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Para mí,
modestamente Europa se jodió a finales de los 60 y entrando a los 70’. Aquí
está la clave histórico-política, si realmente formulamos un
análisis científico. El fracaso y derrota del imperialismo norteamericano en Vietnam, la guerra interna por los derechos de los negros y millones de jóvenes que se "rebelan" y se niegan a ir a Vietnam. La Revolución
Universitaria del Mayo París 68’ genera una inflexión histórico
trascendental en el inicio del “Cambio de Época Histórica” en el mundo de la Modernidad.
La crisis posterior de la Socialdemocracia, la influencia de la Revolución Cultural China, el desastre que se
inicia con la captura por la burguesía
de la dirección política de la Revolución Bolchevique; La guerra de los seis
días entre Judíos y Palestinos, la
consecuencia económico-social más importante: El petróleo pasa a definir el carácter del
mundo capitalista. Europa es escenario del surgimiento de los Nuevos Movimientos Sociales – Verdes, ambientalistas, Derechos Humanos,
Feministas, Derechos Civiles – derechos de los negros – Pacifistas, Contra-culturalistas,
Derecho de los Niños, Movimiento de los Gays y Lesbianas, etc.. (Está
(in)surgiendo una Nueva Sociedad Civil en
el mundo de la modernidad. El Movimiento
Sindical se convierte en un “verdadero poder” político al conseguir grandes
y significativas reivindicaciones y derechos que aportan para la construcción del Estado de Bienestar, teniendo
como fortaleza social y política los derechos
Ciudadanos – Educación, salud, trabajo y salarios de calidad -. Se
construye el Nuevo
Ciudadano garante de la Democracia del Siglo XX.
La globalización neoliberal, es el resultado de este "Cambio de Época Histórica" más importante de esta década de cambios y transnformaciones.
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En este misma década, de los 70’ el “viejo”
capitalismo industrial con más de 4 siglo de hegemonía, ingresa en su crisis “final”, en sus propias “entrañas está naciendo un nuevo Modelo, sobre la base
de tres revoluciones de carácter estructural: la revolución del transporte, la revolución Tecnológica y la Revolución
de la comunicación electrónica, sumado a ello la universalización de un modelo único de economía de mercado,
políticas que favorecen la apertura de
los mercados del mundo y mundialización del capital financiero en todos los
mercados, bancos, bolsas del mundo. Nace la Globalización. Pero igualmente, otros
cambios estructurales aportan de manera significativa en este “Cambio de Época Histórica”, el proceso
de institucionalización democrática de las Instituciones principales del sistema Democrático, la
crisis final de la institución básica como es la familia, la revolución sexual,
la mujer ingresa al trabajo – con calidad
y profesión – Es necesario un Nuevo Contrato Social. ( Pendiente hasta ahora,
2014). El Senado norteamericano nombra la Comisión
Trilateral, preside el Dr. Samuel Huntington. Se formulan nuevas políticas,
Políticas de Estado y Democráticas: La Gobernabilidad. Se cierra esta década entre los
grandes cambios político-sociales con la elección de la Sra. Thatcher como Primer Ministro en Inglaterra,
el Sr. Reagan en Estados Unidos y el Sr. Helmut Kohl Como Canciller de
Alemania, consolidándose el poder del G-7,
los países capitalistas y la Democracia Liberal Representativa. Esta es la década
cuando se JODIÓ
EUROPA, es decir, cuando se quebró, se inicia su descomposición
histórico-política, que sin duda “florecerá”
por 3 décadas más, pero al final de la Primera década del nuevo milenio, al
elección de los “líderes” connotados de la ultra
derecha europea, termina ahora sí por sepultarla. Y ahí, la encontramos
ahora jodida – quebrada, destruida – al modelo de un barco encallado en alta mar, en manos de una
banda de piratas.
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La Sra Thatcher, el sr. Reagan y el sr. Kohl. Inglaterra, Estados Unidos y Alemania, con sus Líderes políticos de ese entonces - 1980 - consolidaron los cambios sociales y fortalecieron los cambios políticos, pero dejando una gran decepción política.
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EN QUE MOMENTO SE
JODIÓ EUROPA.
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Emir Sader.
Página /12 miércoles 1 de enero del 2014.
Al inicio de la novela de
Vargas Llosa, Conversación en la Catedral, un peruano le pregunta a su amigo:
–¿Y cuándo se jodió Perú?
Dan por sentado que Perú se
jodió, está jodido. Se trata de saber desde cuándo, a partir de cuándo, para
intentar entender el porqué y el para quiénes.
Hoy se da por sentado que
Europa está jodida, que se jodió. Hay distintos diagnósticos. Unos dicen que se
debe a la pereza de los del Sur, que el aire mediterráneo y la siesta los hizo
vivir por encima de sus posibilidades (eso que hemos oído hace tanto tiempo ya
en América latina). Otros dicen que fue por la rigidez del Banco Central de
Alemania, que domina la troika y se impone a las otras economías. Los
medicamentos se diferencian un poco, pero al fin y al cabo son todos amargos.
Porque todos aceptan que Europa se jodió.
Lo cual es un fenómeno de
inmensas dimensiones, representa un retroceso de dimensiones civilizatorias,
porque el estado de bienestar europeo fue una construcción solidaria que se
había convertido en referencia a escala mundial. Terminar con él implica un
vuelco a tiempos de exclusión social y abandono que Europa había dejado atrás.
¿Cuándo se jodió Europa? Podría ser durante la
explosión que apareció con la Primera Guerra Mundial, cuando se confirmaron
dramáticamente las contradicciones interburguesas que Lenin dijo que
comandarían la historia mundial entrado el siglo XX. Europa se había vuelto
escenario de la más brutal de las guerras que la humanidad había conocido hasta
ese momento.
Se podría también ubicar
aquel momento en la división de la socialdemocracia entre belicistas y
pacifistas, abandonando oficialmente en la II Internacional el pacifismo y el
internacionalismo que la había caracterizado, abriendo heridas que no volverían
a cicatrizarse.
Se podría igualmente ubicar
el momento en que se jodió Europa cuando no logró impedir el brote de las
distintas formas de dictaduras de derecha –fascismos, nazismo– y, además, no
fue capaz de derrotar ese fenómeno sin apoyos externos.
Pero nada de eso explicaría
el viraje actual. Porque, después de todo eso, Europa occidental fue capaz de
construir estados de bienestar, y que a lo largo de tres décadas fue una de las
más generosas construcciones sociales que la humanidad haya conocido.
Entonces fue después de eso
que Europa dio un giro que la llevó a estar jodida. Yo ubicaría ese momento en
la transición entre el primer y el segundo año del primer gobierno de François
Mitterrand, en Francia. La victoria, finalmente tan conmemorada de la izquierda
francesa de la posguerra, propició a Mitterrand un primer año centrado en las
nacionalizaciones, en la consolidación de los derechos sociales, en una
política externa solidaria y volcada hacia el Sur del mundo.
Pero el mundo había
cambiado. Reagan y Thatcher imponían un nuevo modelo y una nueva política internacional.
Francia sufrió las consecuencias del nuevo escenario. Podría haber estrechado
alianzas con la periferia, con el Sur del mundo, con América latina en
particular, liderando a los países que más directamente sufrían los cambios
globales. Sin embargo, hubo un cambio radical en la orientación del gobierno
socialista francés. Adaptándose a la nueva ola neoliberal a su manera, Francia
se sumó como aliado subordinado al liderazgo del bloque Estados Unidos-Gran
Bretaña.
Ese giro, que consolidó la
nueva hegemonía, de carácter neoliberal, inauguró la modalidad de gobiernos y
fuerzas socialdemócratas asimilados a la hegemonía de los modelos centrados en
el mercado y en el libre comercio. La España de Felipe González no tardó en
sumarse y fue seguida por otros gobiernos, abriendo camino para que, en
Latinoamérica también, esa vía se extendiera a países como México, Venezuela,
Chile y Brasil, entre otros.
Esa nueva orientación
predominante ya apuntaba a la condena del Estado de bienestar –un modelo
contradictorio con el Consenso de Washington–, que tarde o temprano sufriría
las consecuencias. La unificación europea se dio bajo esa orientación. Las
consultas nacionales no se centraban en la unificación europea, sino en la
moneda única (el euro), dando un carácter centralmente monetario a esa
unificación.
La crisis iniciada en 2008
agarró a Europa absolutamente frágil, inmersa en los consensos neoliberales, lo
cual le impidió reaccionar positivamente frente a la crisis como los gobiernos
latinoamericanos, que se han inspirado en los modelos reguladores que habían
sido hegemónicos en Europa en las tres décadas llamadas “gloriosas” que
sucedieron la Segunda Guerra Mundial.
Así llegamos a la fisonomía
actual de Europa de destrucción del estado de bienestar, echando nafta al fuego, tomando
medicamentos neoliberales para la crisis neoliberal, que sólo se ahonda y se
prolonga.
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