fracaso" de las crisis financieras recurrentes. Con
esta preocupación prioritaria en mente, los jefes de Estado del G-20 fueron convocados a Washington DC en noviembre de 2008 para
evitar que la primera crisis del capitalismo global del siglo XXI se
convirtiese en una repetición del colapso del capitalismo internacional de
1930. En este sentido, el "compromiso
con una economía global abierta" del comunicado final de la Cumbre de
Washington de 2008 fue especialmente significativo:
"Subrayamos
la importancia vital de rechazar el proteccionismo y no encerrarse... nos
abstendremos de erigir nuevas barreras a la inversión o al comercio de bienes y
servicios".
Este
compromiso se ha visto reforzado en todas las reuniones anuales del G-20 desde entonces, incluyendo las
preparatorias para Brisbane del
pasado mes de noviembre. Cuando los ministros de finanzas y los gobernadores de
los bancos centrales prometieron en su reunión de febrero de 2014 en Sydney "eliminar
las restricciones a la inversión privada", estaban cumpliendo con la
condición central de Estados Unidos para sostener el capitalismo global.
Esto
no quiere decir que los Estados Unidos hayan cedido mucho control operativo al G-20, como nunca lo hicieron en el caso
del G-7. Las decisiones políticas
clave se toman en Washington DC, donde el FMI
y el BM tienen su sede pero, aún más
decisivo, donde se encuentran el Tesoro y
la Reserva Federal. El estímulo fiscal coordinado del G-20 en 2009 fue significativo, sobre todo porque facilitó que el
Congreso de Estados Unidos aceptase el plan inicial del Tesoro de gastos
deficitarios masivos para evitar la espiral hacia otra gran depresión.
Cuando
el Congreso en 2010 se puso en
contra, el eje central de la política paso a ser la política monetaria de "flexibilización cuantitativa"
de la Reserva Federal,- FED - y así
ha sido desde entonces. Su impacto se hizo sentir tanto a nivel internacional
como a nivel nacional, ya que la FED
actuó efectivamente como el banco central del mundo mediante la fijación de los
tipos de interés de referencia y su transferencia de dólares tanto a los bancos
extranjeros como a los de Estados Unidos.
En el escenario global del Nuevo Orden Mundial -
regional, descentralizado - Multilateral – (multidimensional), el poder de las
economías emergentes, las economías BRICS - están
salvando la crisis estructural del sistema capitalista, pero a su vez se
encaminan - ya en la presente coyuntura de la poli-crisis del sistema-mundo -
ha tener un verdadero Poder Mundial, en el nuevo modelo de acumulación del
capitalismo sistémico – el capital de la desposesión –saqueo, pillaje y
explotación - de los recursos naturales, la biodiversidad, los conocimientos
ancestrales y el “Nuevo Consenso de los Commodities”, impuesto por el capital
corporativo global.
***
Había
expectativas generalizadas – dado que la gran
crisis financiera había tenido su origen en los Estados Unidos, por no
hablar de la política posterior poco ortodoxa de "dinero fácil" – de
que los "privilegios
exorbitantes" del dólar en las
redes financieras que conectan los BRICS
con la producción y el comercio mundial se vieran amenazados. Brasil, Rusia, India y China no fueron
tan ingenuos como para imaginar que el G-20
sería el lugar para supervisar la desaparición del dólar, y celebraron por
primera vez su propia cumbre en Ekaterimburgo en 2008.
Junto
con Sudáfrica en 2010, pronto
comenzaron incubar planes para su propio banco internacional, autónomo de los Estados
Unidos y las instituciones financieras con sede en Washington. Estos planes se
vieron reforzados cuando el Congreso de Estados Unidos se negó a respaldar un
aumento de la cuota de voto de los BRICS
en el FMI y el BM, como se había acordado en las reuniones del G-20.
Para
Joseph Stiglitz, premio Nobel y
antiguo economista jefe del Banco Mundial, el anuncio del nuevo banco BRICS en Fortaleza supone un claro
desafío al orden mundial liderado por Estados Unidos, lo que refleja "un cambio fundamental en la economía
mundial y el poder político". Fidel
Castro lo asocio con la resistencia de su propio país contra "el imperio más poderoso que jamás haya
existido", y expresó su confianza en que el impulso por parte de los
dirigentes de los BRICS de la "cooperación y solidaridad con los pueblos
... en el logro del desarrollo sostenible, y la erradicación de la
pobreza", culminaría siendo "una de las mayores hazañas de la
historia de la humanidad".
Sin embargo, la principal razón de la permanencia del papel central del dólar tiene muy poco que ver con la estructura institucional del FMI, o el mayor tamaño de su capitalización en relación con lo que el banco BRICS pueda reunir. Se refleja principalmente en la ausencia - incluso en Shanghai, donde tendrá su sede el nuevo banco - de algo parecido a la amplitud y el alcance de los mercados financieros concentrados en Wall Street y su satélite la City de Londres. Y es la forma en la que estos mercados están, a su vez, tan profundamente entrelazados con el Tesoro y la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que explica el papel dominante de esta última en la gestión económica global.
Sin embargo, la principal razón de la permanencia del papel central del dólar tiene muy poco que ver con la estructura institucional del FMI, o el mayor tamaño de su capitalización en relación con lo que el banco BRICS pueda reunir. Se refleja principalmente en la ausencia - incluso en Shanghai, donde tendrá su sede el nuevo banco - de algo parecido a la amplitud y el alcance de los mercados financieros concentrados en Wall Street y su satélite la City de Londres. Y es la forma en la que estos mercados están, a su vez, tan profundamente entrelazados con el Tesoro y la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que explica el papel dominante de esta última en la gestión económica global.
Es
más, el margen de maniobra que el FMI
permitirá al banco BRICS es
claramente limitado. En efecto, para obtener el beneficio completo de los
préstamos bajo "acuerdo de reserva
contingente" del banco BRICS,
los países deberán tener un "acuerdo
de programa de préstamo" con el FMI.
De hecho, esto se parece mucho a la "Iniciativa
Chiang Mai" del año 2000 para los swaps de monedas entre China, Japón,
Corea del Sur y los países de la ASEAN después
de la crisis financiera 1998-1998-?, que fue poco utilizada y resultó en gran
medida simbólica.
La
acritud con la que el Banco Mundial
ha dado la bienvenida al banco BRICS
también tiene que ver con el hecho de que sus objetivos como un banco de
desarrollo no son muy diferentes a las estrategias económicas orientadas a la
exportación, en especial de materias primas, que hasta ahora rigen la
participación de los mercados emergentes en la globalización capitalista.
Siguiendo el ejemplo del banco de desarrollo BNDES de Brasil, promoverá las corporaciones multinacionales de los
BRICS, lo que tiene muy poco que ver
con los principios socialistas de
cooperación del ya extinto Banco Latinoamericano del Sur que los gobiernos
revolucionarios en Venezuela y Bolivia inicialmente habían pensado.
Las
organizaciones de la sociedad civil y los sindicatos independientes, reunidos
también en Fortaleza en una conferencia de “BRICS
desde abajo”, destacaron hasta qué punto las clases dominantes y los
gobiernos de cada uno de los estados miembros BRICS se han comprometido a mantener las políticas neoliberales, a
menudo administradas brutalmente, en sus propios países.
En este sentido confluían con la reciente declaración sindical L20 con ocasión de la reunión del G-20 de Australia, que al criticar las "políticas de austeridad y las reformas estructurales que reducen los salarios y la protección social de los trabajadores” no creen que los BRICS sean un modelo para una alternativa. De hecho, la declaración de los “BRICS desde abajo” señala que "si la distribución del ingreso en las economías emergentes de Asia no hubiera empeorado en los últimos 20 años, el rápido crecimiento de la región habría podido sacar de la pobreza a 240 millones de personas más".
En este sentido confluían con la reciente declaración sindical L20 con ocasión de la reunión del G-20 de Australia, que al criticar las "políticas de austeridad y las reformas estructurales que reducen los salarios y la protección social de los trabajadores” no creen que los BRICS sean un modelo para una alternativa. De hecho, la declaración de los “BRICS desde abajo” señala que "si la distribución del ingreso en las economías emergentes de Asia no hubiera empeorado en los últimos 20 años, el rápido crecimiento de la región habría podido sacar de la pobreza a 240 millones de personas más".
A
pesar de toda la fanfarria que ha acompañado el anuncio del Banco BRICS en la Cumbre de Fortaleza, servirá de muy poco para cambiar el equilibrio
y, aún más importante, la sustancia del poder financiero global. Merece la pena
recordar una vieja lección, que también se aplica al "Plan de Acción de
Brisbane" de este otoño: el verdadero cambio empieza por uno mismo.
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Leo Panitch
es editor del Socialist Register,
famoso y ya clásico anuario de la izquierda anglosajona, y profesor
investigador de Ciencias Políticas en la Universidad de York, en Canadá y
coautor con Sam Gindin de The Making of Global Capitalism: The Political
Economy of American Empire (Verso, Londres, 2012).
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