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INFORME CIENTÍFICO DE LA
ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS ONU. ALERTA CONSECUENCIAS CLIMÁTICAS
IRREVERSIBLES EN LOS PRÓXIMOS 30 AÑOS
El informe del Panel Intergubernamental
sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés),
publicado el lunes 9 de agosto, es un llamado de alerta a nivel global. En
los próximos 20 o 30 años, la Tierra
habrá alcanzado el umbral máximo de 1,5
°C de calentamiento, generando un
impacto climático con consecuencias peligrosas e irreversibles para la
humanidad. El estudio, que cuenta con
más de 3 mil páginas, es el resultado de más de una década de investigación en
la cual han participado más de 200 científicos de más de 60 países. Es el
primer informe en confirmar que la actividad industrial es la responsable de
acelerar el calentamiento global y que ya se han producido “cambios
generalizados y rápidos”.
En 2015, los países integrantes de las Naciones
Unidas firmaron el Acuerdo de París en el que se comprometieron
a reducir sus emisiones de carbono para evitar incrementar la crisis climática.
Pero, casi nada ha cambiado. Los
científicos advierten que las consecuencias serán devastadoras en todos los
países del mundo. El secretario
general de la ONU, António Guterres, calificó el
informe como «un código rojo para la humanidad».
Alerta climática. De acuerdo al estudio del IPCC, los últimos cinco años han sido los más calurosos que se han registrado. Esto debido a la enorme cantidad de presencia de carbono en la atmósfera que se encuentra en su nivel más alto de los últimos dos millones de años. De llegar a los 4° C, las olas de calor que solían ocurrir dos veces por siglo se convertirán en eventos anuales. A inicios de este mes, una ola de calor en el noroeste de Estados Unidos causó la muerte de cientos de personas. Los investigadores señalan que ese evento climatológico habría sido “virtualmente imposible” sin la crisis climática. En similar situación se encuentra Grecia, quien ya lleva casi una semana con un incendio incontrolable en diferentes partes del país provocados por las temperaturas que superan los 46 °C.
Además, el alza
de temperaturas causará incendios forestales a nivel mundial
y se pronostica que el nivel del mar
aumentará entre 2 y 7 metros para finales de siglo producto del deshielo de los
glaciares. El informe predice que el
Ártico podría quedarse sin hielo al menos
una vez antes de 2050. Para revertir
esta escena, los especialistas están
exhortando a los Estados a reducir
al máximo sus emisiones de carbono,
Sin embargo, incluso en el escenario más favorable en el que las emisiones mundiales se reduzcan a cero para el 2050, la
temperatura global continuará alcanzando un pico por encima de los 1,5 °C antes
de descender. Deberán pasar entre 20 u 80 años para que la temperatura global
vuelva a estabilizarse.
Latinoamérica en peligro- PERÚ y los países vecinos también sufrirán los estragos de la crisis climática.
El informe pronostica un aumento de
precipitaciones en el noroeste de Sudamérica. Además, asegura que es muy
probable el aumento de las sequías generando un mayor riesgo de incendios forestales en las zonas de agricultura y áreas
ecológicas conservadas. También
advierten sobre el aumento del nivel del mar que afectará, sobre
todo, a Sudamérica.
Esto contribuirá a un incremento en las inundaciones de las zonas costeras
bajas. Mientras
que los Andes también se verán afectados por el deshielo de sus glaciares,
generando inundaciones en las zonas andinas producidas por el desbordamiento de
los lagos. (Fuente Wayka Informes).
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UNA
ALERTA ROJA PARA LA HUMANIDAD.
La advertencia de la ONU sobre Cambio
Climático
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Por
Juan Pablo Olsson.
Página
/12 jueves 12 de agosto del 2021.
El grupo de científicos nucleados en el Panel
Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) señala que ya se han
causado efectos en el clima que serán irreversibles durante siglos o milenios.
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas António Guterres asegura que el estudio publicado este
lunes por el IPCC es “un código rojo” para el mundo.
La emergencia climática a nivel planetario se vuelve cada vez más
evidente y ha sido puesta en el centro de la escena a partir de esta
publicación científica que advierte a la comunidad global sobre la magnitud del
problema. En el tablero de comando de los conflictos globales, tenemos
la luz roja de la pandemia con más de 203 millones de contagiados
y 4 millones trescientas mil muertes,
según la Organización Mundial de la Salud; pero está encendida otra luz de alarma,
que tiene que ver con el
calentamiento global, como el mayor problema estructural que enfrenta la
humanidad, de cara a los próximos treinta años. Este es un claro
llamado de atención a los dirigentes del mundo, que deben tomar medidas mucho
más decisivas para abordar esta emergencia, sino quieren correr el riesgo de traicionar a las generaciones más
jóvenes, quienes viven la crisis climática como un problema medular para su
propio futuro y para la supervivencia de la especie humana en el planeta.
El exhaustivo Informe sobre Cambio Climático representa el más completo
publicado hasta la fecha y se basa en el examen y sistematización de más de 14.000 artículos científicos, que en
sus conclusiones responsabilizan a la acción humana por el aumento de fenómenos
extremos. Según dicha publicación, las emisiones continuas de gases de efecto invernadero podrían
quebrar un límite clave de la temperatura global en poco más de una década.
Los
científicos afirman que es inequívoco que la influencia humana ha calentado la
atmósfera, los océanos y la tierra, tal y como lo señala el profesor Ed Hawkins, de la Universidad de
Reading, Reino Unido, uno de los
autores del informe: “es
indiscutible que los humanos estamos calentando el planeta, no podemos estar
más seguros”.
Este informe deja en claro que el mundo
tiene un tiempo limitado para actuar si quiere evitar los peores escenarios
generados a causa del cambio climático y la actividad humana. En los próximos diez años se define la
posibilidad (o no) de evitar que los efectos del aumento de la temperatura
promedio del planeta sean aún más devastadores. Si bien se ha venido avanzando lentamente en un consenso global a
lo largo de las diversas Cumbres Climáticas que
se han realizado -desde la Primera
Conferencia Mundial sobre el Clima en Ginebra en 1979- hasta la actualidad,
los países fueron postergando tanto el compromiso con la reducción de sus emisiones de
combustibles fósiles, que ya no va a
ser posible impedir que el calentamiento
global se intensifique en los próximos 30 años. A pesar de ello, el informe científico de las Naciones
Unidas señala que todavía es posible evitar consecuencias catastróficas
y un futuro más angustioso para la humanidad y las generaciones venideras.
Los autores del estudio plantean que
desde el año 1970
las temperaturas de la superficie global han aumentado más rápido que en
cualquier otro período de 5 décadas,
durante los últimos 2.000 años. Este calentamiento “ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos
extremos en todas las regiones del mundo”. Los seres humanos hemos
calentado el planeta unos 1,1 grados
Celsius (2 grados Fahrenheit) en el último siglo y medio, en gran parte a
causa de promover la matriz de combustibles fósiles al quemar gas, petróleo y
carbón para obtener energía. Las consecuencias son evidentes y se pueden sentir en
todo el mundo: este último verano del hemisferio
norte, con olas de calor
extremas que provocaron la muerte de cientos de personas en Canadá y Estados Unidos, inundaciones
sin precedentes que devastaron regiones de China
y Alemania, y los incendios forestales han sido incontrolables en Siberia, Turquía y más recientemente en
Grecia.
En la publicación de más de 3.000 páginas, elaborada por 234 científicos se evalúa cómo el calentamiento global cambiará el mundo en las próximas décadas, de manera acelerada. El informe deja en claro que el calentamiento que experimentamos hasta la fecha ha generado cambios en muchos de nuestros sistemas de soporte planetario que son irreversibles en escalas de tiempo de siglos a milenios. En lo que respecta al aumento del nivel del mar, los científicos han modelado un rango probable de diferentes niveles de emisiones. Sin embargo, no se puede descartar un aumento de alrededor de 2 metros para finales de este siglo, ni tampoco un aumento de 5 metros hacia el año 2150. Tales resultados, aunque poco probables, amenazarían a muchos millones de personas más en las zonas costeras con inundaciones para el año 2100.
La crucial Conferencia Climática en Glasgow
En noviembre de 2021, los líderes
mundiales se reunirán en Glasgow, Escocia, para trabajar en el
sucesor del histórico Acuerdo de París
de 2015. Casi todas las naciones del planeta adhirieron al Acuerdo que
tiene como objetivo mantener el aumento de las temperaturas globales muy por debajo de los 2 °C en este siglo y
continuar los esfuerzos para mantenerlo por debajo de los 1,5 °C. Según la publicación del IPCC, en todos los escenarios de
emisiones considerados por los científicos, ambos objetivos se romperán este
siglo a menos que se produzcan grandes recortes de emisiones de dióxido de
carbono. Los autores creen que se
alcanzará 1,5°C en 2040 en todos los escenarios. Si las emisiones no se reducen
drásticamente en los próximos años, puede suceder incluso antes.
Las claves de la próxima COP26 en
Glasgow serán avanzar en la ambición climática, el
acuerdo sobre contabilidad de emisiones y la reincorporación de Estados Unidos. Otro punto importante
es garantizar el incremento de la financiación sostenible. Acerca de la posibilidad de lograr grandes reducciones de emisiones, es importante
recordar que el presidente de China, Xi Jinping, anunció en la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2020, que su país tenía
como objetivo convertirse en neutral en
emisiones de carbono para 2060. Esto significa un gran avance dada la
decisión relevante de la nación
considerada la más contaminante del mundo, responsable de cerca del 28% de
las emisiones mundiales, al comprometerse públicamente de cara al
mundo con un proceso de descarbonización y de corte de sus emisiones de
carbono.
En sintonía con este avance, en 2019 el
Reino Unido fue la primera de las principales economías del mundo en asumir un
compromiso legal de cero emisiones netas. Por su parte la
Unión Europea hizo lo mismo en marzo de 2020. Desde entonces, Japón y Corea del
Sur se han sumado a más de 110
países que han establecido una meta
de cero netos para mediados de siglo, según estimaciones de la ONU. De
esta forma, los países que se han puesto la meta de llegar al cero neto
representan más del 65% de las
emisiones globales, y más del 70% de la
economía mundial. Finalmente, con el triunfo
del presidente Joe Biden en Estados Unidos, la
economía más grande del mundo ahora se ha reincorporado al Acuerdo de París y al compromiso de reducción de carbono.
A su vez, en términos de
inversiones para avanzar a la transición energética hacia energías
renovables, la Unión Europea y el nuevo gobierno de Estados Unidos se han
comprometido en canalizar billones de
dólares en inversiones verdes, para poner en marcha sus economías e iniciar
el proceso de descarbonización.
Es por estas razones que, si
bien los científicos alertan sobre las graves consecuencias del calentamiento
global, también manifiestan esperanzas acerca de que, si podemos reducir las
emisiones globales a la mitad para el año 2030 y alcanzar cero emisiones
netas a mediados de este siglo, será detener y posiblemente revertir el
aumento de temperaturas. Alcanzar el cero neto
implica reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero tanto como sea posible
utilizando tecnología limpia y luego enterrar las emisiones restantes mediante la captura y almacenamiento de carbono, o
absorberlas plantando árboles, a partir
de una gran campaña global de reforestación.
De esta forma, los científicos señalan que hay una nueva esperanza de que los recortes profundos en las emisiones
puedan estabilizar el aumento de las temperaturas.
“Si unimos fuerzas ahora, podemos evitar una catástrofe
climática. Pero, como deja claro el informe, no hay tiempo para demoras, ni
lugar para excusas”, afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres.
La Deuda Ecológica
con el Sur Global
Finalmente, uno de los puntos
más sensibles es la posibilidad de los países del Sur Global de
acceder a los fondos para financiar la adaptación al cambio climático. En la Cumbre Internacional (virtual) sobre la Adaptación Climática organizada
por los Países
Bajos en enero de 2021, quedó en evidencia que los países
desarrollados aún están lejos de concretar
los aportes de los fondos necesarios que ayuden a financiar las acciones
para adaptarse al cambio climático a los
países empobrecidos.
Según la organización Oxfam a partir de datos recabados en 2020, unos
recursos estimados en 100.000 millones de dólares anuales, en 2017 y 2018 solo
alcanzaron unos 60.000 millones; a su vez, el 80% fueron préstamos a devolver,
en lugar de subvenciones, aumentando así la deuda externa de los países más
afectados por el cambio climático.
De esta forma, mientras se
comprueba que los fondos destinados en la actualidad son claramente
insuficientes, el Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
ya predice que la cantidad necesaria para afrontar los daños y pérdidas
provocados por el cambio climático aumentará, debido a la mayor intensidad de
los impactos. Por lo que se calcula que para el año 2030 se necesitarán
280.000 millones al año para ayudar a los países del Sur Global con la
adaptación, ascendiendo hasta 500.000 millones para el año 2050.Vemos entonces como aumenta la brecha
entre el apoyo que necesitan las naciones vulnerables y la financiación
proporcionada por los países ricos. Sobre todo, teniendo en cuenta que los países del Sur Global
son los que más sufren y menos contribuyen al calentamiento global.
Vale la pena recordar la
posición del Papa Francisco, quien ha denunciado la existencia de
una "Deuda Ecológica" contraída
con el Sur Global por el "saqueo de
sus recursos" y el uso excesivo de su espacio para la eliminación de
residuos; al
tiempo que ha urgido a los países ricos a reducir sus emisiones de C02, para
evitar una catástrofe climática sin precedentes.
* Sociólogo, ambientalista, coordinador en América Latina de la
Internacional Progresista. Magister en Gestión
del recurso del Agua.
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