“El
sistema capitalista en cambio carece de los problemas que ya han sido descritos
pues en un marco dominado por las relaciones asalariadas de producción, las
innovaciones técnicas son posibles. De hecho, la gran ventaja del sistema
capitalista frente a sistemas anteriores (como el feudalismo y el esclavismo)
está en su fuerte capacidad de absorción de cualquier avance tecnológico. Es
por esto que el sistema instaurado es revolucionario per se.
En un sistema
más complejo, los ciclos económicos también lo son lo que lleva a que la
grandeza del sistema sea también su defecto. Un sistema caracterizado por su
caótico crecimiento de auge y pauperización social. Un auge económico paralelo
a la polarización social de las clases que en él coexisten. Cada ciclo
económico ascendente lleva consigo incremento en la composición orgánica del
capital, que no es más que el incremento de la participación tecnológica en la
producción económica lo que en un determinado momento lleva a una caída en el
empleo absoluto y de la demanda, lo que a su vez genera una caída y la
consolidación de la fase B depresiva en la economía.
Para
contrarrestar estos períodos, las clases explotadoras incrementan la tasa de
explotación ya sea mediante una devaluación directa de los salarios, o un
incremento de la productividad. En cualquier caso, tras cada ciclo depresivo,
la tasa de explotación se incrementa y la participación salarial dentro de la
producción total cae mediante los ajustes llevados a cabo por los capitalistas.
A nivel de sistema el ajuste se materializa mediante tres formas típicas dentro
de la historia del sistema:
1) rebajar los costes de producción,
2) incrementar la demanda encontrando nuevos
compradores,
3) monopolizar nuevos productos que ofertar en el
mercado.
Una reducción de los costes para los capitalistas
significa reducir los salarios o elevar el aporte tecnológico para elevar el
nivel de productividad. Pero elevar el aporte tecnológico en un contexto de
recesión y caída de la demanda puede ser contraproducente, por lo que la opción
más aplicada es la reducción del coste salarial mediante despidos y deflación.
Sin embargo, la reducción de los costes puede a su vez intensificar la caía de
la demanda, por lo que para evitar que este corolario sea tan intenso la
solución se encuentra en la reubicación de las matrices productivas en las
zonas menos capitalizadas del globo. Detrás de esta dinámica se encuentra el porqué del incremento
constante del espacio geográfico capitalista tras 5 siglos de existencia”.
/////
¿EL FIN DEL CAPITALISMO SE ACERCA?.
*****
Víctor Díaz.
Rebelión
miércoles 28 de setiembre del 2016.
Un tema estudiado y debatido durante más de un siglo y
medio trata sobre el momento en que el capitalismo expire dando paso a un nuevo
sistema económico. De hecho, desde que el capitalismo es reconocido
conceptualmente como capitalismo que nos vemos inmersos en este debate. Las
ciencias sociales inicialmente se vieron influenciadas por las ideologías
modernas siendo el liberalismo la que tomaría un papel preponderante en el
campo de la praxis política mientras que en el campo de las ideas el marxismo
continuaría teniendo un papel vigente por lo menos hasta el auge del comunismo
durante las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo, una vez el proyecto
marxista – leninista se vio truncado y comenzó a mostrar los primeros síntomas
de estancamiento el planteamiento desde la orilla de la izquierda
revolucionaria comenzaría a ceder ante la izquierda reformista haciendo parecer
que en realidad el capitalismo es el sistema más desarrollado que el ser humano
podría crear en su historia, y, por ende, la cúspide de todo desarrollo humano
sin nada que le suceda.
Sin embargo, tras cada crisis desatada dentro del
sistema, la idea de que el capitalismo tenía fecha de vencimiento volvía a
posicionarse dentro del debate central en el ámbito de las ciencias sociales.
Por supuesto este es un debate que será terminado solo
en el plano de las ideas ya que este tipo de debates los cierra el devenir de
la historia. Nosotros, como simples espectadores solo podemos crear diferentes
hipótesis del futuro tomando como base la historia de la humanidad y la
dinámica misma del sistema capitalista.
Para guiarnos es necesario comenzar con una pregunta; ¿es
posible que el capitalismo se sostenga en el futuro a mediano – largo plazo
basado en su comportamiento histórico y tomando de ejemplo la historia de los
sistemas que precedieron al capitalismo?
Para responder esta pregunta, siempre desde el plano
de la hipótesis, debemos primero que todo comprender la dinámica histórica de
los diferentes sistemas históricos que han sido construidos por la humanidad
durante toda su historia para así contrastar el comportamiento del capitalismo.
El ser humano, desde hace milenios se ha organizado en
virtud de diferentes sistemas sociales y económicos cuya matriz interna está en
la estructura económica, las relaciones sociales de producción. Las relaciones
sociales de producción son o bien relaciones de propiedad de personas con los
medios de producción o bien relaciones entre las mismas personas, en otras
palabras, la estructura económica no es más que la expresión de la organización
social establecida siempre por la fuerza entre los habitantes de una región y
entre estos y sus los medios de producción en un momento y lugar determinado.
Una importante precisión a realizar es que la tónica
general de estas relaciones es la lucha constante de clases como motor
histórico. Es decir, la contraposición de intereses de una clase
cuantitativamente menor de habitantes que tiene el poder de explotar a la otra
clase social mayoritaria en número. Esto es, como dije, en términos generales
pues entre la clase explotadora y la clase explotada siempre hay un número
indefinido de clases sociales intermedias que juegan un papel importante dentro
de esa estructura económica.
Ejemplos de relaciones sociales de producción a través
de la historia abundan, pero podemos citar los ejemplos más habituales y
conocidos:
- Esclavismo: Dentro
de esta estructura la tónica general era la existencia de una clase
minoritaria en número con poder de propiedad sobre los medios de
producción, por una parte, y por otra tenía poder sobre la libertad de la
clase esclava.
- Feudalismo: Los
señores feudales dentro de esta estructura socioeconómica poseían poder
sobre gran parte de los medios de producción, así como también sobre la
fuerza de trabajo de los siervos, pero no de la totalidad. Así, el siervo
en pleno feudalismo tenía un grado de libertad mayor que el esclavo, pero
no era total y seguía viéndose sometido a una coacción para trabajar,
además tenía propiedad sobre tierras a través de las cuales podía producir
sus propios medios de subsistencia.
- Capitalismo: Nos
encontramos ahora viendo la estructura económica actual, en esta la clase
explotada, la proletaria, ha perdido el poder sobre los medios de
producción que tenía su predecesora durante el feudalismo, pero ha logrado
hacerse de una libertad mayor sobre su fuerza de trabajo. Es por esto que
dentro del capitalismo el proletario no es obligado a trabajar, ya que
tiene la libertad de decidir si trabaja o no so pena de caer en la
inanición.
Esta estructura económica no es casual ni se da solo
por el capricho de unos pocos. Debajo de la estructura económica que ya hemos
descrito de modo sucinto, tenemos, la infraestructura, o para entendérnoslas
fuerzas productivas. Estas fuerzas representan el desarrollo tecnológico en un
tiempo y lugar de la humanidad. ¿De qué se componen las fuerzas productivas? De
los medios de producción y la fuerza de trabajo.
Ø Medios de producción: Por medios de
producción se entienden todos los instrumentos (además de materias primas)
usados para producir en un momento y lugar determinado.
Ø Fuerza de trabajo: Todas las facultades
productivas de los agentes productores, fortaleza, habilidades, conocimientos,
habilidades, ETC.
La infraestructura económica, o fuerzas productivas,
no son parte de relaciones de producción, sino que la base de estas. En otras
palabras, para que el capitalismo haya podido consolidarse se requirió de un
nivel de desarrollo de fuerzas productivas determinado. Lo mismo para cualquier
relación social de producción.
Por ejemplo, es inconcebible creer que el esclavismo
pudiera establecerse en un contexto en el que aún no existiera un avance
productivo tal, que pudiera facilitar la acumulación de excedentes y tal
situación solo devino con el avance de la agricultura y el desarrollo de la
metalurgia. Antes de la revolución del neolítico era imposible ver la
conformación de una organización social con tal grado de complejidad.
Tenemos tanto la infraestructura como la estructura
dentro de la organización económica y social en un momento y lugar determinado.
Solo nos queda referirnos a la superestructura.
La superestructura es un conjunto de instituciones no
económicas en las que destaca el sistema legal y el Estado.
Según esta lógica el Estado no crea a la economía,
sino que se crea en función a las relaciones sociales económicas. Por esta
razón tras cada implementación de una nueva estructura económica la
superestructura se vio modificada de modo radical.
Veamos unos ejemplos básicos.
- Durante el esclavismo la superestructura establecida era la de un imperio
mundo. Es decir, una gran constitución política centralizada en un
solo polo administrativo. En este sentido lo que podemos identificar era
que existía un campo de organización administrativo que se identificaba
con un régimen económico determinado.
- Durante el feudalismo lo que existía eran minisistemas, nódulos
políticos cuya vida era variable y cuya existencia era sumamente frágil. A
diferencia del sistema anterior ya no existía un gran Estado omnipresente
y omnipotente, sino que el Estado había sido reducido a la mínima
expresión.
- Finalmente, que es donde nos encontramos, durante el capitalismo se
establece una economía mundo, en otras palabras, un sistema donde diferentes
Estados conviven dentro del mismo régimen económico. Aquí ya no tenemos un
solo Estado hipertrofiado como durante el régimen esclavista ni tampoco
tenemos Estados casi extintos, lo que presenciamos son Estados que
conviven bajo reglas establecidas, todos compitiendo a nivel económico,
pero sin buscar la centralización del sistema mismo (como sucedía con el
esclavismo).
El capitalismo como régimen económico, y a diferencia
de muchos otros sistemas, tiene gran adaptabilidad a diferentes superestructuras.
A través de la historia ha demostrado poder convivir con monarquías absolutas,
dictaduras, regímenes totalitarios o democracias liberales. No obstante, puede
convivir con esos regímenes porque ninguno de ellos significa óbice a su
movimiento central en la búsqueda por la maximización de las ganancias, por esa
razón el capitalismo no podría existir bajo una construcción política
democrática -real- o frente a un único gobierno estilo imperio mundo.
Antes de avanzar a la teorización sobre el futuro del
capitalismo, es importante recalcar el último elemento común que ha trascendido
las estructuras económicas a través y a lo largo de la historia humana: el
desarrollo de las fuerzas productivas.
Básicamente con esto nos referimos al constante
desarrollo de los medios de producción y de la fuerza laboral, cada régimen
económico, cada estructura económica ha desarrollado su propia tecnología y su
productividad con el fin de poder intensificar sus ciclos de acumulación,
crecimiento y las ganancias. El problema es que en un momento determinado tal
nivel de desarrollo tecnológico sobrepasa la capacidad de la estructura
económica para absorber dichos avances, por lo que, eventualmente el sistema
debe ser superado.
La tónica común tras cada crisis terminal de un régimen
económico como lo fue el esclavismo o el feudalismo fue la existencia de
tecnología que era imposible de aprovecharse en un 100% dentro de dicho régimen
económico. Por ejemplo, el esclavismo no admitía el uso de herramientas
refinadas y muchos avances tecnológicos existentes durante los siglos II y III
tardaron varios siglos más en ser usados porque dentro de una estructura
esclavista no era posible. Así también, con el feudalismo y en un marco
económico atomizado entre diferentes feudos o gremios no era posible expandir
un gran mercado, por lo que con el capitalismo se barre todo obstáculo
permitiendo el desarrollo de las fuerzas productivas y el aprovechamiento
máximo de las ya existentes.
Pongamos lo anterior en perspectiva. En cada sistema
económico existieron ciclos inherentes a su desarrollo interno. Estos ciclos le
daban al sistema un impulso nuevo para expandirse tras un momento de recesión y
estancamiento. No obstante, tras cada ciclo las contradicciones internas de la
estructura económica, aunque imperceptible para el público general, se iban
acentuando a un punto en que estas se transformaban paulatinamente en síntomas que en un punto cronológico llevaba a la crisis final del sistema mismo.
Cojamos de ejemplo al esclavismo romano y al
feudalismo europeo occidental;
- El sistema esclavista de Roma era sumamente precario en el sentido de
que su economía se solventaba, ante todo, del crecimiento extensivo y no
intensivo de los diferentes rubros económicos. Ya que la fuerza laboral
era la mano de obra esclava, y esta debía de expandirse, el crecimiento
demográfico no tenía un nivel adecuado para asegurar el crecimiento
económico, esta es la razón detrás de las constantes expansiones
territoriales romanas, una vez que tras el siglo I d.C se estabilizó el
imperio, el flujo de mano de obra esclava se detuvo, lo que llevó a una
paulatina y ascendente escasez de mano de obra que cada vez se hizo más
costosa para la clase explotadora. El límite al crecimiento extensivo era
la disponibilidad de mano de obra, al elevarse el costo de la misma, y al
tener a una gran parte de la población libre (campesinos y artesanos) con
un nivel elevado de productividad para la época, tras el siglo II y III la
lucha comienza a darse por la apropiación del excedente desde estas clases
sociales a través de los impuestos mismos hasta que el Estado romano
colapsa y deriva en un contexto caótico del cual surgirán diferentes modos
de organización.
