&&&&&
En
clave de proyecto, el reto está en pasar de la revolución política y
descolonizadora que lidera
Evo Morales, a una revolución social
que profundice aún más en el modelo de Estado Plurinacional y en el nuevo modelo económico, pilar
fundamental de la nueva Constitución
Política. Porque es difícil, como reflexiona el compañero Hugo Moldiz,
construir socialismo a partir del capitalismo de Estado dentro de un
capitalismo planetario. Pero el reto está ahí, en cómo construir ese socialismo comunitario bajo el horizonte
del Vivir Bien, en como continuar el desmontaje de un Estado heredado
colonial y patriarcal, construyendo y refundando un nuevo Estado sobre las ruinas del anterior. Y la principal amenaza
para construir este socialismo comunitario no viene de la restauración
conservadora, de una derecha derrotada política y militarmente entre 2008 y 2009, sino de la izquierda lightberal, de la instalación
de una nueva socialdemocracia
similar a la europea que busque más la consolidación de una concepción liberal
de la democracia que la profundización del proceso. Es crucial la lucha
emprendida contra la pobreza y
continuar la senda del crecimiento
económico, pero siempre si es bajo un horizonte pos-capitalista que
radicalice el proceso de cambio. En cualquier caso, y dada la más que
previsible victoria de Evo Morales
en las elecciones presidenciales de octubre (actualmente la popularidad y
posible intención de voto del Presidente se sitúa en torno al 60%), en estos momentos lo importante
es continuar la buena gestión gubernamental traducida en políticas públicas y en los numerosos eventos internacionales programados para este
2014.
El "socialismo comunitario" bajo el horizonte del "Vivir bien" o la revolución Bolivariana, o la revolución Ciudadana, o la revolución sandinista, cada proceso es único y original y responde a las necesidades de sus pueblos y su compromiso histórico los conducirá hasta donde es el,límite político de cada proceso interno. Pero cada uno tiene como tarea principal, hoy la lucha en defensa de la niñez que es prioritaria y estratégica en un sistema mundo hoy en crisis estructural y multidimensional.
*****
En
junio se va a celebrar en Santa Cruz,
ciudad del oriente boliviano donde hace pocos años hubiera sido impensable el
trabajo conjunto entre el ejecutivo, legislativo y los sectores de oposición
regional, una importantísima Cumbre del
G77+China por el 50 aniversario de este organismo de coordinación
intergubernamental. Ya han confirmado su asistencia los presidentes Raúl
Castro, Nicolás Maduro, Cristina Fernández y Rafael Correa, y se espera la
presencia de más de 20 presidentes de todo el mundo junto a delegados/as de los
133 países que conforman el G-77+China. Además, en julio en Cochabamba se realizará un encuentro
sindical internacional coordinado junto a la Federación Sindical Mundial (FSM) con la presencia de sindicatos
que cuentan millones de afiliados de India, China y otras partes del mundo.
Finalmente, y ya en plena campaña electoral, a finales de agosto se celebrará
en La Paz el Foro de Sao Paulo, foro
que cumple 20 años en 2014, reuniendo a los principales partidos de izquierda del
continente, muchos de ellos en tareas de gobierno.
/////
El proceso de integración continental, así como en el área sud-americana ha avanzado de manera muy importante, sin embargo, los enemigos de la integración y la soberanía nacional son muchos, que el imperialismo y las fuerzas sociales de la derecha impulsan a su manera y con sus objetivos políticos de clase. Es un proceso muy difícil, pero no imposible. La gran responsabilidad y compromiso social y político lo asumen directamente los Movimientos Sociales.
*****
AMÉRICA LATINA 2014: HACIA UNA
GEOPOLÍTICA DE LA EMANCIPACIÓN.
*****
Katu Arkonada.
Rebelión miércoles 19 de febrero del 2014.
O inventamos, o erramos
Simón Rodríguez
A pesar de que aún no tenemos claridad si nos
encontramos ante una crisis más del sistema capitalista, que sirva para
reacomodar su tasa de ganancia, o si estamos vislumbrando el propio sistema
capitalista en crisis (y de las crisis surgen oportunidades, pero también
monstruos), lo que es cierto es que la crisis es global y civilizatoria.
El Vicepresidente boliviano Álvaro García Linera sostiene que el capitalismo ha adquirido una
medida geopolítica planetaria absoluta a la vez que regresa a una acumulación
primitiva perpetua, una especie de reactualización de la acumulación
originaria, a la que se suma la acumulación por desposesión de los bienes
comunes que define David Harvey
(biodiversidad, agua, recursos naturales, conocimiento…).
