&&&&&
La c¡udadanía y
el espacio público. Una mirada desde La Sociología de las Ausencias. En las fiestas de Navidad, Año
Nuevo o fiestas populares como carnavales, la ocupación limitada o prolongada, definitivamente genera
inconvenientes en el uso y ocupación del espacio público, pero es muy coyuntural, momentáneo, transitorio en
ciertas limitaciones del uso del espacio público y que nuestros derechos
Ciudadanos se sientan recortados o disminuidos, es también transitorio. (Es
necesario evaluar desde el punto de vista del trabajo, actividades sociales y
culturales, incluso religiosas, cómo el Ciudadano de a pie
– el Ciudadano común y corriente –al final sale ganando de este proceso, porque
renueva, crea nuevos valores, alcanza nuevas oportunidades y al Ciudadanía se
enriquece y se fortalece como Ciudadano. (Porque la construcción de ciudadanía es un proceso social y
cultural, nunca terminado y siempre renovado). Quienes sí se deben sentir
incómodos por la presencia de ocupación transitoria del espacio público deben
ser las élites gobernantes locales, las elites financiero-especulativas locales
y con plena seguridad el reducido y herido grupo de los
Pijos. Señor concejal, mire desde la Sociología de las Ausencias – para ir a la propia estructura
del sistema), como nos han expropiado el espacio público el contenido de las
políticas neoliberales ( que hoy se las aplican a ustedes la Troika como hace
20 años nos aplicó el Consenso de Washington) y
cómo nuestra derechos ciudadanos son evaporados, excluidos, dinamitados y es el Ciudadano
el que hoy
como respuesta a esta realidad compleja, cruel y salvaje, es el actor principal
de las luchas y las nuevas formas de hacer política por recuperar el espacio público, la responsabilidad y compromiso que
debe cumplir como Ciudadano en Democracia.
Sindicalistas y Ciudadanos europeos de todas las nacionalidades hoy luchan en formas muy diversas contra las políticas salvajes y violentas que impone la troika y el neoliberalismo. Ocupar la calle, la plaza pública, fortalece la Ciudadanía Moderna y consolida la democratización del espacio público.
***
EL ESPACIO PUBLICO HACE
CIUDADANÍA.- De acuerdo, pero no solamente las
ferias artesanales – que son semanales o de
fiestas religiosas y/o populares – ocupan
el espacio público y nos limitan muchos de nuestros derechos en forma
restringida, sin embargo, es necesario visualizar la crisis de la sociedad
actual y como se nos expropió el espacio público desde inicios de los 90,
cuando el neoliberalismo nos impuso con violencia y salvajismo sus políticas – en América latina y con ustedes los
europeos lo impone en la presente coyuntura – la crisis estructural – para
otros poli-crisis – también nos expropia espacio público. Hoy las luchas
sociales mundializadas en tres
escenarios distintos y diferentes pero con el mismo objetivo político
estratégico:
Primero, Ustedes en Europa,
movilizaciones y nuevas formas
de lucha en calles y plazas públicas – la nueva sociedad civil
emergente, plural y popular – el poder local, recuperando el espacio público –
escenario – el Ágora griega vuelve
después de 25 siglos – el mejor resultado hasta hoy en el epicentro de
esta lucha compleja y concatenación dialéctica de oportunidades es el Nuevo
Ciudadano Intercultural;
Segundo en América latina desde el
movimiento universitario de Chile, pasando por los movimientos sociales
Ocupa Wall Street, el movimiento universitario en México “Yo soy 134”, el movimiento sindicalista en Argentina y
Uruguay, el movimiento “Tomo la Calle” en Perú, el Movimiento Ciudadano
Brasileño –millones en las calles en
lucha por la calidad de sus derechos ciudadanos, o Venezuela el movimiento (La sociología del Pijo, pero en
sentido contrario) nos encontramos con un movimiento social Ciudadano, básica y fundamentalmente
contestatario al proceso de crecimiento macro-económico y la falta o ausencia
del desarrollo económico social, protesta y cuestionamiento a la profundidad y
extensión de la desigualdad económico-social, la más grande de todo el mundo;
y
Ciudadanía Moderna en la Plaza Principal de Kiev, Ucrania, protesta contra el sistema de violencia política y exige derechos constitucionales: derechos ciudadanos feministas. La diversidad de luchas sociales hoy de los Ciudadanos en el mundo, se concentran en el rescate del Espacio Público, que el neoliberalismo nos expropió en los 90'.
