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GRANMA INTERNACIONAL.- El General de Ejército, Raúl Castro Ruz,
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros,
recibió en la sede de Pabexpo a los mandatarios e invitados que participarán en
la II Cumbre de la CELAC. Durante dos jornadas, con el tema de la lucha contra
el hambre, la pobreza y las desigualdades como centro de los debates, los Jefes
de Estado y de Gobierno revisarán los documentos aprobados previamente por los
Coordinadores Nacionales durante el fin de semana, y por los Cancilleres este
lunes.
Unidad y soberanía,
objetivos de la II Cumbre de la CELAC
Durante hoy y mañana los Jefes de Estado y de Gobierno debatirán más de una
treintena de declaraciones especiales, la Declaración de La Habana y el plan de
acción para el 2014. Hoy inicia en La Habana la II Cumbre de
la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), a nivel de Jefes de Estado y de Gobierno, la cual se
extenderá hasta mañana, y en la cual el tema principal es la lucha contra el
hambre, la pobreza y las desigualdades.
El Pueblo y la Revolución Cubana, reciben a los Presidentes y Jefes de Gobierno de América Latina y el Caribe, en la II Cumbre de la CELAC, teniendo como temas centrales, la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad económico-social, en el marco central de la Integración, la Unidad y la Soberanía de Latinoamérica y el Caribe.
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Unidad
y Soberanía, los objetivos de la II Cumbre de la CELAC.- En
las jornadas previas los coordinadores nacionales pusieron a punto toda la
documentación para los Cancilleres, reunidos ayer en la espaciosa sala de Pabexpo, quienes presentaron a los
mandatarios las propuestas consensuadas. En estos dos días, los dignatarios
debatirán más de una treintena de declaraciones especiales, la Declaración de La Habana y el plan de acción para el
2014, textos que se esperan sean aprobados a ese nivel. Al finalizar el
segmento de cancilleres, el ministro de relaciones exteriores de Cuba, Bruno
Rodríguez Parrilla, dijo a la prensa que ha destacado la armonía y la
coincidencia. Ha trascendido que el documento final de esta cumbre reafirmará
el objetivo de la CELAC de lograr la
unidad con soberanía, flexibilidad y participación activa de los 33 estados
miembros en el
marco del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
La juventud cubana, es el actor social y político principal, con su activa participación de saludo, compromiso y responsabilidad en el llamado a la Integración de los pueblos de América Latina. Están presentes en los Actos Centrales de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe, CELAC, que se celebra en la ciudad de La Habana.
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Multiplicadas luces del
Maestro. Los jóvenes marcharon desde el Alma Mater
hasta la Fragua Martiana, encabezados por mandatarios de Nuestra América.-Las calles de La Habana se vistieron anoche con los
colores del fuego. Sus jóvenes llevaban las antorchas en la mano; y en el
corazón, un puñado de motivos con que legitimar las ideas del Apóstol, en cada
paso hasta la Fragua Martiana. Junto
a los estudiantes estaba el General de
Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de
Ministros, así como miembros del Buró Político y del Comité Central del Partido Comunista de
Cuba, acompañados de los líderes latinoamericanos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Uruguay,
Antigua y Barbuda, Guyana, Haití y San Vicente y las Granadinas. Allí se
encontraban también los delegados al Consejo
Nacional de la FEU que sesionó hasta ayer en la capital y el Héroe de la República
de Cuba René González. Los
participantes recordaron a los jóvenes de la Generación del Centenario, que en 1953 celebraron el natalicio de José Martí
en recorrido similar; antes de iniciar la marcha, y ese mismo año asaltaron el Cuartel Moncada y el Carlos Manuel de
Céspedes.
"Marchemos porque la historia no ha convertido en ídolos de
piedra a nuestros héroes, porque continúan guiándonos por los
caminos necesarios y verdaderos de la unidad y la integración", fue el
llamado, antes de iniciar la marcha, de Yosvani Montano Garrido, presidente
nacional de la Federación Estudiantil Universitaria. Frente a la imponente e
histórica Universidad de La Habana se escuchó La Era, de Silvio Rodríguez, en las voces de Omara
Portuondo, la diva del Buena Vista Social Club, y de la popular Laritza
Bacallao. De la Colina Universitaria salieron los caminantes. Miles de jóvenes
enardecidos le invocaron con frases y banderas. En sus alrededores las imágenes
de hombres que vivieron por devolverle a la América Latina su memoria usurpada:
el Che y Hugo Chávez. "Se oye, se siente, Chávez está presente",
gritaban los estudiantes como Rachel Tamayo, de décimo grado, quien respondió
segura sobre las ideas del Maestro: "Cada llama que se prende es un
corazón para el que Martí sigue vivo y está multiplicado".
Para
José Miguel, estudiante de quinto año de la carrera de
Historia la mayor significación de este desfile es en el momento en que se
desarrolla. "Por primera vez Cuba es
escenario de una reunión con tantos presidentes latinoamericanos, y eso
significa mucho para América Latina y el mundo. Estamos hablando de
integración, de solidaridad, de una sola América, y esos eran los sueños de
Martí". Por la calle San Lázaro
continuó el recorrido hasta la Fragua Martiana, un sitio de encuentro con la
historia, donde José Martí sufrió prisión injusta siendo apenas un adolescente.
Allí los mandatarios rindieron homenaje al Apóstol y en nombre de los jóvenes
cubanos, Raúl Castro y el presidente
nacional de la FEU depositaron una
ofrenda floral. El mar de luces cerró con los colores de 55 banderas cubanas. Parecía que fue
ayer cuando Fidel dijera: "¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir
a tu Apóstol!". Lissy
Rodríguez Guerrero.
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CELAC: Representante legítima
de los intereses de la América Latina
y el Caribe.
de los intereses de la América Latina
y el Caribe.
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• Palabras de Apertura del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), La Habana, 28 de enero de 2014.
• Palabras de Apertura del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), La Habana, 28 de enero de 2014.
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Estimadas y estimados
Jefas y Jefes de Estado o de Gobierno de América Latina y el Caribe;
Granma Internacional
martes 28 de enero del 2014.
Distinguidos
Cancilleres e invitados.
General Raúl Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en su discurso de Inauguración de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, - CELAC -, precisó, el mismo en la Unidad de la Integración, la lucha contra la pobreza y la desigualdad económico-social.
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En nombre del pueblo y el
gobierno de Cuba les doy la más cordial bienvenida y les deseo una grata
estancia. Para nosotros es un gran honor y motivo de sincero agradecimiento
contar con la presencia de todos ustedes en esta Cumbre de "Nuestra América", convocada en el 161 aniversario del
natalicio de José Martí.
Lamentamos profundamente
la ausencia física de uno de los grandes líderes de nuestra América, el
inolvidable Presidente venezolano, Hugo
Rafael Chávez Frías, un ferviente e incansable promotor y luchador por la
independencia, la cooperación, la solidaridad, la integración y la unidad latinoamericana
y caribeña, y por la propia creación de esta Comunidad. Pido
un minuto de silencio en su memoria.
Distinguidas
y distinguidos colegas:
El período transcurrido
desde la pasada Cumbre de la CELAC
ha sido complejo, pero fructífero.
Los países de América Latina y el Caribe hemos tenido
que hacer frente a numerosos desafíos. La crisis ha continuado afectando la
economía mundial, los peligros para la paz siguen presentes en varias partes
del mundo y naciones hermanas han sido objeto de amenazas, medidas coercitivas
unilaterales y demandas legales internacionales por las legítimas acciones que
han adoptado en defensa de su soberanía.
Sin embargo, hemos sido
capaces de seguir avanzando en la construcción de la CELAC y en darle continuidad a las decisiones que acordamos en Caracas y Santiago de Chile. Poco a poco, vamos creando
una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que hoy se reconoce
internacionalmente como representante legítima de los intereses de la América
Latina y el Caribe. Igualmente, hemos ido
acercando nuestras posiciones y, a pesar de inevitables diferencias, se fomenta
un espíritu de mayor unidad en la diversidad, que debe ser el fin último.
Como dije en Santiago de
Chile,
"sabemos que entre nosotros hay pensamientos distintos e, incluso,
diferencias, pero la CELAC ha
surgido sobre el acervo de doscientos años de lucha por la independencia y se
basa en una profunda comunidad de objetivos. No es la CELAC, por tanto, una sucesión de meras reuniones ni coincidencias
pragmáticas, sino una visión común de la Patria Grande latinoamericana y
caribeña que sólo se debe a sus pueblos."
Debe ser prioridad la
creación de un espacio político común, en el que avancemos hacia el logro de la
paz y el respeto entre nuestras naciones, en que seamos capaces de superar los
obstáculos objetivos y aquellos que intencionadamente se nos impongan, en que
podamos utilizar los recursos de manera soberana y para el bienestar común, y
poner las capacidades científicas y técnicas en función del progreso de
nuestros pueblos, en que hagamos valer principios irrenunciables como la
autodeterminación, soberanía e igualdad soberana de los Estados. Sólo así lograremos que
deje de ser realidad el aserto de que la América Latina y el Caribe es la
región más desigual del planeta.
La Presidencia Pro Témpore
cubana de la CELAC se ha dirigido
precisamente al cumplimiento de ese objetivo, y de ahí que el tema central de
esta cumbre sea "la lucha contra la
pobreza, el hambre y la desigualdad".
Es cierto que durante los
últimos años se han producido avances, pero han sido lentos, fragmentados e
inestables. Según la CEPAL, a la que
agradecemos su permanente cooperación con la Presidencia cubana y los cinco
estudios que ha elaborado en el marco de dicha colaboración, en la América
Latina y el Caribe la tasa de pobreza alcanzó en 2012, como mínimo, un 28,2%
de la población, o sea, 164 millones
de personas, y la de indigencia o pobreza extrema, el 11,3%, lo que equivale a 66
millones de habitantes de la región. Pero lo más preocupante es la pobreza
infantil, que afecta a 70,5 millones
de niños, niñas y adolescentes, de ellos 23,3
millones en pobreza extrema.
El 10% más rico de la
población latinoamericana recibe el 32%
de los ingresos totales, mientras que el 40% más pobre recibe solo el 15%.
Los pueblos de América
Latina y el Caribe demandan y requieren una mejor distribución de las riquezas
y los ingresos, el acceso universal y gratuito a una educación de calidad, el
pleno empleo, mejores salarios, la erradicación del analfabetismo, el
establecimiento de una verdadera seguridad alimentaria, sistemas de salud para
la totalidad de la población, derecho a una vivienda digna, al agua potable y
al saneamiento.
Todos son objetivos
alcanzables, cuya consecución medirá el progreso de nuestra región. Tenemos todas las
condiciones para revertir la situación actual. Con algo más del 15% de la superficie terrestre y el 8.5% de la población global, la región
cuenta con un porcentaje apreciable de las reservas minerales no renovables más
importantes, con un tercio de las reservas de agua dulce, un 12% del área
cultivable, el mayor potencial mundial en la producción de alimentos y el 21%
de los bosques naturales.
Y, precisamente, esa
riqueza debe convertirse en el motor para la eliminación de las desigualdades.
Nuestro imperativo y desafío es ser capaces de transformar ese capital natural
en capital humano, infraestructura económica y diversificación de la base
productiva y exportadora, de tal forma que contribuya de manera decisiva a un verdadero
proceso de desarrollo.
Uno de los problemas que
padecemos en América Latina y el Caribe
es que no hemos traducido los períodos de altos precios de los recursos
naturales que exportamos en procesos de desarrollo económico de largo plazo, de
forma tal que permitan reducir realmente la pobreza y elevar el ingreso per
cápita de nuestras poblaciones.
Para ello debemos ejercer
plenamente la soberanía sobre nuestros recursos naturales y plantearnos
políticas adecuadas en las relaciones con la inversión extranjera y con las
empresas transnacionales que operan en los países que componen la CELAC.
Son innegables los
beneficios de la inversión extranjera directa para las economías de la región y
de las inyecciones de capital de las empresas transnacionales que operan en
ella, pero olvidamos que el crecimiento desmedido de las utilidades que
obtienen, 5,5 veces en los últimos 9
años, afecta su impacto positivo sobre la balanza de pagos de nuestros países.
En materia de educación,
la región enfrenta brechas significativas, tanto en términos del acceso como en
la calidad, a la par que pervive la existencia del analfabetismo funcional,
aunque con diferencias marcadas entre países. Si bien se han evidenciado
progresos en la región en el acceso a la educación primaria, las informaciones
de la CEPAL y la UNESCO dejan claro
que este y la calidad de la formación que reciben los educandos está muy
vinculada con su nivel de ingresos.
La situación es más seria
en la educación secundaria, no sólo
porque el 50% de los jóvenes entre 20 y 24 años no la concluyeron, sino porque
solamente el 21,7% de los jóvenes del sector más pobre en ese grupo de edades
la había terminado. En contraste, el 78,3% de sus pares del segmento más rico
completaron este nivel de educación. Es decir, una brecha de 56,6 puntos
porcentuales separaba en 2010 a ambos grupos.
En el caso de la educación
universitaria es aún más compleja, pues de acuerdo con estimaciones de la CEPAL, la matrícula para este tipo de
enseñanza era, en 2010, de un tercio de los jóvenes entre 18 y 24 años. Contamos con todas las
posibilidades, los recursos y las metodologías para desterrar el analfabetismo
de la faz de América Latina y el Caribe.
Debemos tener la voluntad política de hacerlo y de proporcionar a nuestras
poblaciones la posibilidad de acceder, sin excepciones ni desigualdades, a
todos los niveles de educación. Nada de lo que nos proponemos hacer será
posible sin pueblos educados y cultos.
La diversidad en el nivel
de desarrollo de distintos sectores sociales y productivos entre nuestros
países es, además, una oportunidad para la complementariedad y la integración
de sus economías y la cooperación. Debemos establecer un
nuevo paradigma de cooperación regional e internacional. En el marco de la CELAC tenemos la posibilidad de
construir un modelo propio adaptado a nuestras realidades, basado en los
principios del beneficio común y la solidaridad, que tome en cuenta las mejores
experiencias desarrolladas en los últimos años por los países de la región y
por las organizaciones latinoamericanas y caribeñas de integración, como MERCOSUR, ALBA, PETROCARIBE, UNASUR,
CARICOM, SICA y otras, que a lo largo de los años ya han trazado un camino.
Por otra parte, no podemos
olvidar que los Pequeños Estados
Insulares en Desarrollo del Caribe requieren una especial atención a sus
problemas particulares, que se han agravado por los efectos de las crisis
globales y el cambio climático, que si bien nos afecta a todos, tiene un
impacto aún mayor sobre los países caribeños cuyas economías decrecieron o
crecieron por debajo del promedio regional en 2012. El impacto de la crisis
económica de 2008-2009 fue
especialmente severo en esa subregión, y costó a las pequeñas islas, como
promedio, el 13.2% de su Producto Interno Bruto. El efecto de devastadores
desastres naturales también incidió en esa realidad. Asimismo, es una
obligación moral de la comunidad internacional y de nuestros países continuar
contribuyendo al desarrollo integral de la República de Haití mediante acciones
concretas de cooperación solidaria sobre la base de sus necesidades específicas
y prioridades nacionales.
Tarea importante que
tenemos por delante los países de la CELAC
durante este año es trabajar de forma mancomunada en la preparación de la Agenda de Desarrollo Post-2015 y cuidar que no se cometan los errores que
presidieron la concepción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Estimados
Jefes de Estado y Gobierno:
Independientemente de
nuestros progresos, seguimos viviendo en un mundo regido por un orden internacional
injusto y excluyente, en el que las amenazas a la paz y la injerencia externa
en la región continúan. No podemos olvidar la
larga historia de intervención en los asuntos internos, invasiones militares y
sangrientos golpes de Estado. Los llamados "centros de poder" no se
resignan a haber perdido el control de esta rica región, ni renunciarán a los
intentos de cambiar el curso de la historia en nuestros países para recuperar
la influencia perdida y beneficiarse de sus recursos.
En 1999, cuando ya no existía
el campo socialista, la OTAN
modificó su concepción estratégica para actuar ante supuestas amenazas
globales, de manera ofensiva, fuera del territorio de los Estados miembros de
la Alianza, en lo que llamó la "periferia euro-atlántica". En la
Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe, celebrada poco después, en junio,
en Río de Janeiro, el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz,
preguntó si nuestra región estaba comprendida en esa
"periferia" y sujeta a esa doctrina cada vez más agresiva y
peligrosa. Dicha pregunta permanece sin respuesta hasta hoy, 15 años después.
El año pasado, fue
develada la existencia de un sistema global de espionaje de las comunicaciones
por parte del gobierno de los Estados Unidos, del que fueron blanco
indiscriminado Jefas y Jefes de Estado y Gobierno, organismos internacionales,
partidos políticos, empresas y ciudadanos de la región, en flagrante violación
del Derecho Internacional y la soberanía de los Estados.
Otro asunto que genera
gran preocupación por sus potencialidades para provocar conflictos
internacionales, es el empleo encubierto e ilegal, por individuos,
organizaciones y Estados, de los sistemas informáticos de otras naciones para
agredir a terceros países. Algunos gobiernos han expresado, incluso, la
posibilidad de responder a esos ataques con armas convencionales. El único
camino para prevenir y enfrentar estas novedosas amenazas es la cooperación
mancomunada entre todos los Estados,
al igual que para evitar que el ciberespacio se convierta en un teatro de
operaciones militares.
Saludamos, por tanto, la
iniciativa del gobierno de Brasil de efectuar en Sao Paulo, en abril de 2014,
la Reunión Multisectorial Global sobre Gobernanza de Internet. Como muestra de su firme
compromiso con el desarme nuclear y la paz, América Latina fue la primera en el
mundo en establecer, mediante el Tratado de Tlatelolco, una Zona Libre de Armas Nucleares. Pero
debemos llegar más lejos. La paz y el desarrollo son interdependientes e
indisolubles. No puede haber paz sin desarrollo, ni desarrollo sin paz. Por eso
nos hemos propuesto proclamar a nuestra región como una Zona de Paz que
destierre para siempre la guerra, la amenaza y el uso de la fuerza, en la que
los diferendos entre nuestros países se resuelvan por nosotros mismos, por vías
pacíficas y de negociación, conforme a los principios del Derecho
Internacional.
Reiteramos la más plena
solidaridad con la República Argentina en su reclamo de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y sus mares
adyacentes. A la par que rechazamos todo intento de explotar, antes de que se
haya logrado una avenencia, los recursos naturales de dichos territorios,
incluidos los del subsuelo, hacemos un llamado al Reino Unido a que acepte el diálogo y la negociación, tal como ha
solicitado el gobierno argentino.
Como escribió la poetisa
puertorriqueña Lola Rodríguez de Tió,
"Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas", por lo que
reitero que "nuestra Comunidad estará incompleta mientras falte en ella el
escaño de Puerto Rico, nación hermana genuinamente latinoamericana y caribeña,
que padece una situación colonial".
Trasmitimos nuestra
solidaridad al pueblo y gobierno del Ecuador, amenazados por demandas de
empresas transnacionales en tribunales sesgados por la codicia y una visión
política neocolonial.
Agradezco a todos las
muestras de solidaridad ante el criminal bloqueo impuesto a mi país durante más
de medio siglo y la injusta inclusión de Cuba
en la lista de patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado de los
Estados Unidos.
Estimadas
y estimados colegas:
Con mis mejores deseos de
éxito en las deliberaciones que efectuaremos, y teniendo presente la enorme
responsabilidad que compartimos hacia la unidad de nuestra región, declaro
inaugurada formalmente la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños.
Muchas
gracias.
*****
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