martes, 7 de abril de 2020

COLEGIO DE SOCIÓLOGOS DEL PERÚ. PRONUNCIAMIENTO.

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EL VICE DECANO NACIONAL DEL COLEGIO DE SOCIÓLOGOS del PERÚ. Dr. Pablo Raúl Fernández Llerena. “BIENVENIDOS AL FUTURO”. COLEGAS DE TODO EL PERÚ Y EL MUNDO. Con la finalidad de dar mayor difusión nacional y poner en conocimiento de todos los Sociólogos y Sociólogas del Perú, publico hoy en mi página del Blogger Académico, el pronunciamiento de la Junta Directiva Nacional, sobre la realidad actual del Perú, en la presente CRISIS generada por el COVID-19 y cuál es nuestra Opinión Profesional y cuáles deben ser nuestra tareas y responsabilidades Centrales en la perspectiva de que se "radicalice" – se amplíen las medidas de restricción de YO ME QUEDO EN CASA - políticas gubernamentales con relación a la Inmovilidad Social o Cuarentena, con el objetivo de construir socialmente desde la FAMILIA, la SOLIDARIDAD y poder hacer frente en UNIDAD, al poderoso enemigo que hoy ataca al Ser Humano a nivel global, habiendo originado la mayor Crisis Sanitaria. o el Coronavirus de todos los tiempos, o el COVID-19. Forjar y construir social y culturalmente SOLIDARIDAD en una sociedad sin VALORES, en una sociedad donde a lo largo de los últimos 40 años, y en especial en las dos décadas del siglo XXI se logró por parte de las corporaciones del capital corporativo global, copar toda la estructura económico social, como la superestructura político cultural, con sus Políticas Neoliberales.

  
Pablo Raúl Fernández Llerena, Ciudadano Mariateguista, es Sociólogo Profesional. Master en Comunicación y Doctor en Sociología. Más de medio siglo - 56 años - dedicado total e íntegramente a la SOCIOLOGÍA: LA CIENCIA POLÍTICA - Democracia, Sindicalismo, Movimientos Sociales, Política, Gobernabilidad y Gobernanza-. Trabajó como Docente en la Universidad San Agustín por 45 años- Siendo Director de la Escuela de Sociología - en 4 oportunidades, Presidente del II Congreso Nacional de Sociología- Arequipa 1989. Publicó varios libros sobre Sindicalismo, Democracia, Gobernabilidad, Gobernanza. Tuvo representación Gremial del Colegio de Sociólogos de Arequipa en 3 oportunidades. 1998-2000 -2000-2002- y 2015-2017. Fue Vice Presidente y fundador del CONREDE - Consejo Regional de Colegios Profesionales de Arequipa. Cesó en la Docencia Universitaria el 30 de diciembre del 2013 a su Petición. Hoy tiene la Representación como Vice Decano Nacional del Colegio de Sociólogos del Perú- 2019-2021.
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Los DERECHOS SOCIALES Universales, como parte central de los Derechos Humanos, las políticas neoliberales, los convirtieron en SIMPLES MERCANCÍAS. Derechos como LA EDUCACIÓN, SALUD, BIENESTAR SOCIAL, los PRIVATIZARON absolutamente y en la práctica desaparecieron al ESTADO – invisible e inoperante, impusieron al “dios mercado” – y hoy cuando entramos a esta CRISIS GLOBAL sobre la SALUD, nos damos cuenta que todo el Sistema de Saludestá por los suelos, sobreviviendo, sin presupuesto, en las peores condiciones – y en cambio el sector Privado logro copar todo – con el apoyo y sometimiento de los Gobernantes de turno – la mayoría de ellos “ladrones y Mafiosos”. Hoy el Pueblo del Perú y los Pueblos del mundo estamos pagando muy caro esta destrucción -privatización – de los Derechos Sociales. Colegas Sociólogos y Sociólogas, todos ustedes conocen en su verdadera dimensión social y cultural, que Recuperar y revalorar la SOLIDARIDAD no es fácil, sobre todo si están de por medio las prácticas diarias y permanentes de nuestro pueblo, en una sociedad sin valores, de violencia e inseguridad. Pero, hoy desarrollando, produciendo, todos AYUDA MUTUA, COOPERACIÓN, RESPONSABILIDAD Y PROFUNDA CONCIENCIA CIUDADANA, con la finalidad de rescatar desde sus propios cimientos – que están en parte en los usos, costumbres y tradiciones de nuestro pueblo, LA CONFIANZA, como garantía de – no para” salvar” y menos” rescatar la sociedad actual y su propio Modelo: el Neoliberalismo y su capitalismo salvaje, criminal. NO Colegas, EL DERECHO_ BIENVENIDOS AL FUTURO es la forja y construcción social y cultural – desde sus propias bases – LA SOLIDARIDAD, como garantía social, como columna central cultural para poder hacer frente a este poderoso enemigo COVID-19, invisible hasta hoy – en UNIDAD Y AYUDA MUTUA, con plena CONCIENCIA CIUDADANA, de todos los PUEBLOS DEL MUNDO. Arequipa, Ciudad del Misti, marte 7 de abril del 2020.

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XXX Aniversario del Colegio de Sociólogos del Perú. 11 de diciembre del 2019. Lima SALUDOS del Decano Nacional, Dr. José Eduardo Arroyo Laguna, la actual Decana:  Mg. Elia Luna del Valle del Colegio de Sociólogos Lima-Callao y el Dr. Pablo Raúl Fernández Llerena, Vice Decano Nacional y participante en el Aniversario, en viaje desde la Ciudad del Misti: Arequipa.

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COLEGIO DE SOCIÓLOGOS DEL PERÚ.
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL.
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 “Año de la Universalización de la Salud”.

CONSIDERANDO:

Que el mundo vive una cuarentena general frente a la pandemia del coronavirus, situación inédita a nivel planetario y nacional.

Que la historia del homo sapiens, con no más de 150 mil años sobre la tierra, es parte de una larga evolución de la vida en la que los microorganismos nos preceden desde hace más de 3 mil millones de años y nos continuarán. 
Esta pandemia nos muestra también que el tipo de conexión de la sociedad humana con la biosfera de la que es parte está profundamente enfermo, al no ser una relación que abraza la vida sino la muerte.

Que la actual pandemia confirma que la globalización de los problemas ha ido mucho más allá que la globalización de las soluciones. Ello porque los grandes poderes que dominan el mundo (Estados Unidos, Rusia y China) se encuentran en una carrera de armamentismo nuclear, de guerra tecnológica, digital y comercialno dirigida al bienestar humano y a la vida sino al control y aprovechamiento de ella para fortalecerse. Las doctrinas políticas y económicas pueden ser distintas pero el hegemonismo y el armamentismo los iguala.

Que el Perú, a pesar de tener en estos momentos como activos un liderazgo democrático y práctico desde el gobierno y una relativa solidez fiscal, se encuentra en una mala posición para hacer frente a la pandemia: desigualdad socioeconómica estructural, empleo informal generalizado, pobreza y pobreza extrema en niveles inaceptables, despreocupación histórica por la salud pública que se observa en su precariedad y mala distribución de los recursos físicos y tecnológicos (un problema acentuado por las políticas neoliberales privatistas), violencia familiar y de género, desconfianza en la autoridad, cultura de la transgresión, ausencia de élites nacionales y regionales comprometidas con una moral de bien común, escasa empatía entre los ciudadanos y ciudadanas. A ello se agrega que el Perú tiene sus propias epidemias que no ha podido derrotar, ya que por afectar a grupos sociales más pobres no han merecido la atención requerida.

Que en los treinta años de vigencia del modelo global neoliberal, se ha acentuado la economía de mercado y la ley de la ganancia omnipresente en nuestras vidas negándose la presencia del Estado en apoyo al bien público, lo que no ha permitido las mejores condiciones para que la población disfrute de servicios de calidad y universales en salud, educación, vivienda y trabajo, que les corresponde a todas y todos sin excepción atendiendo a la Declaración Universal de los Derechos del Ciudadano, al margen de diferencias de ingresos, género, cultura, raza, religión, grado educativo, procedencia regional. Estos años de neoliberalismo, nos dejan la huella profunda de una salvaje e inhumana desigualdad social.

Que los deficientes servicios de salud para las mayorías poblacionales, así como la promoción de políticas patrimonialistas en desmedro de las poblaciones originarias y el manejo sostenible de la biodiversidad no han sido consideradas como dimensiones cruciales para afrontar los desafíos del siglo XXI, tal como hoy se manifiesta con el COVID-19.

Que siendo el hiperconsumismo, el individualismo y el presentismo, las prácticas de mayor reproducción social en la actualidad, han generado un ciudadano que vive de puertas hacia afuera mientras la actual pandemia nos lleva a virar la conducta hacia puertas internas.

Que paralizada la economía mundial y dependiendo nosotros en gran parte de la exportación de materias primas, no creemos superar la consiguiente recesión nacional.

Que esta pandemia paraliza el viejo modo de vivir vislumbrándose que no volveremos a la anterior normalidad. Que prima la incertidumbre, siendo tarea de las y los sociólogos explicar este fenómeno. Que probablemente se acentuará la vida virtual, con nuevas plataformas digitales en la educación, consumo, compras, ventas, tratamiento de la salud.

Que vuelve el Estado en apoyo a la población lo que lleva a algunos pensadores a plantear que ingresaríamos en una suerte de colectivismo renovado frente a la agonía de la globalización neoliberal.

 


 La Historia del Colegio de Sociólogos, el día de su Fundación. el 11 de diciembre de 1989. Como Colegio de Sociólogos el Perú. Han transcurrido 30 años y  ha cambiado esta Historia, pero sin explicación convincente.
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PLANTEAMOS:

Saludamos los esfuerzos del gobierno nacional por haberse colocado al frente de esta batalla desde el inicio, así como a médicos, profesionales de la salud, fuerzas armadas y policiales. Criticamos la actitud de aquellos que minimizan lo actuado por ignorancia o conveniencias políticas.

Llamamos a los sociólogos y sociólogas como a la población nacional a mantener la serenidad y la calma, la racionalidad frente a los miedos y la incertidumbre.

Felicitamos que frente a los hogares más vulnerables y a los que viven del mercadeo día a día, se haya lanzado un ambicioso programa económico para atender esta emergencia.

El desafío que viene luego de este período de incierta temporalidad, es precisamente no volver a la normalidad anterior. En el Perú, se trata de convertir los aprendizajes y reflexiones en una mejor forma de ordenar la vida social, haciendo todo lo posible para reducir las desigualdades sociales extremas, dotarnos de una salud (y educación) pública de excelencia, fomentar el valor de la empatía y la actitud favorable al asociacionismo cívico, criticar la idea de que el máximo valor personal es acumular dinero mediante una competencia que gane a los demás, recolocar el mercado como un ámbito social libre para las transacciones pero restringiendo su poder de gobernar la vida en sociedad y la naturaleza. En este siglo los problemas derivados de la aceleración del cambio climático por el calentamiento global de origen antropocéntrico, exigen reconsiderar radicalmente estas concepciones de dominación ambiental.

Pensando en perspectiva, pero también por sus implicancias para el presente, consideramos que es errónea y peligrosa la norma que exime de responsabilidad penal al personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú que, en el cumplimiento de su función constitucional y en uso de sus armas u otro medio de defensa, en forma reglamentaria, cause lesiones o muerte durante el estado de emergencia ante el Coronavirus. Sostenemos que nadie puede eximirse de denuncia penal por la muerte de otra persona y, si precisamente se quiere defender la vida ante la pandemia, mal se hace en favorecer situaciones que faciliten que esta se pierda. Ninguna situación de desorden social originada en la desesperación o la indisciplina en las situaciones actuales puede justificar la muerte a manos del Estado.

Para legitimar la idea de un Estado con capacidad de hacer las transformaciones que se requieren en democracia, es fundamental vencer la corrupción. Pero la corrupción no es solo un problema de la política, de la administración pública, o de malas prácticas empresariales, es también un asunto de la moral ciudadana por tantos años conviviendo y haciendo uso por razones de sobrevivencia de la llamada “viveza criolla”, uno de nuestros mayores males culturales.

La sociología, como en general las ciencias sociales, deben ser consideradas como fuente de conocimiento y acción ante el problema que vivimos, debiendo sus profesionales y especialistas ser convocados por las autoridades en la lucha contra el coronavirus. Que no haya contacto directo con la población para no ser vectores de la epidemia no conlleva dejar de lado el conocimiento acumulado acerca de la sociedad peruana. Las autoridades deben crear mecanismos no solo para informarse de indicadores prestablecidos de salud y determinadas demandas sino para escuchar sugerencias y experiencias de los pueblos ante las epidemias. Invitamos respetuosamente a los medios de comunicación a registrar y difundir estas sugerencias y experiencias.

El espacio social ahora restringido a la relación gobierno-familias debe enriquecerse con la ayuda de plataformas virtuales de diálogo multiactor y especializado. Es la hora de fomentar la solidaridad entre la gente siendo ésta una función de nuestro trabajo profesional. Es el momento de expertos en salud pública, epidemiólogos, infectólogos así como profesionales de la salud, sociólogos, psicólogos y diversos profesionales velando por dar respuesta a las justas preguntas de la sociedad. Igualmente, el Ministro de Educación debe invitar a los directores de los medios de comunicación, para que también ellos colaboren de manera directa y puntual con la educación de los estudiantes y durante la cuarentena nos brinden Programas Educativos, Culturales, de Salud, Ambientales, etc. para toda la familia.

Las familias, los núcleos sociales basados en el parentesco y la afectividad, añaden hoy a sus funciones ser el sostén de las medidas primarias que garanticen la salud pública y la propia existencia. La familia, esta unidad social invisibilizada por el mercado, excepto por su capacidad de consumo, es la que resiste ante la amenaza; hasta cierto punto se puede decir que las familias son hoy el país. Y, sin embargo, en su interior se reproduce muchas veces la violencia social y de género dejando una huella psicológica profunda en los hijos.
 

Junto con generar medidas de protección contra estas formas de violencia, es necesario que se reconozca el valor de la familia para toda la sociedad. En el futuro debe partirse de la persona y de la familia para definir a qué se llama bienestar y a qué se llama desarrollo. Para la sociología esta opción implica interesarse con más determinación en el estudio de lo cotidiano y de la persona.

El tiempo de cuarentena debe ser productivo, hacer lo que no hacíamos hace tiempo. Pensar positivamente la cuarentena: proyectos, completar lecturas desechadas, arreglar bibliotecas personales, acabar artículos, informes de trabajo, limpiar y barrer, leer periódicos y clásicos de la sociología y literatura en general, escuchar música, ver películas. Hacer deporte en casa. Prácticas de juego en familia: jugar monopolio, cartas con los hijos, dibujos, no dejar a los niños todo el tiempo con la computadora, aprovechar para dedicar tiempo con los hijos pequeños y adolescentes y buscar el diálogo, sin autoritarismos ni angustias. La unión con la familia en estos tiempos difíciles dejará un recuerdo imborrable entre sus miembros.

Convocamos a las sociólogas y los sociólogos a seguir cumpliendo su labor crítica y al mismo tiempo a incorporar sus competencias para hacer frente, en cada lugar en que se encuentren, a la pandemia del coronavirus, participando en los espacios de deliberación y en la ejecución de políticas para ello. Asimismo, les invitamos a compartir sus registros y sistematizaciones. EL CSP abre en su plataforma virtual un espacio para difundir los testimonios y el registro de acontecimientos que realizan con una perspectiva sociológica tanto los colegas asociados como no asociados.

La crisis que vivimos es también una situación fértil para la discusión de lo que esperamos sea una civilización humana mejor en conexión con la naturaleza. Bienvenida la solidaridad internacional y las políticas de colaboración entre gobiernos y países para hacer frente a las epidemias y para apoyar a los ciudadanos que encontrándose fuera de sus países de residencia necesitan todo el apoyo necesario que los proteja del riesgo.

Llamamos a no salir innecesariamente a las calles, usar mascarilla, guardar distancias con la gente vecina, lavarse las manos varias veces al día, saludos con puños o ceremonial, no tocarse la cara sin haberse lavado antes. Reiterar el saludo social desde ventanas, balcones con el himno nacional. Izar la bandera nacional en cada casa. Los pueblos, naciones cuajan en momentos difíciles.

Lamentamos de que se haya tenido que llegar a una situación de pandemia, para que nos percatáramos de la ineficiencia del sistema privado de pensiones. No basta modificar los sistemas público y privado, sino que desde el CSP se insta al Gobierno y a la comunidad científica, sobre la necesidad apremiante de contar en el Perú con una auténtica Política Previsional, de la cual lamentablemente carecemos.

Todo nuestro apoyo a las municipalidades que vienen entregando víveres a sus poblaciones.

Finalmente nos aunamos a la propuesta de que la solidaridad se inicia por casa. Que se descuente el 50% de los sueldos a toda la élite gubernamental: políticos, ministros, jueces, fiscales, funcionarios, militares, policías, rectores, gobernadores, alcaldes y otras instituciones públicas (BCRP), con la finalidad, que su aporte sirva para fortalecer los servicios del Sector Salud.

Nos encontramos prestos a que la población nos pida asesoría a nuestro correo colegiodesociologos.peru@gmail.com

Estamos a las órdenes de las y los sociólogos y del conjunto del pueblo peruano.
Lima, 3 de abril de 2020

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