***
Tercero el surgimiento de un
nuevo espacio público – Nuevos Ciudadanos en cuanto a derechos
constitucionales ( Ellos como ciudadanos Culturales e inter-culturales), hoy
son protagonistas – campesinos de las comunidades históricas y poblaciones de
los pueblos originarios (Amazónicos) en defensa de sus territorios – materias
primas, biodiversidad, conocimientos ancestrales – y últimamente en Colombia contra las consecuencias de los TLC o en
Argentina contra la destrucción de la agricultura y las transnacional
Monsanto o en Brasil en defensa del medio, la madre naturaleza, al igual que en
Ecuador el movimiento indígena o Bolivia como parte de sus procesos
progresistas y/o de izquierda. Hoy por tanto, en el complejo escenario de la
sociedad actual se presenta un proceso dialéctico de convergencia, unidad,
cohesión, propuestas y alternativas entre Democracia,
Sociedad Civil, Espacio Público y Ciudadanía.
La Ciudadanía Cultural, Cívica, Histórica y Patriarcal. Espacio público andino y ciudadanas comunitarias realizando una actividad tradicional, histórica, el trueque: el comercio de intercambio de productos. Se fortalece la ciudadanía forjada y construida por su pertenencia a una cultura local, una identidad cultural colectiva en una comunidad, un pueblo o una Nación.
***
Finalmente en el caso nuestro
el comercio
ambulatorio, la informalidad nos ha limitado un buen tiempo el uso
del espacio público – pero este proceso económico-social y cultural –
después de tres décadas, ha generado un
fruto extraordinario: hoy las pequeñas y micro-empresas (PYMES Y MYPES), que en América Latina concentran hasta un 70% de la mano de obra. Después de dos
décadas de incertidumbre social, han
logrado potenciarse, produciendo Nuevos
Ciudadanos Emprendedores (Empoderamiento hacia las nuevas “Clases Medias” y el progresivo ingreso
hacia el mundo global de la competencia y la competitividad con su producción,
comercio, artesanía, turismo –en varias formas y modalidades- y el propio
proceso de “Desenclave Cultural”, que refuerza y enriquece social y cultural a
nivel mundial el de una Nueva Ciudadanía
Global (Participativa, Cívica, Republicana), hoy en lucha permanente por la
re-conquista de nuestros derechos y la recuperación del espacio público, que nuevamente se ve amenazado por la violencia.
Si miramos los resultados del crecimiento económico, las elites
financiero-comercial-exportadoras, el “nuevo poder” de la clase media
emergente, junto a la crisis y debilidad del Estado, hoy conjuntamente generan como resultado un
espacio público en violencia, inseguridad ciudadana y una sociedad en riesgo
global.
/////
Sociólogos y Ciudadanos. Dr. Pablo Raúl Fernández Llerena, Dr. Theotonio Dos Santos, (Ciudadano Latinoamericano), Dr. Adolfo Prado, Lic (s). Figueroa y Aguilar, en el Espacio Público universitario (Paraninfo de la Universidad San Agustín) en la presentación del Libro: "La Globalización Neoliberal: Historia,Crecimiento y Crisis. Un enfoque multidimensional". Noviembre del 2010.
***
EL ESPACIO PÚBLICO HACE CIUDADANÍA.
*****
Gabriel Calles.
Madridiario.es
martes 11 de marzo del 2014.
El uso y
disfrute del espacio público es algo consustancial con nuestra cultura
mediterránea. La climatología ha propiciado que una buena parte de nuestro ocio
y esparcimiento se realice en calles, plazas y demás zonas de paseo. Incluso
los nuevos hábitos asociados al uso intensivo de las nuevas tecnologías,
especialmente de Internet, más proclives al aislamiento y la individualización,
no han modificado de forma sustancial estos comportamientos.
Además
del ocio, el consumo es otra de las notas características de estos hábitos
públicos. De las ferias y fiestas tradicionales, donde el consumo de productos
en la calle forma parte, nuestra sociedad ha ido evolucionando hacia otros
modos de aprovechamiento de ese espacio asociados al beneficio económico, no ya
de carácter colectivo, benéfico o altruista, sino de aprovechamiento privado y
puramente mercantil.
Siempre
ha existido un potencial económico en el uso del espacio público, pero quizás
nunca ha habido, como hasta ahora, tanto abuso en su apropiación privada. En
Madrid, la proliferación de terrazas, mercados, mercadillos, actividades
lúdicas, muestras y, en alguna ocasión, actividades culturales, sigue esta
pauta, sin que parezca atisbarse una mínima limitación a su expansión. La
crisis económica y sus efectos sobre el empleo y el consumo, ha favorecido que
muchas miradas se centren en este ámbito como un instrumento más para remontar
la situación, haciendo difícil cualquier argumento que reclame esa contención.
Pero como en todo, conviene descender a los detalles y no quedarse en el trazo
grueso.
Aunque
proliferaron fundamentalmente en el distrito Centro, en las pasadas Navidades
pudimos observar cómo aparecían kioscos y mercadillos por toda la ciudad. Como
motor económico, y como favorecedores del empleo y la oportunidad para muchos
de ganarse el sustento, lo consideramos positivo. Pero hay otra vertiente que
se olvida o no se quiere ver.
Joven Ciudadano latinoamericano, desempleado, como millones de jóvenes en el mundo, ocupa el espacio público: la calle buscando trabajo. Juventud, víctimas directas de las políticas neoliberales y del crecimiento macro-económico que solamente favorece a una elite: nueva oligarquía comercial-financiera (especulativa) exportadora de recursos naturales: la política global del Consenso de los Commodities.
***
Desde la
afectación a la movilidad de los transeúntes, pasando por la competencia
desleal con la hostelería, con el comercio tradicional y con el ambulante
regulados, por no hablar de la confusión a los consumidores sobre algunos
productos "artesanales" que nada tienen de artesano y si mucho de
fabricación en serie y de mala calidad, para terminar con el empleo precario y
la descarada explotación laboral de muchos de esos trabajadores. Afectaciones
todas ellas graves a la convivencia y a los derechos de muchos agentes
económicos, que también son ciudadanos.
Y por
último, a la propia imagen de la capital, donde la excesiva y permanente
ocupación del espacio público por instalaciones precarias, dispuestas sin orden
ni criterio estético alguno, se vuelve en contra de los valores
arquitectónicos, urbanísticos y culturales de la propia ciudad, devaluando esta
imagen a los ojos de sus habitantes y de sus visitantes, y perjudicando su
destino como lugar turístico.
Conciliar
derechos e intereses no es fácil, pero lo es menos cuando el Ayuntamiento de
Madrid, bajo la dirección de Ana Botella, se ha embarcado en un
"maremagnum" de nuevas ordenanzas, donde observamos que unas
contradicen a otras, para, bajo el paraguas de la liberalización, posibilitar
cualquier actividad comercial en estos espacios.
Propiciar
así la inseguridad jurídica, la ley de la selva, no es la mejor forma de poner
coto a los excesos, y si favorecer a algunos depredadores del comercio que así
obtienen autorizaciones para después, subarrendado ese espacio público a otros
más necesitados, obtener grandes beneficios sin riesgo alguno.
Hay que
regular bien, empezando por simplificar las normas y hacerlas más
transparentes, y partiendo de la excepcionalidad del uso de la vía pública como
aprovechamiento privado, perseguir que este uso revierta en un beneficio
colectivo a la ciudad. Cuidar, en definitiva, de que los objetivos que se dice
perseguir, como son la promoción del empleo, del comercio, la artesanía, la
cultura, el turismo se hagan realmente efectivos.
Gabriel
Calles.
Concejal
socialista en el Ayuntamiento de Madrid.
*****
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario