SABE USTED QUE ES EL TRATADO TRANSPACÍFICO
(TTP).- Este pasado 5 de octubre se
firmó en Estados Unidos el Tratado Transpacífico, el TTP, el mega acuerdo
comercial orquestado por la Casa Blanca con 11 países más. Las agencias no
brindan información clara sobre qué es o de qué se trata esto; se centran en
las declaraciones de funcionarios de economía de cada país integrado, sin bajar
el tema con un lenguaje claro y fácil de comprender. Y deberían hacerlo, ya que
este asunto involucra las vidas de casi mil millones de personas en el
mundo.
Presidente de Estados Unidos,
Japón, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú,
Singapur y Vietnam que integran el TTP.
***
¿Y por qué no lo hacen? ¿Por qué no se dedican a explicar la iniciativa?
Las razones, sin embargo, saltan a la vista.
Para empezar, el TTP se ha negociado en secreto.
Sí; de acuerdo con información de algunos blogs, solamente tres personas
por cada país conocen a detalle la iniciativa. Pero gracias a unas filtraciones
de Wikileaks, es que podemos conocer mejor esta conspiración.
El TTP es un gigantesco acuerdo comercial; una especie de súper tratado
de libre comercio. Y cuando digo “libre”
me refiero a sin reglas, cero regulaciones, todo vale. Ni más ni menos que el
tipo de mercado que siempre soñaron los capitalistas: el que no les limita de
nada y les brinda todas las garantías para hacer negocio con prácticamente todo
lo que se les antoje. Pero como en Estados Unidos ya saquearon hasta lo
invisible, entonces van por los recursos de otros países.
Pues bien, el TTP incluye dos aspectos
fundamentales.
Primero, una iniciativa para limitar y castigar mediante tribunales
internacionales la libertad de expresión en internet. El pretexto es
conocido: la supuesta protección de derechos de autor (sí, reedición de la Ley SOPA).
De modo que si alguien considera vulnerada su “propiedad intelectual” podrá demandar ante el país; luego el caso
se iría a una corte de la TTP, cuyo veredicto será entregado al Estado de la
nación correspondiente para que aplique los términos del acuerdo internacional.
Términos que no se conocen en específico. Es decir, no sabe cómo ni qué tipo de
sanciones se llevará quien “viole” estas normas.
Y lo segundo que estipula el TPP es la entrega de todo el poder de los
recursos nacionales a los monopolios de diversas industrias, desde los
alimentos, hasta las farmacéuticas. De hecho, el presidente Barack Obama
ha dicho en un comunicado publicado por The Wall Street Journalque el 95% de
sus clientes están fuera de Estados Unidos. Y “clientes” es una forma retórica
para decir “territorios de los que tomaremos lo que nos plazca”.
¿Y Quienes participan en el TTP? Estados Unidos, Japón, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia,
México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Pero claro, quien fijará la
tutela sobre lo que se hace y cómo se hace en este asunto, es Washington. Por ejemplo como afecta a México?.
¿Cómo afecta esto a México? Pues ni más ni menos que es la
estocada final a las Reformas privatizadoras que se han impulsado desde 1988 y
que bajo la administración de Enrique Peña Nieto vieron la luz.
México perderá por completo el control de los recursos naturales. Las
inversiones privadas, o de “los mejores inversores” se apoderarán del total de
las industrias energéticas (petróleo, energía, telecomunicaciones, energías
alternativas), mineras, servicios, comerciales y de todo lo que te imagines.
De hecho, sobre la base de la privatización de los sectores de Salud y
Educación, el TTP instará a que sean empresas privadas quienes las administren.
Esto significa que se desmantelará por completo el sistema educación y salud
pública del país, el cual de por sí viene enfrentando un deterioro planeado.
En suma, desaparecerán el IMSS y el ISSSTE, tal cual se ha venido
documentando con las modificaciones a la ley que han determinado que poco a
poco estas instancias únicamente vayan atendiendo enfermedades menores, en
tanto otros tratamientos de primer nivel como cáncer o diabetes, se cubran
mediante la adquisición de un seguro privado. Así funciona en Estados Unidos.
Así pasará aquí. Y a esto súmale que las patentes estarán protegidas de
competencia, dejando que las farmacéuticas cobren lo que se les antoje por los
medicamentos…
¿Las playas y los bosques? Bienvenidos campos de golf y resorts para quien lo
pague. Se tiene qué ver el TTP como la homologación del capitalismo del tipo
gringo en todos los países que lo suscriben.
¿A qué me refiero?
Por ejemplo, la creación de un modelo de hipotecas donde a cambio de
unos dólares, el banco se hace dueño de tu casa mediante intereses que pueden
ser aumentados a capricho de la institución, convirtiéndolos en deuda impagable
y terminando por echarte a la calle. Esa fue la causa de la crisis inmobiliaria
del 2008. Estados Unidos y otros países como España echaron a mucha gente a la
calle y no obtenían nada de dinero, porque, además, no había (no hay) trabajo y
el que había (o hay) estaba precarizado.
Entonces se vino una crisis. El problema es que los Gobiernos no tenían
dinero para pagarla ¿Y qué se les ocurrió? Cargar el gasto a la clase
trabajadora, recortando el presupuesto para servicios básicos, liquidando
derechos laborales, aumentando la edad de jubilación, subiendo los impuestos
como el IVA, entre otras maravillas. El lucro como prioridad. Negocio con
lo que sea…. Pero no para todos, no. Si pensabas que esta era tu
oportunidad para acumular capital, despierta, toda la ganancia es para los
monopolios.
El TTP pretende dominar el 40% de la economía
mundial y hacerle frente al embate de
China, que junto a Rusia y algunos
países de Sudamérica, están dejando sin pastel a Washington. Para finales del
próximo noviembre se tendrá listo y se anunciará públicamente.
Entonces tenemos por un lado el fortalecimiento de los monopolios,
y por el otro, medidas punitivas para coartar las libertades de quienes quieran
protestar. ¿Negocio redondo, no? Pues si no pasa algo antes, si no despertamos
a tiempo y ocupamos las plazas, paramos la producción y nosotros, la clase
trabajadora nos apropiamos de las industrias, entonces sí, aquí estaremos luego,
conquistados, más pobres, más humillados.(Tomado de TeleSur).
/////
TODOS A BORDO DEL MUNDO POST-TTP.
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Pepe Escobar.
Fundación de la Cultura estratégica.
Rebelión miércoles 14 de diciembre del 2016.
Un apretón de manos no muy efusivo entre el
presidente de EEUU, Barack Obama y el
presidente de Rusia, Vladimir Putin, antes y después que conversaran
"durante unos cuatro minutos", de pie, en el marco de la cumbre de la
Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC)
en Lima, Perú, captó a la perfección el melancólico declive de la era de
Obama.
En una breve retrospectiva, la díscola relación
entre Obama y las "amenazas existenciales" de Rusia
y China lo incluye todo, desde el Maidan en Kiev patrocinado por Washington
hasta el "Assad se tiene que ir" en Siria, con una mención especial
para la guerra de precios del petróleo, las sanciones económicas, las
agresiones contra el rublo, la demonización de Putin y todo lo que sea ruso,
las provocaciones en el Mar del Sur de China –todo eso hasta el floreado final
con la muerte del muy alardeado tratado
Asociación Trans-Pacífico (TPP), lo que fue reconfirmado en la APEC
inmediatamente después de la elección de Donald Trump.
Fue casi demasiado doloroso ver a Obama defender su
no precisamente espectacular legado en su última conferencia internacional de
prensa, irónicamente con el telón de fondo de la costa sudamericana del
Pacífico, justo cuando el presidente
chino Xi Jinping disfrutaba muy a gusto de su aura geopolítica, algo que ya
comparte con Putin. En cuanto a Trump, aunque invisible en Lima, estaba
en todas partes.
El entierro ritual en aguas del Pacífico peruano
del "brazo mercantil de la
OTAN" y del pivote hacia Asia (anunciado pro primera vez en el mes de
octubre del 2011 por Hillary Clinton) le proporcionó a Xi la plataforma
perfecta para agitar los méritos de la Asociación General Económica Regional
(AGER) ampliamente apoyada por China.
La AGER es una ambiciosa idea que apunta a
convertirse en el más grande acuerdo de libre comercio del mundo: 46% de la
población mundial, con un PIB combinado de 17 billones de dólares y el 40% del
comercio mundial. La AGER incluye a
diez naciones de la ASEAN más China,
Japón, Corea del Sur, India, Australia y Nueva Zelanda.
La idea AGER nació hace cuatro años durante una
cumbre de la ASEAN celebrada en Camboya y ha sostenido hasta el momento nueve
rondas de negociaciones. Curiosamente la idea inicial vino de Japón como un
mecanismo para modificar una plétora de acuerdos bilaterales que la ASEAN había
logrado con sus socios. Pero ahora China está a la cabeza.
La AGER es también
la piedra angular del Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico, concepto que fue
introducido durante una reunión de la APEC
en Beijing por, quién más, China con el objeto de convencer a países cuyo
principal socio comercial es China y alejarlos de la idea del TPP.
La AGER e incluso el ALCAP no constituyen un nuevo
conjunto de normas comerciales ultra extensivas (fraguadas por corporaciones
multinacionales norteamericanas) sino la ampliación de acuerdos existentes
entre la ASEAN e importantes naciones de noreste asiático, el sur de Asia y
Oceanía.
No son necesarios experimentados meteorólogos para
darse cuenta en qué sentido los vientos del Pacífico están soplando. Perú y
Chile ya están a bordo para unirse a la AGER. Y Japón, que estuvo negociando el
TPP hasta el último aliento, ahora se dirige también a la AGER.
El Sultán entra en acción.
Mientras tanto Putin y Xi se reunieron una vez más
y Putin reveló que visitará China la próxima primavera para profundizar la
participación de Rusia en la Nueva Ruta
de la Seda, también conocida como Una
Faja, Una Ruta (UFUR). El objetivo final será la fusión de la UFUR encabezada por China con el
desarrollo de la Unión Económica Euroasiática (UEE) encabezada por Rusia.
Ese es el espíritu de los 25 acuerdos inter
gubernamentales sobre inversiones económicas y en la industria nuclear firmados
por el primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, y el primer ministro chino, Li
Keqiang, a comienzos de noviembre en la ciudad de San Petersburgo así como
también la organización conjunta de un Fondo de Inversiones Rusia-China.
En paralelo, casi caído del cielo y de un solo
plumazo, el presidente de Turquía, Tayyip
Erdogan, de regreso de su visita a Paquistán y Uzbekistán confirmó lo que
ya era evidente durante los últimos meses. "¿Por qué Turquía no debería
estar entre los Cinco de Shangai? Se lo comenté al Sr. Putin, a Nazarbayev (el
presidente kazajo) y a aquellos que conforman actualmente los Cinco de Shangai.
Yo creo que si Turquía ingresa a los Cinco de Shangai esto los capacitaría para
actuar con mucha mayor facilidad."
Esta bombam, por supuesto, se refiere a la Organización de Cooperación de Shangai (0CS) que se formó el año 2001 como los Cinco de Shangai –China,
Rusia y tres países de Asia Central:
Kazajstán, Kirguizistan y Tayikistán, ingresando posteriormente Uzbekistán- como un bloque de seguridad
contra los Salafistas-jihadistas y contra el narcotráfico proveniente de
Afganistán.
Con los años, la OCS ha evolucionado aún más convirtiéndose en un mecanismo de
cooperación e integración de Asia.
India, Paquistán, Irán, Afganistán y Mongolia son observadores. India y Paquistán podría decirse que
serán aceptados como miembros con todo derecho durante el 2017, seguidos
también por Irán. Desde el año 2013
Turquía y Bielorrusia son "interlocutores".
El astuto Erdogan
hizo su apertura hacia la OCS
haciendo hincapié en que Turquía no necesitaba ingresar a la Unión Europea
"a toda costa". Ese aspecto ha sido más que evidente desde que
Erdogan sobrevivió al golpe de estado del mes de julio pasado y ha desatado una
durísima represión, que ha horrorizado a Bruselas (donde las negociaciones
sobre el ingreso de Turquía a la UE ya llevan once años y ahora se encuentran
totalmente paralizadas). Francia, la potencia número dos de la UE después de
Alemania, inevitablemente las va a seguir bloqueando con independencia de quién
sea elegido presidente el próximo año.
Si Turquía
ingresase en la OCS, a largo plazo, junto con Irán, India y Pakistán, representaría un nuevo e importante enclave
para la integración Euroasiática, en tanto la OCS se está progresivamente
vinculando con la UFUR, la UEE, el Fondo de Inversiones de la Ruta de la Seda
de China, el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII) e incluso
con el nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS,
el cual comenzará financiando proyectos de los miembros para luego expandirse
hacia otras naciones en el Hemisferio Sur. Moscú y Beijing recibirían a Ankara
con los brazos abiertos.
Cualesquiera que sean los contornos de la política
exterior de Trump hacia China y Asia, la integración euroasiática continuará
inalterable. China está desarrollando su propio pivote tanto interno como
externo lo cual implica la modificación de sus políticas financieras, fiscales
e impositivas para promover el consumo en el comercio minorista, la salud, los
deportes y los viajes en paralelo con el impulso de la UFUR a través de toda
Eurasia, en todas sus formas, con el objeto de solidificarse como la
superpotencia económica.
El TPP –o brazo
comercial de la OTAN en su versión asiática— es solo un rasguño en una larga y
serpenteante ruta. El diálogo sobre el Mar del Sur de China avanza lentamente
evitando la confrontación que ha sido fomentada durante todo el gobierno de
Obama.
Durante la
APEC, Xi también se reunió con el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, e hizo un llamado para que China y
Filipinas desarrollen la cooperación marítima. Un resultado práctico de esto es
que los pescadores filipinos continuarán teniendo acceso al Scarborough Shoal,
espacio de abundante pesca dentro de la zona económica exclusiva de las
Filipinas (ZEE) y que ha estado bajo control chino desde el año 2012. Beijing también se
comprometió a ayudar a los pescadores filipinos en industrias alternativas como
la acuacultura.
Lo llaman
Asociación Trans-Mar del Sur de China.
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Traducido
para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por María Valdés.
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