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REINO UNIDO: MILLONES DE
POBRES, DE DESEMPLEADOS Y MILLONES DE SUBEMPLEADOS POR POLITICAS DE AJUSTE Y
AUSTERIDAD.
La situación social de la población, de
los ciudadanos ingleses, en todo el Reino Unido, es altamente explosiva, los
planes de ajuste de austeridad, profundizados con el nuevo año y sumado a ello
las políticas que tenían vigencia desde el 2010, hoy están originando un
verdadero desastre y terrorismo social oficial desde los propios gobiernos de
turno. El Reino Unido, sobre una
población total de 65 millones, en la actualidad las políticas de
austeridad – la crisis económica estructural, y poli-crisis - que no es
patrimonio de España, Grecia o Portugal,
sino que también golpea con fuerza en la sexta economía mundial – como Reino Unido – o séptima economía
como Francia – no es cuestión de políticas baratas o parches adormecedores de
coyuntura. Es una realidad hiriente, lacerante hoy para pensar y decidir sobre
el destino de Europa en su conjunto. Hoy en los Bancos de Alimentos en manos de
Fundaciones como la TRUSSELL TRUST y de
ONGs voluntarias, concurren miles de ingleses – se calcula que cerca de 13 millones de
personas están en condición de extrema pobreza -, además existen más
de 3 millones – 7.7.% - de desocupados
absolutos – El desempleo también
sigue golpeando muy fuerte las condiciones económico-sociales del ciudadanos
inglés. Los contratos de trabajo por
horas o tiempos muy cortos a explosionado, originando otros millones de sub-ocupados y desocupados. Los salarios
están absolutamente estancados – según la política del ajuste, renovada los
primeros días del presente año -. La
educación secundaria y universitaria que siempre era gratuita y de calidad,
hoy es una de las más caras de Europa,
afectando a millones de jóvenes – abriendo otra cruel realidad de una
generación de jóvenes en toda Europa con futuro incierto y obligado a migrar a
otros continentes. La situación real de
los pensionistas – hasta entonces uno de los sectores mejor tratados,
reconocidos y respetados derechos sociales – también son víctimas directas de
este salvajismo
político oficializado desde la Troika y el propio gobierno alemán.
Miles, millones, en especial mujeres del Reino Unido, frente al desastre social y la prepotencia de los conservadores en el poder, las Fundaciones como la TRUSSELL TRUST y de ONGs voluntarias, hoy solucionan en parte el hambre y la marginación.
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En
conclusión, el respetado y reconocido Estado de Bienestar – el modelo del
Estado Keynesiano- hoy sufre la arremetida política neoliberal,
oscurantista, conservadora, xenofóbica, hasta
límites incalculables de homofóbica, políticas de austeridad, ajuste y
salvataje – que están destruyendo desde sus raíces sociales, como también
su columna vertebral , política respetada, ejemplo de Democracia Moderna – del más importante y significativo modelo de Democracia y Estado – el de Bienestar -,
es decir, el Modelo
Social Europeo hoy capturado por los enemigos del sistema
democrático moderno y partidarios, militantes furiosos y violentos de un modelo
de salvajismo, barbaridad y fascismo
de nuevo tipo. El control absoluto del poder y utilizar una distorsionada democracia
– la bancocracia – para imponer
violentamente este conjunto de leyes salvajes, violentas, represivas, con la
finalidad de que paguen las consecuencias de la crisis los ciudadanos de a pie – el ciudadano
empleado, profesional, migrante – y ellos, los banqueros, los empresarios, los políticos nefastos, mentirosos y
corruptos sean los grandes “ganadores” con los miles de millones de dólares
y euros, cuando la deuda privada se convierte en deuda pública. Su represión, violencia y codicia absoluta
es y será pasajera, coyuntural, mientras los ciudadanos, la juventud, los
desempleados, sub-empleados y millones de pobres se lo permitan y sigan
viviendo de la caridad pública. Hay
organizaciones e instituciones democráticas, que hoy abren nuevos surcos de
lucha, defensa y protección de sus derechos, pero la realidad hiriente y cruel exige mayor decisión política de
compromiso y
responsabilidad social y política en la forja y construcción de una nueva y
superior civilización humana.
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Yo, igual que ustedes, jamás pensé ver estos cuadros de
hambre, miseria, desempleo, pobreza extrema en un continente como Europa, y
menos en el Reino Unido, la otrora primera economía, y hoy la sexta economía
mundial. Pero esta realidad hiriente y cruel hoy es el resultado de la
prepotencia, el salvajismo y el abuso de poder. Pero todo tiene su límite,
hasta el propio hambre.
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REINO UNIDO: MILLONES DE
POBRES, DE DESEMPLEADOS Y MILLONES DE SUB-EMPLEADOS POR POLÍTICAS DE AJUSTE Y
AUSTERIDAD.
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BANCOS DE ALIMENTOS
ADORMECEN LA HIRIENTE REALIDAD.
En la sexta economía mundial,
unos 13 millones de personas viven bajo la línea de la pobreza.
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Con un duro plan de austeridad
que está socavando lentamente el Estado de Bienestar, salarios estancados,
explosión del empleo temporario y part time, muchos británicos tienen que
recurrir a los bancos de alimentos de las ONG.
Marcelo Justo
Desde Londres domingo 19 de enero del 2014.
Es
la sexta economía mundial, origen de la Revolución Industrial, ex imperio que
dominó el mundo y tiene unos 13 millones de personas viviendo bajo la línea de
la pobreza. Con un duro plan de austeridad que está socavando lentamente el
Estado de Bienestar, salarios estancados, explosión del empleo temporario y
part time, muchos tienen que recurrir a los bancos de alimentos de las ONG en
el Reino Unido.
La
fundación Trussell Trust tiene más de 400 bancos de alimentos en todo el país.
El impacto del programa de austeridad que lleva adelante la Coalición
Conservadora-Liberal Demócrata desde 2010 es claro. En 2011-2012, unas 128.697
personas recurrieron a estos bancos. En 2012-2013
la
cifra casi se triplicó: 346.992. “Hay mucha gente que come una vez al día o que
tiene que elegir entre comer y poner la calefacción en pleno invierno”, señaló
a Página/12 el director de la Trussel Trust, Chris Mould.
Los
especialistas miden la pobreza en términos absolutos (virtual incapacidad de
supervivencia) y relativos (en relación al ingreso promedio y las expectativas
de una época). No tener heladera es hoy un indicador de pobreza: en 1913, fecha
de la invención de la heladera doméstica, era un lujo. Según el Trussel Trust
uno de cada cinco británicos se encuentra en situación de pobreza relativa o
absoluta. “Es fácil olvidar que se puede caer muy rápido en esta situación. Se
puede tratar de un despido que deja sin fuente de ingresos, de una cuenta muy
alta de electricidad o una reducción de los beneficios sociales que
desequilibran un presupuesto ya muy precario, o de una separación o una
situación de abuso doméstico y esas personas se quedan sin nada”, explica
Mould.
Esta
pobreza se extiende más allá del desempleo. La actual tasa de desocupación del
7,7 por ciento (dos millones y medio de personas) encubre un panorama social
complejo. Casi un millón y medio de personas tienen trabajos part time y con
salarios bajísimos que han generado el movimiento por el llamado living wage
(salario digno). El porcentaje de “subempleados” (que desearían trabajar más si
pudieran) ha aumentado del 6,2 por ciento en 2008 al 9,9 por ciento hoy. “La
mayoría de la ayuda estatal no va a los desempleados sino a gente que está
subempleada o tiene salarios muy bajos. Muchas veces por la misma inestabilidad
de estos trabajos la gente entra y sale de situaciones de extrema necesidad”,
explica Chris Mould.
A
esta pobreza de los ingresos se suma en el Reino Unido la llamada “pobreza
energética” difícilmente visualizable en América latina, sea por la diferencia
climática o porque no ha sido conceptualizada. Este nivel de pobreza afecta a
unos 3,4 millones de personas (cerca del 6 por ciento de la población) que
tienen que gastar más del 10 por ciento de sus ingresos en “mantener un nivel
adecuado de calefacción” en medio de los cinco meses o más que dura en la
práctica el duro invierno británico. Muchos no tienen opción y dejan la
calefacción apagada porque no pueden pagar las cuentas.
Una
británica que no puede encender la calefacción en invierno es Geraldine Pool,
de Salisbury, sudoeste de Inglaterra. Página/12 dialogó con Pool, un caso
típico del impacto devastador que está teniendo la austeridad en muchas vidas.
“En 2011 perdí mi trabajo en una biblioteca pública por los cortes del
gobierno. Desde entonces busqué trabajo en administración, supermercados, en lo
que fuera, pero es muy difícil para alguien de más de 50 años porque siempre
prefieren a gente joven”, indicó Pool.
Divorciada,
con un hijo, el desempleo disparó una depresión que complicó más las cosas. El
Estado le paga unas 61 libras semanales (99 dólares) en términos de seguro de
desempleo y le suministra asistencia habitacional. “No me alcanza. Si uso la
calefacción, las cuentas suben hasta casi 300 libras mensuales. En este momento
no tengo agua caliente. Tengo que calentar el agua para asearme”, explica Pool.
Pool
había escuchado hablar de los bancos de alimentos, pero fue a instancias de su
doctora del estatal Sistema Nacional de Salud que terminó yendo a uno. “No
quería recurrir a eso. Pero fue fundamental. Con los vouchers (...vales...) me
dieron latas de carne, pescado, pasta, leche, azúcar. Unas seis semanas
después, en las últimas navidades, tuve un segundo paquete muy completo de
alimentos”, señaló a Página/12.
Los
bancos de alimentos procuran trabajar muy cerca de la comunidad y funcionan con
las contribuciones que hace la gente misma y, en muchísima menor medida,
supermercados o granjeros. “Un 95 por ciento de los alimentos que tenemos los
suministra la gente a la que pedimos que adquieran dos items adicionales en un
supermercado que sirvan para una nutrición balanceada”, señala Mould.
Los
bancos se conectan con figuras claves de la comunidad en consultorios médicos,
hospitales, servicios sociales, iglesias y, en muy contados casos, la policía
que identifican las personas que pueden necesitar estos vouchers o vales que
les den acceso a paquetes de alimentos. En un caso de inusual visión social de
los problemas la policía de Islington, en el norte de Londres, no arrestó a un
joven que había intentado robar pan y huevos de un negocio luego de pasarse
días sin probar bocado. Cuando la persona en cuestión, Adam, les contó su
situación lo llevaron al banco de alimentos donde, según el testimonio de los
mismos policías, se puso a llorar.
La Trussell Trust calcula que necesitará unos “200 o 300 bancos de
alimentos más” para cubrir todo el Reino Unido, pero es consciente que, con
toda su buena voluntad, funciona como parche: necesario, utilísimo, pero
insuficiente. “Nosotros intervenimos en estos momentos de emergencia y si es
necesario extendemos nuestra asistencia. Pero lo que se necesita es una
política social para el empleo, la vivienda, salarios dignos y estímulos de
crecimiento. Debido
a todos los recortes que ha habido, hemos estado inundados de trabajo”, indicó
Mould a este diario.
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