lunes, 5 de junio de 2017

ECOLOGÍA SOCIAL: LOS DESASTRES CLIMÁTICOS ABREN UN DEBATE SOCIO-AMBIENTAL EN AMÉRICA LATINA.

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PERÚ Y EL “NIÑO COSTERO”.- EL ESTADO (HECHO PEDAZOS) Y LA AUSENCIA DE CIUDADANÍA.- LIMA, TRUJILLO, PIURA, CHICLAYO, TUMBES, ANCASH. ICA, AREQUIPA.  EL PERÚ EN EMERGENCIA NACIONAL. Recuperemos la Confianza como eje central de Dialogo y Participación Ciudadana.-  Frente la tragedia nacional, la destrucción de pueblos enteros, la desesperación de millones por AGUA, la respuesta directa del pueblo es la organización, la UNIDAD, la Movilización  de toda la Sociedad Civil, empoderando la PARTICIPACIÓN CIUDADANA, (El Voluntariado) como eje central de Defensa y protección de toda la población frente al desastre causado por la Naturaleza, NO, el desastre lo hemos causado nosotros los seres humanos imponiendo en todos los tiempos y lugares, la INFORMALIDAD, hemos invadido todo, cuanto está a nuestro alcance, le arrebatamos con violencia, (invasiones)parte del suelo natural y social de la Madre Naturaleza. Frente al “trabajo” ilegal, delincuencial, que han realizado los invasores y revendedores de terrenos, traficantes de terrenos por lo general siempre se presentó la “complacencia” de la Autoridad Edil (debilidad política-institucional, fiel reflejo del carácter del Estado, inoperante, centralista, asfixiante, elitizado, elefantiásico, subsidiario) que hoy la estamos pagando muy caro, y nuestra “Ciudadanía” hoy es fiel reflejo, resultado directo, fotografía real del “modelo” de Estado, que hoy tenemos. Ni Derechos Constitucionales y menos responsabilidades sociales de la población. Hoy nuestro lema debe ser UNIDAD de toda la población, apoyo a los pueblos más necesitados – donde prácticamente han sido barridos por la furia del Niño Costero, pero siempre unido a nuestra terrible informalidad, que invadimos – todo vale para pepe el vivo -. Señores la respuesta del pueblo debe ser la PLANIFICACIÓN de la Reconstrucción de las Ciudades y Pueblos, tomando como base central de este proceso social el ORDENAMIENTO TERRITORIAL, respetando a la Madre Naturaleza y exigiendo un Estado, - que fomente y reconozca derechos, para empoderar Ciudadanía - que regule y fortalezca la Institución y Autoridad de la Municipalidad Local.

LA INFORMALIDAD, como práctica hegemónica en el escenario de la vida nacional – sólo para su reconocimiento en los últimos tiempos -  modalidad que tiene vigencia absoluta desde los años 60’ del siglo XX tiempo que se inician las grandes migraciones del campo a la ciudad, pero la Ciudad no estaba preparada para recibir  a los millones que dejaban el campo por diversas razones – pobreza absoluta, explotación y formas arcaicas de dominación ancestral, reforma de la Educación, sequía continuada, terremotos, ampliación y violencia  de las luchas campesinas, generó un proceso masificado  migracional, campo ciudad desde finales de la década de los 50’ del siglo XX - y como siempre, años después la Ciudad invadida, la desocupación, la miseria, la violencia en la ciudad, conduce – como  resultado natural – a varias formas de sobrevivencia ilegítimas, ilegales, donde el traficante de terrenos tiene un complaciente trato con la Autoridad (en general), que invadieron todo, en una Ciudad NO preparada para recibir semejante y masiva migración, primero como consecuencia de los largos años de sequías de los años 50,  después por los terremotos en el Sur (Arequipa), la crisis del agro, la revolución en la Educación, presentes en la gran Ciudad y años después por el gigantesco éxodo del campo a la ciudad, como respuesta al terrorismo y la expulsión de miles de miles. Resultado invadimos el suelo natural social de la Madre Naturaleza y hoy bebemos como veneno estos terribles resultados. El Estado, la autoridad Regional, Local, Municipal – no desarrolló, ni la más elemental – Política de prevención y defensa de la VIDA de los pueblos.




EL PUEBLO SE UNE Y MOVILIZA, LA CONFIANZA  Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA COMO GARANTÍA DE PLANIFICACIÓN Y RECONSTRUCCIÓN.- Primera solución AGUA.-  El fin de un “politiquero” que durante mucho tiempo gozó de la Confianza del Pueblo de Lima, hoy está demostrando, que no solo es “mudo” como comentan los medios y políticos de la Capital, si no que hoy también “desapareció, se escondió, frente a la Tragedia Nacional – la emergencia de Lima ante el desastre causado por el Niño Costero y la permanente irresponsabilidad de nuestras propias poblaciones, unos por ser víctimas de los traficantes de terrenos, los conocidos invasores, que han destruido en estos 50 años de la gran Migración campo-ciudad, grandes sectores naturales que pertenecen a la Naturaleza y los mismos que se garantizaron con Autoridades Ediles que más les importó, interesó el voto electoral, la consigna y el tráfico electoral, (Hoy martes “reapareció” justificando sus “brillantes ingenieros” e insultando al Presidente en un Twitter sobre la caída de los Puentes, pero como es normal en su forma de actuar,  nunca asume responsabilidades que su política de “eterna” INFORMALIDAD, al final traería consecuencias dramáticas para la propia población.  Resultado de este pandemónium generalizado nacional, es importante señalar la ausencia – o falta – de LIDERAZGO NACIONAL, gran trabajo de impulsar desde las propias bases sociales de los pueblos la PARTICIPACIÓN CIUDADANA, tomando como base de la reconstrucción el ORDENAMIENTO TERRITORIAL. Pablo Raúl miércoles 22 de marzo del 2017.





NUESTRA OPINIÓN.- COLOMBIA NUESTRA SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO DE MOCOA.-Colombia vive hoy días dramáticos, todo el Pueblo de Mocoa -. Región del Putumayo – al sur del Ecuador, población en extrema pobreza, víctima hoy de la más fría y brutal desigualdad económico-social-laboral, ha sido totalmente barrida del escenario regional-nacional. Una avalancha – alud – entrada y juntos – más de tres ríos han barrido del mapa a la Región de Mocoa- ;Más de 200 muertos, el doble de heridos, desaparecidos y un País igual que nosotros golpeado por las lluvias del “Niño Costero” y la ausencia de medidas de PREVENCIÓN - seguimos jugando, continuamos quitando terreno natural y social a nuestra Madre Naturaleza. Por la indiferencia, la terrible INFORMALIDAD y la falta y ausencia total de RESPONSABILIDAD DEL ESTADO – Gobiernos locales, regionales y nacional – vemos los resultados.  Que esta terrible experiencia nos lleve a reflexionar profundamente y MIRAR el futuro con CONFIANZA, empoderando EL DIÁLOGO y la PARTICIPACIÓN CIUDADANA, aplicando en la reconstrucción la PLANIFICACIÓN SOCIAL y respetando a la MADRE TIERRA trabajemos de la mano con el ORDENAMIENTO TERRITORIAL. Nuestra profunda y respetuosa SOLIDARIDAD con el Pueblo de  Mocoa, Región del Putumayo. Pablo Raúl lunes 3 de abril del 2017.




Uno de los valles de Cusco, en Perú, en el área de Machu Picchu, en donde la deforestación en sus montañas es visible. El retorno a los cultivos tradicionales es una de las respuestas para mitigar el impacto del cambio climático en la agricultura, indican los expertos. Crédito: Fabiana Frayssinet/IPS.
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ECOLOGÍA SOCIAL: LOS DESASTRES CLIMÁTICOS ABREN UN DEBATE SOCIO-AMBIENTAL EN AMÉRICA LATINA.
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Fabiana Frayssinet.

IPS. Lunes 5 de junio del 2017.


LIMA, 31 may 2017 (IPS) - El aumento de los desastres climáticos en América Latina, que según organismos internacionales representan 70 por ciento de sus emergencias, impulsa un debate socioambiental en la región que busca profundizar sobre las causas y respuestas ante estos eventos extremos.

La advertencia de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otras instituciones multilaterales, es que la variabilidad climática incrementará la frecuencia y magnitud de los eventos extremos.

Según el Índice de Riesgo Climático Global, durante el periodo 1996-2015 cuatro de los 10 países más afectados en el mundo son de América Latina y el Caribe: Honduras (primero de todos), Haití (tercero), Nicaragua (cuarto) y Guatemala (noveno).

Perú sufrió entre marzo y abril inundaciones y deslizamientos, debido al fenómeno de “El Niño costero”, generado por el calentamiento de las aguas del litoral, con un saldo de más de 100 muertos, un millón de personas afectadas, 7.000 productores rurales damnificados (80 por ciento pequeños agricultores) e incalculables daños de infraestructura.

Las lluvias también dañaron más de 60.000 hectáreas e inutilizaron 18.000.

“Los cambios en patrones en precipitaciones y de temperatura continuarán. No necesariamente habrá efectos de desastres naturales evidentes, pero si cambio en el crecimiento de los cultivos, en el comportamiento de alguna plaga o enfermedades que podrían llegar a surgir o cambios en la productividad”, señaló Fernando Castro Verastegui, coordinador de Políticas de Desarrollo Rural y Seguridad Alimentaria de FAO en Perú.

“Tenemos que desarrollar bastante investigación para el desarrollo de nuevas variedades de cultivos que se adapten, tenemos que desarrollar prácticas que generen resiliencia en el productor, y adaptación a este cambio climático”, apuntó.

Entre 2003 y 2013, la FAO estima que 22 por ciento de las pérdidas y daños causados por desastres de mediana y alta intensidad en países del Sur en desarrollo afectaron al sector agrícola.

Esta situación cobra especial importancia en esta región, que es una gran productora mundial de alimentos. Ese sector, del que depende prácticamente un tercio de la población latinoamericana activa, sufrió13 por ciento de los daños causados por desastres.

La FAO y la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres ayudan a la región a desarrollar una Estrategia Regional de Gestión del Riesgo de Desastres en el sector agrícola y la seguridad alimentaria y nutricional, a solicitud de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC.

“Es un proceso irreversible, pero tenemos oportunidades de desarrollar nuevas tecnologías. Básicamente a partir de semillas que permitan una mejor adaptación y buenas prácticas agrícolas que nos permitan hacer un mejor manejo del cultivo y podamos hacer frente a este cambio climático”, explicó Castro Verastegui.

“El cambio climático no solamente es negativo, también genera oportunidades”, afirmó.

Como ejemplo, dijo que en zonas alto-andinas de Perú no eran aptas para cultivar algunas hortalizas y tubérculos y las alteraciones climáticas generan oportunidades de hacerlo.

Castro Verastegui también apuesta al rescate de las tradiciones de la agricultura familiar y a su fortalecimiento para enfrentar estos problemas.


Mapa del Índice de Riesgo Climático Global, durante el periodo 1996-2015, donde cuatro de los 10 países más afectados pertenecen a América Latina y el Caribe, señalados en color granate, con Honduras encabezando el ranking. Crédito: German Watch


Augusto Castro Carpio, director del Instituto de Ciencias de la Naturaleza, Territorio y Energías Renovables de la Pontificia Universidad Católica del Perú, consideró que en su país y en otros de la región el Estado no está en capacidad de enfrentar estos eventos climáticos.

“Creo que tenemos que pensarlo con mucho cuidado en toda América Latina, porque fenómenos de este tipo se van a repetir por todas partes y los Estados tienen que prepararse”, dijo a IPS.

“El Estado peruano ha perdido un punto y medio del PIB con esto. Esto nos vuelve a sumir en la pobreza esto genera problemas. Esperemos que el gobierno lo utilice para hacer una reconstrucción del país, pero tomando en cuenta las normas para cuestiones ambientales”, advirtió como una de las situaciones que se repiten en la región.

Como consecuencia del calentamiento global, crece el interés de las ciencias sociales en el impacto del fenómeno desde hace una década.

Gabriela Merlinsky, del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires, lo atribuyó “al interés legítimo que tenemos las ciencias sociales en esos temas” y a que los cambios ambientales globales “son producto de la intervención humana”.

También al llamado del sector científico de que las ciencias sociales intervengan.

“La relación sociedad-naturaleza es la que está definiendo este proceso de aceleración en la tasa de extracción de los recursos naturales y de formas de uso de los recursos y del suelo, que implican mayores riesgos ambientales”, dijo a IPS.

Su análisis, partiendo de las experiencias en el Cono Sur, “tiene que ver con identificar contextos de mayor vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático”.

“El aspecto peligroso de esto es que se vuelva un discurso globalizante por el cual echemos la culpa de todos los males al cambio climático y no tomemos en cuenta aquellos elementos estructurales de nuestra sociedad que hacen por ejemplo, que nos inundemos más”, puntualizó.

Citó el caso de Argentina, donde hay una recurrencia de inundaciones en diferentes ciudades costeras y sobretodo en la región de la Pampa.

“Lo que ha habido es una intensificación del monocultivo, en particular la producción sojera que absorbe mucho menos agua que otro cultivo. El agua queda retenida en el suelo y hay un elevamiento de los niveles de las cuencas hidrológicas lo que son las napas freáticas. Eso aumenta la exposición a las inundaciones”, explicó.

Por eso para la investigadora, que integra un Grupo de Trabajo sobre Ecología Política del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), lo que está detrás de esos problemas “es la vieja cuestión del capitalismo y del avance despiadado sobre los recursos naturales” y los “serios problemas de regulación” de parte del Estado.

“La crisis, más que una crisis ambiental, es una crisis ecopolítica. Es una crisis de regulación, es una crisis de horizonte, y es una crisis en relación a modos de hacer políticas que no toman en cuenta las demandas sociales”, concluyó Merlinsky.

La colombiana Catalina Toro analizó que algo similar ocurre con los fenómenos climáticos de su país, que en abril causaron en Mocoa, en el amazónico departamento de Putumayo, devastadores aludes sobre viviendas, con el saldo de más de 300 muertos, además de miles de desplazados.

Fue una de las mayores catástrofes sufridas en Colombia en tiempos recientes.
Mientras los medios culpan a El Niño de estas lluvias extremas, “lo que decimos nosotros es que no es un desastre natural”, aseguró a IPS esta académica de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia.

“Son lugares completamente deforestados, lugares donde los desplazados de los desplazados, son obligados a asentarse en unas condiciones bastantes frágiles al lado de los ríos”, subrayó Toro, quien también participa como una de las coordinadoras en el grupo de CLACSO.

A su juicio,

“estos problemas tienen que ver con la deforestación, la ampliación de la frontera agrícola, la construcción de carreteras, la exploración petrolera y minera, que va moviendo los ecosistemas y afectando de manera muy fuerte toda esa zona que es un bosque húmedo tropical que de por sí ya está bastante intervenido por la colonización”.

Para Toro ese “modelo de desarrollo depredador extractivo” corre el grave peligro de ampliarse, ahora que concluyó el conflicto armado entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y es posible penetrar y explotar territorios de gran valor ecológico, antes vedados por la guerra.

Editado por Estrella Gutiérrez.

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