- El sistema feudal por su parte, era capaz de desarrollar más las fuerzas productivas que el esclavista, pero a diferencia del sistema capitalista, se caracterizaba por su poco desarrollo tecnológico. La forma característica de expansión económica era mediante la roturación de la tierra, por lo que a partir del año 1000 y en virtud de una gran cantidad de tierras abandonadas, el régimen feudal aseguró un nivel de crecimiento óptimo. Este crecimiento alcanzó su tope hacia el siglo XIII por el uso de peores tierras y la proliferación de pequeñas tenencias de propiedad. Frente a esta situación se buscó incrementar la explotación a base de impuestos lo que derivó en diferentes acciones, entre ellas la guerra de cien años como expedición de la nobleza para menguar la pérdida de ingresos mediante la fiscalidad y el botín de guerra. La carga fiscal llevó a una reducción en el consumo, lo que redujo una reducción de la producción y de la liquidez. Todo trajo consigo una pérdida para los productores terratenientes y artesanos
El sistema capitalista en cambio carece de los
problemas que ya han sido descritos pues en un marco dominado por las
relaciones asalariadas de producción, las innovaciones técnicas son posibles.
De hecho, la gran ventaja del sistema capitalista frente a sistemas anteriores
(como el feudalismo y el esclavismo) está en su fuerte capacidad de absorción
de cualquier avance tecnológico. Es por esto que el sistema instaurado es
revolucionario per se.
En un sistema más complejo, los ciclos económicos
también lo son lo que lleva a que la grandeza del sistema sea también su
defecto. Un sistema caracterizado por su caótico crecimiento de auge y
pauperización social. Un auge económico paralelo a la polarización social de
las clases que en él coexisten. Cada ciclo económico ascendente lleva consigo
incremento en la composición orgánica del capital, que no es más que el
incremento de la participación tecnológica en la producción económica lo que en
un determinado momento lleva a una caída en el empleo absoluto y de la demanda,
lo que a su vez genera una caída y la consolidación de la fase B depresiva en
la economía.
Para contrarrestar estos períodos, las clases
explotadoras incrementan la tasa de explotación ya sea mediante una devaluación
directa de los salarios, o un incremento de la productividad. En cualquier
caso, tras cada ciclo depresivo, la tasa de explotación se incrementa y la
participación salarial dentro de la producción total cae mediante los ajustes
llevados a cabo por los capitalistas. A nivel de sistema el ajuste se
materializa mediante tres formas típicas dentro de la historia del sistema:
1) rebajar los costes de producción,
2) incrementar la demanda encontrando nuevos
compradores,
3) monopolizar nuevos productos que ofertar en el
mercado.
Una reducción de los costes para los capitalistas
significa reducir los salarios o elevar el aporte tecnológico para elevar el
nivel de productividad. Pero elevar el aporte tecnológico en un contexto de
recesión y caída de la demanda puede ser contraproducente, por lo que la opción
más aplicada es la reducción del coste salarial mediante despidos y deflación.
Sin embargo, la reducción de los costes puede a su vez intensificar la caía de
la demanda, por lo que para evitar que este corolario sea tan intenso la
solución se encuentra en la reubicación de las matrices productivas en las
zonas menos capitalizadas del globo. Detrás
de esta dinámica se encuentra el porqué del incremento constante del espacio
geográfico capitalista tras 5 siglos de existencia.
No obstante, conforme las clases capitalistas van
reubicando sus respectivas industrias, los costes asociados se van
incrementando de modo general y sin casi poder revertir dicha situación. Esta
reubicación de las industrias ha provocado que durante 5 siglos dentro del
mundo el incremento absoluto de tres costos diferentes que minan las ganancias
de la clase capitalista.
- La reubicación de las industrias ha provocado que la población mundial
paulatinamente pase a desruralizarse. Con ello, poco a poco, se
incrementan las aspiraciones salariales y la lucha por una redistribución
más equitativa de la plusvalía. Es decir, si bien es cierto que es
benéfico para la clase capitalista instalarse en zonas vírgenes del globo,
con el paso de 30 a 50 años, esas poblaciones comienzan a proletarizarse y
organizarse en sindicatos, partidos políticos o movimientos sociales que a
la larga intensifican la lucha de clases que termina generando un mayor
peso sobre las ganancias del capitalista.
- La proletarización de la clase trabajadora genera a su vez, a partir
de las demandas sociales, un incremento de la proporción del Estado en la
economía, lo que significa más impuestos y por ende una presión en contra
de las ganancias de la clase capitalista.
- Por su parte la integración de nuevas zonas en la economía mundo, ha
llevado al incremento de los costos por insumos. Ya sea por materias
primas no renovables, la eliminación de residuos tóxicos o la
infraestructura física para ejecutar la producción. Hasta el momento el
capitalista ha buscado minimizar los costos del uso de materia prima no
renovable mediante la ampliación y búsqueda de nuevos yacimientos. La
eliminación de residuos tóxicos se hace externalizando costos colocando
los residuos en zonas públicas son haberlos tratado. Y la infraestructura
que, o bien cae en el bolsillo del Estado (es decir de los impuestos) o de
los capitalistas (es decir de sus ganancias). Conforme se agotan las zonas
nuevas para explotar o externalizar los costos, estos aumentan ya sea
mediante los impuestos o mediante los gastos directos del capitalista.
Con el pasar de los siglos, estamos llegando a un punto
en el que el sistema ha capitalizado la mayor parte de las tierras y
poblaciones, por lo que la reducción de costos mediante la reubicación será
cada vez más una salida menos rentable. Así como para las de la zona centro
norte europea es poco rentable invertir en las costas del Mediterráneo, en unas
décadas será poco rentable invertir en la costa pacífica de Asia pues, el
avance del siglo XXI llevará a que las poblaciones rurales den paso a una clase
proletaria urbana con poder de negociación y más costosa para los capitalistas.
En suma, los costos capitalistas van en incremento constante.
¿Puede esta lógica revertirse? Desde luego, mediante
el incremento de la aplicación tecnológica la productividad puede incrementarse
y la tasa de explotación relativa puede elevarse consigo. Sin embargo, esta
dinámica tiene a su vez un límite y es que conforme se incrementa el aporte
tecnológico se incrementa a su vez la composición orgánica del capital, =
C/V, donde C es el capital constante, la tecnología y maquinaria usada,
y V es el capital variable, es decir invertido en los trabajadores.
Para ilustrar el ejemplo siguiente comenzaré indicando
que el capital Constante equivale 100, por su parte el capital variable también
es de 100, la plusvalía en tanto es de 100, y por ende la tasa de explotación
es de 100%. A su vez la composición orgánica del capital es del 100% y en tales
condiciones la tasa de ganancia es del 50%.
En este ejemplo el tiempo transcurrido desde el inicio
al término es de un siglo dividido en sus respectivas décadas.
Caso N° 1
Década
|
COC
|
Tasa de Plusvalía
|
Capital Constante
|
Capital Variable
|
Plusvalía
|
1
|
100%
|
100%
|
100
|
100
|
100
|
3
|
121%
|
110,5%
|
121
|
100
|
110.5
|
5
|
146%
|
123%
|
146
|
100
|
123
|
10
|
236%
|
168%
|
236
|
100
|
168
|
Tasa de ganancia al finalizar el siglo: 50%
Caso N°2
Década
|
COC
|
Tasa de Plusvalía
|
Capital Constante
|
Capital Variable
|
Plusvalía
|
1
|
100%
|
100%
|
100
|
100
|
100
|
3
|
90%
|
110,5%
|
90
|
100
|
110.5
|
5
|
80%
|
123%
|
80
|
100
|
123
|
10
|
70%
|
168%
|
70
|
100
|
168
|
Tasa de ganancia al finalizar el siglo: 99%
Caso N°3
Década
|
COC
|
Tasa de Plusvalía
|
Capital Constante
|
Capital Variable
|
Plusvalía
|
1
|
100%
|
100%
|
100
|
100
|
100
|
3
|
121%
|
100%
|
121
|
110.5
|
110.5
|
5
|
146%
|
100%
|
146
|
123
|
123
|
10
|
236%
|
100%
|
236
|
168
|
168
|
Tasa de ganancia al finalizar el siglo: 41.5%
En el primer
caso tenemos que la composición orgánica del capital va
incrementándose paulatinamente a través del tiempo, lo que significa que el
capitalista conforme avanza el tiempo ha aumentado la cantidad de capital
constante (tecnología) dentro del proceso de acumulación capitalista. A su vez
la productividad también se ha incrementado de forma pareja y la tasa de
explotación lo ha hecho de igual forma, es por esto que la tasa de ganancia no
se ha visto reducida y ha mantenido su nivel. Estamos hablando de un ejemplo
hipotético en el que el crecimiento capitalista se da de modo ordenado,
planificado, y sin desajustes internos entre ramas económicas o entre niveles
de producción.
En el segundo
caso tenemos un ejemplo en el que la composición orgánica del capital se va
reduciendo, probablemente por incentivos en la productividad del sector 1
(productor de medios de producción) y por ende en una caída en la composición
orgánica del capital lo que a su vez implica un incremento constante en la tasa
de ganancia. En este caso lo que apreciamos es una economía en la que los
capitalistas, al igual como en el caso anterior, invierten en los sectores
económicos de manera ordenada para mantener un crecimiento constante y
ascendente de la economía.
Finalmente, en
el tercer caso, tenemos una economía en la que existe un incremento
en la composición orgánica del capital, por una parte, un incremento en la tasa
de explotación por otra, pero donde la inversión se establece de un modo más
desordenado y caótico, por lo que en el largo plazo la tasa de ganancia termina
declinando paulatinamente. Este ejemplo es el que se acomoda más a la realidad
pues el crecimiento capitalista al estar motivado por la tasa de ganancia la
cual motiva, en su naturaleza, una lucha competitiva a partir de la cual los
capitalistas invierten sus esfuerzos por ganar terreno en el mercado.
En síntesis, en los dos primeros ejemplos hipotéticos
tenemos casos en los que el crecimiento es ordenado y sin inconsistencias
propias a las que se dan dentro del marco capitalista. El ejemplo número dos
muestra un incremento de la productividad en el sector 1 lo que ha llevado a
una caída del valor y participación dentro del ciclo de acumulación, sin
embargo este ejemplo se contradice de la realidad histórica dentro del
capitalismo ya que, es dentro de este sistema donde el ánimo por la competencia
lleva a que el capitalista busque ante todo invertir en el sector 1 para a su
vez reducir los costos en el sector dos y ganar terreno en el mercado, por lo
que irremediablemente el comportamiento es a la inversa, la composición
orgánica del capital en el mediano largo plazo tiende a incrementarse.
Es este ánimo por competir lo que lleva al capitalista
a incentivar en la producción tecnológica con fines productivos, y es por esto
que tras 5 siglos la producción capitalista se ha tecnologizado cada vez más, a
diferencia de sistemas anteriores que dependían del crecimiento extensivo, el
crecimiento capitalista depende en buena medida del incentivo intensivo. Es en
este punto donde no hay posibilidad para evitar que la composición orgánica del
capital crezca proporcional y relativamente en relación al total de la
producción. Como hemos visto en nuestro tercer ejemplo, un incremento
progresivo del peso de la mecanización del trabajo es parte inherente de la
historia capitalista, las labores que antes se realizaban en un 100% con la
fuerza humana, hoy han reducido su aporte del trabajo apostando una
participación mayor desde la mecanización. De hecho, en los países más
desarrollados el aporte tecnológico a la producción es mayor que en los países
más atrasados y es por ello que el margen de crecimiento es menor en promedio
en los países de la OCDE que en los países “en vías de desarrollo”.
Esta necesidad por ganar terreno en el mercado
llevará, en un mediano – largo plazo (50 a 150 años a futuro) a una
mecanización absoluta de la producción económica, y es que los capitalistas no
pueden ir en contra de esta marea porque eso significaría sofocar al sistema en
el acto, autodevorarse. Frente a una realidad mundial cada vez más mecanizada,
se comenzarán a gestar las primeras consecuencias particulares:
i)
una acusada
caída de la tasa de ganancia;
ii) una cada
vez mayor dificultad para realizar el valor por la caída de la tasa de empleo.
En tal contexto estaríamos inmersos, como civilización,
en el mismo punto histórico que vivió el esclavismo entre el siglo III y IV, y
el feudalismo entre el siglo XIII y XIV. Por supuesto, como en aquel entonces,
la salida de tal crisis dependerá de las fuerzas sociales arrastradas por la
lucha de clases, teoricemos:
- Un primer
futuro poscapitalista que puede crearse dentro de los próximos 150
años es un mundo en el que la clase capitalista actúe no solo en contra de
la clase explotada, sino que a su vez se auto mutile en luchas
esquizofrénicas por ganar terreno en el mercado a punta ya no solo desde
el mercado, sino que a través de empresas bélicas encarnizadas que
llevarían a una serie de subsistemas poscapitalistas con variadas y
diversas relaciones sociales de producción, donde la variedad podría ir
desde lo más regresivo -feudos poscapitalistas con una clase trabajadora
ligada a la servidumbre-, a ciertas zonas más progresivas -comunas con
autogestión-, pero donde la falta de conexión haría imposible cualquier
tipo de crecimiento económico interconectado basado en la acumulación
incesante del capital.
- Un segundo
futuro sería el que se daría en el caso de que la clase capitalista se
organizara e impusiera frente al resto de las clases sociales,
especialmente la explotada. En este aspecto y en virtud de que la
producción altamente tecnologizada permitiría un estándar elevado de vida,
la clase capitalista podría dejar de lado la explotación económica y
cambiarla por la opresión, en virtud de la cual, crearían un gran Estado
donde ellos y una parte pequeña de la población mundial se cobijaría en un
mundo igualitario y avanzado, mientras que el restante porcentaje de la
población (posiblemente entre el 80 y 90%) viviría marginado y desarmado,
completamente excluido. Ya no habría explotación económica, solo exclusión
en grandes zonas estilo ghettos donde la miseria proliferaría a niveles
continentales.
- Y, por
último, un tercer futuro posible es aquel en el que
las clases explotadas logran la victoria y expropian la propiedad sobre
los medios de producción. En este momento el alto nivel de producción y
elevado excedente económico harían innecesaria la creación de valor de
cambio como la explotación del hombre por el hombre y por tanto la
motivación no sería la maximización de las ganancias, sino que el bienestar
colectivo de la sociedad. Por lo mismo la propiedad sobre los medios de
producción ya no debería quedar a cargo de solo una clase social
minoritaria en número, sino que serviría para toda la humanidad. Es en
este contexto donde podría gestionarse una verdadera democracia y, por
ende, una real libertad e igualdad que dentro de un sistema capitalista no
puede existir.
En conclusión, el sistema
capitalista tiene límites claros que no puede superar, como cualquier otro que
haya existido. El incremento tecnológico y el desarrollo de las fuerzas
productivas a nivel global paulatinamente llevará a que las relaciones sociales
de producción entren en contradicción con las fuerzas productivas. Estas
contradicciones cada vez se hacen más intentas toda vez que los beneficios
globales han venido decayendo al menos desde hace unos 150 años, de hecho, las
tasas de beneficios globales son hoy menores a las que existían en 1950 y estas
menores a las que existían en 1850 dentro de los Estados centrales en el
sistema capitalista. El final de este proceso determinará a su vez el futuro de
la humanidad; cualquier posibilidad de la supervivencia de la humanidad debe
basarse en el esfuerzo convergente de todos para preservar nuestra existencia.
Dependiendo del resultado, para el año 2150 se pueda recordar al capitalismo
como un sistema inferior que posibilitó la existencia de un sistema superior
donde se ha podido satisfacer a la humanidad con real libertad e igualdad o
bien se podría recordar al capitalismo como el sistema de mayor desarrollo
dentro de la historia de la humanidad para luego dar paso a un constante
declive social, económico, político, científico y moral en el que estaremos
destinados a perecer como civilización dentro de límites que ya no podríamos
cruzar. E incluso, para el año 3000 el recuerdo del pasado lejano que llevó a
la humanidad a una fase de desarrollo que le permitió saltar los límites del
planeta puede contrarrestarse con la de una humanidad reducida a una sombra de
lo que es hoy, igual a si nuestros antepasados jamás hubieran cruzado las
fronteras de África. La posibilidad del cambio dependerá únicamente de
los actores históricos del momento, actores que surgirán de todas las clases
sociales enfrentadas y encontradas, y dentro de esa
posibilidad se encuentra la esperanza de nuestra supervivencia.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario