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El periódico chileno, el Mercurio, rechaza la plurinacionalidad y adelanta sus preferencias por un modelo multicultural como el de Australia, Canadá, Noruega y Nueva Zelanda. Sin embargo, la apuesta multicultural está repleta de problemas, especialmente por folklorizar y guettizar a los pueblos indígenas, mientras que la experiencia sudamericana, que sin duda tiene claroscuros, aspira a otras metas ya que la plurinacionalidad es la vía para una interculturalidad superadora de esos límites. De todos modos, es evidente que el equipo editorial de El Mercurio no está muy informado porque justamente uno de sus ejemplos, Nueva Zelanda, aprobó poco tiempo atrás los derechos de un río y su cuenca, o sea, los derechos de la Naturaleza. Si una legislación como la neozelandesa se implanta en Chile, todo el debate sobre la propiedad y manejo del agua cambiaría radicalmente.
Nota. Porque Chile es uno de los 2 países en el mundo (Reino Unido) que
llegaron al extremo de la imposición de las políticas neoliberales, de privatizar el AGUA.
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Eduardo Gudynas. Nación Mapuche. La Suma de todos los miedos. La Plurinacionalidad y los Derechos de la Naturaleza.
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LA
SUMA DE TODOS LOS MIEDOS: PLURINACIONALIDAD Y DERECHOS DE LA NATURALEZA.
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Por Eduardo
Gudynas | 11/08/2021 | Chile.
Fuente
Rebelión miércoles 11 de agosto del 2021.
Existen momentos en que las reacciones
defensivas son las que revelan que se está avanzando, más de lo que muchos
suponen, y eso acaba de suceder en Chile.
En
efecto, un editorial del diario El
Mercurio, del pasado domingo 8 de agosto, dejó en cristalina evidencia el
enorme temor que se siente ante las ideas de plurinacionalidad y los derechos
de la Naturaleza.
Ese
texto no pasa desapercibido, ya que proviene de un conocido periódico que es
regularmente vocero de los sectores
políticamente más conservadores y de los pareceres del empresariado chileno y
transnacional.
Si la temática de la plurinacionalidad o de los derechos
de la Naturaleza fuese una cuestión menor, con
pocas posibilidades de avanzar en el proceso constituyente, es muy posible que El Mercurio no se hubiese tomado el
trabajo en preparar ese editorial. Al hacerlo, y además al enmarcarlo en un
razonamiento que asume que el proceso
constituyente ya está en un riesgo
de legitimación democrática, como si eso estuviese probado, demuestra que a
juicio de esos actores existen posibilidades reales de que esas categorías se
aprueben. Todo el editorial exhibe temor.
Comienza
señalando que como hay quienes sostienen que existirían diferentes niveles de legitimidad entre los asambleístas constituyentes, eso violaría el espíritu democrático. A
partir de esa rara excusa se lanza contra la idea de plurinacionalidad como reconocimiento de
los pueblos originarios, y la de derechos
de la Naturaleza. De ese modo, continúa el editorial, no sería apropiado
que existan declaraciones en general sobre esas cuestiones.
Esa
postura es inconcebible, porque la tarea de los convencionales es precisamente expresar sus ideas, propiciar el debate
ciudadano y debatir a viva voz. Siempre existirán declaraciones en general
sobre asuntos fundamentales como derechos
o ciudadanía. ¿O es que una constitución
se redacta por un grupo de expertos encerrados en una oficina? ¿O los convencionales
deben estar siempre callados?
El Mercurio también afirma que esas condiciones, plurinacionalidad y derechos de la Naturaleza, no pueden quedar en lo que califica como interpretaciones de tribunales o “leyes de quorum simples”. Ese es otro extremo inaudito, ya que desde los mandatos constitucionales inevitablemente se derivarán leyes, las que deberán ser votadas en un futuro poder legislativo, y el poder judicial deberá atender reclamos y demandas sobre ellas. Entonces, parecería que este periódico está diciendo que, si esas condiciones finalmente llegan a la futura Constitución, entonces no deberían aprobarse leyes que aseguraran su aplicación, y si algunos legisladores lo intentaran, deberían estar condicionados por mayorías especiales. No sólo eso, sino que está apostando por imponer condiciones para que no exista una “interpretación” de los tribunales.
El periódico chileno
rechaza la plurinacionalidad
y adelanta sus preferencias por un modelo multicultural como
el de Australia, Canadá, Noruega y Nueva
Zelanda. Sin embargo, la apuesta multicultural
está repleta de problemas, especialmente por folklorizar y guettizar a los pueblos indígenas, mientras que la experiencia
sudamericana, que sin duda tiene claroscuros, aspira a otras metas ya
que la plurinacionalidad
es la vía para una interculturalidad superadora de esos límites.
De
todos modos, es evidente que el equipo editorial de El Mercurio no está muy informado porque justamente uno de sus
ejemplos, Nueva Zelanda, aprobó poco
tiempo atrás los derechos de un río y su cuenca, o sea, los derechos de la Naturaleza. Si una legislación como la neozelandesa se implanta en Chile,
todo el debate sobre la propiedad y
manejo del agua cambiaría radicalmente.
Nota. Porque Chile es uno de los 2 países en el mundo (Reino Unido) que
llegaron al extremo de la imposición de las políticas neoliberales, de privatizar el AGUA.
Entretanto,
en la Convención Constitucional chilena
se han dado los primeros pasos para poder debatir esas cuestiones. Entre las
nuevas comisiones temáticas que se han conformado está la de Derechos Humanos y Verdad Histórica,
que por cierto es una cuestión fundamental en sus entendidos tradicionales,
pero que además explícitamente indica que abordará los derechos ambientales y de la Naturaleza.
En
ese breve editorial están encerrados todos los miedos de los sectores conservadores. Concluye confesando que
parecería que la consideración de la plurinacionalidad y los derechos
de la Naturaleza “parece
estar asomando” y por ello reclama “minimizarlos”.
Como apenas están asomando, ya deben ser detenidos –ese es el mensaje. Así se
exhibe la reacción de sectores conservadores, como muchas veces ha ocurrido en
el pasado con otros temas. Pero es mucho
más que eso.
Confiesa que las cuestiones de plurinacionalidad y la apertura de la categoría de derechos a la Naturaleza son elementos centrales de sus preocupaciones y que
han avanzado tanto que llama a enfrentarlas
desde ya. Esto sucede a apenas un mes de iniciada la convención constitucional y se lo hace con argumentos tan endebles
que son fácilmente rebatibles.
En
todo esto hay una lectura que las organizaciones
ciudadanas no deben dejar pasar. Es que, para ellas, y en especial para los
que han batallado por años para lidiar
con la problemática de los pueblos
originarios y el ambiente, donde las victorias siempre son pocas y el cansancio muchas veces golpea, lo que está diciendo El Mercurio es que
se ha avanzado tanto pero tanto, que están temerosos y se ven obligados a
responder.
Notas
1. Convención:
avances con dudas, El Mercurio, Santiago, 8 de
agosto 2021.
2. Convención Constitucional
establece ocho comisiones transitorias para definir su funcionamiento interno,
V.H. Moreno S., U Chile Constituyente, 27 Julio 2021, https://www.uchile.cl/noticias/178214/convencion-forma-comisiones-transitorias-para-normar-su-funcionamiento
EDUARDO GUDYNAS es analista en el Centro Latino
Americano de Ecología Social (CLAES) e investigador asociado del Observatorio
Latino Americano de Conflictos Ambientales (OLCA).
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