Por lo tanto
esta crisis se cristaliza también en un reordenamiento geopolítico, que tiende
hacia un mundo pluripolar y
multicéntrico. Estamos viviendo un declive relativo del imperialismo
estadounidense y un auge de los BRICS,
donde hay que destacar a una China
que ya ha desbancado a los Estados Unidos como el mayor consumidor mundial de
energía, y una Rusia extremadamente
rica en petróleo, gas y minerales,
que además dentro del tablero geopolítico ha neutralizado la diplomacia de
guerra de estadounidense con tres movimientos, el asilo a Snowden, la paralización de la agresión militar a Siria, y
el apoyo a Irán, como nos recordaba recientemente Atilio Boron en su balance de 2013.
Lo que es cierto es que este desplazamiento
geopolítico se une a la crisis en un
sistema-mundo capitalista cuyo Norte no puede sostener su Estado del
Bienestar en la medida en que el Sur recupera su soberanía política, económica
y territorial, en la medida en que el Norte ya no puede explotar a los pueblos,
las personas y la naturaleza del Sur.
En los próximos años estos dos factores (crisis y geopolítica) se van a ver intrínsecamente
ligados en América Latina en la
medida en que el subcontinente tiene la mitad
de las reservas de agua del planeta y una gran riqueza en recursos naturales, minerales, petróleo y
biodiversidad.
De hecho, nada es casualidad, y los nuevos golpes
del Siglo XXI, Haití en 2004, Honduras
en 2009 y Paraguay en 2012, además
de los golpes/agresiones a los procesos de cambio de Venezuela en 2002, Bolivia
en 2008 y Ecuador en 2010, están
estrechamente vinculados con la perdida de hegemonía imperialista, la
recuperación de soberanía de América Latina y el reacomodo geopolítico.
Integración latinoamericana.
Si bien el
año 2013 fue un año marcado por la muerte del Comandante Chávez a la vez que la
demostración de la plena vigencia del chavismo, el año 2014 se presenta como un
año de transición, relativa también, marcado por 7 procesos electorales en el
subcontinente.
En primer
lugar tenemos Centroamérica, con segundas vueltas en marzo en El Salvador, donde se espera una
victoria del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que esta vez
sí se presenta con un candidato con el ADN del Frente, Salvador Sánchez Cerén,
el ex guerrillero Comandante Leonel; asimismo en Costa Rica en abril a pesar de
la decepción de que la izquierda articulada en el Frente Amplio no haya pasado
a segunda vuelta, si esta da su apoyo al PAC, podría producirse una victoria
del centro-izquierda en un año que Costa
Rica ostenta la presidencia de la CELAC. El tercer país centroamericano con
elecciones es Panamá en el mes de mayo donde no se esperan grandes cambios en
la orientación de su gobierno.
En mayo
también, y pasando a Sudamérica, se celebran elecciones en Colombia, con una mirada puesta en Cuba, donde lo importante es reforzar los Diálogos de Paz de La
Habana entre el gobierno de Santos y la insurgencia de las FARC-EP que puedan
conducir a un escenario de verdadera democracia y justicia social para el
pueblo colombiano después de más de 50 años de desgarrador conflicto
político-militar. Asimismo octubre es otro mes clave, pues prácticamente de
manera simultánea se celebran elecciones en Brasil, donde cada vez está más claro que el proyecto político del
PT va más allá del lulismo; Uruguay,
donde el Frente Amplio de izquierda celebrará con una nueva victoria los 10
años en el gobierno; y Bolivia,
donde se espera una aplastante victoria electoral del proceso de cambio
liderado por Evo Morales y el MAS.
Además de todos estos procesos electorales, el 2014
comienza con la asunción de Michelle
Bachelet como Presidenta de Chile, un país convertido en el Israel de
Sudamérica, que tiene la oportunidad ahora de mirar más hacia los mecanismos de
integración latinoamericana como UNASUR y CELAC, y menos a una Alianza del
Pacifico de la que es miembro fundador.
Alianza del
Pacifico que no es sino un mecanismo impulsado por los Estados Unidos para
reeditar un Área de Libre Comercio de las Américas que junto al Plan Colombia y
las bases militares en torno a la Amazonia, pretende recuperar el terreno
perdido por el imperialismo desde la derrota del ALCA en Mar del Plata 2005 y la conformación del ALBA en 2006.
Pero el ALBA,
UNASUR y la propia CELAC, que en
la reciente Cumbre de La Habana demostró que se consolida como un importante
mecanismo de concertación política que va sustituyendo progresivamente a la
propia OEA (logrando una importante
victoria diplomática para la revolución cubana), tienen el reto de precisamente
pasar de ser instrumentos de concertación a verdaderos mecanismos de
integración política y económica a nivel latinoamericano.
