Pregunta a la Dra. Cobo sobre el Feminismo:
– Hemos visto estos días cómo las activistas de Femen
España han sido golpeadas y pateadas, en el suelo, de forma salvaje, al
protestar en una manifestación fascista. Tras las elecciones en Estados Unidos,
y antes en Austria, Suecia o Brasil, hay analistas que afirman que el feminismo
está actuando como un dique, más o menos sólido, frente al neofascismo,
influyendo sobre todo en el voto de las mujeres. ¿Cree que es así?
– ¡Ah, las
activistas de Femen enfrentándose a los fascistas, que acción tan valiente! Esas imágenes,
esas mujeres, pasarán a la historia, así lo creo. El movimiento social que más rápidamente ha respondido a los
neofascismos es el feminismo. En
esto tiene una gran lucidez. Nosotras sabemos muy bien qué proyecto tiene para
las mujeres el neofascismo: es la vuelta a los lugares de subordinación. Ellos
nos ven como seres básicamente reproductivos. Todos los fascismos comparten una idea muy
clara de la inferioridad de las mujeres.
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Foto: Rosa Cobo feminista y
profesora sociología del género en la Universidad de A Coruña.
***
SOCIOLOGÍA DE LA
PROSTITUCIÓN: CAPITALISMO Y PROSTITUCIÓN.
Entrevista a Rosa Cobo socióloga feminista.
*****
Ana Blas.
Tribuna Feminista.
Martes 11 de diciembre del 2018.
“No se puede considerar
un trabajo una penetrante múltiple, una mamada o un bukake”.
“La maquila y
la prostitución son los dos grandes paradigmas del capitalismo neoliberal”.
“La gente está
comenzado a comprender que la prostitución es quizá la forma más brutal de violencia
contra las mujeres”.
“Desde el abuso
infantil hay un itinerario que conduce a la prostitución”.
Entrevista a
Rosa Cobo, autora de libro “La prostitución en el corazón
del capitalismo”
“Es una gran
noticia, una alegría”. Los mensajes se agolpan con la sentencia que declara
nulos los estatutos del auto denominado “sindicato de trabajadoras sexuales”.
Un día una sonrisa, otro un jarro de agua fría. Así parece ser la cotidianidad
de las protagonistas del movimiento por la liberación de las mujeres,
embarcadas en una larga lucha que hoy vive un momento de gran actividad.
En la agenda
feminista se suceden debates, jornadas, asambleas, manifestaciones, en una
efervescencia que se ha dado en llamar la Cuarta Ola. Una de sus voces más destacadas en
España es la de la socióloga Rosa Cobo, investigadora, docente y
activista. Cobo está esperanzada esta mañana gris de otoño por una buena
noticia y por intuir la primavera de muchas jóvenes cabezas y corazones
feministas incorporados al movimiento al que ha dedicado, y dedica, buena parte
de sus afanes. Como la cosecha de una fruta madura, conseguir la abolición de
la prostitución es la batalla feminista del presente.
– La Sala de lo Social de la Audiencia Nacional ha
declarado la nulidad de los estatutos del sindicato Organización de
Trabajadoras Sexuales (Otras). ¿Cree que este sindicato no es lo que afirma
ser, un defensor de las prostitutas, sino más bien una herramienta para
legalizar el proxenetismo en España?
– Yo creo que
este sindicato es sobre todo una estrategia que tiene la industria
del sexo para meter, por la puerta de atrás, la legalización de la
prostitución. A pesar de muchas cosas que ya tienen, los proxenetas –auto denominados “empresarios del sexo”–, quieren mucha más legitimidad social y
mucha más seguridad jurídica para ellos. Y este sindicato es un paso más en esa
estrategia. Lo que quieren es esa regulación de la prostitución: si hay un
sindicato, se reconoce que existe el trabajo, entonces se está mucho más cerca
de lograrla
– Entonces, ¿hay un lobby proxeneta detrás de esto?
– Sin ninguna duda. Yo pondría las manos en el fuego,
no una, sino las dos.
– Mientras tanto ¿se están rearmando las feministas
abolicionistas?
– Sí. Esto
merece la pena contarlo. Estamos viviendo un momento histórico en el que ha
dado comienzo lo que conceptualizamos las feministas como la Cuarta Ola, cuyo corazón es la lucha
contra la violencia sexual, esta es la vindicación feminista fundamental que la
articula. Las abolicionistas hace ya muchos años que están trabajando en ello,
pero este es el momento en el que se ha creado un clima ideológico en el que la
gente está comenzando a comprender que la prostitución
es quizá la forma más brutal de violencia contra las mujeres. Se empieza a
entender que es una economía criminal, que funciona de una manera muy parecida
a una multinacional, y que mueve muchos millones de euros al día. Que tiene un
significado no solo como violencia sino también en términos del capitalismo
neoliberal y de las economías ilícitas. Aunque a la gente le llega todo esto de
una forma un tanto difusa, se está consolidando la idea.
– Si la gente puede empezar a entender que es
violencia y hay daños, que hay que hacer algo, entonces se preguntará cuál es
el mejor abordaje legal a esto. Unas voces dicen que la regulación protegerá a
las mujeres, otras que la abolición es el mejor camino. Incluso un sector ultra
religioso hablará de prohibición. ¿Por qué ser abolicionista, cómo explicar que
es lo correcto?
– No pongo en
duda que para algunas feministas la regulación sea una estrategia que reduzca
los daños sobre las mujeres prostituidas, que lo hagan de buena fe. El asunto es otro completamente distinto.
No se puede considerar un trabajo una penetración múltiple, una mamada o un
bukake. No se puede articular un trabajo sobre la base de un deseo sexual y de
poder que tiene el 40 por ciento de la población masculina española. Un trabajo
no se puede articular alrededor de lo que desee un grupo de varones.
– Los regulacionistas nos dicen que hay otras
explotaciones muy duras en el capitalismo…
– Por supuesto,
y el feminismo abolicionista tiene una vena fuertemente anticapitalista. El
feminismo de los años setenta ya hizo una crítica brutal a la familia
patriarcal y también a la prostitución. Las feministas abolicionistas sabemos
lo que significan, en términos de explotación económica, las maquilas, esas
grandes zonas francas como resultado de la deslocalización de la producción de
grandes empresas, con la mano de obra menos cualificada, con salarios ínfimos.
La precariedad del mercado laboral, en el que las mujeres somos la mayoría en
el trabajo a tiempo parcial, en el sumergido, en los salarios de pobreza, en
los trabajos que están des normados. Todo eso lo sabemos y tenemos una posición
muy crítica. El asunto es que la tenemos
también hacia la prostitución, porque la prostitución es explotación económica
y además explotación sexual. Si la prostitución se llega a considerar como
un trabajo, eso tiene efectos sobre el imaginario simbólico que tiene la
sociedad acerca de las mujeres. Es enviar el mensaje de que, de una forma u
otra, todas somos prostituibles. Potencialmente todas seríamos putas. Yo creo
que la maquila y la prostitución son, quizá, los dos grandes paradigmas del
capitalismo neoliberal.
La agenda de la
profesora Cobo no para, a juzgar por las lucecitas que salen de su teléfono,
aunque se la ve decidida a investigar y sobre todo, a vivir este momento con su
propia hija adolescente, a quien
parece tener siempre en algún lugar de su mente: una responsabilidad que no
puede compararse a ninguna otra. Luchar por un mundo mejor para las jóvenes se
convierte así en una gran motivación altamente afectiva. Rosa Cobo es la autora del ensayo “La
prostitución en el corazón del capitalismo” (Catarata, 2017), en el que
analiza cómo esta industria global, en
el siglo XXI, es la fusión entre los intereses patriarcales y los intereses
capitalistas, y además es clave para ambos. Su resultado es un proceso
creciente de mercantilización de los cuerpos y de la sexualidad de millones de
mujeres en todo el mundo, traídas de la periferia a los países centrales.
Entre la investigación, el activismo y la docencia, Rosa Cobo Bedia
(Cantabria, 1956), es titular de Sociología del Género en la Universidad de A Coruña y directora del Centro de
Estudios de Género y Feministas de la misma. Para la próxima semana se ha
embarcado en unas Jornadas Internacionales sobre Prostitución en la ciudad gallega en la que participarán algunas de
las ponentes más reconocidas del movimiento por la abolición: la periodista sueca Kajsa Ekis Ekman, la
abogada Charo Carracedo (portavoz de la Plataforma por la Abolición de la
Prostitución, PAP) o la activista y superviviente de la prostitución, Amelia Tiganus. Ninguna de ellas tiene
duda alguna sobre la gravedad de la violencia que supone esta esclavitud del
siglo XXI.
– Las mujeres
en prostitución sufren efectos muy graves sobre su salud física: lesiones,
dolores, infecciones serias… la llegada a la prostitución no solo está
relacionada con las situaciones de pobreza, lo que es una evidencia. También
hay estudios que indican que en muchos casos han sido abusadas en su infancia y adolescencia. Estas jóvenes han
desarrollado un mecanismo de disociación mental para resistir. Hay, desde el
abuso infantil, un itinerario de la sexualidad que lleva a la prostitución, y
la gente debe saber esto. El caso de
Ámbar –pseudónimo de una superviviente que ha dado testimonio público de
ello– es muy ilustrativo.
– Otra objeción constante es la imposibilidad de
abolir la prostitución sin una acción global, ya que funciona como un mercado
trasnacional de mujeres y niñas. Muchas veces se dice que las acciones
abolicionistas desde administraciones pequeñas, como los ayuntamientos que se
organizan contra la trata o con ordenanzas que prevén multas a los puteros,
solo son parches. Que no hacen sino trasladar el problema de un sitio a otro.
–Yo eso lo veo
como lo que se dice frente a los paraísos fiscales. También forman
parte de la globalización, pero ¿es
que vamos a renunciar a hacer políticas por eso? La prostitución al cien por cien no va a desaparecer, así como así.
Lo primero es ilegalizar la industria
del sexo, es decir, los clubes, los
hoteles que son burdeles, los edificios o pisos que funcionan como tales, la agencias. Con ello se disuade a los proxenetas de que nuestro país es un
buen lugar para invertir y blanquear su dinero. Segundo, mediante las multas, se penaliza la demanda, otra parte
imprescindible. Y tercero, a la vez,
hay que implementar políticas públicas para las mujeres. En España hay entre 300.000
y 100.000 mujeres en prostitución, por supuesto, las medidas para
ilegalizar deben estar acompañadas de estas políticas.
–¿Hay caballos de Troya en el feminismo actual? Como
una intención deliberada de confundir.
–Sí los hay, sí, y el lobby proxeneta está detrás.
– Otro de los debates actuales importantes en el
movimiento es el del feminismo y la transexualidad.
– El tema trans
se ha convertido en un tema de debate para un sector del feminismo. La posición
del feminismo hasta los años ochenta fue que el género era una estructura de poder que era necesario desactivar,
abolir. El horizonte del feminismo eran individuos que no tuviesen la marca del
género. Las personas trans
indudablemente viven una situación de marginación y falta de respeto social y
merecen nuestra solidaridad y las políticas públicas necesarias para poner fin
a esa discriminación. Sin embargo, la
idea del sexo intencional no me parece útil para el feminismo. El feminismo es un movimiento social y una tradición
intelectual que tiene como objetivo la emancipación de las mujeres. No
es bastante con decir que te sientes hombre o mujer para serlo. Hay muchos
otros elementos que intervienen en la conformación de la masculinidad y la feminidad. En todo caso, el tema trans se está lanzando contra el
feminismo para crear un conflicto que en nada favorece ni al feminismo ni a las
personas trans. Sospecho que favorece solo a quienes pretenden debilitar al
movimiento feminista.
– Hemos visto estos días cómo las activistas de Femen
España han sido golpeadas y pateadas, en el suelo, de forma salvaje, al
protestar en una manifestación fascista. Tras las elecciones en Estados Unidos,
y antes en Austria, Suecia o Brasil, hay analistas que afirman que el feminismo
está actuando como un dique, más o menos sólido, frente al neofascismo,
influyendo sobre todo en el voto de las mujeres. ¿Cree que es así?
– ¡Ah, las
activistas de Femen enfrentándose a los fascistas, que acción tan valiente! Esas imágenes,
esas mujeres, pasarán a la historia, así lo creo. El movimiento social que más rápidamente ha respondido a los
neofascismos es el feminismo. En
esto tiene una gran lucidez. Nosotras sabemos muy bien qué proyecto tiene para
las mujeres el neofascismo: es la vuelta a los lugares de subordinación. Ellos
nos ven como seres básicamente reproductivos. Todos los fascismos comparten una idea muy
clara de la inferioridad de las mujeres.
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1 comentario:
Saludos-hola,... de @lucianomedoiane2 --- Enhora,guena,... hemos publicado este trabajo,...por si quieres refundirlo,... u algo similar,...¡¡¡ >>> https://ideas-prolets-univers.blogspot.com/2022/01/trata-de-blancas-secuestro-y-opresion.html -- // -- Además editamos lukyrh.blogspot.com ¡¡¡ --- y luciano medianero morales-fb,...¡¡¡. ¡¡ Debatiremos, más ampliamente tu trabajo,...y parece, que lo vamos a reproducir, siempre con tu previo permiso,... ¡¡¡. ¡¡ NOS SEGUIMOS VIENDO ¡¡.
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