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El
doctor Fukuyama delegado del departamento de Estado de EEUU. y economista, decía por
aquel entonces: que fuera del neoliberalismo no hay salvación. Hemos llegado al final de la historia.
No hay otra posibilidad, no hay otra salida más que el neoliberalismo. Todas la
demás ideologías fracasaron. Lo que sirvió en las décadas pasadas fue un sueño
que no soluciona nada. El capitalismo neoliberal es el único sistema capaz de producir riqueza, trabajo y bienestar
social (¿el fin de la historia?). Qué lejos estuvo de la realidad en aquellos
momentos este señor, implantando este
proceso en Latinoamérica, fue un estrepitoso fracaso y un retroceso
socio-económico histórico, dejar a los mercados desregulado sin la intervención
de los Estados es firmar la pena de
muerte para miles de millones de seres humanos donde la pobreza se
multiplica y la llamada democracia sale por la ventana. La crisis cíclicas que se ha dado a largo del
siglo XX es fruto de esas políticas neoliberales que el capitalismo de Estado
en su fase terminal o en punto muerto se está desarrollando con el beneplácito de los Estados-Nación,
todo en nombre del dios mercado.
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Pedir, exigir la vigencia y reconocimiento de los Derechos Humanos, en el escenario mundial de la globalización es altamente contradictorio y polarizante. Los gobiernos del mundo fieles a la doctrina neoliberal, destruyen los DD.HH. con políticas como la austeridad, el salvataje y otras hoy muy comunes en estos tiempos de crisis, incluso de crecimiento macroeconómico.
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LA GLOBALIZACIÓN, EL NEOLIBERALISMO Y EL
TÚNEL DEL TIEMPO.
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Juan García calero.
Rebelión jueves 16 de enero del 2014.
La lucha
contra la globalización no es exclusiva de un pensamiento
o de una
bandera política o de un territorio geográfico, es una cuestión de
supervivencia
de la raza
humana. O la humanidad o el neoliberalismo.
Subcomandante
Marcos
Haciéndome eco de las palabras del subcomandante
Marcos y observando hacia donde camina el mundo, con los desmantelamientos de
los Estados-Nación iniciados en el periodo 1989 y la frase de Francis Fukuyama
“el fin de la historia”, donde coincidía con la caída del muro de Berlín y los
llamados regímenes comunista de Europa oriental y la represión de las protestas
China en plaza de Tiananmén como una expresión del retroceso social y económico
llevado a cabo después de la muerte de Mao hacia un capitalismo de Estado, controlado
por él partido único (PCCh) con unas fuertes contradicciones en el seno de la
organización más poderosa del mundo con más de 100 millones de afiliados. La
protesta se inicia como consecuencia de la incoherencia de las elites del
partido y la sociedad que pedía más revolución y más participación de los
ciudadanos en las tomas de decisión, mientras los militares sofocaban
violentamente esta ola de protestas.
El doctor Fukuyama delegado del departamento de
Estado de EEUU. y economista, decía por aquel entonces: que fuera del
neoliberalismo no hay salvación. Hemos llegado al final de la historia. No hay
otra posibilidad, no hay otra salida más que el neoliberalismo. Todas la demás
ideologías fracasaron. Lo que sirvió en las décadas pasadas fue un sueño que no
soluciona nada. El capitalismo neoliberal es el único sistema capaz de producir
riqueza, trabajo y bienestar social (¿el fin de la historia?).
Que lejos estuvo de la realidad en aquellos
momentos este señor, implantando este proceso en Latinoamérica, fue un
estrepitoso fracaso y un retroceso socio-económico histórico, dejar a los
mercados desregulado sin la intervención de los Estados es firmar la pena de
muerte para miles de millones de seres humanos donde la pobreza se multiplica y
la llamada democracia sale por la ventana.
La crisis cíclicas que se ha dado a largo del siglo
XX es fruto de esas políticas neoliberales que el capitalismo de Estado en su
fase terminal o en punto muerto se está desarrollando con el beneplácito de los
Estados-Nación, todo en nombre del dios mercado.
En pleno siglo XXI un tsunami económico producido en
el 2008 con la quiebra Leman Brothers en EEUU. hizo caer toda la estructura
económica de EEUU y el mundo, sobre todo los países periféricos de Europa como
España, Grecia, Portugal e Irlanda, los niveles de vida descendieron hasta
máximos históricos, el desempleo aumentó en toda Europa hasta llegar al 13% de
media. La adopción de las políticas de austeridad implantadas por la locomotora
alemana, la troica y el banco Central europeo con la complicidad de los
gobiernos de la periferia europea, siguen estrangulando la economía sobre todo
España donde el paro asciende 6,5 millones de personas, la pobreza alcanza ya
el 40% de la población española, la destrucción de empleo sigue su curso, la
privatización de los servicios comunes o públicos como: la Sanidad, educación y
demás ponen en riesgo la salud de personas con enfermedades crónicas con un
repago de los medicamentos, ambulancias, etc. que ahora con la subida del IVA
al 21%, acompañados de las tarifas de las energías que desde el 2002 han
experimentados un 73% de subidas. En cuanto la educación y la cultura se
mercantiliza. Desde que tomó el poder el PP o partido Popular parte de la
España que conocíamos está destruida, la economía sigue estancada y
posiblemente caiga aun más.
Por hacer historia de una realidad consentida nuestra
economía basada en la construcción de viviendas y en alza de precios de las
mismas haciendo crecer la burbuja artificialmente, manipulando los precios intencionadamente
con el gobierno del Sr. Aznar, donde parte del sector financiero interior y
exterior se implicaron de manera directa, no solo en la construcción
desmesurada de viviendas si no en obras faraónicas de dudosa construcción y
poco viables comercialmente, donde parte del dinero publico gastado en
cantidades desorbitadas les suponían grandes gratificaciones de comisiones
ilegales que ganó el PP en dinero de origen B o negro donde estas élites
políticas sacaron un buen pellizco con la complacencia del ministerio de
Hacienda, todo una corrupción organizada de forma mafiosa donde todo el Estado
está inmerso en un escándalo de dimensiones enormes, un verdadero fiasco para
las clases trabajadoras que tributan unos impuestos exagerados comparados con
las rentas de capital y grandes corporaciones. El resultado de la explosión de
la burbuja inmobiliaria ha sido una brusca caída de la demanda y de los
precios, que según la APCE empezó en diciembre del 2007 y aun continuaba en el
2011, con caídas de en la demanda superiores al 40%, y en el 2012, cuyo primer
trimestre había registrado la mayor caída del precio de la vivienda de toda la
democracia. Todo ello provocado por la incapacidad de mercado para absorber la
enorme la enorme oferta de viviendas construidas y vacías disponibles. Ese
cambio de ciclo inmobiliario español ha tenido lugar por factores internos y
externos: por un lado la falta de liquidez del sistema financiero, causada por
la crisis de las hipotecas suprime en EE.UU en agosto del 2007, y por otro, por
el deterioro interno de la economía española, la falta de financiación y el
agotamiento del modelo de crecimiento (basado en el ladrillo), al reducirse los
retornos de la inversión (provocando la salida de los especuladores) y
contenerse el crédito. En julio del 2011, había perdido el 25% de su valor de
máximos del 2007 cayendo desde entonces en el corto y medio plazo, la falta de
solvencia y liquidez del sistema bancario español y un aumento espectacular del
paro. Cuando explota la burbuja inmobiliaria todos los sectores económicos
quedan paralizados, fiel reflejo del pinchazo de la burbuja. Las consecuencias
fue el aumento de desahucios de los hogares españoles, se convierte en la
pesadilla de las familias españolas. Si bien la Constitución española garantiza
el su articulo 47 el acceso a una vivienda digna y ordena a los poderes
públicos evitar la especulación del suelo, y a pesar de la relajación en las
condiciones para adquisición de prestamos hipotecarios y del aumento de
unidades residenciales puesta a la venta, los precios elevados han impedido
durante el periodo 2008-2013, para una parte importante de la población que no
tubo el acceso ni en régimen de alquiler a la vivienda, especialmente por su
edad antes del comienzo del ciclo alcista. Todo un despropósito de los partidos
mayoritarios, PSOE y PP que pasaron por el gobierno de España y siguen
alternándose en las labores de gobierno.
Tratado de Maastricht y entrada en el Euro. La
integración de España a este tratado en el año 1991 de la mano del presidente
del gobierno, Felipe González Márquez fue la renuncia más drástica de una
llamada izquierda resignada a no ocupar un espacio político independiente
contando con las fuerzas del trabajo, es un claro retroceso de los derechos de
los trabajadores, así se consumía las aspiraciones del gran capital con una
disparidad salarial que benefician a las empresas privadas.
La negativa de la UE a
desarrollar unas verdaderas política comunes para ayudar a los nuevos miembros
en la reducción de sus desventajas con respecto a los países europeos más
fuertes, contribuyó reforzar unas disparidades estructurales perjudiciales en
el proceso de integración. Estos tratados europeos fueron concebidos para
servir a los intereses de las grandes empresas privadas, que aprovechan la
desigualdad de las economías de la UE, para aumentar los beneficios y reforzar
su competitividad.
La Entrada de España en el Euro. Cuando se
implantó el euro, la moneda alemana fue subvaluada (por orden de Alemania) y,
en cambio, las monedas de los países más débiles fueron sobrevaluadas. Esto
hizo más competitivas las exportaciones alemanas en el mercado de los otros
países europeos, y los más débiles de entre ellos resultaron particularmente
afectados (Grecia, Portugal, España, países de Europa Central y del Este…).
Para España supuso la merma del poder de compra y una reducción del salario
real, hace que la economía de los hogares españoles se resienta y no se llegue
a final de mes.
Si no queremos terminar devorados por este comienzo
de ciclo-destructor no podemos delegar ni confiar en ningún partido
político del arco parlamentario que lleva chupando silla en el Congreso
Diputados más de 30 años integrados en el sistema capitalista, sin plantearse
salir de él. Tenemos que confiar en la capacidad de nosotros mismos para
organizarnos en un frente común de luchas que tambalear las estructuras del
poder que se apodera de nuestras voluntades a base de miedo, “dejemos de marear
la perdiz”, no hay otra solución ni alternativa o devoras o te devoran, esa
es la cuestión o nuestra razón de ser.
No se puede ceder ante esta situación, no podemos
permitir que los mercados esas élite que por decir una cifra supone el 1% de
la población mundial viva con grandiosa riqueza y tenga además cuantiosos
beneficios a costa de nuestra pobreza, este nuevo proceso de degradación humana
a llegado al límite de las contradicciones, debemos
poner fin nosotros los pueblos de este inmenso mundo.
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Rebelión ha publicado este artículo con el permiso
del autor mediante una licencia de
Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras
fuentes.
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