Si bien ese es el reto general, hay otros desafíos
estructurales entre los que destaca el debate sobre el modelo de desarrollo de
los procesos de cambio en el continente. Es importante pensar desde la
izquierda un nuevo modelo que combine el derecho al desarrollo de pueblos que
han sido expoliados durante 500 años de colonización y 20 de neoliberalismo en
un equilibrio con los Derechos de la Madre
Tierra. Pero todo ello desde una conciencia antiimperialista, anticolonial
y anticapitalista, porque como nos recuerda Isabel Rauber, la ecología no puede
estar separada del modo de producción y reproducción de la vida social.
Y entre los desafíos concretos para lograr una
verdadera integración latinoamericana, están los casos de (neo)colonialismo que
persisten en el continente, la independencia
de Puerto Rico; el fin de la
ocupación británica de las Malvinas y del bloqueo criminal contra Cuba; o
la resolución en clave pacífica y negociada del enclaustramiento boliviano, encaminarán a América Latina
hacia la plena independencia y soberanía.
En definitiva, todo lo anterior debe servir para
romper el paradigma de la democracia liberal, construyendo una democracia
continental real, viva, dinámica, de alta intensidad que deje atrás las
democracias fosilizadas que promueve la Alianza
del Pacifico y la derecha continental, y conviertan los diferentes procesos
de cambio del continente en un proceso de cambio continental.
El problema central, principal hoy en América Latina, no es solamente la lucha contra la pobreza -ámbito social donde se ha avanzado con particularidades propias en cada país - lo fundamental creemos es en la actualidad, en una realidad tan compleja, múltiple, turbulenta, multipolarizada - producto básicamente del crecimiento macro-económico, sin desarrollo económico-social - es la lucha contra la desigualdad económico-social y la violencia urbana, en nuestro Continente, el más desigual e inseguro y violento del mundo.
*****
Bolivia 2014.
Y es precisamente el proceso de cambio que se vive en Bolivia el que más tiene en juego en
este 2014 con unas elecciones en las que aunque en principio no está en riesgo
la perdida de la conducción política del mismo, sí tiene otros dilemas que ir
resolviendo.
En clave
geopolítica, Bolivia transita entre la plena implicación en los
mecanismos de coordinación del ALBA,
a través de una estrecha relación con Cuba
y Venezuela, y un vínculo cada vez más fuerte con Brasil como forma de acercamiento al Mercosur y especialmente a los BRICS.
Todo ello con un discurso claramente antiimperialista y anticolonial.
En clave de proyecto, el reto está en pasar de la
revolución política y descolonizadora que lidera Evo Morales, a una revolución
social que profundice aún más en el modelo de Estado Plurinacional y en el nuevo modelo económico, pilar
fundamental de la nueva Constitución Política.
Porque es difícil, como reflexiona el compañero Hugo Moldiz, construir socialismo a partir del capitalismo de
Estado dentro de un capitalismo planetario. Pero el reto está ahí, en cómo
construir ese socialismo comunitario
bajo el horizonte del Vivir Bien, en como continuar el desmontaje de un
Estado heredado colonial y patriarcal, construyendo y refundando un nuevo
Estado sobre las ruinas del anterior. Y la principal amenaza para construir
este socialismo
comunitario no viene de la restauración conservadora, de una derecha
derrotada política y militarmente entre 2008 y 2009, sino de la izquierda lightberal, de la instalación
de una nueva socialdemocracia similar a la europea que busque más la
consolidación de una concepción liberal de la democracia que la profundización
del proceso. Es crucial la lucha emprendida contra la pobreza y continuar la senda del crecimiento económico, pero siempre
si es bajo un horizonte pos-capitalista que radicalice el proceso de cambio.
En cualquier caso, y dada la más que previsible
victoria de Evo Morales en las
elecciones presidenciales de octubre (actualmente la popularidad y posible
intención de voto del Presidente se sitúa en torno al 60%), en estos momentos lo importante es continuar la buena gestión
gubernamental traducida en políticas públicas
y en los numerosos eventos internacionales programados para este 2014.
En junio se va a celebrar en Santa Cruz, ciudad del oriente boliviano donde hace pocos años
hubiera sido impensable el trabajo conjunto entre el ejecutivo, legislativo y
los sectores de oposición regional, una importantísima Cumbre del G77+China por el 50 aniversario de este organismo de coordinación
intergubernamental. Ya han confirmado su asistencia los presidentes Raúl
Castro, Nicolás Maduro, Cristina Fernández y Rafael Correa, y se espera la
presencia de más de 20 presidentes de todo el mundo junto a delegados/as de los
133 países que conforman el G77+China.
Además, en julio en Cochabamba se
realizará un encuentro sindical internacional coordinado junto a la Federación Sindical Mundial (FSM) con
la presencia de sindicatos que cuentan millones de afiliados de India, China y
otras partes del mundo. Finalmente, y ya en plena campaña electoral, a finales
de agosto se celebrará en La Paz el Foro
de Sao Paulo, foro que cumple 20 años en 2014, reuniendo a los principales
partidos de izquierda del continente, muchos de ellos en tareas de gobierno.
Desafíos.
Volviendo a
la mirada regional, es obvio que nos encontramos ante un proceso
político de alcance continental que no es lineal, que tiene avances y
retrocesos. Proceso continental con un motor que son los procesos de cambio y
los países del ALBA, y un freno que
son los países de la Alianza de
Pacifico. Alianza que hay que
erosionar trabajando estrechamente con los pueblos, movimientos sociales y
organizaciones de izquierda de México, Colombia, Perú y Chile.
Pero el freno a los procesos de cambio no se da
simplemente desde el desgaste a la integración continental y la apertura de
áreas de libre comercio con Estados
Unidos y la Unión Europea, sino que con los recientes sucesos de Venezuela, con el golpe de Estado
encubierto que ya ha dejado varios muertos y decenas de heridos, tenemos la
demostración palpable de que la derecha y el imperialismo no han tardado en
recuperarse de su última derrota electoral de diciembre y no van a parar de
golpear y desgastar al gobierno
bolivariano y al chavismo en general, en un laboratorio venezolano de las
prácticas contrarrevolucionarias que después podrían ser aplicadas en Bolivia.
Porque estos procesos de cambio han producido
importantísimos cambios, la refundación del Estado y nacionalización de los recursos naturales, y con ellos la recuperación de la soberanía, pero no son suficientes. Es
necesario irradiar el sentido común de época de los procesos de cambio al resto
de países del continente. Tenemos que pasar de la voluntad de poder a la consolidación hegemónica de los proyectos
de cambio rupturistas, en una transición desde los proyectos pos-neoliberales a
los proyectos anticapitalistas. Para
ello hace falta mucha audacia, y como recuerda García Linera, reivindicar la dimensión heroica de la política. O convertimos estos procesos en
irreversibles, o el enemigo seguirá buscando la desestabilización y retroceso
de los mismos.
Esa
dimensión heroica de la política pasa necesariamente por asumir las tensiones y
contradicciones al interior de cada proceso. Es muy fácil sacar el lápiz rojo
para señalar lo que está mal, pero la dirección y el sentido común de cada
proceso se disputa desde dentro. No hay
un afuera de los procesos de cambio y las fuerzas revolucionarias y
transformadoras al interior deben empujar para impulsarlos desde abajo y hacia
la izquierda.
En ese sentido, son también numerosos los retos que
tenemos para este 2014. En el ámbito de los partidos políticos el ya mencionado Foro de Sao Paulo en Bolivia;
en el ámbito de los movimientos sociales
la coordinación continental de ALBA
Movimientos se reunirá a finales de marzo en Colombia además de organizar un
encuentro latinoamericano de escuelas de formación política en Venezuela y un encuentro de economía
autogestionada en Argentina, todo
ello en el primer semestre de 2014. Para el segundo semestre, la
Red de Redes de Intelectuales,
Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad prepara un encuentro
al cumplirse de los 10 años de conformación de la Red en diciembre de 2004 en
Caracas junto al Comandante Chávez. Y si bien la agenda política, social e
intelectual es densa y llena de propuestas, seguimos teniendo el reto de cómo
articular estos espacios en un nivel de coordinación más amplio, una internacional de partidos, movimientos e
intelectuales orgánicos que ayude a pensar mejor las propuestas para la
transición hacia un nuevo proyecto político pos y anticapitalista.
Tenemos límites, demasiados límites, tanto externos
derivados del propio sistema-mundo
capitalista, como internos propios de las particularidades de cada proceso
e inherentes a la propia izquierda.
Pero estamos acumulando, y solo a partir de la acumulación de estas
experiencias, de las tensiones (creativas) y contradicciones, podrá surgir algo
nuevo. Y ese algo nuevo traerá nuevas formas de entender la democracia, la economía y el Estado. Mientras tanto, solo queda
seguir trabajando en defensa de nuestros procesos de cambio y de un nuevo orden geopolítico, tampoco exento de
contradicciones, pero que supone un avance respecto al orden anterior.
*****
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso
del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando
su libertad para publicarlo en otras fuentes.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario