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Ustedes, primero los dirigentes, líderes y los propios ciudadanos,
cuya pertenencia a los Partidos Políticos, durante las dos últimas décadas,
básicamente no tuvieron la capacidad política, menos la fuerza
organizativa que sirviera de resistencia a lo malo y vil que nacía y con quienes había que deslindar ideológica y políticamente
por el doble poder que se encontraba en plena gestación, que en
el fondo fue incentivada, impulsada y logró ganar más adeptos, precisamente
desde la firma del TLC en enero de 1994,
entre México, Canadá y Estados
Unidos – resultados que definitivamente favorecieron a las dos potencias
del norte, y el gran perdedor fue el campesino, los pequeños y medianos
agricultores aztecas – paralelo (in)surgía el movimiento político rebelde y
revolucionario Zapatista en el Estado de
Chiapas, la población de extrema pobreza y excluida históricamente por el
poder central.
Segundo, es en el nuevo milenio, cuando
se presentan en la estructura de la sociedad mexicana,
elementos y
características que inician su destrucción: la crisis estructural del sistema capitalista
y las políticas neoliberales, cuya responsabilidad de empresarios, corporaciones
y el propio Estado, jamás lograron entender hacia donde caminaban sin rumbo
propio, pero sí absolutamente dominados
por las políticas neoliberales; la corrupción que se incrusta en todas las
instituciones del Estado, y es parte activa de su descomposición; el fracaso
total de los partidos políticos que hasta entonces venían gobernando – El PRI gobernó durante 70 años
continuados e implantó la “dictadura
corporativa perfecta”; producto de este fracaso político, por primera vez
en México ingresa a la política la derecha y ultra-derecha política. El PAN primero con el Presidente Fox y
después Calderón fueron los grandes responsables de haber “transformado”
políticamente la democracia liberal-representativa en una democracia fallida, inviable, democracia de
papel, mediática y novelada;
Crece la protesta, ahora es nacional, la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Rural de Normalistas de Ayotzinapa- Estado de Guerrero - víctimas del poder asesino narco. Las movilizaciones nacionales exigen la renuncia del Presidente Peña Nieto. Si ahora no deslindan y en definitivo - imponen una gran política nacional -para terminar con el poder narco, la situación en los siguientes meses - no años - será prácticamente imposible, la violencia y asesinato, secuestrarán la vida cotidiana de la ciudadanía azteca.
***
Tercero,
permitieron ante el fracaso de las instituciones políticas del estado, el ingreso dominante de los
pulpos corporativos de las tele-comunicaciones (TELEVISA Y AZTECA) en
el sistema político; obviamente si miramos, hacia el espacio público, la
inseguridad y la violencia, está presente en el baño de sangre en las calles,
plazas públicas y comunidades era tan
evidente, - supuestamente invisible para los gobernantes - producto del poder narco
que crecía a medida que se profundizaba la crisis estructural del sistema y la sociedad
mexicana en la mitad más o menos, vivía exclusivamente de las remesas que
enviaban sus familiares que había migrado hacia el norte imperialista;
Finalmente,
los gobiernos sucesivos entregaban – o remataban el petróleo – riqueza energética, que
representaba la dignidad histórica del pueblo mexicano, puesto que fue recuperado
y nacionalizado en 1938. Política nacional y modernizadora que consolidó la
Revolución Mexicana de 1910, acontecimiento
histórico, de quien tuvo el coraje, fuerza, valor y compromiso de dirigirlo a
favor de su pueblo, Presidente Lázaro Cárdenas.
Pero ahora se está entregando al poder del imperio, PEMEX es parte del botín
ansiado por las corporaciones transnacionales. Sumamos todos los elementos
destructivos del sistema de valores de la sociedad, demoledores de las
instituciones del Estado, estamos preparando el camino – camino obligado para
el pase de la droga hacia la población de mayor consumo en el mundo – para el
proceso de destrucción de la Democracia y del propio Estado, y hoy tenemos ante nuestros ojos y los ojos del mundo el narco-estado
que asesina a sus estudiantes, a su juventud por el único delito de reclamar
por sus derechos. (sólo es una mirada desde el exterior, teniendo como
eje central la epidermis de la sociedad
mexicana, la opinión completa, seria, responsable sobre la estructura mexicana,
la tienen Profesionales de las
Universidades, Ciudadanos de la Sociedad Civil, y los Ciudadanos Aztecas en general).
/////
¿EXISTEN LOS NARCO-ESTADOS?.
El término narco-estado o narcoestado (de narco:
droga y estado: conjunto de instituciones) es un neologismo
que se aplica a aquellos países cuyas instituciones políticas se encuentran
influenciadas de manera importante por el narcotráfico,
y cuyos dirigentes desempeñan simultáneamente cargos como funcionarios
gubernamentales y miembros de las redes del tráfico de drogas narcóticas ilegales,
amparados por sus potestades legales.
El uso del término comenzó a
implementarse en los años 1980 con la aparición de poderosas
organizaciones mafiosas en Colombia.
En la actualidad, Colombia ha mejorado en el tema del narcotráfico,
disminuyendo ampliamente la producción en los últimos años. Son habitualmente
considerados dos ejemplos de narcoestado
Kosovo
en Europa y Guinea-Bissau
en África,
aunque diferentes instituciones han advertido del riesgo de otros países a
caer bajo este tipo de gobierno
El lúcido politólogo estadounidense
Noam Chomsky abordó el problema del narco en México en un texto para la revista
Guernica, recuperado por el diario La Jornada. Analizando la política que rige
esta guerra, Chomsky percibe que existe una agenda oculta detrás del supuesto
conflicto sin cuartel entre los gobiernos y los cárteles: principalmente
el contraespionaje y la limpieza social.
«El problema de las
drogas está en Estados Unidos, no en México. Es un problema de demanda y tiene
que ser abordado aquí, pero no se hace así. Se ha demostrado una y otra vez que
la prevención y el tratamiento son mucho más efectivos en costos que la acción
policiaca, operaciones fuera del país, control fronterizo y más. Pero el dinero
va en otra dirección y nunca tiene impacto. Cuando los líderes aplican durante
décadas políticas que no tienen consecuencias para el objetivo declarado y son
muy costosas, uno debe preguntarse si están diciendo la verdad y si esas
políticas son para otro objetivo, porque no reducen el uso de drogas».
En América Latina hay
enormes flujos de dinero que benefician a las élites, y un amplio sector
empresarial está de alguna manera involucrado con el narcotráfico. Por otro
lado, Chomsky ofreció ejemplos en Colombia y otros países donde, bajo el
pretexto de esa guerra, se han podido controlar y anular esfuerzos económicos
autónomos de diversas comunidades en la región, en beneficio de intereses
poderosos. Todo mientras no se logra cumplir con los objetivos oficiales de
frenar la droga y sus consecuencias.
No creo que la guerra contra las drogas es un fracaso, tiene un propósito diferente al anunciado, concluyó Chomsky.
El problema de las drogas en América Latina está aquí en Estados Unidos. Nosotros suplimos la demanda, las armas, y ellos (en América Latina) sufren.
La visión política del Maestro era correcta, ahora tenemos
las consecuencias, cuando México es un caldero, se quema, arde - está a punto
de explosionar- producto de la propia complicidad e incapacidad de sus
gobernantes. De Estado inviable rápidamente - producto del propio crecimiento
sin control del narcotráfico - hoy tenemos un narco-estado?. El doble poder. Un
poder público amarrado, atado sin perspectivas políticas, cómplice del desastre
y un poder narco, violento, asesino. Muy simple. El Estado de Guerreros, el
Alcalde, su mujer y la muerte y desaparición de los 43 estudiantes de Iguala,
es sólo un ejemplo. Y la democracia del presidente Peña y el PRI; y el poder
mediático de los dos canales corporativos mundiales de TV, (Telvisa y Azteca)
son o no responsables directos?.
PERÚ: MARCO-ESTADO?.
Por
Oscar Ugarteche. SERVINDI. Abril del 2014.
ALAI,
02 de abril, 2014.- Un tema recurrente de los últimos veinte
años en el análisis político latinoamericano ha sido si existen los narco
estados y qué los define. Está el marco referencial de México y lo que parece
como un antiguo acuerdo de pase de drogas. El
narcotraficante iba con el seudónimo de El Señor de los Cielos y pasaba la
droga por aire en un acuerdo con un ministro de Estado del PRI de los años 50
que era vecino de su casa de campo. En México no hay nadie de alto nivel en la
cárcel por narcotráfico y el control del territorio se perdió en varios
estados.
Luego está el caso
colombiano donde hay financiamiento de los carteles de las drogas a los partidos
políticos. El caso más ruidoso fue el financiamiento de Ernesto Samper a la
Presidencia de la República siendo puente del dinero Fernando Botero, hijo del
pintor y Ministro de Estado. Samper mismo quedó impoluto y Botero en la cárcel
con un grupo grande de su partido político. El siguiente caso importante fue el
escándalo de la venta de armas a las FARC a cambio de drogas donde el ministro
de Defensa de Colombia acusó a Fujimori y Montesinos en el 2000, pocos meses
antes de la caída de Montesinos(1) y luego de Fujimori. Esto fue acompañado de
eventos aislados durante el fujimorismo de naves del Estado peruano llenas de
toneladas de cocaína, tanto barcos de la Marina de Guerra como el avión
presidencial. En los casos peruanos no cayó ningún responsable político a pesar
de las acusaciones. El poder judicial eximió en todos los casos tanto a
Montesinos como a Fujimori.
El caso más nuevo y
complicado es el del ex presidente Alan García donde el mismo parece ser
cómplice del narcotráfico en el “sólido norte”, área geográfica donde su
partido político ha predominado históricamente. El APRA se fundó en Trujillo en
la costa norte. La complicidad parece tener la forma de indultos a sentenciados
por narcotráfico. Esto no tendría cariz de complicidad si no se tratara de
números masivos de narcos dejados libres y de los procedimientos empleados.
En el semanario limeño
Hildebrandt en sus Trece del 28 de marzo del 2014, el periodista Carlos León
Moya señala varias cosas. El informe de la Megacomisión “da cuenta de un uso sin
precedentes” de las gracias presidenciales durante el período 2006-2011, “al
punto de constituir en la práctica un sistema de administración de justicia
paralelo al Poder Judicial, al modificar alrededor del 30% de las resoluciones
de este”. Asimismo, encuentra “alta incidencia en la excarcelación de personas
condenadas por el delito de tráfico ilícito de drogas, tanto en su forma simple
como en su forma agravada”.
México. Estado de Guerrero. Iguala. Escuela Rural de Normalistas Rurales de Ayotzinapa.. Estudiantes muertos, 43 desaparecidos desde finales de septiembre. El modelo perfecto de narco-estado (invisible para los que no quieren ver más allá de la esquina el doble poder: el otro poder violento, represivo, asesino, el poder narco y la complicidad de las autoridades locales (autor el Alcalde y esposa) sin embargo la justicia burguesa es incapaz de detener lo que ellos crearon debajo "de la mesa" y hoy es un poder que destructivo y asesino. (Esos son los poderes asesinos de los narco-estados, aunque Usted no lo crea aún siguen disfrazados de "democráticos".
***
MÉXICO: UN ESTADO
FALLIDO PLANIFICADO.
43 desaparecidos
de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.
*****
Alainet.
Rebelión sábado 25 de octubre del 2014.
El Estado se ha convertido
en una institución criminal donde se fusionan el narco y los políticos para
controlar la sociedad. Un Estado fallido que ha sido construido en las dos
últimas décadas para evitar la mayor pesadilla de las elites: una segunda
revolución mexicana.
“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, grita María Ester Contreras, mientras veinte puños en alto corean la
consigna sobre el estrado de la Universidad Iberoamericana de Puebla, al
recibir el premio Tata Vasco en nombre del colectivo Fuerzas Unidas por
Nuestros Desaparecidos en México (Fundem), por su trabajo contra las
desapariciones forzadas. La escena es sobrecogedora, ya que los familiares,
casi todas madres o hermanas, no pueden contener llantos y lágrimas cada vez
que hablan en público en el XI Foro de Derechos Humanos.
Nada que ver con la
genealogía de las desapariciones que conocemos en el Cono Sur. En México no se
trata de reprimir, desaparecer y torturar militantes sino algo mucho más
complejo y terrible. Una madre relató la desaparición de su hijo, un ingeniero
en comunicaciones que trabajaba para IBM, secuestrado por el narco para
forzarlo a construir una red de comunicaciones a su servicio. “Le puede tocar a
cualquiera”, advierte, diciendo que toda la sociedad está en la mira y que, por
lo tanto, nadie debería permanecer ajeno.
Fundem nace en 2009, en
Coahuila, y ha logrado reunir a más de 120 familias que buscan a 423 personas
desaparecidas, que a su vez trabajan con la Red Verdad y Justicia, que busca a
300 migrantes centroamericanos desaparecidos en territorio mexicano. “Daños
colaterales” los llamó el expresidente Felipe Calderón, tratando de minimizar
la tragedia de las desapariciones. “Son seres que nunca tuvieron que haber
desaparecido”, replica Contreras.
Peor que el Estado Islámico
Un comunicado de Fundem,
con motivo de la Tercera Marcha de la Dignidad celebrada en mayo, destaca que
“según la Secretaría de Gobernación, hasta febrero de 2013, se contaban 26.121
personas desaparecidas”, desde que Calderón declaró la “guerra al narcotráfico”
en 2006. En mayo de 2013, Christof Heyns, relator especial de ejecuciones
extrajudiciales de las Naciones Unidas dijo que el gobierno reconoció 102.696
homicidios en el sexenio de Calderón (un promedio de 1.426 víctimas por mes).
Pero en marzo pasado, tras 14 meses del actual gobierno de Peña Nieto, el
semanario Zeta contabilizaba 23.640 homicidios (1.688 al mes).
La cadena informativa Al
Jazeera difundió un análisis donde se comparan las muertes provocadas por el
Estado Islámico (EI) con las masacres del narco mexicano. En Irak, en 2014, el
EI ha acabado con la vida de 9.000 civiles, en tanto el número de víctimas de
carteles mexicanos en 2013 sobrepasó las 16.000 (Russia Today, 21 de octubre de 2014). Los
carteles llevan a cabo cientos decapitaciones todos los años. Han llegado a
desmembrar y mutilar los cuerpos de las víctimas, para después exponerlos para
atemorizar a la población. “Con el mismo propósito, los carteles también atacan
a niños y mujeres, y, al igual que el EI, publican las imágenes gráficas de sus
delitos en las redes sociales”.
Muchos
medios de comunicación han sido silenciados a través de sobornos o
intimidaciones y desde 2006 los carteles han sido responsables del asesinato de
57 periodistas. El Estado Islámico asesinó dos estadounidenses, cuyos casos
ganaron los grandes medios, pero pocos saben que los carteles mexicanos
asesinaron 293 ciudadanos estadounidenses entre 2007 y 2010.
La pregunta no es, no debe ser, quiénes son más sanguinarios, sino porqué. Desde que sabemos que Al Qaeda y el Estado Islámico han sido creados por la inteligencia estadounidense, bien vale la pregunta sobre quiénes están detrás del narcotráfico.
La pregunta no es, no debe ser, quiénes son más sanguinarios, sino porqué. Desde que sabemos que Al Qaeda y el Estado Islámico han sido creados por la inteligencia estadounidense, bien vale la pregunta sobre quiénes están detrás del narcotráfico.
Diversos
estudios y artículos periodísticos de investigación destacan la fusión entre
autoridades estatales y narcos en México. La revista Proceso destaca en su
última edición que “desde el primer trimestre de 2013 el gobierno federal fue
alertado por un grupo de legisladores, activistas sociales y funcionarios
federales acerca del grado de penetración del crimen organizado en las áreas de
seguridad de varios municipios de Guerrero”, sin obtener la menor repuesta (Proceso,
19 de octubre de 2014).
Analizando
los vínculos detrás de la reciente masacre de los estudiantes de Ayotzinapa
(seis muertos y 43 desaparecidos), el periodista Luis Hernández Navarro
concluye que el hecho “ha destapado la cloaca de la narcopolítica guerrerense”
(La Jornada, 21 de octubre de 2014). En ella participan miembros de todos los
partidos, incluyendo al PRD, de centro izquierda, donde militaba el presidente
municipal de Iguala, José Luis Abarca, directamente implicado en la masacre.
Raúl Vera fue obispo en San Cristóbal de las Casas cuando la jerarquía decidió apartar de esa ciudad a Samuel Ruiz. Pero Vera siguió el mismo camino de su antecesor y ahora ejerce en Saltillo, la ciudad del estado de Coahuila de donde provienen varias madres que integran Fundem. Ellas no tienen local propio y re reúnen en el Centro Diocesano para los Derechos Humanos. El obispo y las madres trabajan codo a codo.
Raúl Vera fue obispo en San Cristóbal de las Casas cuando la jerarquía decidió apartar de esa ciudad a Samuel Ruiz. Pero Vera siguió el mismo camino de su antecesor y ahora ejerce en Saltillo, la ciudad del estado de Coahuila de donde provienen varias madres que integran Fundem. Ellas no tienen local propio y re reúnen en el Centro Diocesano para los Derechos Humanos. El obispo y las madres trabajan codo a codo.
En
1996 Vera denunció la masacre de Acteal, donde 45 indígenas tzotziles fueron
asesinados mientras oraban en una iglesia de la comunidad, en el estado de
Chiapas, entre ellas 16 niños y adolescentes y 20 mujeres. Pese a que la
masacre fue perpetrada por paramilitares opuestos al EZLN, el gobierno intentó
presentarlo como un conflicto étnico.
Controlar
la sociedad.
Por
su larga experiencia, sostiene que la masacre de Ayotzinapa, “es un mensajito
al pueblo, es decirnos: vean de lo que somos capaces”, como sucedió en San
Salvador Atenco en 2006, cuando militantes del Frente de Pueblos en Defensa de
la Tierra, que participaban en La Otra Campaña zapatista, fueron brutalmente
reprimidos con un saldo de dos muertos, más de 200 detenidos, 26 de ellas
violadas. El gobernador a cargo del entuerto era Enrique Peña Nieto, el actual
presidente.
Esos
“mensajes” se repiten una y otra vez en la política mexicana. El padre
Alejandro Solalinde, quien participó en el Foro de Derechos Humanos, coordina
la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano y dirige
un alberque para migrantes que pasan por México hacia Estados Unidos, asegura
que recibió información de que los estudiantes fueron quemados vivos. Luego de
ser ametrallados, los heridos fueron quemados, como le relataron policías que
participaron en los sucesos y “reventaron por conciencia” (Proceso, 19 de
octubre de 2014).
Si
el modo de asesinar revela un claro mensaje mafioso, deben develarse los
objetivos, hacia quiénes apuntan y porqué. La respuesta viene de la mano del
obispo Vera. Destaca la íntima relación entre los carteles y las estructuras
política, judicial y financiera del Estado, al punto que es imposible saber
dónde comienza uno y acaba el otro. Constatar esa realidad lo lleva a asegurar
que los dirigentes de su país “son el crimen organizado” y que, por lo tanto,
“no estamos en democracia” (Proceso, 12 de octubre de 2014).
Pero
el obispo enfoca su reflexión hacia un punto neurálgico que permite desatar el
nudo. “El crimen organizado ha ayudado al control de la sociedad y por eso es
socio de la clase política. Ellos han conseguido que el pueblo no se organice,
no crezca”. Palabras más o menos, es lo mismo que ha señalado el subcomandante
Marcos.
Por
último, no se trata de una confluencia casual sino de una estrategia. Uno de
sus constructores sobre el terreno, es el general Oscar Naranjo, quien fue uno
de los más destacados “arquitectos de la actual narcodemocracia colombiana”
bajo el gobierno de Álvaro Uribe, como lo denunciara Carlos Fazio (La Jornada,
30 de junio de 2012). Naranjo, un protegido de la DEA y “producto de
exportación” de Estados Unidos para la región, se convirtió en asesor del
gobierno de Peña Nieto.
Fazio
destaca una información de The Washington Post donde el rotativo asegura que
“siete mil policías y militares mexicanos fueron entrenados por asesores
colombianos”. No hace falta hacer volar la imaginación para descubrir dónde se
comenzó a fabricar el Estado fallido mexicano.
Pero
hay más. “El gobierno de Estados Unidos ha ayudado a algunos cárteles a través
de la Operación Rápido y Furioso”, por la cual “involuntariamente” dos mil
armas fueron a parar a manos de los narcos, recuerda la página antiwar.com.
Es posible, reflexionan sitios dedicados al análisis estratégico como el
europeo dedefensa.org, que el caos mexicano sea favorecido por
la creciente parálisis de Washington y la cacofonía que emiten sus diversos y
contradictorios servicios. Sin embargo, todo indica que hay algo deliberado.
Que pueda volverse boomerang a través de su extensa y porosa frontera, tampoco
debería ponerse en duda.
*****
Raúl
Zibechi, periodista uruguayo, escribe en Brecha y La Jornada y es colaborador
de ALAI.
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