&&&&&
“El
consenso de Washington y el imperio del neoliberalismo El rasgo distintivo
del nuevo orden que postulamos
trasciende el cambio de modelo económico,
de mecanismos y procedimientos de la actual forma de democracia o de ganar elecciones y obtener el control
del gobierno. Incluye toda esta variedad de formas de acción política y de acumulación de fuerzas, pero en la medida que pretende subvertir un poder establecido y sedimentado con más de 200 años de existencia, su resignificaciòn implica cambios raigales en el estado y la mentalidad
y sentido común, que se formularon
desde la colonia, del que el estado criollo es en lo sustantivo, su continuación, bajo ropajes diferentes.
Su sello de clase y dominación colonial y extranjerizante, es finalmente el
mismo.
Si
esta mirada histórica, justa y pertinente se amplía y es capaz de abordar asuntos como el calentamiento
global o la acentuación mundial
de la diferencia entre los pocos que
tienen mucho y los muchos que tienen
muy poco, estamos hablando de una crisis civilizatoria. El actual modelo neoliberal
triunfante y vigente desde 1990,
con el llamado Consenso de Washington,
ha exacerbado todos los defectos que devalúan
los aportes de la civilización industrial, que en sus albores cumplieron el
rol de combustión del desarrollo de la
ciencia, tecnología, las artes y cultura, el denominado periodo del progreso social a
escala mundial. Todo aquello que dinamizara el mercado y alimentara la reproducción ampliada del capital,
convertido ahora en su revés.
/////
OTRO
PERÚ ES POSIBLE, ESTADO PLURICULTURAL.
*****
Vicente Otta
Rivera.
Lima Otra Mirada viernes 20 de agosto del 2021.
“…soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español y en quechua” JM Arguedas
Convertir
la mayoría popular-nacional en hegemonía política.
Las últimas
dos generaciones de peruanos, en su gran mayoría urbanos, alfabetos,
culturalmente mestizos, que se han formado laboralmente creando su propio
empleo; que no conoce el mundo de la fábrica ni la vida sindical o política
partidaria, constituyen la base
social de cualquier proyecto político futuro. Estos millones de peruanos que bailan
huaynos, tekno-cumbias o tropical
andino, que por miles aplauden semana a semana a Wendy Sulca o Max Castro en restaurantes-peña, estadios o complejos deportivos
de los conos de Lima, estos peruanos
decimos, son la fuerza principal que
construye el Perú moderno. Han logrado grandes
avances en la reconquista del
espacio territorial (dominan la mayor parte del espacio limeño y de las
grandes ciudades del interior), tienen una fuerte presencia en la economía: Gamarra, Unicachi, Ollaraya y,
mediana y gran empresa; la producción,
comercio, transporte y otros servicios, así como en el campo de las profesiones liberales. Es de mayor gravitación su contribución en la gastronomía, artesanía, música, danzas,
etc. Lo que no tienen todavía es conciencia
de esta fuerza, de la importancia de su rol en la sociedad actual.
Hijos de los
dominados y sojuzgados durante cientos de años, ya perciben que hay un cambio sustancial en su actual situación, que pueden y deben asumir las riendas del país
en sus manos.
Perviven
virreyes y oligarcas
Las elecciones últimas y estos primeros días del nuevo gobierno permiten constatar la mantención
de vicios coloniales y criollos
republicanos. Racismo, exclusión política; en suma, un sentido
de enunciación colonial-virreinal.
Estas fuertes
tensiones afloraron abiertamente durante el gobierno transformador del general Velasco, y han marcado los procesos electorales de los últimos 40 años.
Encierra una disputa
ideológica y política de enorme trascendencia y de largo aliento. Es la pugna por hegemonizar el actual proceso
de modernización fortalecido, hace 50 años, con la Reforma Agraria. Esta modernización
es un hecho irreversible, que en las últimas tres décadas transcurridas intenta ser conducida por un programa neoliberal de matriz
euro-céntrica.
No otra cosa significa la propuesta de Vargas Llosa, Hernando de Soto y la
sistemática prédica de gente como Juan
Carlos Tafur o Alberto Vergara, que expresan la versión “culta”, cosmopolita y orgánica del neoliberalismo criollo;
en tanto, proyectos como los de Fujimori,
Toledo, Humala, que se inician como plebeyos, subalternos, expresan versiones improvisadas, sin sustento ideológico-político sólido, que son absorbidos y fagocitados por las castas dominantes y el neoliberalismo.
Modernidad
endógena o exógena
Esta modernización
promueve la nueva reinserción del Perú al mundo occidental anglosajón, que,
en su versión neoliberal
contemporánea, pretende reanudar los lazos
de dominación, que tras quinientos
años no han
terminado de ajustarse del todo.
Es el proyecto
reordenador de occidente para el siglo
XXI, la era de la globalización. Por eso pretenden acentuar la relación asimétrica Norte - Sur, ampliar la brecha y dominación científico-tecnológica,
abrumarnos con su cultura consumista
y que la música, vestimenta, comida,
usos y costumbres sean meran copias de la cultura anglo-sajona, una vez más.
En otros
términos, culminar el largo proceso de extirpación de idolatrías empezado hace 500 años y dejarnos sin espíritu,
sin cultura.
Convertirnos en unos completos mamarrachos. Todo esto es lo que se esconde tras las la conformación o no de los bloques globales, regionales y sub-regionales.
Un proyecto
socialista contemporáneo tiene que encarar y dar respuesta a estas tareas
de manera raigal y totalizadora. No
se responde a estas formidables
presiones solo con políticas
gubernamentales de corto plazo, ni con políticas
de estado que pueden tener visiones
y plazos mayores, pero siguen siendo tributarias de la matriz euro-céntrica; sometida a los nuevos aparatos virreinales como
el Banco
Mundial, el FMI, Club de París. Esto
es, administrando el mismo estado
criollo y sumiso al poder neoliberal mundial.
Para responder exitosamente hay que recurrir a nuestras viejas y hondas tradiciones, a nuestra sabiduría ancestral, a “nuestra propia manera de ver el mundo y hacer las cosas”. Sustentarse en nuestra matriz civilizatoria, que tiene cinco mil años de existencia
En este enorme
desafió por construir la hegemonía del proyecto pluricultural,
de raigambre andina, la propuesta
del socialismo
mágico, de Estado pluricultural, es la piedra angular sobre la que se asienta todo el proyecto de recuperación y afirmación
de la nación peruana, de su identidad y
personalidad.
El
consenso de Washington y el imperio del neoliberalismo
El rasgo distintivo
del nuevo orden que postulamos
trasciende el cambio de modelo económico,
de mecanismos y procedimientos de la actual forma de democracia o de ganar elecciones y obtener el control
del gobierno. Incluye toda esta variedad de formas de acción política y de acumulación de fuerzas, pero en la medida que pretende subvertir un poder establecido y sedimentado con más de 200 años de existencia, su resignificaciòn implica cambios raigales en el estado y la mentalidad
y sentido común, que se formularon
desde la colonia, del que el estado criollo es en lo sustantivo, su continuación, bajo ropajes diferentes.
Su sello de
clase y dominación colonial y extranjerizante, es finalmente el mismo.
Si esta
mirada histórica, justa y pertinente
se amplía y es capaz de abordar asuntos
como el calentamiento global o la acentuación mundial de la diferencia
entre los pocos que tienen mucho y
los muchos que tienen muy poco,
estamos hablando de una crisis civilizatoria.
El actual
modelo neoliberal triunfante
y vigente desde 1990, con el llamado
Consenso de Washington, ha
exacerbado todos los defectos que devalúan
los aportes de la civilización industrial, que en sus albores cumplieron el
rol de combustión del desarrollo de la
ciencia, tecnología, las artes y cultura, el denominado periodo del progreso social a
escala mundial.
Todo aquello
que dinamizara el mercado y alimentara la reproducción ampliada del capital,
convertido ahora en su revés.
A partir de los años 70s la crisis del sistema capitalista produjo modificaciones sustantivas en la dinámica de expansión y acumulación
del capitalismo. Dada la reducción
de la tasa de ganancia por el incremento
del costo de la energía fósil, el desarrollo
tecnológico y el costo de su
reconversión; la presencia de la Unión Soviética y
la emergencia de bloques mundiales de países poco desarrollados (No Alineados) que se liberaron del dominio imperialista o
limitaron su presencia: Cuba, Perú, Chile, Viet
Nam, Nicaragua, El Salvador, países africanos, entre otros.
Este
escenario motivó que las grandes potencias capitalistas diseñaran y aplicaran modificaciones al funcionamiento del capitalismo
mundial que condujeron a su versión actual.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario